México y Alemania, copresidentes de una reunión ministerial sobre el clima, llamaron ayer a restaurar la confianza, tras el traumatismo de Copenhague, entre los países industrializados y en desarrollo para llegar a un acuerdo global en el ámbito de las Naciones Unidas.
El Diálogo de Petersberg, que alberga las conversaciones de los representantes de 41 países, debe permitir hacer un balance del Acuerdo de Copenhague, firmado hasta hoy por 120 países, y construir el contenido de un futuro acuerdo bajo los auspicios de la ONU.
El presidente mexicano Felipe Calderón estimó en la apertura de la reunión en Bonn (oeste) que la cumbre sobre el clima a realizarse del 29 de noviembre al 10 de diciembre en el balneario de Cancún (sureste) será “un desafío a la credibilidad de la cooperación internacional”.
Una forma de restablecer la confianza, según Calderón, será trasladar los compromisos de financiamiento tomados en Copenhague por los países industrializados, que prometieron 100 mil millones de dólares anuales a partir de 2020 para ayudar a los países más pobres a financiar la lucha contra el cambio climático. “Hasta ahora siempre hemos hablado de responsabilidades diferenciadas. A partir de ahora hay que reconocer una responsabilidad compartida”, insistió, en oposición a la Convención de la ONU sobre el clima, que fijaa la noción de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” entre países ricos y en desarrollo.
El Diálogo de Petersberg, que alberga las conversaciones de los representantes de 41 países, debe permitir hacer un balance del Acuerdo de Copenhague, firmado hasta hoy por 120 países, y construir el contenido de un futuro acuerdo bajo los auspicios de la ONU.
El presidente mexicano Felipe Calderón estimó en la apertura de la reunión en Bonn (oeste) que la cumbre sobre el clima a realizarse del 29 de noviembre al 10 de diciembre en el balneario de Cancún (sureste) será “un desafío a la credibilidad de la cooperación internacional”.
Una forma de restablecer la confianza, según Calderón, será trasladar los compromisos de financiamiento tomados en Copenhague por los países industrializados, que prometieron 100 mil millones de dólares anuales a partir de 2020 para ayudar a los países más pobres a financiar la lucha contra el cambio climático. “Hasta ahora siempre hemos hablado de responsabilidades diferenciadas. A partir de ahora hay que reconocer una responsabilidad compartida”, insistió, en oposición a la Convención de la ONU sobre el clima, que fijaa la noción de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” entre países ricos y en desarrollo.
Milenio, 3 de mayo.
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