Se consignan 33 comentarios. Seis repiten: Francisco Garfias y Ubaldo Díaz, Luis Miguel González, Luis Soto y Alberto Aguilar. Los dos primeros son columnistas políticos y aluden a la inminente llegada de la iniciativa a la Cámara y en ambos casos se refieren a que no habrá IVA en alimentos y medicinas. El segundo, columnista de negocios, aborda el tema nuevamente (3 veces), aunque desde diversos matices; señala que no habrá Reforma Fiscal sin IVA a alimentos y medicinas por su componente político); adelanta “flat tax” y recaudación local (gobiernos de los estados), así como el esfuerzo contributivo por parte de los que más tienen. El tercero –Luis Soto- centra sus dos comentarios en la ausencia de IVA en alimentos y medicinas y las desventajas de la medida en términos de recaudación. Alberto Aguilar también centra sus comentarios en dicha ausencia y en que el esfuerzo recaudador estará en el Impuesto sobre la Renta (ISR), que el énfasis se hará en los causantes cautivos y en las grandes empresas. María Isabel Melchor se refiere al tema del IVA y a la seriedad que implicaría discutirlo
Sin embargo, hasta el momento, el Presidente no ha enviado una señal clara de cuándo se presentará, por ejemplo, la reforma hacendaria. Hay quienes aseguran que hasta habría condiciones para ir pensando con seriedad en un periodo extraordinario. Lo que es un hecho es que lo que en su momento enviará la Secretaría de Hacienda, encabezada por Agustín Carstens, será incompleto puesto que no considera IVA en alimentos y medicinas, lo que sólo será una miscelánea más.
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 22 de mayo.
Una vez realizadas las elecciones en Yucatán, todo indica que sonará el silbatazo para empezar la discusión formal de la reforma fiscal, condición necesaria y previa para empezar a discutir los cambios en energía. La pregunta es si será en periodo extraordinario. Lo que es seguro es que está casi descartado el tema de IVA generalizado, pero sí se tocarán las exenciones y regímenes especiales.
María Isabel Melchor, “Billete Circular”, El Financiero, 24 de mayo.
No habrá una Reforma Fiscal con mayúsculas ni del tamaño de un transatlántico. Las autoridades de Hacienda han aprendido la lección y no jugarán todas las fichas a una mala carta, como es el cobro del IVA a alimentos y medicinas.
La cumbre de secretarios de finanzas en Morelia deja la clara impresión de que habrá dos grandes apuestas: el flat tax y la mejora de la recaudación local.
Luis Miguel González, “Caja Fuerte”, Milenio Diario, 29 de mayo.
Es un hecho, dicen los que conocen del asunto, que el IVA a alimentos y medicinas ya fue descartado; sin embargo, están pensando en gravar a los fregados suprimiendo el crédito al salario, y cancelar los regímenes especiales de tributación como los que tienen el transporte y el sector agropecuario, por ejemplo. Tan sólo quitando estos regímenes especiales, la recaudación fiscal aumentaría 5 puntos del Producto Interno Bruto, dicen a su vez los "paleros" del secretario de Hacienda. ¡No es cierto, no es cierto, cuando mucho te daría 3 puntos del PIB! Responden los expertos.
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 7 de junio.
Que, ahora sí, el miércoles se presentará la propuesta de reforma fiscal del gobierno federal. Y como priistas y perredistas reconocen el trabajo político que ha hecho el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, para acercar posiciones, y como la reforma no trae el cartucho de dinamita del IVA, reina el optimismo en San Lázaro.
Tanto, que se calcula que la reforma se aprobaría en un periodo extraordinario en julio, de tal forma que los recursos extra que se obtengan puedan ser aplicados en el Presupuesto 2008.
“Trascendió”, Milenio Diario, 10 de junio.
Y el también senador panista, Gustavo Madero Muñoz, dice que es inevitable aplicar el Impuesto al Valor Agregado a medicinas y alimentos, aunque reconoce que hay mucho que discutir sobre esto. De entrada menciona que es necesario que los gobiernos de los estados también cobren impuestos, como en alguna otra ocasión ya se propuso.
En otro momento ya se sugirió un impuesto local del 3 por ciento. Con esto, todos ganábamos, pero poco después nadie quiso aceptarlo. Se comenta que durante el viaje del presidente Calderón por Europa debió haber algún consenso para el proyecto de reformas hacendarias.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 11 de junio.
Es definitivo. No habrá IVA a medicinas y alimentos en la iniciativa de Reforma Fiscal que el gobierno federal enviará al Congreso de la Unión, pero sí incluirá medidas que “muerdan” a los empresarios que no pagan al fisco, adelantaron a este espacio fuentes próximas a la Secretaría de Hacienda.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 12 de junio.
EN DEFINITIVA LA propuesta fiscal que prepara la SHCP a cargo de Agustín Carstens no incluirá ningún ajuste al IVA en alimentos y medicinas.
El esfuerzo recaudador estará en el ISR para ampliar la base gravable y que todos paguen.
También se eliminarán huecos en lo que es la consolidación de empresas para controlar evasión y en definitiva se van a dar más facultades a los estados para la aplicación de impuestos locales.
Como le informé es probable que la iniciativa se entregue al Congreso la próxima semana.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 14 de junio.
Adiós a la idea del IVA en alimentos y medicinas. Al ponderar la viabilidad política de las propuestas, Hacienda observó que uniformar la tasa de IVA a 15 por ciento iba a ser inaceptable para los legisladores del PRI. Así que más allá de la deseabilidad de incluir este cambio, el pragmatismo de Carstens lo descartó casi desde el principio. Está fuera de toda discusión.
Enrique Quintana, “Coordenadas”, Reforma, 18 de junio.
Nos confirman que este martes, el presidente Felipe Calderón Hinojosa, enviará a la Cámara de Diputados, la reforma fiscal y que definitivamente no habla de IVA a medicinas y alimentos, pero que contiene propuestas novedosas en materia recaudatoria. Senadores del PAN, del PRI, del Verde, así como los principales diputados ya tienen una idea de la propuesta.
Inclusive, el mismo Gustavo Madero Muñoz, reconoce que se hacen trabajos intensos en las bancadas para llegar a lograr los consensos y que en un período extraordinario se apruebe la reforma. El mismo presidente de la Comisión de Hacienda, el panista Madero, dice que pretenden evitar la evasión fiscal, así como ampliar la base tributaria.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 18 de junio.
Será esta semana cuando empiece el cabildeo con los legisladores para la Reforma Fiscal la cual, por cierto, no contempla hasta ahora IVA en alimentos y medicinas, termina con los regímenes de excepción fiscal, propone gravar los depósitos bancarios en efectivo, que los Estados se hagan cargo de los ingresos por gasolina y que desaparezca el Impuesto al Activo, ahora falta ver cuántas de estas propuestas se cristalizan o sólo se quedan en el papel.
Georgina Howard, Crónica, 18 de junio.
Ha trascendido que será cuestión de días para que la Secretaría de Hacienda presente su iniciativa de reforma fiscal. Por lo pronto, su titular Agustín Carstens ha intensificado el cabildeo con gobernadores, senadores, diputados y dirigentes partidistas. Incluso se menciona que en la encerrona de la bancada del PRI de la Cámara baja, a efectuarse del 20 al 22 de junio, Carstens adelante a los priistas parte de los alcances, que no incluye, por supuesto, IVA en alimentos y medicinas. En estas semanas Carstens se ha reunido prácticamente con todas las bancadas legislativas, y si bien no se espera que la iniciativa salga al pie de la letra de lo que proponga el ejecutivo, existe confianza en que saldrá una reforma fiscal este año en un periodo extraordinario, en espera de que sus conceptos sean incluidos en el paquete económico para el próximo año.
Rogelio Varela, “Corporativo”, El Financiero, 18 de junio.
El presidente Felipe Calderón confirmó que en la iniciativa de reforma fiscal ("parches", dicen algunos especialistas) que enviará al Congreso, no propondrá gravar con IVA alimentos y medicinas. Lo anterior significa que el gobierno está dispuesto a "sacrificar" el año próximo -y probablemente los que siguen- más de cien mil millones de pesos que representaría ese par de conceptos. Que todo sea por los "fregados" y por mantener la paz social. Sin embargo, el presidente no dijo si propondrá que paguen más impuestos quienes más tienen, los ricos pues, o si van a seguir con el mismo tratamiento fiscal ventajoso.
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 18 de junio.
El satanizado y repudiado IVA en alimentos y medicinas, que una y otra vez hizo fracasar la reforma fiscal, no aparece más en la iniciativa de reformas que esta semana, posiblemente el viernes, presenta el presidente Felipe Calderón a la Cámara de Diputados. Pero en vez de ese aborrecido impuesto, tres nuevos golpes serán recetados a los contribuyentes, a más tardar en un mes, y con el acuerdo del PRI, PAN y la posible incorporación del PRD al acuerdo político que se cocina en el Congreso.
Se trata de tres nuevas cargas impositivas que serán metidas en el gaznate de los mexicanos en unos casos con la envoltura de la novedad y en otros, con el discurso de la urgencia de aprobar la reforma fiscal si queremos aspirar al crecimiento prometido por el gobierno de Calderón e impuesto por la nueva religión llamada globalización económica y competitividad.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 18 de junio.
Que si bien la aplicación del IVA en alimentos y medicinas quedó ya descartada, los diputados federales de la oposición se mantienen expectantes por la “muy probable” inclusión de “algún otro impuesto con cargo a los contribuyentes cautivos”.
“Trascendió”, Milenio Diario, 18 de junio.
TRAS MESES DE conocer que uno de los objetivos de la Administración de Felipe Calderón es lograr una reforma fiscal, la IP vela ya sus armas puesto que no se descarta que el documento se presente al Congreso esta semana.
A estas alturas y luego de seis años de frustraciones con Vicente Fox y la gestión de Francisco Gil Díaz en la SHCP, hay total certeza de la necesidad que se tiene para lograr avanzar en el tema.
Pero desde que se supo que la SHCP que lleva Agustín Carstens no contempla ninguna modificación al IVA, hay preocupación por el riesgo de que una vez más se repita una fórmula meramente recaudatoria, sin ampliar la base gravable, y así cerrar el paso al crecimiento de la economía informal.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 18 de junio.
La reforma fiscal llega “hoy o mañana” al Congreso de la Unión. Viene con medidas que aprietan no sólo a los empresarios que “no pagan bien al fisco”; sino también a los informales, que de plano no pagan. Viene sin IVA a medicinas y alimentos, confirmaron fuentes de la Comisión de Hacienda, que pidieron no ser identificadas.
Expertos consultados por esta columna manifestaron escepticismo sobre los alcances de lo que sería la segunda gran reforma estructural del gobierno de Felipe Calderón. Aseveran que sin IVA, la reforma será un parche que, ni de lejos, dará al gobierno los recursos suficientes para enfrentar los retos que tiene enfrente.
El tema del IVA se ha politizado y anatemizado de tal forma que no se puede tocar. Su exclusión de la reforma fiscal está basada más en una decisión política que en criterios sobre cómo resolver las necesidades del país. Ni el PRD ni el PRI estarían dispuestos siquiera a debatirlo.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 19 de junio.
Pero debemos decirlo: la reforma fiscal que presenta la gestión calderonista se queda corta al no contener el cobro y la homologación del IVA. IVA no caminó con PRI ni PRD Ni hablar. Carstens, quien ha sabido ser un conciliador con los legisladores, en algún momento notó que la reforma fiscal con una homologación del IVA no funcionaba. Ni el PRI lo iba a aceptar, por unos estatutos absurdos. Ni el PRD por considerarlo un fetiche político. El IVA no caminaba.
José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 19 de junio.
Cabe destacar también que no se le ha presentado al pueblo, de manera formal y clara, una propuesta complementaria de REDUCCIÓN al gasto corriente gubernamental.
Una forma de lograr incrementar los recursos disponibles para la inversión es el de reducir el GASTO bajando el "burn rate" (velocidad en la que literalmente se quema) del dinero público.
Manuel Jáuregui, Reforma, 19 de junio.
Todo parece indicar, sin embargo, que la reforma empezará con el pie izquierdo. Por razones políticas el gobierno del presidente Felipe Calderón parece haber tomado la decisión de no proponer la ampliación de la aplicación del IVA a alimentos y medicinas. La razón es que los políticos piensan que ésta es una medida que tendría un costo electoral demasiado elevado. Pero es muy lamentable esta decisión. La aplicación generalizada de un IVA razonable a todos los productos y en todo el país sería la mejor manera de simplificar el sistema fiscal mexicano. Pero además sería más justo, porque al gravar más a quienes más consumen el IVA es fundamentalmente progresivo.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 20 de junio.
Al IVA se optó por dejarlo por la paz cuando la idea era buscar tasas diferenciadas, revisar exentos y rubros en tasa cero. Los matices posibles eran enormes.
Con ese gravamen sí se ampliaría la pequeña base de 10 millones de causantes vs una PEA de 45 millones.
Las medidas en el escenario se acercan más a otra miscelánea en la que el foco se dirigirá, como ha sido costumbre, a los causantes cautivos y esta vez con énfasis en las grandes empresas.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 20 de junio.
Un defecto aparente de la reforma fiscal es la ausencia de incentivos para los emprendedores. En Estados Unidos vemos el nacimiento de firmas como You Tube gracias a un medio ambiente de negocios propicio, al flujo constante de capital semilla y a la industria de capital privado. Pero esas condiciones no existen en México, y éste es el momento idóneo para que los incentivos fiscales inyecten adrenalina para el nacimiento de más empresas. ¿Lo comprenderán los legisladores? Ojalá.
Carlos Mota, “Cubículo Estratégico”, Milenio Diario, 20 de junio.
El tema de la Reforma Fiscal está tan visto (dos sexenios de manoseo no son para menos) que resulta imposible no aburrirse mortalmente cada vez que regresa al Legislativo. Y tan satanizado que es imposible no mostrarse escéptico sobre su debate y aprobación. Afortunadamente el tema del IVA a alimentos y medicinas no fue incluido en la propuesta pues, si no, ya podríamos ir diciendo con certeza cuál iba a ser su destino.
Yuriria Sierra, “Nudo Gordiano”, Excélsior, 21 de junio.
Hay que recordar que el sexenio pasado y con tal de no tocar el sacrosanto régimen de exención del IVA, se crearon los impuestos a la telefonía celular y a los refrescos elaborados con fructosa —ambos ya desaparecieron, por cierto— y no se tocaron los regímenes especiales.
¿No sería más sano entrar a una discusión seria que incluya el IVA, aunque no esté incluido en la iniciativa del Ejecutivo y dejar de hacer circo, maroma y teatro?
María Isabel Melchor, “Billete Circular”, Milenio Diario, 21 de junio.
En la política fiscal se refleja una visión del mundo. El propósito explícito del presidente Calderón es que haya un mayor esfuerzo contributivo de quienes más tienen. En ese contexto no se explica la ausencia de novedades impositivas para los inversionistas bursátiles. Son 181 mil personas, cada una con un promedio de 21 millones de pesos en la Bolsa. Si un documento vale por lo que dice y por lo que omite, ¿cuál es el mensaje de dejar intacto a un grupo privilegiado entre los privilegiados?
Luis Miguel González, “Caja Fuerte”, Milenio Diario, 21 de junio.
Por otra parte, hay un argumento que a fuerza de reiterarse quiere presentarse como cierto, que consiste en que en México somos una anomalía por no cobrar un mismo IVA para todos los bienes. Textualmente dice el Ejecutivo: “La tendencia ha sido fortalecer la recaudación proveniente del impuesto al valor agregado, con una tasa única y ampliamente generalizada o ‘armonizada’ como ha sucedido en el conjunto de la Unión Europea”. Es falso que exista un mismo monto del IVA en aquellos países, como lo ilustra el caso español. Si bien allá hay una tasa general del 16 por ciento, existe también un tipo reducido del 7 por ciento, donde se incluyen bienes como sustancias y productos utilizados para la alimentación humana y animal, además de semillas, fertilizantes, plásticos para cultivos, así como aparatos y complementos para suplir deficiencias del hombre o los animales (prótesis, lentes), y hay un tipo súper reducido de 4%, por ejemplo para pan, leche, harinas, quesos, huevos, medicamentos y coches de minusválidos.
Ciro Murayama, Crónica, 22 de junio.
Todo parece que la propuesta está consensuada para evitar que se politice el asunto y vuelva a quedar la reforma fiscal en buenos deseos. Especialistas extranjeros y nacionales consideran que la reforma fiscal tiene un desarrollo técnico y una astucia política que permitirá su aprobación en el Congreso.
Una reforma ambiciosa que incluyera una tasa de IVA única, del lado empresarial y de las personas, tal cual se necesita, podría haber hecho declinar este paso.
Marielena Vega, “Estrategia de negocios”, Excélsior, 22 de junio.
El IVA a alimentos y medicinas está muerto. No murió por la habilidad o terquedad del PRI y el PRD para oponerse a él. Lo mató la simplicidad de los argumentos de sus defensores. Nadie creyó a Vicente Fox cuando dijo que lo pagado regresaría copeteado en forma de gasto público, etiquetado para los grupos más vulnerables. Nadie compró el argumento de que se trataba de un impuesto equitativo, por más gráficas que se le pusieran a la discusión. El IVA a alimentos y medicinas está muerto. Sólo podrá resucitar si se entierra la brocha gorda y se encuentran los matices.
Luis Miguel González, “Caja fuerte”, Milenio Diario, 22 de junio.
El despoblamiento de México no es más un escenario de ficción, y la colonización de franjas enteras del Estado por el crimen organizado y por la defraudación sistemática y la expoliación del trabajo por parte de empresas formales y "legales", ha dejado de ser leyenda urbana de la izquierda nocturna. Es una realidad en porciones enteras del territorio físico, humano, mental y económico.
De un reconocimiento de estas realidades debe partir toda reforma fiscal que quiera estar a la altura de las circunstancias y de la historia. No ocurrió así de nuevo, y la Secretaría de Hacienda, siempre misteriosa (como la describiese con ingenio y humor don José Alvarado), corre el riesgo de volverse una patología nacional y del Estado, sólo sostenida en el coro de la self recruiting class, como la llamara el maestro Mújica, y víctima del autismo a que la llevó su conversión en vicepresidencia de hecho hace unos años. Por lo pronto, como lo recomendara Alvarado, hablemos del crepúsculo.
Rolando Cordera, La Jornada, 24 de junio.
La llamada Reforma Integral de la Hacienda Pública muestra los límites que la ignorancia, la ideología y los intereses creados imponen a la corrección y sensatez en materia fiscal, sobre todo tributaria, y la mejor prueba de ello es el rotundo no que muchos pronuncian con relación al IVA en alimentos y medicinas, siendo que ese impuesto es el mejor para conseguir que los informales tributen, pese a lo cual el no, resultado de la ignorancia, la ideología y los intereses creados, es rotundo, razón por la cual, en la llamada Reforma Integral de la Hacienda Pública, brilla por su ausencia.
Arturo Damm Arnal, “Pesos y contrapesos”, Crónica, 25 de junio.
Tiene grandes carencias también. La primera y obvia es que, una vez más, se dejó de lado la implementación de un impuesto universal que incluya a todos en el esfuerzo fiscal. Demagogias aparte, ese impuesto, en todo el mundo, es el IVA: existe una inocultable tendencia internacional a establecer impuestos al consumo, rígidos y altos, que universalicen la recaudación mientras que se establecen tasas relativamente bajas del ISR, para impulsar el consumo y la inversión, capitalizando ese crecimiento en una mejoría del nivel de vida y una recaudación mayor, por la vía de los mecanismos de fiscalización del consumo. Ese paso no se ha podido dar, ni siquiera estableciendo una canasta básica de medicamentos y alimentos exentos. La oposición al IVA no tiene ninguna racionalidad económica, pero funciona políticamente y por ello es utilizada. Esa oposición es la que hace más complejo todo el proceso y obliga a buscar caminos indirectos que aumenten la recaudación y sensibilicen a la sociedad y a los partidos sobre la necesidad de avanzar en esos impuestos universales
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 25 de junio.
Por fin llegó la reforma fiscal y más que lo que contiene lo que llama la atención es lo que omite. En ningún lugar se habla de aplicarle IVA a medicinas y alimentos. Para muchos supuestos defensores de los pobres esto es motivo de celebración. En el fondo se equivocan.
El sólo hecho de aplicar el IVA a medicinas y alimentos generaría un impacto similar al que anticipa obtener Hacienda con la totalidad de la reforma fiscal presentada al Congreso. Mientras que eliminar el régimen de tasa cero a alimentos (sin considerar medicinas) le aportaría al fisco un ingreso superior a 1% al año, implantar todas las medidas incluidas en la actual reforma contribuiría con alrededor de 1% del PIB el primer año, según analistas.
Julio Serrano, “Apuntes Financieros”, Milenio Diario, 27 de junio.
Dado su impacto, ¿por qué descartar cargarle el IVA a medicinas y alimentos? La razón que automáticamente se ofrece es que el hacerlo perjudicaría a los que menos tienen. / Es cierto que las personas de menores recursos gastan una mayor parte de sus ingresos en alimentos y medicinas que las bien acomodadas. Pero el consumo de este segmento en relación con el total es mínimo. El gasto del decil más pobre de la población, esto es, de las 10 millones de personas con menores ingresos, representa apenas 3.8% del gasto nacional en alimentos y medicinas. / En el otro extremo, el gasto en estos productos de los 10 millones de mexicanos más ricos representa 17% del gasto nacional. Si sumamos el gasto de los siguientes 3 deciles más adinerados, la proporción aumenta a 54.4%. Si se les cobrara IVA a estos privilegiados segmentos de la población, Hacienda recibiría 89 mil millones de pesos adicionales.
Julio Serrano, “Apuntes Financieros”, Milenio Diario, 27 de junio.
Tomando en cuenta que los impuestos que se ahorran el 10% más pobre de la población por no pagar IVA en alimentos y medicinas son 450 millones de pesos, las cantidades que podrían ingresar de los segmentos más ricos más que compensarían el daño ocasionado. / Los ingresos adicionales de eliminar las exenciones serían tan brutales que no sólo alcanzaría para pagarles la totalidad de los impuestos a los más pobres sino incluso para ofrecerles medicinas y alimentos gratis. / Qué pena que no se incluyó esta medida en la reforma. Como están las cosas ahora, quienes se están llevando la gran tajada de los subsidios de la tasa cero de IVA son los que menos los necesitan.
Julio Serrano, “Apuntes Financieros”, Milenio Diario, 27 de junio.
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