Chávez, de plácemes por ingreso al Mercosur

BUENOS AIRES.— Venezuela se convirtió ayer en el quinto miembro del Mercado Común del Sur (Mercosur), al ser aprobado su ingreso en la cumbre presidencial extraordinaria celebrada en Brasilia, marcada por un alto tono político y por la queja de Paraguay, suspendido del bloque, que se venía oponiendo al desembarco venezolano y ayer “deploró” el acto celebrado en Brasilia.

La cumbre, realizada en el Palacio del Planalto, fue encabezada por la presidenta anfitriona, Dilma Rousseff, quien definió la llegada de Venezuela al Mercosur como la transformación de este bloque “en la quinta economía del mundo”.

Venezuela se convirtió en el primer país en ingresar al Mercosur desde su creación en 1991, lo que para el presidente venezolano Hugo Chávez, quien llegó a Brasil en su primer viaje tras la convalecencia que lo tuvo durante meses entre La Habana y Caracas, es el principio de lo que llamó “cambios históricos profundos”.

Chávez fue recibido en las escalinatas del Planalto por Rousseff y por el antecesor de ésta, Luiz Inacio Lula Da Silva. Los tres tienen en común que lucharon o luchan contra el cáncer.

Chávez definió el de ayer “como un día similar al que Lula llegó a la presidencia, histórico”. “Llegamos al Mercosur con todos nuestros deseos de integrarnos completamente”, hacer del mercado común “un mecanismo de integración que vaya más allá del comercio, que integre lo social”, expresó el líder venezolano.

Por su parte, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, saludó el ingreso de Venezuela, que “hace feliz a millones de argentinos y de sudamericanos”.

Desde 2006, los parlamentos de los países miembros habían avalado el ingreso de Venezuela a este bloque, que representa a más de 310 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) anual de 4 mil 489 millones de dólares.

Era el parlamento de Paraguay el que se negaba al ingreso de Venezuela, pero el 29 de junio, días después de la caída del presidente paraguayo Fernando Lugo, los líderes de Uruguay, Argentina y Brasil decidieron suspender a Paraguay y aceptar el ingreso de Venezuela, en lo que el mandatario interino paraguayo, Federico Franco, observó como “un acto electoralista para favorecer a Chávez” quien debe medirse en las urnas el próximo 7 de octubre.

Analistas temen una polarización en el bloque, que sin duda adoptará un cariz más político, con la entrada de Chávez, feroz crítico de EU, que desde ya dijo que el ingreso al Mercosur es una victoria sobre el imperialismo.

Ayer el gobierno de Franco calificó el acto de Brasilia, a través de un comunicado de la Cancillería, como “un atropello inaceptable a la institucionalidad y a la normativa expresa y vigente en el bloque”, al tiempo que consideró que “no constituye un acto jurídico válido dentro del diseño institucional del Mercosur”, por lo que “carece de eficacia y sustento legal”.

En un virulento editorial publicado en su edición del martes, el diario paraguayo ABC enumeró la violación de los estatutos del Mercosur, tanto en la suspensión de Paraguay como en el ingreso de Venezuela y acusó al bloque de “hacer imperar la ley de la selva”.

Chávez matizo su visita a Brasil con el anuncio, tras su reunión a solas con Rouseff, de la compra de 14 aviones Embraer 190 para la aerolínea estatal Conviasa, en una operación que ascendería a 900 millones de dólares.

El rival de Chávez en las presidenciales de octubre, Henrique Capriles, saludó el ingreso de Venezuela a Mercosur como algo que “no se traduce en mejoras para los venezolanos”. “Quienes se benefician”, dijo “son trabajadores de otros países, será aprovechada cuando Venezuela cambie este el modelo y tengamos un modelo de producción nacional”.

José Vales corresponsal, El Universal, 31 de julio.