La Secretaría de Comunicaciones y Transportes ya tiene lista la política de televisión digital, la cual marca los lineamientos tecnológicos, estrategias y plazos que deberán de seguir las empresas de televisión para emigrar de la actual transmisión analógica hacia la tecnología digital en los próximos 18 años. Para hacer realidad la digitalización, se calcula que los concesionarios de televisión deberán de invertir alrededor de 2 mil 500 millones de dólares, ya que deben de renovar todos sus equipos de transmisión y producción. Pero para que los televidentes puedan disfrutar de los beneficios de la televisión digital también deberán de invertir en la adquisición de un nuevo televisor de alta definición, el cual además de brindar una mejor calidad en las imágenes y sonido similar al de un disco compacto, también ofrecerá servicios de doble vía, es decir, servicios interactivos, y acceso a internet. En pocas palabras, se trata de la convergencia tecnológica. Y aunque la televisión digital aún no está disponible en México, en el mercado ya es posible conseguir equipos preparados para esta tecnología con precios que van desde los 7 mil hasta más de 40 mil pesos, dependiendo de la marca, la superficie de la pantalla y del punto de venta. Televisa y Televisión Azteca ya iniciaron las pruebas de la televisión digital. De hecho, hace un par de semanas la televisora del Ajusco realizó la proyección de la película El Tigre y el Dragón con esta tecnología. En los próximos años, las empresas se enfocarán en una primera etapa en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, y paulatinamente se irán extendiendo hasta completar todo el territorio nacional. Para ello, la SCT les asignará a las televisoras un canal adicional para que hagan las transmisiones digitales. Al término del proceso, el compromiso es que se lo devuelvan al Estado, explicaron fuentes oficiales.
Nota de María Osterroth, Reforma, 15 de abril.
A partir de este año comenzará el periodo de transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) en México, el cual incluirá seis etapas trianuales que concluirán en 2021, informó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Según la dependencia, se asignarán a los concesionarios, de manera temporal, un canal adicional por canal analógico, en el que se transmita digitalmente en forma simultánea la misma programación que se difunda por los canales tradicionales. La SCT publicó el proyecto del Acuerdo por el que se adopta el estándar tecnológico de Televisión Digital Terrestre en México , el cual aún debe ser publicado en el Diario Oficial de la Federación , una vez que se reciban los comentarios de los involucrados y quede un documento final. Para este servicio, los usuarios deben tener televisores especiales, mismos que en la actualidad son más caros que los tradicionales. En el proyecto se menciona que el gobierno federal podrá establecer una contraprestación económica a los concesionarios. Además, la SCT aclaró que las transmisiones de la TDT deberán ser de calidad de alta definición (HDTV, por su sigla en inglés), que es similar a la del cine o a la calidad mejorada (EDTV), como la del DVD, aunque para el inicio de cada canal extra se deberá contar al menos con calidad estándar. Pero al final del tercer periodo, que concluye el último día de 2012, todas las estaciones que cuenten con réplica digital tendrán la obligación de ofrecer transmisiones de calidad HDTV o EDTV en al menos 20 por ciento del tiempo total del horario al aire de dicha estación, y en los horarios de mayor audiencia, al menos una hora al día. Además, se contempla que estas señales de TDT puedan ser captadas por el público a través de receptores fijos, aunque la SCT podrá analizar la viabilidad de llevar esta tecnología a aparatos portátiles y móviles. Todo ello implicará cambios a los títulos de concesiones de las televisoras, aclaró la dependencia federal. El modelo de la TDT también promoverá la promoción de servicios de telecomunicaciones por parte de las televisoras.
Nota de Angelina Mejía, El Universal, 19 de abril.
COMO ES PÚBLICO, este viernes se publicaron los lineamientos para la compra de bases de la licitación de la posición satelital 77° oeste de la que dispone México y con la que se podrán transmitir datos, servicios de banda ancha para internet, TV satelital y hasta radiofonía. La subasta había quedado pendiente desde el sexenio pasado. En este ínter supuestas presiones de algunos interesados obligaron a la subsecretaría que encabeza Jorge Álvarez Hoth a acelerar el paso. Llegó la hora de la verdad y habrá que ver si el apetito existe, porque, claro, deberá reflejarse en un monto por arriba del mínimo a pagar ya establecido. Será hacia octubre o noviembre cuando se conozcan los ofrecimientos y se asigne el título. La operación se da en un entorno de plena recuperación de esa industria, luego de múltiples consolidaciones y exceso de capacidad. Aún así se cree que es una posición valiosa, puesto que cubre México, CA y EU. Según esto, estarían interesados PanAmSat recién adquirida por Hughes de Rupert Murdoch; EchoStar de Charlie Ergen, líder en la TV por satélite en EU y la que más crecimiento ha tenido. Está también Hispasat, firma española poseedora de dos satélites y que en breve lanzará otro, el Amazonas en la posición 61° de Brasil, amén de que contiende por la 30° oeste en el Atlántico; Eutelsat, la europea proveedora de frecuencias a través de 24 satélites con los que cubre 150 países e INTELSAT, gigante estadounidense con 40 años de historia. Fue la que lanzó en los sesenta el "pájaro madrugador" por el que se llevaron las primeras transmisiones deportivas al mundo entero.
Alberto Aguilar, “Nombres, nombres y nombres”, Reforma, 1º de junio.
Al menos en el terreno de la propaganda, TV Azteca se adelantó a Televisa en la carrera por la TV de alta definición. Como se recuerda, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes publicó en julio de este año el acuerdo por el cual se adopta el estándar tecnológico para que México cambie el actual sistema de TV analógica por el de transmisiones digitales, lo cual redundará en una imagen con el doble de definición que la actual y un sonido con calidad de disco compacto. Este cambio tecnológico habrá de concluirse en todo el país el año 2021 con metas intermedias que las televisoras deberán ir cumpliendo, por ejemplo introducir la digitalización de las transmisiones en las nueve ciudades más importantes del país (encabezadas por el DF, Guadalajara y Monterrey) para el año 2009. El lunes, TV Azteca anunció que se convertirá en “la primera compañía de televisión en México con Plan para migrar estaciones de transmisión”. Aunque el boletín resulta escueto y no precisa cómo realizará la “migración” de sus transmisores analógicos a digitales ni en qué ciudades empezará a hacerlo y cuándo, el boletín de la televisora afirma que ésta “se comprometió ante la SCT con la adopción de estándares tecnológicos de televisión digital (para “migrar”) los 555 transmisores de sus canales en México en forma progresiva, para retransmitir con tecnología digital a los telehogares cubiertos por TV Azteca”. Habrá que ver cuál es la reacción de Televisa en los terrenos de la propaganda y la tecnología; obviamente la empresa de Emilio Azcárraga no se resignará a perder la carrera en este nuevo ámbito de competencia entre las dos televisoras.
Fernando Mejía Barquera, “Cambio de Frecuencia”, Milenio Diario, 17 de septiembre.
A fin de incentivar la migración a tecnología digital, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) otorgará concesiones de hasta 18 años, en vez de 12 años, a aquel concesionario de televisión que decida sumarse a esta política de adoptar el estándar de Comité de Sistemas de Televisión Avanzada (ATSC por sus siglas en inglés) para las transmisiones de la Televisión Digital Terrestre. En este caso Televisa y TV Azteca, que siguen gozando de la falta de una ley que excluya la discrecionalidad en el otorgamiento de concesiones y refrendos. Jorge Rodríguez, director general de Sistemas de Radiodifusión de la SCT, explicó que cualquier concesionario de televisión que decida migrar sus sistemas de digitalización tendrá un refrendo en su concesión de hasta 18 años, pero condicionado a compromisos "agresivos", pues vienen a abrir un nuevo mercado que en México no existe. Añadió que en la medida de que cada concesionario se sume a este proceso de digitalización de todo su sistema gozará de más tiempo de refrendo de su concesión, pues el plazo de transición vence en el 2021. Es decir, dijo, si un concesionario decide adherirse en el 2011, sólo gozará de 10 años de su refrendo de concesión. Destacó que esto podría traer como consecuencia el reclamo de los concesionarios de radio, pero dejó ver que cuando se dé una política de radio digital, éstos gozarán de los mismos beneficios. "Estamos ofertando refrendos por hasta 18 años a quien se adhiera a la política y esto quizá para la gente de radio pudiera suscitarle alguna cuestión, en el sentido de que las estaciones de radio están teniendo refrendos por 12 años, con la razón de dar 18 años en materia de televisión es que con base a la política de TV digital estamos poniendo compromisos agresivos", consideró.
Nota de Jorge Herrera y Fernando Pedrero, El Universal, 7 de octubre.
El gobierno federal otorgará concesiones de frecuencias radiofónicas y televisivas a través de un proceso de licitación, y el calendario para participar en el concurso de selección deberá estar previsto en el plan anual del Consejo Nacional de Radio y Televisión, de acuerdo con las propuestas recabadas por la mesa de Diálogo para la Revisión Integral de la Legislación de los Medios, que integran el predictamen para crear la nueva Ley Federal de Radio y Televisión. La convocatoria al proceso de licitación será publicada en el Diario Oficial de la Federación. El título de concesión –una vez asignado- será publicado en el mismo. El Consejo tendrá criterios precisos según la propuesta del predictamen para otorgar concesiones de frecuencias radiofónicas y televisivas. Los elementos que el Consejo tomará en cuenta para otorgar una concesión son: a) La propuesta de programación de contenidos a transmitir presentada por el solicitante (tomando en cuenta factores como respeto a la libertad de expresión, si difunde información objetiva, respeta los derechos humanos, etcétera); b) Que su participación como prestador del servicio de radio y televisión contribuya a la pluralidad de la oferta programática y de la competencia. c) Que el solicitante de la concesión no pertenezca a instituciones religiosas, que no sea ministro de culto. Los partidos políticos no podrán ser titulares de concesiones o permisos ni siquiera de forma indirecta. Los extranjeros no tendrán derecho a éstos. d) Congruencia entre el Plan Anual y los fines expresados por el interesado para utilizar la frecuencia para prestar el servicio de radiodifusión. (Que las propuestas de quien solicite la concesión contribuya a que el Consejo cumpla con sus objetivos).
Nota de Nayeli Cortés y Lilia Saúl, El Universal, 8 de octubre.
Las dos principales televisoras del país, Televisa y TV Azteca, han obtenido el refrendo, hasta el año 2021, de la mayor parte de sus concesiones para operar canales de televisión, incluidos los que son “cabeza” de sus redes nacionales y que operan en el Distrito Federal: 2, 4, 5 y 9, en el caso de Televisa, y 7 y 13, en el de Azteca. Las concesiones refrendadas suman 393 y se ubican en todas las entidades del país, a excepción de Tlaxcala. De ellas 224 corresponden a la empresa de Emilio Azcárraga Jean y 169 a la de Ricardo Salinas Pliego. En todos los casos la fecha de conclusión es el 31 de diciembre de 2021. La mayoría de esas concesiones no había llegado a su término: unas vencían en 2008 (por ejemplo las de los canales 7 y 13 en el DF), otras en 2009 (las de los canales 2, 4, 5 y 9), y varias en 2006 o 2010. No obstante, el gobierno federal accedió a refrendarlas hasta 2021 a cambio de un compromiso con las televisoras.
Fernando Mejía Barquera, “Cambio de Frecuencia”, Milenio Diario, 13 de noviembre.
El compromiso consiste en que, a cambio de la renovación, ambas empresas impulsen el desarrollo en México de la televisión digital abierta. Como se sabe, esta nueva fase tecnológica de la TV implica un tipo diferente de transmisiones que modificarán a la actual televisión en varios aspectos: 1) una imagen con mayor definición y nitidez (la actual TV analógica tiene 525 líneas en su “barrido” horizontal, mientras que la digital tendrá el doble); 2) sonido digital con calidad similar al CD; 3) pantalla ancha, con proporción 16:9, a diferencia de la actual casi cuadrada que tiene proporción 4:3); 4) reducción del ancho de banda en las frecuencias que ocupan actualmente los canales de TV, por lo que en el futuro podrá haber nuevos canales en sitios hoy saturados. Aunque hay varios estándares técnicos en relación a la TV digital, el gobierno mexicano decidió adoptar la norma oficial de Estados Unidos, que lleva el nombre de A/53 y fue desarrollada por una entidad llamada ATSC (Advanced Televisión System Comitee). Así lo anunció la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a través de un acuerdo publicado en el Diario Oficial el 2 de julio de 2004, donde se establece un calendario que señala al año 2021 como fecha en que la “migración” hacia la TV digital se habrá llevado a cabo por completo en México.
Fernando Mejía Barquera, “Cambio de Frecuencia”, Milenio Diario, 13 de noviembre.
La introducción de esta nueva TV en México exigirá una inversión global, de aquí a 2021, por aproximadamente dos mil quinientos millones de dólares. Las empresas televisoras tendrán que cambiar sus equipos de producción y transmisión de analógicos a digitales, proceso que actualmente está en marcha, y no hay duda de que quienes tienen la capacidad financiera para “jalar” tras de sí al resto de la industria televisiva son precisamente Televisa y TV Azteca. La renovación de estas concesiones se hizo el 25 de agosto de 2004 para el caso de TV Azteca y el 21 de septiembre para el de Televisa, luego de negociaciones realizadas en el tono “discreto” —casi de ocultamiento— que suelen tener los acuerdos entre la SCT y los magnates de la TV. De manera injustificable la autoridad tuvo a bien no informar en su momento sobre esta renovación de concesiones, Televisa tampoco hizo alguna alusión al hecho, y sólo TV Azteca, a través de un confuso boletín emitido el 13 de septiembre se refirió a “sus concesiones recientemente renovadas”, pero sin aclarar cuáles, cuántas y por cuánto tiempo fueron refrendadas.
Fernando Mejía Barquera, “Cambio de Frecuencia”, Milenio Diario, 13 de noviembre.
El gobierno federal, sin que nadie lo supiera, renovó entre el 25 de agosto y el 21 de septiembre, 394 concesiones de televisión operadas por Televisa y TV Azteca. Lo irregular del asunto es que muchas de ellas, según encontró el periodista, Fernando Mejía Barquera, todavía no estaban cerca del término de su vigencia (como la del Canal 7 y el Canal 13, que vencían hasta el 2008). El compromiso habría sido que ambos consorcios televisivos impulsen el desarrollo de la televisión digital, que se espera esté listo para el 2025. Aunque es verdad que en este momento estas dos televisoras son las únicas que tienen la capacidad económica para emigrar hacia esta tecnología, qué pasaría si surgiera alguien interesado en invertir en este negocio; por ejemplo, se habla de que Alejandro Burillo y Clemente Serna quisieran ya no digamos entrar a la televisión digital, sino tan sólo a la señal abierta, incluso se sabe que realizaron estudios técnicos que sostienen que podría existir un Canal 6 en la banda de la UHF. Pues ya no lo podrán hacer o, aunque puedan, estarían en desventaja frente a este duopolio que, por lo menos, tendremos hasta el 2025. ¡Se imaginan la misma dieta televisiva durante los próximos 20 años! Y todo gracias a la discrecionalidad de las leyes, que no obligan hacer transparente la renovación y el otorgamiento de las concesiones.
Gerardo Soriano, “Medios y remedios”, El Economista, 15 de noviembre.
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