Catorce comentarios. Del comentario puramente “informativo” a las implicaciones: la reforma no está completa. También se plantean escenarios de la paraestatal, a la que se le ha gravado excesivamente y no a empresas privadas. Es probable que el tema se incluya en la discusión del legislativo.
Por eso es pertinente preguntarnos si la propuesta de reforma fiscal incluirá o no a Pemex. Porque el panorama será completamente distinto si se espera recaudar 3% más del porcentaje del PIB continuando con la explotación de Pemex o si se avanzará hacia un esquema fiscal más sano, donde el tratamiento a la petrolera sea similar al de cualquier otra gran empresa del país. Si la iniciativa de reforma fiscal no incluye el régimen de Pemex va a ser mucho más acotada de lo que algunos piensan y obligará, entonces, a regresar al tema en un plazo bastante más corto de lo estimado. Quizás esa es la estrategia, la de una serie de aproximaciones sucesivas, ante la imposibilidad de alcanzar los objetivos reales en un corto plazo. Pero debe recordarse que en el terreno energético no queda mucho tiempo y ese es el sector que puede generar mayores recursos y empleos en el futuro.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones, Excélsior, 15 de junio.
No se incluirán cambios fiscales a Pemex, los cuáles estarían incluidos en la reforma energética que se enviaría probablemente en el próximo periodo ordinario de sesiones.
Enrique Quintana, “Coordenadas”, Reforma, 18 de junio.
Hablando de otro sonorense, en este caso de Manlio Fabio Beltrones, nos confía que por su habilidad, inteligencia y conocimiento, las actuales autoridades de Hacienda reconocen la necesidad de contar con una reforma hacendaria que tenga carácter redistributivo, que dé viabilidad económica al país y no envíen simplemente una reforma fiscal insuficiente y cortoplacista. / Beltrones nos advierte que si la propuesta que presente el Ejecutivo no contiene cambios de carácter fiscal en materia de hidrocarburos y petróleo, “habremos de hacerlo nosotros”, sin cambios constitucionales, pero con alianzas estratégicas. Los priistas quieren una reforma que revise, primero el gasto del Ejecutivo y después las necesidades de ingreso y destino de los recursos, para no caer en equivocaciones como en los últimos seis años con Fox.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 19 de junio.
Sin embargo, empachado, Pemex sigue con más de CIEN mil trabajadores (el odiado y despreciado Presidente Salinas ya había logrado reducir la planta a 80 mil, Zedillo la aumentó un poco, pero el peculiar de Fox en un santiamén la engordó con cerca de 22 mil sindicalizados creando la modalidad de los "eventuales permanentes"), el IMSS está quebrado, el ISSSTE es un barril sin fondo y en Educación el 93 por ciento del presupuesto va directo a nómina... ¡y así ad nauseam!
Manuel Jáuregui, Reforma, 19 de junio.
Los cambios al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos no aparecen por ninguna parte. La gallina de los huevos de oro negro quedó totalmente fuera de la autodenominada
Reforma integral de la hacienda pública, no obstante sus urgencias en modernización e inversión. Pero la razón calderonista es simple: el inquilino de Los Pinos pretende incluir las "modificaciones" en su "reforma" energética, o lo que es lo mismo en su intentona por privatizar al principal cliente, y por mucho, del fisco mexicano
Carlos Fernández Vega, “México SA, La Jornada, 21 de junio.
La iniciativa de reforma fiscal que presentó Agustín Carstens se quedó corta con respecto de las grandes expectativas que se habían creado. / Ello, porque hemos llegado a un punto en el que no puede haber reforma fiscal si no se aumenta de veras la base de contribuyentes y se da un cambio de fondo al sector energético, pues es inviable seguir dependiendo de los ingresos petroleros.
María Isabel Melchor, “Billete Circular”, Milenio Diario, 21 de junio.
Otro posible ángulo de la reforma está en boca de muchos aunque no es explícito, y se refiere a Pemex. Si, como dice el gobierno, sus recursos pudieran aumentar hasta en 30% al final del sexenio, podría entonces dirimir en algún momento el tema estratégico de reducir la dependencia del erario, que hoy es de cuatro de cada 10 pesos que recibe, sobre las finanzas de Petróleos Mexicanos; y liberar así parte importante de esos fondos para las urgentes inversiones que requiere la industria petrolera en una etapa en que la producción de crudo cae a una tasa cercana a 10% anual
Gabriel Székely, El Universal, 22 de junio.
La iniciativa es omisa en cuanto a la urgente modificación de la depredadora carga fiscal a Pemex. No estamos entonces ante una verdadera reforma de la hacienda pública aunque tampoco estamos, debe reconocerse, ante otra simple miscelánea fiscal
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran Angular”, El Gráfico, 22 de junio.
La razón por la que la Secretaría de Hacienda no incluyó a Petróleos Mexicanos en el abanico de reformas a diversos regímenes tributarios fue porque está fresco aún el nuevo escenario que se aprobó en 2005, cuyo efecto se vivió apenas el año pasado. / De hecho, a juicio de la dependencia la empresa pública ya salió del escenario de quiebra técnica en que se ubicaba, es decir, el valor de sus pasivos empata otra vez con el de sus activos. / Ahora que la petición de eliminar el impuesto sobre Tenencia de Uso de Automóviles que se haría efectiva hasta 2014, lo que la opinión pública interpretó como una burla, se debe a una petición de las entidades federativas hacia las cuales apunta 100% de la recaudación. / Digamos que la Secretaría de Hacienda no tuvo moneda de cambio para equilibrar el asunto. / Así de fácil.
Alberto Barranco, “Empresa”, El Universal, 22 de junio.
Los priistas han concentrado su crítica en decir que se trata de una propuesta incompleta, porque no considera la situación de Petróleos Mexicanos. Manlio Fabio Beltrones tiene razón, puesto que el gobierno de Felipe Calderón envió algo que debe ser visto como un documento de trabajo y si este partido considera que se tiene que incluir el tema de Pemex, pues deben hacerlo. /
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 22 de junio.
El caso es que a esta reformilla, según Manlio Fabio Beltrones, le faltan los puntos sobre las íes de Petróleos Mexicanos al no contemplar modificaciones a su Régimen Fiscal... tema añejo mi querido lector, en una muy divertida mesa desde agitados tiempos electorales donde algunos de los amarillos ( ya sabe, the usual yellow suspects) no afines a la corriente de Andrés Manuel López Obrador, anduvieron (y andan) de manita sudada con los priistas (de Beltrones, of course) para hacer algunas travesuras juntos en la controvertida paraestatal.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio Diario, 22 de junio.
Pero se había enturbiado el acuerdo parlamentario sin el que no puede aprobarse ley alguna. Manlio Fabio Beltrones puso el dedo en la llaga del despilfarro del ingreso petrolero: "No podemos seguir financiando gasto corriente. Recordemos la mala, muy mala experiencia que tuvimos en el gobierno de Vicente Fox: más de 500 mil millones de pesos extra de ingresos fueron dilapidados en gasto corriente, y el crecimiento del país fue insuficiente para atender tantas necesidades". Urge instaurar un nuevo régimen fiscal para Pemex, paralelo o en la misma reforma fiscal, resumió el presidente del Senado
León García Soler, “A la mitad del foro”, La Jornada, 24 de junio.
Y finalmente no ha incluido un cambio en el régimen fiscal de Pemex, un capítulo central en el esquema hacendario del país, desde el momento en que 40% de los ingresos fiscales provienen de la paraestatal y la sangría es tan severa que le ha impedido crecer y trabajar como lo que debería: una de las petroleras más grandes del mundo. No se ha explicado por qué el régimen fiscal de Pemex no está incluido en la reforma: muy probablemente, ello puede o debe ser parte de una reforma ulterior que incluye el resto del sector energético o puede ser, también, uno de los capítulos que quedan a disposición del Congreso para operar en las negociaciones subsecuentes. Pero debería quedar claro que, sin reformas en Pemex, todo lo demás sigue siendo parte de un sistema inestable y endeble
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 25 de junio.
La buena noticia es que, a pesar de sus limitaciones y traumas, nuestros legisladores han dado algunas muestras de querer adentrarse más en el fondo insondable de los impuestos. Algunos han cuestionado por qué no está el tema PEMEX en la propuesta de reforma —a lo que Carstens aseguró no tener inconveniente—, y ya se aprestan a incorporarlo a la discusión. Aun en medio del sospechosismo de algunos, las discusiones y análisis de los cambios podrían provocar una epidemia de conciencia patriótica entre los diputados y senadores, que podrían diseñar un proyecto más completo y ambicioso, y aprobarlo ante la sorpresa y el aplauso generalizados. Aunque el viejo discurso ha resurgido en las voces de algunos que han declarado airadamente que no darán un cheque en blanco al gobierno con una aprobación a ciegas de su iniciativa, la realidad es que, aparentemente, hay disposición para entrarle al tema y aprobar una reforma fiscal, aunque solo sea la mínima posible.
Guillermo Ortega, “En corto”, Crónica, 25 de junio.
Por eso es pertinente preguntarnos si la propuesta de reforma fiscal incluirá o no a Pemex. Porque el panorama será completamente distinto si se espera recaudar 3% más del porcentaje del PIB continuando con la explotación de Pemex o si se avanzará hacia un esquema fiscal más sano, donde el tratamiento a la petrolera sea similar al de cualquier otra gran empresa del país. Si la iniciativa de reforma fiscal no incluye el régimen de Pemex va a ser mucho más acotada de lo que algunos piensan y obligará, entonces, a regresar al tema en un plazo bastante más corto de lo estimado. Quizás esa es la estrategia, la de una serie de aproximaciones sucesivas, ante la imposibilidad de alcanzar los objetivos reales en un corto plazo. Pero debe recordarse que en el terreno energético no queda mucho tiempo y ese es el sector que puede generar mayores recursos y empleos en el futuro.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones, Excélsior, 15 de junio.
No se incluirán cambios fiscales a Pemex, los cuáles estarían incluidos en la reforma energética que se enviaría probablemente en el próximo periodo ordinario de sesiones.
Enrique Quintana, “Coordenadas”, Reforma, 18 de junio.
Hablando de otro sonorense, en este caso de Manlio Fabio Beltrones, nos confía que por su habilidad, inteligencia y conocimiento, las actuales autoridades de Hacienda reconocen la necesidad de contar con una reforma hacendaria que tenga carácter redistributivo, que dé viabilidad económica al país y no envíen simplemente una reforma fiscal insuficiente y cortoplacista. / Beltrones nos advierte que si la propuesta que presente el Ejecutivo no contiene cambios de carácter fiscal en materia de hidrocarburos y petróleo, “habremos de hacerlo nosotros”, sin cambios constitucionales, pero con alianzas estratégicas. Los priistas quieren una reforma que revise, primero el gasto del Ejecutivo y después las necesidades de ingreso y destino de los recursos, para no caer en equivocaciones como en los últimos seis años con Fox.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 19 de junio.
Sin embargo, empachado, Pemex sigue con más de CIEN mil trabajadores (el odiado y despreciado Presidente Salinas ya había logrado reducir la planta a 80 mil, Zedillo la aumentó un poco, pero el peculiar de Fox en un santiamén la engordó con cerca de 22 mil sindicalizados creando la modalidad de los "eventuales permanentes"), el IMSS está quebrado, el ISSSTE es un barril sin fondo y en Educación el 93 por ciento del presupuesto va directo a nómina... ¡y así ad nauseam!
Manuel Jáuregui, Reforma, 19 de junio.
Los cambios al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos no aparecen por ninguna parte. La gallina de los huevos de oro negro quedó totalmente fuera de la autodenominada
Reforma integral de la hacienda pública, no obstante sus urgencias en modernización e inversión. Pero la razón calderonista es simple: el inquilino de Los Pinos pretende incluir las "modificaciones" en su "reforma" energética, o lo que es lo mismo en su intentona por privatizar al principal cliente, y por mucho, del fisco mexicano
Carlos Fernández Vega, “México SA, La Jornada, 21 de junio.
La iniciativa de reforma fiscal que presentó Agustín Carstens se quedó corta con respecto de las grandes expectativas que se habían creado. / Ello, porque hemos llegado a un punto en el que no puede haber reforma fiscal si no se aumenta de veras la base de contribuyentes y se da un cambio de fondo al sector energético, pues es inviable seguir dependiendo de los ingresos petroleros.
María Isabel Melchor, “Billete Circular”, Milenio Diario, 21 de junio.
Otro posible ángulo de la reforma está en boca de muchos aunque no es explícito, y se refiere a Pemex. Si, como dice el gobierno, sus recursos pudieran aumentar hasta en 30% al final del sexenio, podría entonces dirimir en algún momento el tema estratégico de reducir la dependencia del erario, que hoy es de cuatro de cada 10 pesos que recibe, sobre las finanzas de Petróleos Mexicanos; y liberar así parte importante de esos fondos para las urgentes inversiones que requiere la industria petrolera en una etapa en que la producción de crudo cae a una tasa cercana a 10% anual
Gabriel Székely, El Universal, 22 de junio.
La iniciativa es omisa en cuanto a la urgente modificación de la depredadora carga fiscal a Pemex. No estamos entonces ante una verdadera reforma de la hacienda pública aunque tampoco estamos, debe reconocerse, ante otra simple miscelánea fiscal
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran Angular”, El Gráfico, 22 de junio.
La razón por la que la Secretaría de Hacienda no incluyó a Petróleos Mexicanos en el abanico de reformas a diversos regímenes tributarios fue porque está fresco aún el nuevo escenario que se aprobó en 2005, cuyo efecto se vivió apenas el año pasado. / De hecho, a juicio de la dependencia la empresa pública ya salió del escenario de quiebra técnica en que se ubicaba, es decir, el valor de sus pasivos empata otra vez con el de sus activos. / Ahora que la petición de eliminar el impuesto sobre Tenencia de Uso de Automóviles que se haría efectiva hasta 2014, lo que la opinión pública interpretó como una burla, se debe a una petición de las entidades federativas hacia las cuales apunta 100% de la recaudación. / Digamos que la Secretaría de Hacienda no tuvo moneda de cambio para equilibrar el asunto. / Así de fácil.
Alberto Barranco, “Empresa”, El Universal, 22 de junio.
Los priistas han concentrado su crítica en decir que se trata de una propuesta incompleta, porque no considera la situación de Petróleos Mexicanos. Manlio Fabio Beltrones tiene razón, puesto que el gobierno de Felipe Calderón envió algo que debe ser visto como un documento de trabajo y si este partido considera que se tiene que incluir el tema de Pemex, pues deben hacerlo. /
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 22 de junio.
El caso es que a esta reformilla, según Manlio Fabio Beltrones, le faltan los puntos sobre las íes de Petróleos Mexicanos al no contemplar modificaciones a su Régimen Fiscal... tema añejo mi querido lector, en una muy divertida mesa desde agitados tiempos electorales donde algunos de los amarillos ( ya sabe, the usual yellow suspects) no afines a la corriente de Andrés Manuel López Obrador, anduvieron (y andan) de manita sudada con los priistas (de Beltrones, of course) para hacer algunas travesuras juntos en la controvertida paraestatal.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio Diario, 22 de junio.
Pero se había enturbiado el acuerdo parlamentario sin el que no puede aprobarse ley alguna. Manlio Fabio Beltrones puso el dedo en la llaga del despilfarro del ingreso petrolero: "No podemos seguir financiando gasto corriente. Recordemos la mala, muy mala experiencia que tuvimos en el gobierno de Vicente Fox: más de 500 mil millones de pesos extra de ingresos fueron dilapidados en gasto corriente, y el crecimiento del país fue insuficiente para atender tantas necesidades". Urge instaurar un nuevo régimen fiscal para Pemex, paralelo o en la misma reforma fiscal, resumió el presidente del Senado
León García Soler, “A la mitad del foro”, La Jornada, 24 de junio.
Y finalmente no ha incluido un cambio en el régimen fiscal de Pemex, un capítulo central en el esquema hacendario del país, desde el momento en que 40% de los ingresos fiscales provienen de la paraestatal y la sangría es tan severa que le ha impedido crecer y trabajar como lo que debería: una de las petroleras más grandes del mundo. No se ha explicado por qué el régimen fiscal de Pemex no está incluido en la reforma: muy probablemente, ello puede o debe ser parte de una reforma ulterior que incluye el resto del sector energético o puede ser, también, uno de los capítulos que quedan a disposición del Congreso para operar en las negociaciones subsecuentes. Pero debería quedar claro que, sin reformas en Pemex, todo lo demás sigue siendo parte de un sistema inestable y endeble
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 25 de junio.
La buena noticia es que, a pesar de sus limitaciones y traumas, nuestros legisladores han dado algunas muestras de querer adentrarse más en el fondo insondable de los impuestos. Algunos han cuestionado por qué no está el tema PEMEX en la propuesta de reforma —a lo que Carstens aseguró no tener inconveniente—, y ya se aprestan a incorporarlo a la discusión. Aun en medio del sospechosismo de algunos, las discusiones y análisis de los cambios podrían provocar una epidemia de conciencia patriótica entre los diputados y senadores, que podrían diseñar un proyecto más completo y ambicioso, y aprobarlo ante la sorpresa y el aplauso generalizados. Aunque el viejo discurso ha resurgido en las voces de algunos que han declarado airadamente que no darán un cheque en blanco al gobierno con una aprobación a ciegas de su iniciativa, la realidad es que, aparentemente, hay disposición para entrarle al tema y aprobar una reforma fiscal, aunque solo sea la mínima posible.
Guillermo Ortega, “En corto”, Crónica, 25 de junio.
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