LA REFORMA FISCAL: ACTORES Y ESCENARIOS. 17.- LOS GOBERNADORES

El tema generó treinta comentarios. Se inician con la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores que se llevó a cabo en Puerto Vallarta la última semana de junio, en la que sus integrantes se impulsaron a apoyar la reforma fiscal con los legisladores. El impuesto de 2% a gasolina, refrescos, previsiblemente, será uno de los puntos que causará polémica en el debate. Se destaca un avance importante en la recaudación estatal, en la que cada gobernador podrá cabildear con sus diputados. Se destacan los estados que se verían beneficiados con esos nuevos impuestos. José Yuste comenta que para el cobro estatal de la gasolina habría que cambiar la Constitución aunque no añade más. Se esperan también reacciones de refresqueras y cerveceras, puesto que el impuesto eventualmente podría incidir en sus ventas.

La semana pasada, durante la última reunión de la CONAGO realizada en Puerto Vallarta, hablaron también de las finanzas públicas y ofrecieron impulsar la reforma fiscal con sus legisladores. Como parte de la negociación, el secretario de Hacienda prometió buscar alternativas para entregar a los estados anticipos de las participaciones federales que les corresponden, y seguramente algunas otras cosas que no trascendieron a los medios, pero sin duda se vale. Es así como funcionan las cosas en la democracia, o por lo menos como debieran funcionar, mediante el toma y daca de la negociación política en la que ni se gana todo, ni se pierde todo, sino que todos ponen un poco. Ojalá que los actores políticos sigan así, y que el espíritu de la concertación de voluntades se extienda más.
Guillermo Ortega, “En corto”, Crónica, 4 de junio.

El proyecto incluye acciones para fortalecer las finanzas estatales y municipales. La estrategia es que los gobernadores sean aliados activos de la Reforma Fiscal. Contiene igualmente severas medidas contra “la informalidad” (los ambulantes que no pagan impuestos, por ejemplo) puntualizaron las fuentes.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 12 de junio.

Una de las perlitas de la iniciativa es la federalización del impuesto de la gasolina. De ese modo, cada estado podrá cobrar un porcentaje del gravamen por este insumo. Hoy se espera también una reunión entre diputados del PRI para conocer un poco más la propuesta, con el fin de allegarse más elementos con miras a la aprobación
“Bajo Reserva”, El Universal, 15 de junio.

Entre las propuestas de Hacienda que apoyarán los priístas está la creación de un impuesto estatal de 3% al consumo, pero la condicionarán a que el gravamen se cargue a la cadena productiva y no al consumidor final, algo así como un IVA disfrazado que se distribuya entre los agentes productivos más que en el consumidor, y cuya recaudación se quede completa para los gobiernos de los estados. / El impuesto a las gasolinas que propone el gobierno no lo apoya de entrada el PRI por el impacto inflacionario que tendría. Otro planteamiento de Hacienda que pedirán analizar mejor es la de cobrar impuestos a los comerciantes informales, pues los priístas sienten que la propuesta todavía no está bien armada.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras, El Gráfico, 15 de junio.

Un nuevo impuesto estatal a las gasolinas, cuyo monto aún está por precisarse en la negociación que encabeza el secretario Agustín Carstens, será la primera estocada a los causantes de todo el país. Envuelto en el vistoso y vendible celofán del federalismo y de mayores recursos para los gobiernos de los estados, la nueva carga no sólo encarecerá los ya costosos combustibles, sino que será adicional al incremento que cada mes nos receta el gobierno federal por los ajustes a los precios internacionales del petróleo.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 18 de junio.

La tarea del federalismo fiscal recaerá sobre las entidades federativas. Si los estados quieren más recursos, tendrá que hacer uso de sus potestades tributarias. Hay una propuesta para que se establezcan en todo el País IEPS estatales a productos como gasolinas, bebidas alcohólicas, y probablemente tabacos y refrescos, lo que podría elevar la recaudación estatal.
Enrique Quintana, “Coordenadas”, Reforma, 18 de junio.

Ahora la aplicación de otro "impuesto estatal a las ventas finales", volverá a impactar al negocio formal en favor de un mercado ilegal que se estima es ya idéntico al que paga impuestos. / Con el paso del tiempo se ha corroborado que el IESP no es "inelástico", puesto que el consumidor termina por desplazar su consumo hacia el mercado clandestino. / Se sabe que la propuesta de la SHCP de introducir un impuesto estatal a las ventas finales no ha logrado plena receptividad en Conago, puesto que además se van a generar otras distorsiones entre los estados que graven o no esos productos. / Como ve la pomposamente denominada reforma fiscal, apunta a ser una vez más un conjunto de medidas "recaudatorias" que se aplicarán en función de la capacidad de cabildeo de aquellos involucrados.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 18 de junio.

La reforma fiscal que entregará hoy en la Oficialía Mayor del Congreso de la Unión prevé la autorización para que los estados de la República cobren impuestos a diesel, gasolina, alcohol y tabacos, además de los Impuestos Especiales de Producción que cobra la Federación.
Marco Antonio Mares, “Ricos y Poderosos”, Crónica, 19 de junio.

Basta ver qué estados ganarían más con los nuevos impuestos. El DF sería el primer beneficiado con una recaudación millonaria que difícilmente despreciarán el presidenciable Marcelo Ebrard y el PRD. El segundo y tercer grandes beneficiados serían el estado de México y Nuevo León, gobernados por el PRI, y en el caso mexiquense, por un mandatario como Enrique Peña Nieto que come ansias y gasta cientos de millones de pesos en la televisión para construirse una imagen de candidato al 2012. / En la lista de ganones con los nuevos impuestos hay también tres estados gobernados por el PAN: Jalisco, Guanajuato y Baja California, que obtendrían aumentos impresionantes en su recaudación. Tan sólo esos estados, si sumaran los votos de sus diputados, podrían sacar adelante la reforma calderonista.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 20 de junio.

Los tres documentos, más uno que contiene reformas al Sistema de Coordinación Fiscal que propone una reforma constitucional al Artículo 73 para facultar a estados y municipios a cobrar impuestos locales adicionales a diesel, gasolinas, refrescos y tabaco, constituyen el eje de la propuesta fiscal, pero no son más que un componente de la reforma hacendaria, aun cuando pretendan con estas medidas incrementar de casi 10 a 13 por ciento la recaudación tributaria.
Alicia Salgado, “La Chequera”, El Financiero, 20 de junio.

Y si la Corte le dio su ayudadita al Presidente, otro poder clave en la discusión y votación de la reforma fiscal serán los gobernadores. El gran dulce para que los tres grandes partidos en el Congreso se sienten a negociar son los nuevos impuestos locales. Ya sea 3% de impuesto al consumo o un nuevo impuesto a las gasolinas, las iniciativas de Calderón darán a los gobernadores la posibilidad de incrementar su recaudación y sus ingresos en miles de millones de pesos de la noche a la mañana. / Es un beneficio íntegro para los gobiernos estatales. Los recursos millonarios que les dejará recaudar la Federación con los nuevos impuestos, servirían para fortalecer los cotos de poder y los bastiones electorales de los tres grandes partidos; incluso apuntalarían, sin problemas, las aspiraciones presidenciales de más de un gobernador o hasta de un jefe de gobierno.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 20 de junio.

Los estados y municipios reciben una parcial satisfacción al perenne reclamo para intervenir más y con mejores beneficios en la recaudación fiscal. Una propuesta de reforma constitucional que forma parte del paquete anunciado ayer les permitiría a los estados crear impuestos para la venta final de gasolinas, diesel, tabacos y cervezas. Los municipios recibirían al menos la quinta parte de esa recaudación. También se propone sustituir la tenencia vehicular con impuestos estatales pero... hasta el año 2014.
Raúl Trejo Delarbre, “Sociedad y Poder”, Crónica, 21 de junio.

El paquete de siete iniciativas busca mejorar la eficacia del gasto público y la rendición de cuentas de la Federación, los estados y los municipios para que la gente esté segura de que sus impuestos se gastan mejor. Asimismo se busca evitar la evasión y la elusión fiscales y procurar que todos los que deben pagar impuestos lo hagan. Sin duda, la reforma fiscal integral tiene los mejores propósitos, falta que la apruebe el Congreso.
Marco Antonio Mares, “Ricos y Poderosos”, Crónica, 21 de junio.

Por último, el componente federalista de la reforma es completo. Involucra a estados y municipios al dotarles de potestades tributarias para que cobren un "copete" sobre el IEPS federal a gasolina, diesel, tabaco, alcohol y aguamiel. Un 20 por ciento de esos recursos se tendrá que entregar a los municipios, y ambos, estados y municipios tendrán que usar al menos el 50 por ciento de ese dinero en vialidades y seguridad pública. / También se desactiva la bomba de tiempo del gasto educativo federalizado: los estados recibirán los recursos del FAES en función de la matrícula que atienden y también de la calidad educativa que se logre.
Alicia Salgado, “La chequera”, El Financiero, 21 de junio.

Y donde se regresa a una propuesta anterior es en la coordinación fiscal. Uno de los puntos en que Calderón quiere el apoyo de los estados. Previamente se les había propuesto cobrar tres puntos del impuesto al valor agregado (IVA), pero ahora se les ofrece un gravamen de 3% a las ventas finales de refrescos y bebidas alcohólicas, así como una cuota sobre la gasolina y el diesel que no exceda los 30 centavos de peso por litro. / Aquí, obviamente, las refresqueras y las cerveceras pondrán el grito en el cielo y no tardarán los argumentos de las fuentes calóricas de la dieta de los mexicanos por medio de las bebidas carbonatadas. / La base gravable para este impuesto no incluirá ni el IVA ni el IEPS.
José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 21 de junio.

En el momento en que Agustín Carstens anuncia que premiará a los estados que más cobren por el consumo de gasolina, demuestra que le es irrelevante la relación entre consumo de hidrocarburos y calentamiento global. ¿Debe Hacienda preocuparse más por los graffiti que por el desastre ecológico? Todo depende del cristal con que se mire.
Luis Miguel González, “Caja Fuerte”, Milenio Diario, 21 de junio.

Y para lograr que los estados logren cobrar una cuota por gasolina, también deberán venir cambios en la Constitución.
José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 21 de junio.

Los gobernadores, especialmente los del norte, han pedido facultades tributarias. La iniciativa contiene un punto en el que se establece la posibilidad de cobrar impuestos finales a las ventas en productos que tengan IEPS federal (gasolina, tabaco, alcohol). Habrá que ver si realmente están dispuestos a tomar esta oportunidad.
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 22 de junio.

Es de notar que en este esfuerzo el gobierno federal convoca a los estados a unirse, para que pongan su grano de arena en la recaudación vía impuestos locales, a una tasa entre 2% y 3% a gasolina y diesel, tabaco y cerveza. No es nueva la idea y los gobiernos estatales le han dado la vuelta por lo oneroso que resulta el esfuerzo de recaudación. Sólo que si no le entran perderán, pues tampoco están creciendo anualmente sus participaciones fiscales federales al ritmo que ellos requieren
Gabriel Székely, El Universal, 22 de junio.

Uno de los temas más importantes de la reforma fiscal es la franca competencia en la que tendrán que entrar las entidades de la federación. A partir del próximo año, si la reforma se aprueba como la envió Agustín Carstens, los estados de la República deberán prestar atención en el crecimiento económico que generen. Es inédito.
Este es quizá el componente más sofisticado del tercer eje de la reforma, el del federalismo, pues nunca antes los gobiernos estatales han tenido incentivos para competir, atraer inversiones, y promover el crecimiento de sus economías locales.
Carlos Mota, “Cubículo Estratégico”, Milenio Diario, 22 de junio.

La propuesta de promover el cobro de impuestos especiales estatales a productos que ya se encuentran muy gravados a nivel federal tendrá resultados contraproducentes. Si un estado cobra mayor impuesto por la gasolina que el vecino, lo que empezaremos a ver es un mercado negro en que el producto se lleva de un estado al otro. En el caso de las bebidas alcohólicas, en que los onerosos impuestos han generado ya un importante mercado negro de bebidas adulteradas o de contrabando, un aumento adicional de impuesto bien puede convertirse en un peligro de salud pública al promover un consumo todavía mayor de bebidas adulteradas. A final de cuentas, los impuestos no pueden abolir la fuerza del mercado.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 22 de junio.

Esta propuesta se lee muy bien en la teoría, y deberá serlo en la práctica. La competencia así es: obtiene más el que trabaja más. Así, si el PIB de Chiapas crece más que el PIB de Nuevo León, poco a poco Chiapas irá recibiendo más dinero correspondiente del Fondo General de Participaciones. Y así: si Tabasco incrementa su recaudación local a una mayor tasa de lo que lo haga Tlaxcala, pues Tabasco se lleva el premio.
Nada como la competencia. En ella se miden las capacidades y habilidades de los pueblos. Y nada como los sistemas de precios, que emulan al mercado con incentivos que funcionan como premios y/o castigos.
Quién sabe si los gobernadores ya se dieron cuenta, pero en este punto Hacienda los va a poner a competir en serio. ¿Estarán listos priistas, panistas y perredistas desde Aguascalientes hasta Zacatecas?
Carlos Mota, “Cubículo Estratégico”, Milenio Diario, 22 de junio.

Y si en los tiempos que corren el apoyo político de los gobernadores es fundamental para la aprobación de cualquier iniciativa, el documento presentado lleva implícita esa consideración. De ahí que no sea casual la propuesta de aumentar la potestad tributaria de las entidades federativas mediante una tasa adicional al IEPS en gasolina, tabaco, diesel y cerveza, lo que significaría que pudiesen disponer de un punto porcentual del PIB en términos recaudatorios, un monto nada despreciable. Por su parte, el enfoque exclusivamente recaudatorio de la tasa de 2% a los depósitos mensuales de más de 20 mil pesos en efectivo, dirigido a la economía informal, ignora los mecanismos necesarios para incorporar a este sector al circuito de la formalidad. Por último, ¿a quién le sirve un Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas que es juez y parte del Ejecutivo?
Rosa Albina Garabito, El Universal, 23 de junio.

LE HE PLATICADO de la falta de consensos que hay entre los gobernadores en torno a la propuesta de la SHCP de Agustín Carstens para asumir mayores potestades tributarias vía la aplicación de algunos impuestos como los que se pretenden imponer a cervezas y bebidas alcohólicas. Esto aún no está descartado y ni siquiera se habrían salvado los refrescos y mucho menos los cigarrillos. Parece que esta industria incluso la tendría peor, puesto que adicionalmente habría la propuesta en Salud de restringir aún más sus márgenes para publicitarse, dado el fuerte crecimiento que ha mostrado el mercado de los jóvenes. En esa empresa hay solamente dos actores Philip Morris que lleva Ian Ferguson y British American Tobacco (BAT) que comanda Andrea Martín. Así que las industrias recurrentemente castigadas por el fisco aún están en la mira en una discusión que como sabe apenas comienza.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 25 de junio.

Hay un estímulo muy fuerte para que congresistas y gobernadores del PRD negocien la reforma fiscal. Recursos millonarios están de por medio. Los nuevos impuestos locales significan una apetitosa recaudación que difícilmente despreciarán los gobernadores perredistas. Después del estado de México, el Distrito Federal será la segunda entidad que más beneficios reciba de aprobarse las propuestas calderonistas. Eso explica que el jefe de gobierno, Ebrard, dijera la semana pasada que él asumiría “la posición que asuman los gobernadores” de su partido. / Para las bancadas perredistas en el Congreso automarginarse de la negociación tendría un alto costo. En esencia, las iniciativas de Calderón para crear nuevos impuestos no afectan a las clases más desprotegidas; son las empresas las que llevan la mayor carga de la reforma con el TUAD, que además cierra la puerta a la evasión de grandes consorcios y modifica el régimen de consolidación fiscal. Esas eran premisas principales del discurso en campaña de López Obrador y del PRD. ¿Cómo podrían hoy rechazar lo que hace unos meses proclamaban?
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 25 de junio.

Más de la mitad del gasto federal lo ejercen los estados sin que la federación pueda auditarlos, pues son estados “soberanos”. Se dirá que los auditan sus congresos estatales y que esa es parte de su soberanía. La verdad es que nadie los audita y que su soberanía se parece a la simple impunidad en el uso y abuso de los recursos que reciben de la federación. / Las cuentas para la nación se hacen de otro modo. Si algo ha dado pruebas de no funcionar en los últimos meses son los gobiernos locales. Tienen sus ciudades convertidas en espacios de impunidad y sus policías compradas por el narco. / Son gobiernos que no cumplen las dos funciones básicas de cualquier gobierno ni recaudan impuestos ni aplican la ley. Todo o casi todo lo reciben de la federación. Estamos viendo que poco o nada devuelven a cambio. / Los gobiernos locales tienen suficientes votos en el Congreso federal para bloquear estas reformas constitucionales. Ojalá me equivoque, pero creo que lo harán.
Héctor Aguilar Camín, “Día con día”, Milenio Diario, 27 de junio.

Los gobernadores perredistas, quienes sí tienen preocupaciones genuinas para recibir los recursos de la Federación y por conocer sobre las potestades tributarias propuestas por la iniciativa de Calderón, comieron ayer en Los Pinos con el Presidente, con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens —quien les explicó los alcances de la reforma fiscal y sus tintes federalistas—, y con el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña.
Allí estuvieron los gobernadores de Michoacán, Lázaro Cárdenas; de Zacatecas, Amalia García; de Guerrero, Zeferino Torreblanca, y de Baja California Sur, Narciso Agúndez. / Las primeras declaraciones de los gobernantes perredistas fueron de preocupación sobre el tema federalista, uno de los cuatro pilares en la reforma fiscal.
José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 27 de junio.

Los gobernadores perredistas tienen el temor de que les vayan a cambiar los impuestos locales por las participaciones federales, las cuales actualmente representan la mayoría de los ingresos estatales.
Y es que la reforma fiscal propone darles a los estados más potestades tributarias, en particular para poder cobrar 3% en refrescos y bebidas alcohólicas, y también para poder cobrar 3% en las gasolinas y venta de diesel.
Pero los estados temen que dichas potestades tributarias vayan a sustituir las participaciones federales que reciben actualmente.
Hoy en día los estados cobran muy pocos impuestos locales, como son el predial, o el agua, o reciben los recursos de las tenencias a vehículos, las cuales son cobradas por la Federación pero entregadas a los estados. Por cierto, en el tema de las tenencias, la reforma fiscal también propone que sean cobradas por los estados.
José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 27 de junio.

Agustín Carstens, secretario de Hacienda, ha comentado que la relación actual entre la Federación y los estados es tensa. Más de 90% de los ingresos es federal, y los estados, de manera natural, siguen quejándose de falta de recursos.
La realidad es sencilla. Existe un entramado de transferencias importante a los estados, pero todos se quejan de los pocos recursos otorgados por la Federación. Es mejor que se les vayan dando los incentivos para que ellos mismos cobren ciertos impuestos, y se premie su esfuerzo recaudador. En los hechos, la coordinación fiscal entre Federación y estados no se revisa desde 1992, e incluso el esfuerzo de la Conago no logró arrojar los frutos deseados.
Ante ello, hoy en día Calderón y Carstens plantean en la reforma fiscal diferenciar las participaciones de las aportaciones, donde las primeras tengan elementos progresistas de esfuerzos recaudadores, mientras las aportaciones sirvan a razones redistributivas en estados pobres.
José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 27 de junio.

Hay conciencia de que el camino aún es largo para lograr los consensos en el Congreso e inclusive con los gobernadores para lo que hace a los cambios en federalismo fiscal.
Ahí la SHCP propuso una reforma a la Constitución para que los gravámenes relacionados con IEPS sean parte de las potestades tributarias de los estados.
La idea es establecer IEPS a tabaco, cervezas, bebidas alcohólicas, gasolina y pinturas en aerosol.
Los refrescos no se contemplarán por las implicaciones que tendría en el poder de compra de las mayorías. Hay que recordar además la reacción que tuvo la industria, entiéndase Coca-Cola de James Quincey y Pepsi Cola de Oscar Cázares el año pasado.
En lo que hace a la tenencia se buscará convertirla de un impuesto federal a uno local. Hoy su recaudación se entera a los estados.
Obvio también en este frente hay retos. Ayer por lo pronto hubo reunión de Conago y le informo que no hubo consensos para implementar un IEPS a la gasolina.
Muchos gobernadores no están conformes en asumir el impacto político de nuevos gravámenes.
En el caso de la gasolina se formuló la propuesta de que sea la Federación la que fije una tasa única a repartir.
Como ve nada está definido.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 27 de junio.

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