LA REFORMA FISCAL: ACTORES Y ESCENARIOS. 7.- EL CABILDEO ENTRE PARTIDOS.

Consignamos aquí 26 comentarios relacionados con las maneras en que, según columnistas y articulistas, podrían organizarse los partidos políticos para negociar la reforma fiscal. Se incluyen además comentarios sobre los "políticos" que, con su estilo, eventualmente pueden entorpecer o agilizar las negociaciones sobre el tema.

De un momento a otro llegará al Congreso el proyecto de reforma hacendaria de Calderón. Muy en secreto ha sido planchado por los jefes de los cárteles del PRI, el PAN y el Verde. Sin embargo, hay francotiradores. El diputado de Nueva Alianza Manuel Cárdenas, pupilo de la miss Elba Esther, propondrá que las escuelas privadas cobren IVA. En otras palabras, los padres de familia tendrán que desembolsar el impuesto en inscripciones y colegiaturas. ¿Cómo la ven?
Enrique Galván Ochoa, “Dinero”, La Jornada, 31 de mayo.

Los coordinadores parlamentarios en el Congreso tendrán que cancelar sus salidas y el fin de semana largo. El jefe del Ejecutivo enviará en los siguientes días la propuesta de reforma fiscal.
Allegados al primer círculo de Calderón lanzaron la llamada de alerta a los legisladores, con la promesa de que el documento está listo para ser enviado a San Lázaro.
“Bajo reserva”, El Universal, 15 de junio.

Por las "filtraciones" que han hecho desde el fin de semana quienes participan en la negociación de la "Reforma Hacendaria" que enviará el Ejecutivo al Congreso en unas cuantas horas, todo parece indicar que el secretario de Hacienda ya concertacesionó con los legisladores de todos los partidos políticos el documento. Lo único que podemos adelantar es que, como alguna vez dijo el mismo Carstens: "No es lo mejor, pero es lo idóneo." No, no, no. Eso no lo dijo Agustín sino Carlos Abascal, y no se refirió a la reforma fiscal sino al candidato a la presidencia de su partido en 2006. Bueno, algo parecido dijo el secretario de Hacienda.
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 19 de junio.

Por cierto que en esta guerra de declaraciones de priistas y panistas en donde el PRD pareciera estar al margen, Santiago Creel reconoce que “sí conoce la propuesta hacendaria”, que algunos de los legisladores sí saben de qué están hablando, pero hay que esperar a que esta mañana nos den a conocer toda la propuesta. De entrada dicen que él no quiere anticipar vísperas como lo hacen los priistas.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 20 de junio.

Las negociaciones, los costos y los beneficios. A propósito del contenido del documento ayer presentado, se le preguntó en diversos medios de comunicación al líder de los diputados priistas en San Lázaro, Emilio Gamboa, sobre si su bancada daría su respaldo a la Reforma Fiscal y dijo que “el PRI no está dispuesto a dar ningún cheque en blanco” (y no como el de Paquita la del Barrio) y su partido “no tiene ninguna prisa” para aprobar la reforma hacendaria.
Al parecer, esta “cautela” también llegó al edificio senatorial de Xicoténcatl: según el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, quien condenó que el gobierno utilice una “estrategia pueblerina” para tratar de sondear los ánimos de los legisladores y de los distintos sectores de la sociedad. Incluso el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, dijo que no fijaría ninguna postura hasta no conocer en detalle la propuesta del Ejecutivo (no pudo leerlo, porque estaba muy ocupado en regañar a José María Aznar, supongo).
Yuriria Sierra, “Nudo Gordiano”, Excélsior, 21 de junio.

La inclusión de la Reforma Electoral tiene como finalidad jalar a los perredistas, y a sus aliados del Frente Amplio, al periodo extraordinario. Los priistas no quieren quedarse solos con el PAN y la chiquillada antiLópez Obrador, en la impopular tarea de subir los impuestos, aunque los amarillos voten en contra de la iniciativa.
Le podemos adelantar que la Reforma Electoral va a “medio partirle la madre” al IFE. El acuerdo alcanzado, según la fuente, es que sacarán de la nómina sólo a la mitad de los integrantes del Consejo Electoral, Luis Carlos Ugalde, presidente consejero, incluido. Contiene objetivos más ambiciosos, que nos pidieron no publicar, ni off the record.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 21 de junio.

La reforma hacendaria pasará por un intenso proceso de negociación entre todas las fuerzas representadas en el Congreso, al que se sumarán otros factores de poder, pero aún con cambios, será aprobada…
Oscar Mario Beteta, “En petit comité”, Milenio Diario, 21 de junio.

Una gran diferencia con las agrias discusiones de otros años es que la propuesta de reforma parece contar con el aval de los principales partidos, lo que se ha logrado incluyendo los rubros que pueden generar un consenso de esta naturaleza. Se puede aducir que se sacrifican puntos importantes, pero la eventual aprobación significaría un buen paso adelante para demostrar que es posible avanzar, y tratar otros aspectos delicados más tarde teniendo atrás un referente de éxito al contar con mayores recursos. Es un enfoque incremental que puede rendir frutos para el mediano plazo
Gabriel Székely, El Universal, 22 de junio.

A diferencia del pasado inmediato, en el proyecto calderonista no hay una Elba Esther Gordillo y, por lo tanto, se elimina el peligro de un elbazo. Las riendas del amarre legislativo se manejan desde la residencia oficial. Y aunque se tiene conciencia de que el cabildeo con las cúpulas partidistas no involucra automáticamente a los grupos parlamentarios, tampoco se teme que alguno de los posibles aliados para la mayoría necesaria acabe rajándose, como le pasó a Vicente Fox con Roberto Madrazo. Nada está planchado hasta que se plancha, pero se confía moderadamente en la palabra de los cinco partidos que estarían dispuestos a entrarle al asunto: PRI, PAN, Verde, Nueva Alianza y Alternativa. ¿Protestas masivas? Difícilmente pueden llenarse las calles sin el IVA al consumo
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 23 de junio.

El dirigente nacional del Partido Convergencia, Luis Maldonado, se reunió el pasado viernes con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, para hablar de la reforma fiscal. Convergencia, que se supone que aún forma parte del Frente Amplio Progresista, se fue por la libre y no hizo caso a la línea que intentó tirar López Obrador para que los legisladores del Frente ni siquiera se sentaran a discutir el documento. El PRD y el PT no tardarán mucho en compartir la mesa y la sal con el secretario de Hacienda. Así que ¿Cuál Frente?
Pepe Grillo, Crónica, 24 de junio.

Para lograr una reforma fiscal integral y útil, no alcanza conque el PAN y el PRI se pongan de acuerdo. Urge que consideren a las otras fuerzas legislativas y que el PRD rompa el cerco de López Obrador y su obstinación para que a este gobierno le salga todo mal. Necesitamos que las izquierdas participen activamente en el diseño de la reforma y que además se hagan cargo de que tenga una recepción inteligente y razonada en la sociedad, empezando por la clase empresarial. Este no es momento para alejarse de la discusión política, este es momento para hacer patentes las diferencias, pero en el marco de los acuerdos y de la búsqueda de soluciones de largo plazo para nuestro país.
Espero que el PRD discuta y argumente con las otras fuerzas políticas, si lo hacen tendremos una mejor reforma, espero que el PRI no quiera sacar ventaja en terrenos no legislativos de esta reforma, como son los casos de Hank, Marín y anexas, aceptar eso sería destruir la endeble legalidad que tenemos. Espero que los partidos tradicionales escuchen con cuidado todas las propuestas de las otras fuerzas políticas. Este país es plural y diverso y así debe ser la construcción de una reforma fiscal. Si se cumplen éstas, y tal vez otras condiciones, por fin veremos una reforma en lugar de otra miscelánea fiscal. De no ser así, los impuestos seguirán siendo un tema eterno.
Luciano Pascoe, “La zanahoria del caballo”, Crónica, 24 de junio.

En todo caso, lo que rodea a la propuesta del gobierno es la incomunicación: del PRI se oyen fintas y reclamos esporádicos, o chantajes de mal gusto, y del PRD rechazos airados, pero ni siquiera la reiteración de su alternativa de la que pocos se acuerdan. Pareciera que nuestras vanguardias del espíritu público han optado por la callada o el acuerdo bajo cuerda, mientras los cálculos sobre lo esperado por Hacienda advierten de su insuficiencia básica y sin más trámite empiezan a hablar ya de inevitables recortes presupuestales o de reclamos que no se podrán cumplir. De ser así, habremos perdido otra oportunidad para encarar una de nuestras fallas geológicas, pero la pérdida de legitimidad del Estado que desemboca en esta patología fiscal secular seguirá su tarea corrosiva. No es la última oportunidad, como gusta de decir el licenciado Calderón, pero los huecos que no se cubren en los asuntos medulares como la educación, la ciencia y la tecnología, la salud y la infraestructura, no pueden sino profundizarse
Rolando Cordera, La Jornada, 24 de junio.

Lo que no se explican los analistas político financieros, tanto bisoños como iniciados, es por qué si el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y su equipo de cabilderos supuestamente ya "habían planchado" a los legisladores, ahora todos se dicen sorprendidos, se quejan de "excesos" y lanzan amenazas al gobierno del "cambio con rumbo".
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 25 de junio.

Pese a que sigue abierta la posibilidad de un periodo extraordinario, será hoy cuando los diputados inicien en sus comisiones un primer análisis del paquete fiscal presentado por la Secretaría de Hacienda, de Agustín Carstens. Se trata de los primeros rounds de sombra en el Congreso y se adelanta que las iniciativas presentadas no quedarán tal cual, lo que también permitirá que las principales fuerzas políticas fijen sus posturas ante los nuevos impuestos en puerta, y uno de los más polémicos es la aplicación de la CETU, que según las primeras revisiones implicará un pago mayor de lo que actualmente hacen las empresas del ISR.
Rogelio Varela, “Corporativo”, El Financiero, 25 de junio.

El primer error de esta discusión es haberle quitado su verdadera condición actual: una iniciativa de ley. La Cámara de Senadores la ha recibido y en lugar de ponerse a jugar con ella al “pin-pon” debería analizarla y enriquecerla, privarla de sus contenidos absurdos y darle un sentido económico y jurídico serio. Después vendrá la discusión de ese documento en la Cámara de los Diputados.
Pero la creación de dos bandos —anti-reforma—y pro-reforma, nos lleva a polarizar también esto. Nos lleva a dividir de nuevo a los mexicanos en buenos y malos, en sensatos e insensatos.
Y mientras discutimos por una ley hasta ahora inexistente y una reforma posible o no, pero ya lejos del alcance del Ejecutivo, nos olvidamos de lo más importante: Landon Donovan.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 25 de junio.

Las declaraciones vertidas a partir de que fueron públicos los siete documentos de la reforma, dejaron ver lo que se fue descubriendo después al conocerse los detalles de la propuesta: no son lo mismo los cambios deseables a la legislación vigente para conseguir una verdadera y renovada hacienda pública, que los cambios posibles bajo las actuales circunstancias políticas del país. Nuevamente prevalecen los intereses particulares de grupos por encima del interés público, o sea, del de la mayoría. Mientras que los partidos autoproclamados de izquierda —como el PRD, el PT y PCD— satanizan cualquier intento de incrementar o generalizar los impuestos al consumo, aduciendo que saldrán todos los demonios a provocar toda clase de calamidades si esto sucede, el PRI vive bajo el temor permanente de cómo lo verán los votantes si se suma al PAN —aunque sea responsablemente— para legislar a favor de una solución radical y definitiva. En cuanto a los otros, o no tienen la fuerza suficiente para impulsar una iniciativa más completa, o simplemente se dejan arrastrar por la inercia de alguno de los tres grandes. Al final como hemos visto, la distancia entre lo deseable y lo posible es enorme.
Guillermo Ortega, “En corto”, Crónica, 25 de junio.

Agustín Carstens le dio la vuelta a la politización de la Reforma Fiscal al no considerar ni el IVA ni el ISR ni a Pemex en la propuesta que presentó al Congreso de la Unión. Dio pie para que diputados, senadores y gobernadores analicen y se comprometan con el nuevo esquema que busca disminuir la dependencia gubernamental de los ingresos petroleros y replantear el federalismo fiscal.
Jesús Rangel, “Estira y Afloja”, Milenio Diario, 25 de junio.

Algo deseable, pero muy poco probable, es que en su tránsito por el Congreso el proyecto fiscal para 2008 fuera objeto de cambios medulares que lo transformaran en una auténtica reforma. / Pero ello significaría pasar del forcejeo a la cooperación y a la racionalidad en el trato entre Ejecutivo y Legislativo, lo cual es una situación que todavía no se ve muy cercana, por lo menos en lo que a las llamadas reformas estructurales se refiere. Así que lo más probable es que en los siguientes años del sexenio veremos más "parches" fiscales encaminados a convertirse en una "reforma".
Alejandro Ramos Esquivel, “Redes de poder”, El Financiero, 25 de junio.

La Cámara de Diputados iniciará mañana, en comisiones, el análisis de la propuesta de reforma fiscal presentada por el presidente Felipe Calderón al Congreso de la Unión. El trabajo estará a cargo de las comisiones de Hacienda, de Presupuesto y Cuenta Pública y de Puntos Constitucionales…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 25 de junio.

El Congreso deberá considerar si lo que Hacienda cree posible en la situación política actual del país y las dificultades de legitimación social del gobierno es lo que se necesita para crear las condiciones sostenibles de un mayor crecimiento, el empleo y la productividad. Estas son, al final de cuentas, las fuentes básicas para una mayor recaudación, una mejor asignación del gasto, una tendencia a reducir las desigualdades sociales y regionales y un verdadero saneamiento de las finanzas públicas. Sin eso las medidas tributarias y administrativas sólo seguirán dando, en el mejor de los casos, resultados parciales e insuficientes
León Bendesky, La Jornada, 25 de junio.

¿Podemos llamar a esto Reforma Integral de la Hacienda Pública? No. Pero es una iniciativa que avanza por atajos inesperados hacia el objetivo central de todo régimen fiscal que se respete: que todos paguen.
El pragmatismo de nuestros políticos impide la reforma fiscal que el país necesita; ésta supone decisiones impopulares que nadie está dispuesto a pagar. En vez de reforma fiscal tenemos entonces un juego de astucias entre evasores y cobradores de impuestos. Bienvenido.
Héctor Aguilar Camín, “Día con día”, Milenio Diario, 26 de junio.

Cuando cabildearon la reforma fiscal con legisladores priistas, funcionarios de la Secretaría de Hacienda se quedaron pasmados con la respuesta: el PRI estaba de acuerdo con el IVA a alimentos y medicinas pero los documentos básicos registrados en el IFE decían que no.
Y cuando buscaron algunos caminos para comentar la reforma con legisladores perredistas, se toparon con uno de los estorbos más grandes del mundo: no una calificación sobre la iniciativa sino la instrucción de López Obrador de negar cualquier negociación con el "gobierno espurio" de Felipe Calderón.
En este contexto, la reforma fiscal del gobierno de Calderón tuvo que hacer una carrera de obstáculos: eludir oposiciones, desdenes, condiciones, puyas, desprecios, descortesías y mensajes negativos. Desde su minoría, Calderón carece de fuerza política para operar una reforma en los ingresos del Estado; y desde su mayoría, la oposición ha regresado a la tentación de gobernar sin necesidad de tener el poder.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 26 de junio.

La reforma hacendaria, sin embargo, era la posibilidad de diseñar para México sus pactos de la Moncloa, aquellos acuerdos fundamentales que amarraron la transición española a la democracia. Paralelamente a la reactivación de las instituciones democráticas, el gobierno de Adolfo Suárez acordó con todas las fuerzas sociales y políticas -sindicatos, partidos y organizaciones patronales- una serie de cambios sustanciales en la política económica para dar por concluido el modelo económico del franquismo y definir un nuevo modelo de desarrollo modernizado. La transición, por tanto, se amarró con una reforma del desarrollo que proyectó a España como la economía más fuerte de Europa.
La reforma fiscal mexicana no era, pues, sólo un paquete de ingresos. Su intención iba más allá. Pero la mezquindad de la oposición frustró sus posibilidades. El equipo de Hacienda careció, a su vez, de visión de largo plazo porque organizó el diseño de la propuesta no en función de lo que necesitaba el país, sino de los espacios reducidos que dejaban los mensajes negativos adelantados de la oposición.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 26 de junio.

El debate sobre el IVA forma parte de las inconsistencias políticas de la crisis. El PRI no puede apoyar el IVA a alimentos y medicinas -aun estando de acuerdo- porque se lo prohíben sus documentos básicos registrados en el IFE. Y el PRD tampoco apoyará esa iniciativa porque tiene un compromiso de subsidios con los pobres. Ni el PRI ni el PRD discuten si la exención es positiva o si es un obstáculo.
En realidad, el no cobro de IVA a alimentos y medicinas es un subsidio a ciertos sectores populares. Es decir, es algo considerado como "salario no monetario". Sin embargo, tiene más impacto económico y detona el desarrollo pagar más salarios y cobrar IVA que controlarlos y subsidiarlos con IVA exento. En el fondo, el debate radica en la concepción de un modelo de desarrollo: una economía subsidiada para pobres o una economía dinámica en la que todos ganen más y paguen más. Es decir, el viejo Estado populista del PRI que hoy retoma el PRD o un Estado con economía dinámica.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 26 de junio.

La reforma hacendaria, por tanto, no satisface las necesidades del país. El PAN carece de fuerza para ir más allá y el PRI y el PRD se dedican a obstaculizar el desarrollo con sus viejas consignas populistas. Así, el país podría perder otra oportunidad por la mezquindad de la oposición y la ceguera del partido en el poder.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 26 de junio.

Conclusión: conviene, lo más pronto posible, sustituir el ISR por la CETU. ¿Quiénes tendrían que proponer tal sustitución? Los legisladores, quienes así mostrarían que son capaces, ¡en buen plan!, de enmendarle la plana al Ejecutivo y de avanzar en la dirección correcta.
Arturo Damm Arnal, “Pesos y contrapesos”, Crónica, 27 de junio.

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