Ayer se encendieron los ánimos en los dos consorcios de televisión abierta. Resulta que la Comisión Permanente votó por mayoría de que el Ejecutivo haga del actual Canal del Congreso uno con cobertura nacional. Ya se imaginará la reacción de sorpresa y molestia en TV Azteca, que preside Ricardo Salinas Pliego, y Televisa, que capitanea Emilio Azcárraga Jean. La petición se calificó, por decir lo menos, excesiva. Los que subieron a tribuna a lanzar la iniciativa fueron los legisladores del PRI Emilio Gamboa y del PRD Demetrio Sodi y Manuel Camacho. Todos los miembros de la Comisión Permanente votaron a favor. El Canal del Congreso hoy tiene salida por la TV restringida. Hablamos de los sistemas de cable agrupados en PCTV que lleva Enrique Yamuni, MVS de Joaquín Vargas, DirecTV de Roberto Sierra y SKY de Pablo Vázquez. De acuerdo con los ratings que manejan los operadores de señales, el susodicho canal ocupa los últimos lugares en audiencia, de ahí que sorprenda la petición de los diputados y senadores. Digamos que esa es la principal agravante. Pero hay otras dos razones de peso que refuerzan la negativa de las televisoras. La primera, es que tendrían que asumir los costos de instalación de la infraestructura para poder abrir la transmisión a todo el País. Cálculos conservadores indican que Televisa y TV Azteca tendrían que desembolsar por su cuenta aproximadamente 82 millones de dólares para antenas, repetidoras, estaciones y estudios en el mismo Congreso. La otra tiene que ver con el hecho de que si procede esta iniciativa México se convertiría en el primer País del planeta en darle a su poder legislativo un canal de televisión abierta, lo que francamente se califica como un absurdo. En Estados Unidos, por ejemplo, opera el famoso C-Span. Es un canal exclusivo del Congreso que es sufragado por los sistemas de televisión por cable que funcionan en la Unión Americana. La labor de los legisladores mexicanos no está como para premiarlos con acciones banales como las de darles pantalla a nivel nacional. Basta con ver el pobre resultado legislativo y la incapacidad para aprobar reformas cruciales. Así que habrá que ver si esta excesiva petición prospera. En el entretanto las dos grandes televisoras ya manifestaron su rotundo rechazo.
Darío Celis, “Tiempo de negocios”, Reforma, 29 de enero de 2004.
Un tema que tendrá mucho revuelo en los días por venir es la demanda de algunos legisladores, presentada en la Comisión Permanente, para que el Canal del Congreso -actualmente sólo se capta en la televisión de paga- tenga también una frecuencia en la televisión abierta y pueda ser sintonizado por todos los ciudadanos...
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 30 de enero de 2004.
Sobre la petición de Emilio Gamboa, Manuel Camacho y Demetrio Sodi al Ejecutivo para que el Canal del Congreso tenga salida por la televisión abierta, vale la pena hacer una acotación. Los 82 millones de dólares que se estima costaría instalar toda la infraestructura a nivel nacional no la pagarían ni TV Azteca de Ricardo Salinas ni Televisa de Emilio Azcárraga. Peor aún: la pondría el legislativo, pero a través de los impuestos que pagan los mexicanos.
Darío Celis, “Tiempo de Negocios”, Reforma, 30 de enero de 2004.
La comisión bicamaral del Canal de Congreso busca modificar el reglamento interno de este órgano de comunicación, al proponer la incorporación de la figura del defensor del televidente, que será aquel personaje que funja como interlocutor entre la estación televisiva y la audiencia. La propuesta, elaborada por el diputado del Partido de la Revolución Democrática Luis Medina pretende que el defensor del televidente atienda las quejas y sugerencias de los usuarios del canal -que se difunde únicamente por sistemas de televisión de paga-, referentes a los contenidos de la programación, así como de los principios de objetividad, veracidad, imparcialidad, ética, pluralidad, equidad y oportunidad; velar por las normas básicas de programación en estricto apego al reglamento y al estatuto del defensor del televidente. El cargo de referencia tendrá una duración de dos años con posibilidad de refrendarse por una sola ocasión y será designado por la comisión bicamaral. El órgano legislativo, integrado por diputados y senadores, tendrá a su vez las siguientes atribuciones respecto al defensor del televidente: definir el procedimiento para la designación del titular, nombrar y remover al director general del canal, aprobar la programación del mismo.
Nota de Roberto Garduño, La Jornada, 6 de junio.
La comisión bicamaral del Canal del Congreso analiza la incorporación de la figura del defensor del televidente, el cual sirva como interlocutor entre esa instancia y su audiencia. También pretende establecer los criterios para la elección del director de ese medio de comunicación, que a la fecha se encuentra en diferendo por la incapacidad de los grupos legislativos para ponerse de acuerdo y designar por consenso a un candidato de corte institucional. Luis Medina, legislador del PRD y secretario de la comisión bicamaral, anunció que la posición de defensor del televidente tendrá una duración de dos años, con posibilidad de refrendarse en una sola ocasión y será designado únicamente por la comisión referida. Las funciones encomendadas a este personaje serán las de atender las quejas y sugerencias sobre los contenidos de la programación, "velando por la aplicación de las normas vigentes, así como los principios de objetividad, veracidad, imparcialidad, ética, pluralidad, equidad y oportunidad". Estará obligado a promover el conocimiento de los derechos que asisten a los ciudadanos como usuarios de ese medio, y velar por el cumplimiento de las normas básicas de programación aprobadas por la comisión.
Nota de Roberto Garduño, La Jornada, 15 de agosto.
Un análisis entregado a los legisladores federales del PRI en San Lázaro reporta excesos y anomalías en la operación del Canal del Congreso, tales como la duplicidad de funciones y sueldos por arriba de las dietas de los Diputados. De un presupuesto de más de 18 millones autorizado para este año para el canal, casi 15 millones (el 83 por ciento) se destina para servicios personales: remuneraciones al personal transitorio, honorarios y gratificaciones de fin de año. Además, el canal enfrenta problemas como incapacidad para la producción, inexistencia de una política de difusión, equipo deficiente, bajos niveles de rating y de cobertura interna, ausencia de noticieros y mala imagen de los conductores. El análisis entregado a los legisladores del PRI propone la liquidación del personal como una solución ante los rezagos y excesos detectados. En el documento se recomienda el despido de mandos medios, de los elementos que no cumplan con el perfil adecuado y hasta de los conductores, por considerar que tienen "mala imagen". "Poner a consideración de la Comisión Bicamaral del Canal del Congreso la liquidación de los elementos que no cumplan con el perfil de conocimientos necesarios y sustituirlos por personal del medio de probada capacidad y ética profesional. "En la situación actual existe una mala imagen de conductores, por lo que debería darse la liquidación o reasignación de estos elementos. Obtener la autorización correspondiente para integrar un cuadro de conductores, cronistas y productores-realizadores a la altura del Canal del Congreso", se detalla. Al describir el problema de la duplicidad de funciones, se propone despedir a los mandos medios para "evitar el puesto de director de Radio y Televisión de Comunicación Social". "A cambio de establecer una coordinación de atención a diputados y medios electrónicos que maneje el Canal del Congreso", se sugiere. En materia de salarios, el documento cuestiona que algunos sueldos estén "disparados", mientras otros se comparan con mandos medios de la Cámara, sin cumplir con lo que marca la normatividad para la administración pública. "Existen otros sueldos dados a elementos sin razón de ser como el sueldo de la secretaria del director general, mismo que puede otorgarse a un operativo capacitado". Según revela el listado de plazas vacantes, actualmente se ofrece un sueldo bruto de más de 100 mil pesos a quien ocupe el cargo de Director General y de casi 87 mil al Coordinador General de Operaciones, cuando la dieta de un diputado es de 64 mil pesos mensuales. Además, en la plantilla de personal en funciones existen sueldos como el del Coordinador de Producción de Información, que rebasa los 77 mil pesos; y los de asesores y coordinador de administración y planeación, que alcanza los 57 mil pesos. La plaza más pequeña es de 6 mil 200 pesos, para los microfonistas, y de 9 mil para chofer-mensajero. De acuerdo con un informe de la Dirección General de Programación y Presupuesto de San Lázaro, el Canal tiene tiene autorizado para este año un presupuesto de más de 18 millones de pesos, de los cuales el 83 por ciento son para servicios personales. En un comparativo con la televisión comercial y los canales 11 y 22, el Canal del Congreso registra problemas de rating, de equipo básico para producción -deben rentarlo- y de difusión, ya que carece de cortes informativos o noticieros. En el informe se asegura que estas carencias han impedido reposicionar, de manera positiva, la imagen de los legisladores ante la sociedad. Las anomalías Estas son algunas de las anomalías detectadas en un diagnóstico realizado al Canal del Congreso: - Incapacidad para la producción. - Inexistencia de una política de difusión. - Equipo deficiente de transmisión. - Bajos niveles de rating y de cobertura interna. - Duplicidad de funciones. - Ausencia de noticieros. - Mala imagen de los conductores. - Sueldos por arriba de las dietas de los diputados.
Nota de Claudia Guerrero, Reforma, 16 de agosto.
El presidente de la primera comisión de la Permanente, Felipe Vicencio, defendió ayer la labor del Canal del Congreso y calificó como injusto que se responsabilice a esa instancia de la mala imagen de los legisladores federales. En entrevista, el senador integrante de la Comisión Bicamaral del Canal de Televisión del Congreso de la Unión, respondió así a las críticas realizadas en un análisis que fue entregado a los diputados federales del PRI, en el que se reportan excesos y anomalías en la operación, tales como la duplicidad de funciones y sueldos por arriba de las dietas de los legisladores. De acuerdo con ese informe, el canal enfrenta problemas como incapacidad para la producción, inexistencia de una política de difusión, equipo deficiente, bajos niveles de rating y de cobertura interna, ausencia de noticieros y mala imagen de los conductores. "Es una barbaridad decir que el canal no ha logrado modificar la imagen de los legisladores. Nunca podrá ser finalidad del canal legislativo modificar la imagen de los legisladores. "Es injusto pretender que el canal del Congreso modifique o transforme la imagen de los legisladores, porque eso les corresponde a ellos con su desempeño", criticó el panista. Vicencio sostuvo que el diagnóstico negativo no refleja la opinión de la Comisión, ya que -por el contrario- se ha reconocido la falta de presupuesto para mejorar las condiciones del canal. A pregunta expresa, el senador incluso rechazo la posibilidad de que se registren despidos o liquidaciones como consecuencia de los problemas internos del canal. "Es loable el esfuerzo que con tantas limitaciones se puede hacer. Nosotros no podemos siquiera considerar esa posibilidad (de los despidos) cuando no hemos hecho una valoración en esos términos. "El tema de los posibles despidos no es una prioridad de la Comisión, porque lo principal es cómo fortalecer el canal para hacerlo más eficiente y no los despidos que no sólo son inoportunas, sino contrarias. Además generan inquietud e incertidumbre", aseveró Felipe Vicencio. Por otro lado, el senador paanista adelantó que para transparentar las obligaciones y operación del canal, este mismo año se podría aprobar la reglamentación necesaria, que se encuentra en la Comisión en calidad de proyecto.
Nota de Claudia Guerrero, Reforma, 17 de agosto.
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