Rechazan televisoras intentos de censura

La Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión y las principales empresas televisoras fijaron su postura en torno a la reforma electoral que se debate en el Senado.

La CIRT llamó a los legisladores a darse tiempo de elaborar una reforma verdaderamente de vanguardia; Televisa se pronunció porque la modificación venga a reforzar y no a coartar las garantías constitucionales, mientras Televisión Azteca dio a conocer que hasta que no se aclare y no se resuelva la nueva relación entre los partidos, los medios y la sociedad, no aceptará un solo peso de ningún instituto político, es decir, “dejará de ingresar dinero proveniente del PAN, PRI, PRD, PT, PVEM, Convergencia, de quien sea, para que esto no empañe la discusión de fondo”.

Joaquín López Doriga leyó un comunicado de Televisa en el que ésta dice que la democracia no debe ser cara ni un asunto de dinero. “Su signo no puede ser el dinero ni éste puede estar por encima del debate de las ideas”.

La empresa avaló la decisión de sacar el dinero como motor de los procesos electorales, sin embargo, expresó su preocupación por la ausencia de una convocatoria para que todos los interesados pudieran ser escuchados como lo fueron en todas las reformas electorales previas.

Televisa subrayó le preocupa sobremanera la prohibición de “difundir mensajes susceptibles de influir en las preferencias electorales” lo que podría dar lugar a la censura periodística o a su tentación.

En el noticiero de Javier Alatorre, en Televisión Azteca, el vocero de esta empresa, Luis Niño de Rivera, dejó en claro que para esta empresa el tema no es un asunto de dinero, sino una cuestión de valores y principios, por lo que renuncia al dinero de los partidos hasta en tanto se aclare este asunto.

Sostuvo que se gasta mucho en las elecciones y refirió que el año pasado el proceso electoral costó 12 mil 900 millones de pesos y, contrario a lo que argumentan los que promueven el predictamen de reforma electoral , de esos recursos —afirmó— sólo 8 por ciento fue a la radio y televisión y 92 por ciento restante fue lo que se gastó en la operación del IFE, en lo que se dio a los partidos y para el voto en el extranjero.

Lamentó que este proceso de reforma se haga a puerta cerrada y advirtió: “¿qué clase de democracia vamos a tener en este país si se va a eliminar cualquier opinión política que no sea la de algún partido?”.

La CIRT consideró que en general se observa que la reforma electoral está pensada más en las necesidades de los partidos que en la aspiración de la sociedad mexicana en su conjunto.

En un comunicado, la cámara empresarial dijo estar consciente que la cantidad de recursos que se destinan a campañas electorales es elevada, lo que contrasta con las muchas necesidades que apremian al país. Sin embargo, señala, al elaborarse el “predictamen” sin consulta pública, se omitieron elementos claves para consolidar una reforma de vanguardia en beneficio de nuestro sistema democrático.

Algunos planteamientos de la CIRT son: ajustar a la baja el financiamiento de los partidos; fomentar el debate público entre candidatos, lo que a su juicio no menciona la iniciativa, y reconsiderar los elementos hoy existentes que dan lugar a la censura de los medios electrónicos al limitar la difusión de opiniones sobre los partidos o sus candidatos.

Nota de Milenio, 11 de septiembre.

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