VERACRUZ. La contienda por la gubernatura involucra sólo sangre priísta con la candidatura de Javier Duarte de Ochoa, del PRI-PVEM y el estatal Partido Revolucionario Veracruzano (PRV), y la de los ex tricolores Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN-Panal, y Dante Delgado Rannauro, por la alianza PRD-PT-Convergencia.
A falta de cuadros preparados propios, los partidos de oposición pelean a los militantes tricolores que son desplazados por “fidelistas”, la corriente de los nuevos políticos que impulsa el gobernador Fidel Herrera. Organizan sesiones de cacería para llevarlos hasta sus filas.
El Partido Acción Nacional (PAN) acogió a tres militantes tricolores, a dos de los cuales los hizo de manera directa abanderados a una presidencia municipal y al hijo del tercero le otorgó la candidatura a una diputación local.
PRD, en aprietos
La alianza conformada por el PRD, PT y Convergencia nominaron a una ex priísta como candidata a la presidencia municipal de Córdoba, mientras que al perredismo veracruzano no le da por recomponerse y continúa inmerso en pleitos internos.
Tras dos años sin dirigente estatal en el PRD, lograron designar a Celso David Pulido Santiago, quien hace días fue destituido por una supuesta violación de acuerdos tomados en los cónclaves partidistas y hacer nombramientos al margen de los estatutos del sol azteca.
A falta de cuadros preparados propios, los partidos de oposición pelean a los militantes tricolores que son desplazados por “fidelistas”, la corriente de los nuevos políticos que impulsa el gobernador Fidel Herrera. Organizan sesiones de cacería para llevarlos hasta sus filas.
El Partido Acción Nacional (PAN) acogió a tres militantes tricolores, a dos de los cuales los hizo de manera directa abanderados a una presidencia municipal y al hijo del tercero le otorgó la candidatura a una diputación local.
PRD, en aprietos
La alianza conformada por el PRD, PT y Convergencia nominaron a una ex priísta como candidata a la presidencia municipal de Córdoba, mientras que al perredismo veracruzano no le da por recomponerse y continúa inmerso en pleitos internos.
Tras dos años sin dirigente estatal en el PRD, lograron designar a Celso David Pulido Santiago, quien hace días fue destituido por una supuesta violación de acuerdos tomados en los cónclaves partidistas y hacer nombramientos al margen de los estatutos del sol azteca.
El Universal, 4 de mayo.
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