LA REFORMA FISCAL: ACTORES Y ESCENARIOS: 26.- LA OCDE

El tema generó únicamente tres comentarios, básicamente orientados hacia los indicadores del Organismo y su incidencia en la reforma fiscal.

Sin embargo, el gobierno calderonista tampoco hizo una fuerte estrategia para convencer, respecto del impuesto al consumo, y vaya que tenía los aliados suficiente para lograrlo. Allí estaba José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, quien dirige nada menos el club de los países más industrializados del planeta, quien vino a México con un estudio comparativo sobre las bondades de los impuestos al consumo, como el IVA, al grado de proponerlo como unos impuestos fáciles de cobrar y que ante la crítica de que se grava igual a ricos que a pobres, Gurría contestó que simplemente se resarcía el daño con subsidios directos o gasto social fuerte dirigido a los más pobres. Sin embargo, por alguna razón, ni Calderón ni Carstens se decidieron a proponer el IVA, que significa el impuesto más fácil de recaudar, gravando al consumo y no a la inversión ni al ahorro, y es un impuesto que fácilmente se puede resarcir con gastos sociales bien dirigidos a los más pobres.

José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 19 de junio.

El país requiere tener tasas de recaudación fiscal promedio de 24.5 por ciento del PIB por año (media OCDE) para contar con recursos suficientes para "dar el salto" en materia de distribución de ingreso y, por ende, desarrollo social.

Si la recaudación actual de impuestos ronda el 12 por ciento, quiere decir que estamos a la mitad del camino y esta reforma lo que busca es marcar la tendencia en el sentido correcto.

La reforma le pegará -se los aseguro- a quien no paga impuestos, no a quien no tiene para pagar impuestos, porque precisamente acota y desestimula la ingeniería financiera.

Alicia Salgado, “La chequera”, El Financiero, 21 de junio.

El texto de la iniciativa también señala que: “la experiencia mundial en la materia, nos advierte que las tasas más altas inhiben aún más el cumplimiento de las obligaciones tributarias, crean incentivos para mayor elusión y evasión fiscales, desalientan la actividad productiva y, a la postre, en lugar de producir mayor recaudación dejan como saldo una caída de los ingresos tributarios”. Las tasas fiscales en los países miembros de la OCDE son superiores a las de México y su recaudación tributaria como porcentaje del PIB también es mayor. Si el presidente Calderón dijese la verdad, entonces sería comprobable que en los países escandinavos —los que cuentan con tasas más elevadas de gravamen— se daría la mayor elusión fiscal cuando, al contrario, se trata de los países con una más alta captación como porcentaje del PIB.
Ciro Murayama, Crónica, 22 de junio.