"La Red" en 2004: notas de contexto.

Dos comentarios, una columna completa y ocho notas relacionadas con la celebración del Congreso Internacional “Democracia y Medios Públicos”, organizado por la Red Nacional de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales durante el mes de septiembre de 2004. La información consignada da cuenta de la importancia del evento. Consideramos pertinente agregar este tema al archivo de “Medios en México en 2004” debido a la presencia que “La Red” tuvo en los sucesivos debates sobre las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, conocida primero como “Ley Corral” y más adelante como “Ley Televisa”. Un debate que se iniciaría en octubre del mismo año. Dentro de la información consignada al respecto está la columna “Plaza Pública” de Miguel Ángel Granados Chapa del 21 de septiembre de 2004, puesto que da cuenta de los orígenes de esta organización, así como de la difícil agrupación en “medios públicos” a un conjunto de radiodifusoras y televisoras que tienen en común el recibir presupuesto de alguna instancia estatal.

En México el debate sobre los medios públicos ha sido escaso y esporádico. Por eso tendrá especial repercusión el congreso “Democracia y medios públicos” que organiza la Red Nacional de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales con apoyo de la Unesco y la Fundación Adenauer. Aunque en la organización de ese encuentro participan de manera importante el Canal 11 y el Instituto Mexicano de la Radio, no puede decirse que sus propósitos estén matizados por anteojeras gobiernistas. El documento básico del Congreso considera que sin medios a los que tengan acceso los ciudadanos la democracia será incompleta. Por ello, “este Congreso Internacional tiene como línea temática central la discusión sobre el perfil de los medios de servicio público en el marco de la transición democrática en México”. Ese texto se refiere a los medios permisionados —que suelen ser de propiedad gubernamental, o de instituciones educativas— en un diagnóstico preciso y contundente: “Hoy día el país cuenta con medios permisionados donde no existen mecanismos legales que garanticen la participación de otros sectores del espacio de lo público; ni, menos aún, de las expresiones de la sociedad civil en la confección y diseño de programas, tendencias y propósitos. Eso no sucede donde existen sociedades democráticas”. Y en una crítica a la desidia de gobierno y legisladores para apuntalar medios auténticamente públicos, los organizadores del encuentro recuerdan: “frente al derecho a la cultura la actitud de los poderes públicos ya no puede ser de indiferencia sino que debe asumir una posición de responsabilidad social creando las condiciones que aseguren su efectivo ejercicio”.
Raúl Trejo Delarbre”, “Sociedad y poder”, Crónica, 20 de septiembre.

El congreso de democracia y medios públicos debe generar un mínimo común denominador sobre la importancia de este tipo de medios en una democracia. ¿Qué caracteriza a un medio público y qué lo distingue de un medio no comercial, gubernamental y de un medio privado? ¿Qué necesidades programáticas debe satisfacer un medio público? ¿El medio público debe contar con recursos del presupuesto solamente o debe acceder a publicidad comercial? ¿Se puede mantener la regla prevista en la Ley Federal de Radio y Televisión que divide a los medios entre concesionarios que pueden vender publicidad y permisionarios que tienen prohibido vender publicidad, o habría que hacer una nueva división no comercial? Estas son algunas de las preguntas que no admiten respuestas únicas, pero sí es posible arribar a ciertos consensos básicos que le den identidad a los medios no comerciales en aras de transformarse en públicos. Y, sobre todo, en estas definiciones estos medios se juegan no sólo su perfil sino su existencia para bien o mal del país.
Ernesto Villanueva, El Universal, 20 de septiembre.

Analistas , académicos, políticos y concesionarios de radio y televisión estarán muy atentos a lo que se debate en el primer Congreso internacional democracia y medios públicos que, organizado por la Red Nacional de Radiodifusoras Educativas y Culturales, se efectuará del martes al jueves próximos en el Mueso Nacional de Antropología. Este congreso tiene como línea central de discusión "el perfil de los medios de servicio público en el marco de la transición democrática en México. Hoy en día el país cuenta con medios permisionados donde no existen mecanismos legales que garanticen la participación de otros sectores del espacio de lo público; ni menos aún, de las expresiones de la sociedad civil en la confección y diseño de programas, tendencias y propósitos. Eso no sucede donde existen sociedades democráticas". La Red organizadora, que preside Julio di Bella , director del Canal Once, y tiene a Dolores Béistegui , directora del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), como vicepresidente del área de radiodifusoras, agrupa a 38 sistemas de radio y televisión con un perfil educativo y cultural, en su mayoría con financiamiento público.
“Bajo reserva”, El Universal, 20 de septiembre.

Por acumulación, por imitación, por conveniencias coyunturales, por inercias, por accidente, se ha integrado en México un conjunto de medios electrónicos -más radio que televisión- operados por organismos gubernamentales, federales y locales, que están requeridos de una legislación y una política no que los uniforme -pues al contrario en su diversidad radica una de sus riquezas- sino que a partir de definiciones sobre su papel en la sociedad mexicana permitan que ésta alcance mayor provecho de su funcionamiento. Algunos de esos medios, las más de las veces por afortunadas circunstancias fortuitas, han trazado con su operación un esbozo de lo que sería un sistema de medios públicos que, complementario con la radiodifusión comercial, atienda necesidades y ofrezca contenidos ausentes en la actividad comunicacional privada o requeridos de énfasis y acentos que no dependan de la medición mercantil de la penetración en el público.
Hace 10 años tales emisoras no privadas integraron la Red de radiodifusoras y televisoras educativas y culturales, AC, que agrupa a los sistemas estatales de radio y televisión, emisoras universitarias y a organismos federales como el Instituto Mexicano de la Radio y los manejan los canales 11 y 22. También forma parte de la Red Radio Educación que, si bien no permaneció todo ese tiempo en el aire, fue pionera en ese género de emisiones, pues fue fundada hace 80 años. Igualmente pertenece a la Red TV UNAM, la oficina de producción universitaria, llamada a ser el núcleo de la televisora de la Universidad Nacional, autorizada ya y en busca de los lineamientos que nutran su operación.
Con el auspicio de la UNESCO y de la Fundación Konrad Adenauer (vinculada a la democracia cristiana alemana), la Red de radiodifusoras educativas y culturales organizó el primer congreso internacional con el tema Democracia y medios públicos, que comienza hoy y concluirá el próximo jueves. Fundan la pertinencia de esta reunión consideraciones precisas como las siguientes:
"La edificación de la democracia requiere de los medios de comunicación como instrumentos fundamentales para materializar el derecho ciudadano a estar informado. En este contexto se insertan también los medios de radiodifusión de servicio público cuyas características y propósitos legales en México difieren, en forma notable, de los parámetros democráticos internacionales.
"Es por ello que este Congreso internacional tiene como línea temática central la discusión sobre el perfil de los medios de servicio público en el marco de la transición democrática en México. Hoy en día el país cuenta con medios permisionados donde no existen mecanismos legales que garanticen la participación de otros sectores del espacio de lo público, ni menos aun de las expresiones de la sociedad civil en la confección y diseño de programas, tendencias y propósitos. Eso no sucede donde existen sociedades democráticas".
A pesar de la tendencias privatizadoras, la radiodifusión pública sigue siendo central en los países europeos, donde durante mucho tiempo no había lugar para la radiodifusión practicada por particulares. Ahora que ambos mecanismos coinciden se ha puesto en relieve la condición imprescindible de los órganos públicos (no gubernamentales y mucho menos partidarios) en el ámbito de la comunicación electrónica. Todavía sigue siendo paradigmática la operación de la BBC, cuyo servicio a la democracia británica es incuestionable, a partir de un comportamiento ético que la conduce a la autocrítica y la corrección de orientaciones y prácticas. En Estados Unidos la radio pública apareció con posterioridad al auge de las comunicaciones privadas, justamente como respuesta a los reclamos ciudadanos de emisiones menos regidas por criterios meramente mercantiles.
Aun antes de que el congreso internacional permita conocer experiencias y propuestas, queda claro que es preciso definir y ordenar la esfera de las emisoras públicas. La mayor parte de ellas opera con permisos, una forma de autorización distinta de la concesión, que no permite la contratación de publicidad, modo de financiamiento de la radiodifusión comercial. Pero, eludiendo la ley, algunas emisoras permisionadas son usadas para fines mercantiles. El notable inventario de los medios electrónicos levantado por Jenaro Villamil, acucioso analista de la comunicación que ha transitado de La Jornada a Proceso, nos permite saber que "en Veracruz, XHGVS canal 35 está registrado como un permiso al gobierno del estado, pero es operado comercialmente como una repetidora de Televisa. Algo similar sucede con XHCGA canal 6 de Aguascalientes, que es un permiso del gobierno del estado y que, con las mismas siglas, se publicita como canal 10, de TV Azteca" (Proceso, 19 de septiembre).
Según el mensuario especializado etcétera, la organización de este congreso fue objetada por el presidente de la Cámara de la industria de radio y televisión, quien habría dicho al secretario de Gobernación que "los concesionarios no aceptaban la realización del encuentro porque iba en contra de la industria y obstaculizaba los trabajos preparatorios de la tradicional semana anual de la CIRT", que ocurre en octubre. Jorge Mendoza, presidente saliente de la cámara y vicepresidente de TV Azteca habría demandado "cancelar el congreso y sancionar a su principal impulsor, Julio Di Bella", director de Canal 11 y presidente de la Red.
Por esta vez, Bucareli no cedió a esas presiones privadas.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 21 de septiembre.

La actividad de las radiodifusoras y televisoras públicas es fundamental para el fortalecimiento del ejercicio democrático y el desarrollo sano y armónico de la sociedad en México, afirmó Reyes Tamez Guerra, secretario de Educación Pública, al inaugurar ayer el primer Congreso Internacional Democracia y Medios Públicos. Por ello, destacó, para el gobierno federal resulta prioritario propiciar y mantener las condiciones que permitan a los medios públicos cumplir adecuadamente sus funciones de servicio y lograr sus propósitos centrales de fomentar valores, informar con objetividad, actuar con ética y divulgar la riqueza cultural. Al inaugurar dicho congreso, con la representación del presidente Vicente Fox, el secretario de Educación Pública planteó que para llevar a cabo estas tareas "los medios necesitan contar de manera permanente con la libertad y la independencia que caracteriza una sociedad crítica y plural". En el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, Reyes Tamez Guerra consideró clave la consolidación de la radio y la televisión del Estado para responder de mejor manera a las expectativas de los radioescuchas y televidentes. Un encuentro convocado por la Red Nacional de Radiodisuforas y Televisoras Educativas y Culturales, con el apoyo de la UNESCO y la Fundación Konrad Adenauer. Dentro de ese marco, en la ceremonia de apertura, Alejandro Alfonzo, consejero regional en comunicación para América Latina de la UNESCO, planteó la necesidad de reformar el servicio público que proporcionan la radio y la televisión del Estado. Hovert Gerhing, director de la Fundación Konrad Adenauer, admitió que la tarea no es fácil, pero que sin duda los medios privados y públicos deben ser funcionales para garantizar el sistema democrático.
Nota de Arturo Zárate y Alejandro Torres, El Universal, 22 de septiembre.

El secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, subrayó anoche la importancia de que los medios de comunicación públicos se conviertan en medios de Estado, y al efecto exhortó a legisladores y a esta rama de radiodifusión a alcanzar acuerdos para una nueva ley en la materia. Los medios públicos, dijo, son imprescindibles para consolidar la democracia, y han cumplido con los objetivos de superar la antigua visión de meros promotores del gobierno y de sus acciones. Creel Miranda recibió en el salón Juárez de la Secretaría de Gobernación a los participantes del Primer Congreso Internacional: Democracia y Medios Públicos, y en ese marco destacó que "los medios públicos mexicanos están viviendo la nueva era de la democracia". Planteó que está por definirse el papel que jugarán los medios públicos en el futuro, lo cual impone adecuar el marco jurídico vigente. "Sólo así podremos hacer realmente sustentable un modelo de servicio público que sea complementario al modelo comercial", comentó. El subsecretario de Normatividad de Medios, Ricardo García Cervantes, y el senador Javier Corral Jurado y el diputado Manuel Gómez Morín asistieron al encuentro en el que Creel se pronunció en favor del fortalecimiento de la radiodifusión pública. "Sin duda alguna dijo, los medios públicos deben ser de Estado, evitando que sus estructuras, metas y contenidos sean definidos o estén limitados por intereses personales, de grupo, de partidos políticos o de los gobiernos en curso". A los responsables de estaciones de radio y de televisión con proyectos públicos Creel reconoció que dichos medios en la actualidad son reflejo de crítica responsable y constructiva, que requiere de una nueva legislación que haga sustentable su rama de radiodifusión. Son expresión de la pluralidad política que hay en el país. Ofrecen entretenimiento, información y en muchos casos son mecanismos para evitar que la cultura de grupos desaparezca. Son medios que no están supeditados a la lógica mercantil, sino por el servicio público. Dijo que los medios públicos deben consolidar en todos sus aspectos: lo jurídico, tecnológico y financiero. Y remarcó que "un medio público con metas claras y mecanismos para su viabilidad podrá servir mucho mejor a su comunidad".
Nota de José Luis Ruiz, El Universal, 22 de septiembre.

FUERA de estudios académicos de limitada circulación, los medios públicos de comunicación no suelen ser objeto de profundos análisis, sin embargo es tiempo de que la sociedad los revise y los ajuste a su servicio, en tanto entidades oficiales que viven de los recursos que todos les aportamos. El país sobrelleva una situación muy peculiar en materia de radio y televisión, por la cual unos concesionarios y permisionarios comercializan las frecuencias del Estado, mientras que éste se ha reservado algunas para la difusión de contenidos primordialmente alternativos a los que ofrece la media comercial, con énfasis en lo educativo y cultural. Durante los trabajos del Primer Congreso Internacional Democracia y Medios, el primer asunto que destacaron los analistas y académicos fue el de otorgarles personalidad jurídica definida a los medios públicos, para que quede muy clara la forma en que éstos rendirán cuentas a la sociedad, la forma en que certificarán la calidad de sus contenidos, formas alternas de financiamiento que los haga económicamente viables y la legislación que establezca cómo han de abrir espacios a las distintas expresiones de la sociedad. Estos puntos conformarían una primera agenda para su replanteamiento a nivel legal, aunque también es preciso no dejar de lado el aspecto político, sacado ayer a relucir por el subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, Ricardo García Cervantes, quien aseguró que los medios públicos han dejado de servir al gobierno, aunque admite que algunos estados del país "todavía obedecen a una vieja concepción caciquil". Es cierto que durante los años de hegemonía de un solo partido, los medios de comunicación del Estado fueron instrumentos del gobierno en turno, lo que generó un oficialismo de medios al servicio de una élite, donde la sociedad era la que menos intervención tenía a la hora de definir contenidos y programaciones. Este manejo patrimonialista de radio y televisión estatales pervirtió su función y alejó a la sociedad de aquellas frecuencias en las que los ciudadanos no se veían reflejados. La inercia de tantos años de un modelo vertical de medios ha impedido que el sólo cambio de partido en el poder haya devuelto a estos medios la función que debiera ser su punto de partida, la del servicio público, que es en lo que se debe trabajar ahora. Es decir, está bien que el gobierno recuerde que no debe ser el rector único de contenidos y programas, pero ahora debe proveer las bases para que se usen en favor de la población. Esto nos lleva a la revisión del siguiente punto, que tiene que ver con el financiamiento de los medios públicos en tiempos de severas restricciones presupuestarias. Lo común es que las formas alternas de financiamiento se encuentren en el mercado, lo que en no pocas ocasiones ha determinado que los contenidos se orienten en favor de patrocinadores que piden fórmulas comerciales ya probadas y exitosas en los medios de comunicación concesionados a particulares. Se sacrifica entonces la utilidad pública, así como contenidos alternos y variadas expresiones de la sociedad en aras de la competencia por los mercados y los ratings. En resumen, el reto para los medios públicos durante los próximos años radicarán en resolver sus carencias legales, adquirir definición y perfil propios, independientemente de los gobiernos en turno, y encontrar formas imaginativas de financiamiento que no afecten la utilidad pública de unos medios de comunicación que son de todos nosotros.
Editorial, El Universal, 22 de septiembre.

Este primer Congreso Internacional sobre Medios Públicos, organizado por la Red Nacional de Televisoras y Radiodifusoras Educativas y Culturales, que encabezan Julio Di Bella, director de Canal Once, y Dolores Béistegui, directora de Canal 22, ha sido especialmente polémico por poner en la discusión un tema que no ha sido tocado desde hace décadas: la modificación de la Ley de Radio y Televisión. “El país cuenta con medios permisionados donde no existen mecanismos legales que garanticen la participación de otros sectores del espacio de lo público; ni, menos aún, de las expresiones de la sociedad civil en la confección y diseño de programas, tendencias y propósitos. Eso no sucede donde existen sociedades democráticas”, plantea el programa del encuentro en la sección de “Consideraciones”. En la columna de este domingo de Carlos Puig, “El periodismo es un cuento”, en la sección México de este diario, el periodista comenta que este congreso ha sido tan temido por los grandes consorcios de medios, que “los concesionarios agrupados en el CIRT han advertido a Santiago Creel, secretario de Gobernación, en contra del Congreso y de cualquier idea de cambiar la personalidad jurídica de las frecuencias gubernamentales. (Etcétera, septiembre 2004)”.
Nota de Jimena Guarque, Milenio Diario, 22 de septiembre.

Especialistas en comunicación demandaron al Congreso de la Unión realizar una serie de reformas a la Ley de Radio y Televisión para rescatar a los medios públicos y permitir que atiendan a sectores sociales marginados de la oferta comunicativa. En el marco de Primer Congreso Internacional "Democracia y Medios Públicos", inaugurado ayer en el Museo de Antropología, se planteó que el modelo de comunicación pública está en riesgo de desaparecer, ante la falta de iniciativa de los legisladores para impulsar cambios legales. "Están maniatados por las grandes televisoras, es una realidad, son muy pocos los legisladores que impulsan verdaderas reformas, no parches al reglamento. Los cambios se necesitan en la ley", opinó en entrevista Patricia Ortega, profesora del Departamento de Educación y Comunicación de la UAM-Xochimilco. Javier Esteinou, especialista en Ciencias y Técnicas de la Información, también de la UAM, consideró urgente las reformas para fortalecer el interés público. "Existe un duopolio asimétrico; existe primero, por parte de los actores políticos, la protección de intereses, el proyecto de mercado contra el servicio público comunitario. "La actual gestión tiene la misma estructura de antaño, sólo que maquillada de blanquiazul, se necesita rescatar los medios públicos para equilibrar la cultura", dijo en entrevista. En la inauguración del foro participaron el Secretario de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra, y Ricardo García Cervantes, subsecretario de Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación. Tamez opinó que en la medida en que los medios de comunicación de carácter público estén mejor consolidados y cuenten con un mejor posicionamiento entre la audiencia, lograrán responder de mejor manera a las expectativas de radioescuchas y televidentes y contribuir al círculo democrático. García Cervantes consideró que los medios orientados a un servicio público educativo, cultural, de desarrollo, de inclusión, son importantes para ofrecer una oferta plural complementaria con los modelos de comunicación comercial. Ante estudiantes universitarios de comunicación, el funcionario expresó la urgencia de un marco jurídico que dé certeza a las condiciones operativas de independencia, responsabilidad y rendición de cuentas de los medios. "Si no se es diverso, si no se es plural, entonces no se puede ser demócrata. De lo que se trata es de construir medios que requiere una sociedad democrática", apuntó. Ortega, maestra en Ciencias de la Comunicación y coautora de varios libros sobre la televisión en México, aseguró que la UAM se ha acercado a los diputados para proponer reformas en la materia, "pero no se les ve intención". "Lo que nos demuestran las reformas al reglamento que hizo el Presidente Vicente Fox (publicadas en el Diario Oficial en octubre de 2002) es la fragilidad de que si no cambiamos la ley nos orilla a una situación inestable. "Creo que no debemos quitar el dedo en actualizar la ley, yo pienso que este tipo de foros hay que duplicarlos para que vaya más allá de un tema político y académico", consideró. Esteinou, en su ponencia, advirtió que a mayor fragmentación de los poderes, los medios suplantarán las tareas del Estado. "Existe en los medios una raquítica pluralidad. Nos enfrentamos a corto plazo a una transformación del modelo de comunicación pública y a largo plazo quizás a su desaparición o existencia muy restringida", subrayó. Con el auspicio de la UNESCO y la Fundación Konrad Adenauer, el evento es organizado por la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales, A.C., que agrupa a los sistemas estatales de radio y televisión, emisoras universitarias y a organismos federales como el Instituto Mexicano de la Radio y los Canales 11 y 22. El objetivo del foro, de acuerdo con los organizadores, es realizar una profunda renovación de los medios públicos de comunicación y la difusión de la cultura. "Es claro que el derecho a la cultura no pasa sólo por su preservación y respeto, sino fundamentalmente por promover los mecanismos que permitan que este derecho se ejerza", se plantea en la presentación del congreso, que concluye mañana jueves. En estos términos, agrega, "la función de los medios de radiodifusión de servicio público debe traducirse en hacer efectivo el derecho a la cultura y a la información de la sociedad mediante la difusión y transmisión de los contenidos que coadyuven a elevar el nivel cultural y cívico de la población".
Nota de Benito Jiménez, Reforma, 22 de septiembre.

Los organizadores del Primer Congreso Internacional Democracia y Medios Públicos intentarán traducir las conclusiones de este encuentro en la creación de un reglamento de radio y televisión públicos. En su discurso de clausura, Julio Di Bella, presidente de la Red Nacional de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales (organizadora del evento), dijo que los miembros de la Red se reunirán en Aguascalientes del 3 al 5 de noviembre para comenzar a elaborar el documento, cuyo primer borrador debería quedar listo en marzo o abril del próximo año. Sin embargo, se mostró escéptico sobre la posibilidad de hacer una modificación directa a la Ley Federal de Radio y Televisión, que no ha sido modificada desde 1960 y que resulta obsoleta para el desarrollo de los medios públicos. “A pesar de que el gobierno (en concreto el secretario de Gobernación, Santiago Creel) mostró voluntad política al apoyar este encuentro, legisladores y expertos en la materia nos han explicado que se tendrían que cambiar alrededor de 60 reglamentos, leyes y documentos para lograr un cambio de esa ley. Si las reformas estructurales no han sido desahogadas, ¿qué nos hace pensar que este cambio sería prioritario a dos años de la elección presidencial?”, cuestionó. El también director general de Canal Once dijo que en México y en varias democracias de América Latina prevalece un desinterés por parte del Estado hacia los medios públicos. “Uno de los desafíos –de nuestro país– es lograr las condiciones necesarias para el surgimiento y la consolidación de medios públicos con independencia de gestión y libertad editorial” ya que “a contracorriente de otras naciones, en nuestra realidad no tenemos un ejemplo que pudiera ser ubicado en los parámetros mundiales de lo que consideramos un medio público”. En este sentido, llamó a los directores de dichos medios a abandonar la práctica de los “microesfuerzos macrodesintegrados” que impiden la coordinación para echar a andar un proyecto conjunto e independiente del Estado. “Hasta ahora somos un hijo natural, es decir, un hijo sin acta de nacimiento. Necesitamos una reforma que defina el funcionamiento y la naturaleza de los medios públicos y que contemple la posibilidad jurídica de otras fuentes de financiamiento con el fin de evitar que venga de una sola fuente”, explicó. Legislación obsoleta En la actualidad, la Ley Federal de Radio y Televisión se basa en un modelo de concesiones y permisos que se considera uno de los más atrasados entre los países democráticos. Bajo este esquema, las frecuencias permisionadas (que son siempre públicas) no pueden lucrar con sus espacios, por lo que tienen que depender enteramente del gobierno, cuyo presupuesto es cada vez menor. Di Bella aseguró que las conclusiones de estos tres días de discusión, sobre el perfil que deberían tener los medios de servicio público en el proceso de transición a la democracia, quedarán plasmadas en un libro de memorias para el cual todavía no hay fecha de publicación. Como resultado preliminar, ofreció un folleto donde se abunda en los nueve Principios de la Radiodifusión de Servicio Público en México definidos por la Red: independencia de gestión, independencia editorial, universalidad, corresponsabilidad, claridad jurídica, pluralidad cultural, fomento a la cultura política democrática, compromiso con la educación, y compromiso con la ciencia y las artes. Las ponencias del Primer Congreso Internacional Democracia y Medios Públicos están disponibles en: www.lared.org.mx
Nota de Jimena Guarque, Milenio Diario, 24 de septiembre.

“No hay condiciones para reformar la Ley Federal de Radio y Televisión, lo cual es desalentador, pero también es real. No encuentro quién en este país vaya a ser el valiente que tome el tema, que lo mueva y lo defienda”, concluyó ayer el director general de Canal 11, Julio Di-Bella. Al finalizar el Primer Congreso Internacional Democracia y Medios Públicos, celebrado a partir del martes en el Museo Nacional de Antropología, el funcionario puntualizó ante un auditorio lleno de estudiantes de comunicación, profesores e investigadores: “En nuestro Congreso de la Unión, al menos en los últimos cuatro años, no he encontrado acciones en las que haya logrado ponerse de acuerdo”. Según Di Bella, para reformar dicha ley, de acuerdo con especialistas consultados, se requiere la modificación de reglamentos, leyes y documentos. “Estamos hablando de 50 o 60 documentos paralelos”. El también presidente de la Red Nacional de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales A.C, principal animadora del acto, recordó que las reformas estructurales que necesita este país “no han sido desahogadas”, por lo que preguntó: “¿Qué nos hace pensar que la reforma de la Ley Federal de Radio y Televisión sería prioritaria a casi dos años de la elección presidencial? No obstante, dijo, “es un buen momento para que los señores que quieran ser candidatos a la presidencia de la República tengan un documento claro y preciso de un sector muy representativo de los medios, acerca de lo que quisiéramos” en el tema de la Ley Federal de Radio y Televisión. IGNORANCIA. Otro de los participantes, José Manuel Pérez Tornero, de la Universidad de Barcelona, afirmó que asistimos a la revelación de “nuevas ignorancias lo que implica la necesidad de otra alfabetización que incorpore a los medios”. “Este nuevo paradigma que tenemos por delante nos tiene que unir. Ya que el pensamiento inteligente es el pensamiento práctico y nos tiene que llevar al diálogo necesario con todos y cada uno de los interlocutores del sistema de medios. No basta hacer alegatos en contra, a favor o en pro de algo, sino que hay que atreverse a dialogar y a conseguir algo”. Alertan contra poder de directores Al participar en la última jornada del Primer Congreso Internacional Democracia y Medios Públicos, el periodista Virgilio Caballero, señaló: “Yo siempre me he preguntado si los directores de los medios públicos deben ser electos de la misma manera que lo son las autoridades”. El comunicador hiló esta frase con otra que hizo que los reunidos guardaran silencio: “La audiencia que tiene un jefe de información o el director de un medio es mucho mayor con frecuencia que la que tiene el Congreso de la Unión o la que tienen muchos de los diputados, en términos de la capacidad para plantear agendas y para formar personajes o destruirlos, incluso para desobedecer la Ley o plantarse contra ella”. Refirió que “de manera utópica he pensado que en una sociedad verdaderamente democrática, como ocurre con los jueces, los directores de los medios, pero sobre todo los jefes de información, puedan ser elegidos democráticamente”.
Nota de Ricardo Pacheco Colín, Crónica, 24 de septiembre.

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