El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió ayer a su par de Estados Unidos, Barack Obama, que se reúna con los mandatarios de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) para aclarar el acuerdo sobre la utilización de bases militares en Colombia. Según informó en Brasilia el canciller brasileño Celso Amorim, el uso en las bases militares en Colombia y la situación política en Honduras tras el derrocamiento del presidente constitucional Manuel Zelaya fueron los temas centrales de la charla telefónica que sostuvo este viernes Lula con el mandatario estadunidense.
Amorim afirmó que, durante el contacto, el presidente brasileño reiteró a Obama que el acuerdo en negociación con Colombia genera “sensibilidades en la región, grandes” y que la preocupación no está limitada a “uno u otro país”, sino que “es una sensibilidad nuestra también, debido a la proximidad de la Amazonia”. Al respecto, Lula insistió en la necesidad de que el acuerdo entre Washington y Bogotá incluya “garantías jurídicas” de que la actividad de las bases militares esté limitada al territorio colombiano.
Al mismo tiempo, pidió que Obama proponga una reunión con la Unasur para disipar las dudas pendientes sobre el acuerdo. “A raíz de la sensibilidad mayor en algunos países, sería útil que hubiese una reunión de Obama con la Unasur”, dijo Amorim. Según el canciller brasileño, el mandatario estadunidense agradeció la sugerencia de Lula y prometió debatir con sus asesores la posibilidad de realizar un encuentro. Además, prometió enviar un emisario a Brasil para “profundizar” las explicaciones sobre el acuerdo con Colombia.
En cuanto a la situación de Honduras, Lula volvió a enfatizar la necesidad de retorno al cargo del derrocado presidente Zelaya para restablecer la democracia en el país. Obama, a su vez, propuso que Brasil y Estados Unidos vuelvan a evaluar la situación de Honduras después de la visita de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) al país centroamericano en los próximos días, agregó Amorim. La misión de cancilleres de la OEA viajará el lunes a Honduras con un “espíritu de diálogo” para tratar de convencer al gobierno de facto de que acepte la propuesta costarricense para solucionar la crisis tras el golpe de Estado del 28 de junio, anunció ayer el organismo en su sede en Washington. “Esperamos encontrar una acogida positiva al Acuerdo de San José, como único camino para alcanzar, al mismo tiempo, el retorno a una plena democracia y la reconciliación entre todos los hondureños”, dijo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en un comunicado.
A su vez, en una nota divulgada en Washington, la Casa Blanca informó que, durante la charla con Lula, Obama aseguró su “compromiso” de mantener las relaciones con la región y manifestó su deseo de encontrarse de nuevo durante la cumbre del G20 en Pittsburgh, a finales de septiembre. Obama “reafirmó su compromiso de mantener las largas relaciones de Estados Unidos en la región y su deseo de trabajar de modo constructivo con Brasil y otros países del hemisferio para ayudar al avance de la democracia, la seguridad y la prosperidad de los pueblos de las Américas”, informó el comunicado.
De acuerdo con la nota oficial, Obama también aguarda deseoso la próxima cita con Lula, a finales de septiembre en la Cumbre del G20 en la ciudad estadunidense de Pittsburgh, donde espera “reforzar” la alianza con Brasil.
Amorim afirmó que, durante el contacto, el presidente brasileño reiteró a Obama que el acuerdo en negociación con Colombia genera “sensibilidades en la región, grandes” y que la preocupación no está limitada a “uno u otro país”, sino que “es una sensibilidad nuestra también, debido a la proximidad de la Amazonia”. Al respecto, Lula insistió en la necesidad de que el acuerdo entre Washington y Bogotá incluya “garantías jurídicas” de que la actividad de las bases militares esté limitada al territorio colombiano.
Al mismo tiempo, pidió que Obama proponga una reunión con la Unasur para disipar las dudas pendientes sobre el acuerdo. “A raíz de la sensibilidad mayor en algunos países, sería útil que hubiese una reunión de Obama con la Unasur”, dijo Amorim. Según el canciller brasileño, el mandatario estadunidense agradeció la sugerencia de Lula y prometió debatir con sus asesores la posibilidad de realizar un encuentro. Además, prometió enviar un emisario a Brasil para “profundizar” las explicaciones sobre el acuerdo con Colombia.
En cuanto a la situación de Honduras, Lula volvió a enfatizar la necesidad de retorno al cargo del derrocado presidente Zelaya para restablecer la democracia en el país. Obama, a su vez, propuso que Brasil y Estados Unidos vuelvan a evaluar la situación de Honduras después de la visita de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) al país centroamericano en los próximos días, agregó Amorim. La misión de cancilleres de la OEA viajará el lunes a Honduras con un “espíritu de diálogo” para tratar de convencer al gobierno de facto de que acepte la propuesta costarricense para solucionar la crisis tras el golpe de Estado del 28 de junio, anunció ayer el organismo en su sede en Washington. “Esperamos encontrar una acogida positiva al Acuerdo de San José, como único camino para alcanzar, al mismo tiempo, el retorno a una plena democracia y la reconciliación entre todos los hondureños”, dijo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en un comunicado.
A su vez, en una nota divulgada en Washington, la Casa Blanca informó que, durante la charla con Lula, Obama aseguró su “compromiso” de mantener las relaciones con la región y manifestó su deseo de encontrarse de nuevo durante la cumbre del G20 en Pittsburgh, a finales de septiembre. Obama “reafirmó su compromiso de mantener las largas relaciones de Estados Unidos en la región y su deseo de trabajar de modo constructivo con Brasil y otros países del hemisferio para ayudar al avance de la democracia, la seguridad y la prosperidad de los pueblos de las Américas”, informó el comunicado.
De acuerdo con la nota oficial, Obama también aguarda deseoso la próxima cita con Lula, a finales de septiembre en la Cumbre del G20 en la ciudad estadunidense de Pittsburgh, donde espera “reforzar” la alianza con Brasil.
Agencias en Brasilia y Washington, Milenio, 22 de agosto.
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