De acuerdo con versiones circulantes en la Cámara de Diputados, esta semana podrían arrancar formalmente los trabajos para las tan anunciadas reformas de fondo necesarias para el mejor desarrollo del país. Se asegura que el gobierno de Felipe Calderón, por conducto del titular de Hacienda, Agustín Carstens, hará llegar a los diputados la iniciativa de reforma fiscal
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 28 de mayo.
Que, ahora sí, en la semana llegará a la Cámara de Diputados el proyecto de reforma fiscal de la Presidencia de la República. Según el presidente de la Comisión de Hacienda, el priista Jorge Estefan, la iniciativa está lista y se encuentran sobre el escritorio del secretario Agustín Carstens.
“Trascendió”, Milenio Diario, 28 de mayo.
Que el Ejecutivo no ha enviado su propuesta de reforma fiscal a la Cámara de Diputados y en las fracciones priista y panista, de Emilio Gamboa y Héctor Larios, hay muchos que no quieren cargar con el costo político que entraña un cambio de esa naturaleza.
“Trascendió”, Milenio Diario, 30 de mayo.
Salvo instrucción en contrario que lo impida, será en la semana del 19 de junio cuando el Ejecutivo federal haga llegar al Congreso, mediante la Secretaría de Hacienda de Agustín Carstens, su iniciativa de reforma fiscal que tanto dará de qué hablar… y la cual, a decir de legisladores de Acción Nacional, deberá estar aprobada antes de que concluya julio.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 10 de junio.
Pero, al mismo tiempo, el presidente Calderón confirmó en la gira que en las próximas semanas se presentará la iniciativa de reforma fiscal e incluso se han puesto ya algunos objetivos muy concretos para la misma: un crecimiento, en primera instancia, de la recaudación, de 3% con respecto al PIB (la tasa actual, de aproximadamente 11% del PIB, es vergonzosa para un país de nuestro tamaño y nivel de desarrollo), que no alcanza para solucionar los problemas de financiamiento requeridos por el Estado y la sociedad mexicana, pero sirven como una base con miras a construir un sistema fiscal más eficaz
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 11 de junio.
El segundo tema es el nuevo ritmo que tomará la reforma hacendaria. Si bien es cierto que la Secretaría de Hacienda, encabezada por Agustín Carstens, ha avanzado mucho en la definición de lo que debe buscarse con los cambios fiscales, que se ha ido generado un apoyo mayoritario de los gobernadores y, quizá lo más importante, convertido en una prioridad para los legisladores, es necesario tener claro que no puede pensarse en una reforma hacendaria o fiscal si no viene acompañada de una serie de cambios en materia energética
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 11 de junio.
Si la reforma fiscal que viene —como se presume— es una suma de acciones recaudatorias de esta naturaleza, las empresas bursátiles no deberían festejar tanto su entrada en vigor, porque serán fuertemente afectadas. De allí que no se entiende el comportamiento festivo del mercado bursátil bajo este argumento. De darse una reforma fiscal recaudatoria con las características que hemos descrito, el mercado accionario tendría que caer. / O el mercado tiene información privilegiada o el secretario de Hacienda ha “vendido” tan bien su paquete fiscal, que hasta las empresas están contentas de pagar más impuestos.
Samuel García, “El Observador”, Milenio Diario, 12 de junio.
Y ES QUE para fin de mes se prevé que Felipe Calderón haga llegar a San Lázaro su propuesta de reforma fiscal, pero es obvio que no lo va a hacer al viejo estilo de "a'i les mando eso, háganse bolas". TAN ES ASÍ que el comentario recurrente en los pasillos legislativos es sobre la posibilidad de que se convoque a un periodo extraordinario de sesiones en pleno verano.
LO QUE TODAVÍA está en duda es si se trata de una verdadera reforma fiscal que simplifique el pago de impuestos y amplíe la base de contribuyentes, o si sólo se trata de un simple ejercicio recaudatorio que, por lo demás, tendrá un carácter deflacionario. ¿En qué quedamos?
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 12 de junio.
LE PEDIMOS que lo conserve bajo reserva, pero los mercados financieros, fuera y dentro del país, ya dan por descontada la aprobación de una reforma fiscal en México, e incluso han puesto fecha límite: septiembre próximo. Eso sólo puede significar dos cosas: o periodo extraordinario en el Congreso para abordar el tema, o votación fast track en los primeros días del periodo de otoño.
Por lo pronto, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, tiene pisado el acelerador. En los próximos días, a más tardar la próxima semana, entregará al Congreso la iniciativa gubernamental respectiva. Y traerá varias sorpresas. / Por ejemplo, un Sistema de Evaluación del Desempeño en el gasto público, con indicadores, sistemas de monitoreo y elaboración de objetivos estratégicos.
“Bajo Reserva”, El Universal, 13 de junio.
Puede usted dar por seguro que será la próxima semana cuando el presidente Felipe Calderón envíe la iniciativa de reforma fiscal a la Cámara de Diputados.
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, trabaja a marchas forzadas y en total hermetismo para que no se filtre el contenido de la reforma que viene.
Carstens trabaja de cerca con sus tres subsecretarios, encabezados por el de Ingresos, Fernando Sánchez Ugarte, y los de Egresos, Ernesto Cordero Arroyo, y de Hacienda, Alejandro Werner Wainfield.
También participa activamente el coordinador de asesores de Carstens, José Antonio Meade Kuribeña.
De igual forma participan activamente los Colegios de Contadores y Colegios de Abogados.
Lo que sí le puedo adelantar es que la reforma fiscal que viene no incluye el Impuesto al Valor Agregado generalizado para alimentos y medicinas.
Sí incluye un impuesto al consumo local del 2 por ciento, más impuestos a gasolinas y refrescos.
Marco Antonio Mares, “Ricos y Poderosos”, Crónica, 15 de junio.
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