BOGOTÁ.- Colombia siempre ha respetado las políticas soberanas de Venezuela en materia de seguridad y defensa -que incluyen estrechas alianzas con países como Rusia-, recordó Fernando Araújo, ex Canciller del Presidente Álvaro Uribe.
Por tanto, Venezuela no tiene por qué esperar que Colombia le consulte su decisión de permitir a Estados Unidos utilizar bases aéreas, atajó.
"Caracas toma sus decisiones en materia de defensa de forma autónoma y soberana, sin que a nosotros nos implique algún reclamo", dijo Araújo en entrevista con REFORMA.
"Hemos conocido, a través de las noticias, el interés de Caracas en adquirir armamento, fusiles, aviones, tanques, submarinos, fragatas, y siempre hemos considerado que es parte de sus decisiones. Ellos nunca nos las han consultado.
"(Venezuela) no tiene por qué esperar que le consultemos nuestras decisiones en defensa de nuestros intereses y en la lucha contra nuestros grandes enemigos: el narcotráfico y el terrorismo", abundó.
Esta semana, ante acusaciones del desvío de armas suecas para la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Presidente Hugo Chávez congeló las relaciones con Bogotá, retiró a su Embajador y amenazó con reducir el comercio bilateral y expropiar empresas colombianas.
Pero tras su airada reacción estaría también su malestar por las bases militares para Estados Unidos.
Araújo, quien fungió como Canciller de febrero de 2007 a julio de 2008, aclara que no existen mecanismos formales de consulta previa.
"Por el contrario, los venezolanos son muy celosos en defensa de su autonomía y soberanía en la materia, así que no tienen por qué esperar un comportamiento diferente de nosotros", expuso.
Al recordarle que Brasil logró reunir a 12 países de la región en el Consejo Sudamericano de Defensa y preguntarle si a Bogotá no le faltó más diplomacia para aclimatar a los vecinos en el tema de las bases, Araújo planteó que esa labor deberá darse hacia adelante.
"Que Colombia participe en foros multilaterales, que nuestros Embajadores ante la OEA, la ONU, nuestro Canciller en Unasur, nuestro Ministro del ramo en el Consejo Sudamericano de Defensa presenten cuál es el interés y el alcance de estos acuerdos con Estados Unidos", sugirió.
"Pero ningún país sudamericano somete a instancias de aprobación multilateral, bilateral o regional sus decisiones en materia militar y de defensa, de modo que no hay por qué esperar una actitud diferente del Gobierno de Colombia", recalcó.
Araújo, a quien le tocó enfrentar dos crisis diplomáticas con Caracas, hace ver que Bogotá ya se habituó a los exabruptos de Chávez.
"Tal vez algunos se sorprendan, pero a la Cancillería y el Gobierno colombianos ya no nos producen sorpresa", dijo Araújo, quien cree que las airadas reacciones de Chávez persiguen popularidad interna.
"Por eso las recibimos con mucha prudencia y entendemos que el camino a seguir es el de dar las explicaciones pertinentes, sin mayores aspavientos", abundó.
Por tanto, Venezuela no tiene por qué esperar que Colombia le consulte su decisión de permitir a Estados Unidos utilizar bases aéreas, atajó.
"Caracas toma sus decisiones en materia de defensa de forma autónoma y soberana, sin que a nosotros nos implique algún reclamo", dijo Araújo en entrevista con REFORMA.
"Hemos conocido, a través de las noticias, el interés de Caracas en adquirir armamento, fusiles, aviones, tanques, submarinos, fragatas, y siempre hemos considerado que es parte de sus decisiones. Ellos nunca nos las han consultado.
"(Venezuela) no tiene por qué esperar que le consultemos nuestras decisiones en defensa de nuestros intereses y en la lucha contra nuestros grandes enemigos: el narcotráfico y el terrorismo", abundó.
Esta semana, ante acusaciones del desvío de armas suecas para la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Presidente Hugo Chávez congeló las relaciones con Bogotá, retiró a su Embajador y amenazó con reducir el comercio bilateral y expropiar empresas colombianas.
Pero tras su airada reacción estaría también su malestar por las bases militares para Estados Unidos.
Araújo, quien fungió como Canciller de febrero de 2007 a julio de 2008, aclara que no existen mecanismos formales de consulta previa.
"Por el contrario, los venezolanos son muy celosos en defensa de su autonomía y soberanía en la materia, así que no tienen por qué esperar un comportamiento diferente de nosotros", expuso.
Al recordarle que Brasil logró reunir a 12 países de la región en el Consejo Sudamericano de Defensa y preguntarle si a Bogotá no le faltó más diplomacia para aclimatar a los vecinos en el tema de las bases, Araújo planteó que esa labor deberá darse hacia adelante.
"Que Colombia participe en foros multilaterales, que nuestros Embajadores ante la OEA, la ONU, nuestro Canciller en Unasur, nuestro Ministro del ramo en el Consejo Sudamericano de Defensa presenten cuál es el interés y el alcance de estos acuerdos con Estados Unidos", sugirió.
"Pero ningún país sudamericano somete a instancias de aprobación multilateral, bilateral o regional sus decisiones en materia militar y de defensa, de modo que no hay por qué esperar una actitud diferente del Gobierno de Colombia", recalcó.
Araújo, a quien le tocó enfrentar dos crisis diplomáticas con Caracas, hace ver que Bogotá ya se habituó a los exabruptos de Chávez.
"Tal vez algunos se sorprendan, pero a la Cancillería y el Gobierno colombianos ya no nos producen sorpresa", dijo Araújo, quien cree que las airadas reacciones de Chávez persiguen popularidad interna.
"Por eso las recibimos con mucha prudencia y entendemos que el camino a seguir es el de dar las explicaciones pertinentes, sin mayores aspavientos", abundó.
Octavio Pineda corresponsal, Reforma, 2 de agosto.
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