Antes de pisar el recinto parlamentario, tomada la decisión de no dar marcha atrás, las bancadas del PAN, PRI y PRD en el Senado de la República se encerraron para sopesar las implicaciones que acarrearía aprobar la reforma electoral.
En la Torre Azul, de hecho, los panistas centraron su deliberación en ese punto. "Ni modo: tendremos que pagar las facturas. Ya sabemos el trato que (las televisoras) nos van a dar a los políticos que tenemos aspiraciones", resumió el senador Gustavo Madero.
"Ni modo: son gajes del oficio", insistió el legislador, para quien una señal del Ejecutivo contraria al espíritu pro reforma que privaba en el Senado no arredraría, bajo ninguna circunstancia, al grupo panista.
"Calderón no legisla. El Congreso es un Poder autónomo", planteó Madero, que parecía disfrutar de los minutos previos al inicio de la sesión, sobre todo por el hecho de que la bancada panista iría cohesionada. "Echarnos para atrás sería peor, sería un quemón", dijo.
Una voz discordante afloraría en el cuartel blanquiazul: la del senador Rubén Camarillo, opuesto a la remoción de los consejeros electorales del IFE. Federico Döring le sugirió no subir a tribuna a sustentar su voto en contra en este punto. Camarillo, en efecto, no subió a tribuna: ni siquiera se presentó al recinto.
Durante la plenaria del PRI, el coordinador parlamentario, Manlio Fabio Beltrones, además de advertir del costo de enfrentarse con los medios electrónicos, inclusive denunció la existencia de amenazas concretas de las televisoras.
"Manlio fue muy claro y nos dijo que todos debemos conocer los riesgos y los costos que tendrá la reforma, sobre todo para los que tenemos legítimas aspiraciones. Pero luego nos dio esperanza, porque dijo que las experiencias en otros países revelan que la revancha contra los políticos duran nada más una campaña", confió uno de los legisladores consultados en el cuartel tricolor.
Aunque la bancada acordó votar a favor de la reforma, en cierre de filas para contener los ataques, el senador Jorge Mendoza, ex presidente de la CIRT, pidió la comprensión de su bancada para defender la posición de los medios electrónicos.
"Ante la sorpresa de todos, Jorge nos anunció que tenía que subir a la tribuna para hablar en contra de un artículo, que por favor lo entendiéramos", explicó la fuente.
La tardanza en la apertura de sesiones inquietó a no pocos legisladores. Beltrones aclararía que el retraso no obedecía a presiones de concesionarios, sino a desacuerdos externados por los partidos pequeños en la distribución de los tiempos en medios.
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