En el apartado previo, correspondiente ala toma de la tribuna, se asomaron algunos comentarios a propósito de los partidos políticos sobre todo a propósito del acto. A continuación presentamos 58 comentarios, 22.3% de los 160 sistematizados, relacionados tanto con el desempeño de cada partido, así como con los escenarios que gradualmente se visualizaron a propósito de la toma de protesta de Felipe Calderón. 17 se refieren al Partido Revolucionario Institucional; catorce a Acción Nacional y 27 al de la Revolución Democrática.
Partido Revolucionario Institucional.
La Cámara de Diputados debe ser espacio de diálogo, debate y acuerdos. Los mexicanos esperan de sus legisladores una conducta seria y responsable, expresó la bancada del PRI respecto de los sucesos en San Lázaro, y reiteró su "disposición para ser un mediador en el delicado ambiente que se ha venido construyendo en el país gracias a la intolerancia y la soberbia política”…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.
A nombre de los priistas, Emilio Gamboa, repudiaba los actos violentos, calificándolos de inaceptables y vergonzosos, pues los diputados federales deben cumplir la ley y no violarla. Es más, dice que Zermeño debe presentar denuncias ante el Ministerio Público para que delimiten las responsabilidades del caso. Las dirigencias nacionales de los partidos políticos que tomaron la tribuna deben pensar en la gente y en la sociedad en su conjunto. Anoche, el 80 por ciento de los diputados priistas decidieron exhortar a Vicente Fox para que se abstenga de asistir a la ceremonia de cambio de poderes.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.
En la sesión senatorial de anoche, luego de un prolongado receso, el priísta hidalguense Jesús Murillo Karam presentó el punto de acuerdo para proponer a la directiva de la colegisladora a que, de no haber condiciones para que la sesión de mañana se realice en San Lázaro, se busque una sede alterna a fin de que Calderón rinda protesta y asuma la Presidencia de la República. Aun con la anuencia del pleno en el Senado y la insistencia panista en que la ceremonia de mañana se lleve a cabo en la Cámara de Diputados, esto difícilmente podría lograrse.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.
La pregunta, entonces, es: ¿qué ocurrirá con la ceremonia del 1 de diciembre? Y anoche surgían alternativas. El PRI, el gran ganador de la irracional confrontación, propone una sede alterna para que Calderón rinda protesta y pide que no asista el presidente Fox.
Pero la propuesta priísta parece incompleta. Más que una sede alterna se requeriría una sede distante del DF, porque el 1 de diciembre Andrés Manuel López Obrador está convocando a una marcha a sus seguidores y, según sus cálculos, planean reunir a unas 20 mil personas en el Zócalo para de ahí movilizarlas a cualquier sede alterna donde se intentará tomar el juramento al Presidente. No habría cerco policiaco que resistiera una movilización de esa magnitud ni tiempo para preparar un operativo de protección a una sede alterna.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.
En el recuento de este episodio los priistas Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón comenzaron a cocinar el "plan B" que al final de cuentas vendría a atemperar los ánimos de los perredistas y a darles una relativa tranquilidad a los panistas. El rito ceremonial de la imposición de la banda tricolor así se realizaría.
Santiago Creel tuvo un trago amargo, porque horas después de iniciada la campal, pidió a los priistas "hacerse a un lado", "no meterse" ni ponerse en calidad de árbitros. Como olvidando que solos los panistas no pueden hacer nada.
Jesús Sánchez, “Recuento Político, 30 de noviembre de 2006.
El maquiavelismo tenebroso de Manlio Fabio Beltrones y el pragmatismo político de Emilio Gamboa Patrón se han combinado no sólo para buscar el control de la dirigencia nacional priísta, con Enrique Jackson como su candidato, sino también para imponer en el viejo partido la visión de que, a través de la negociación política, pueden obtener grandes beneficios y pueden posicionarse -más como grupo político que como proyecto ideológico o de partido-, con miras a avanzar en el sexenio que comienza hasta un punto en el que el 2012 esté al alcance de una candidatura presidencial para Beltrones.
No es casual que en el fracaso de las negociaciones que sostuvieron sectores moderados del PAN y el PRD, en busca de un pacto que hiciera posible la toma de protesta de Felipe Calderón, aparezcan huellas priístas. Desde que se enteraron que había contactos entre azules y amarillos, los del PRI hicieron todo lo posible por enrarecer el ambiente y evitar un entendimiento entre los dos partidos mayoritarios que les quitaría el papel de "aliados estratégicos" del PAN.
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Gráfico, 30 de noviembre de 2006.
Los priistas, que ahora muy pragmáticamente menosprecian la importancia de las formas y proponen que la ceremonia se lleve a cabo en cualquier lugar, fueron unos verdaderos maestros en el arte de la legitimación de su régimen a través del respeto de las formas. Los priistas lograban en unos meses transformar a un simple, y en general, gris, secretario de Estado, en un "auténtico" estadista. De entrada, empezaban con el rito al que magistralmente se llamó el destape y en el que auténticamente revelaban a la ciudadanía que uno de los suyos había sido elegido como sucesor porque reunía, como nadie más, y de forma "evidente", todos los atributos necesarios para la conducción del país. Y antes de que surgiera alguna duda se desataba una avalancha de notables que iban a saludarlo, a festejarlo y a expresar públicamente su absoluta coincidencia con la atinada y correcta elección "del partido". En unas horas a un hombre común, cuya característica más notoria había sido la obediencia, la sumisión y la lealtad a su jefe, se le descubría un innato don de liderazgo. Era un ritual muy bien ensayado. Los que acudían a felicitar al elegido mostraban su sometimiento al sistema y al hacerlo contribuían a construir un nuevo liderazgo. Luego lo placeaban por toda la República, a lo largo de una campaña cuya intensidad no tenía nada que ver con la competencia, sino con la necesidad de poner al elegido en contacto con todos los factores de poder locales. Pasaba el día de la votación, que era un mero trámite, y llegaba el momento cumbre del traspaso del poder: el día de la toma de posesión. El que entregaba, llegaba acompañado y se iba solo, y al nuevo lo recibían de pie y con reverencial actitud. Todo terminaba en un multitudinario besamanos en Palacio Nacional. Y así, en menos de un año, el sistema priista se perpetuaba en el poder gracias a un conjunto de ritos muy bien escenificados.
Denisse Maerker, “Atando Cabos”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.
Los legisladores del PRI parecen haber llegado a un acuerdo con los panistas de que no romperán la sesión impidiendo el quórum, ni evitarán la toma de protesta del presidente Calderón. Estos compromisos serían parte de los acuerdos por medio de los cuales se dio al PAN la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y por ello de la sesión conjunta de las Cámaras del Congreso del 1o. de diciembre, a pesar de que esta responsabilidad le correspondía al PRD, mientras que la Junta de Coordinación le fue entregada al priista Emilio Gamboa. Pero una cosa es prometer no romper la sesión y otra garantizar que ésta se lleve a cabo en el salón de plenos de San Lázaro.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.
Fidel Herrera Beltrán nos asegura que los legisladores perredistas pueden quedarse a vivir en San Lázaro si lo desean, y el hecho de que tengan tomada la tribuna no impedirá que el Presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa cumpla con la obligación Constitucional de rendir su protesta. A pesar del pleito de diputados panistas y perredista, ya hay un Presidente electo.
Y luego nos señala que está en contra de la intransigencia, en contra de la obcecación. Los legisladores tienen el compromiso ante la nación y deben cumplir con la sociedad. Los gobernadores estaremos presentes en la ceremonia donde quiera que sea, a donde el Congreso resuelva.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 30 de noviembre de 2006.
Gana el PRI, dicen los cínicos y argumentan: En más de 70 años de gobiernos priistas, nunca brindamos un espectáculo de esta naturaleza. Bueno, la realidad fue que cualquier intento de "insurrección política", los priistas lo resolvían de una manera "más ortodoxa", no sólo mediante la destitución sino hasta la "desaparición".
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.
Por la tarde de ayer, el priista Emilio Gamboa Patrón, repetía que Vicente Fox no debería acudir a la Cámara de Diputados, que no entregue la banda presidencial, para evitar mayores daños; y que Calderón Hinojosa rinda protesta en el auditorio del Edificio E. En San Lázaro, dice Gamboa Patrón, podemos buscar un escenario, junto con el PRD y el PAN, donde se pueda llevar la ceremonia en calma.
El político yucateco rechazó las declaraciones del senador Santiago Creel, en el sentido que “cueste lo que cueste garantizarían que Felipe Calderón rinda protesta”. Estas aseveraciones, dice el priista “no nos merecen ningún respeto” y hoy nos damos cuenta porque lo cambiaron de secretario de Gobernación.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 30 de noviembre de 2006.
Manlio Fabio Beltrones plantea un punto moderno e interesante para que se produzca el cambio de sede para el relevo de poderes; desmitificar el recinto legislativo. Pero quizá todavía no estemos listos para eso.
Jesús Sánchez, “Recuento Político, 30 de noviembre de 2006.
BASTANTE MOLESTOS andaban ayer los senadores priistas que encabeza Manlio Fabio Beltrones.
LA CAUSA de su malestar era que nomás no entendían la necedad del PAN de cumplir con lo que dice la Constitución.
PARA los priistas eso de que Felipe Calderón tiene que rendir protesta en San Lázaro, es más bien capricho... aunque sea un mandato legal.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 1º de diciembre de 2006.
Hoy, curiosamente, son los priístas los que hablan de "mesura" y los que proponen "soluciones" y "alternativas" para salir del enconado conflicto y evitar el riesgo de una crisis constitucional por la ausencia del Presidente electo al momento de iniciar el periodo legal de su ejercicio. Como se ven las cosas, con el dominio total de los radicales del PRD que ayer rompieron negociaciones, a Felipe Calderón no le queda más remedio que tirarse a los brazos del PRI y atender las condiciones de los priístas, que son los únicos que le pueden dar quórum legal para protestar como Presidente ante el Congreso.
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Gráfico, 30 de noviembre de 2006.
Por lo pronto, el principal interlocutor del gobierno de Calderón en el Congreso será el PRI, un partido dividido y derrotado que se convierte de facto en la pieza clave de la política parlamentaria calderonista. Para ello, repitiendo en parte la historia del primer año del foxismo, la apuesta del gobierno recae en la figura de Beatriz Paredes, quien al igual que en el 2001, se perfila como aquella figura capaz de reconstruir la estructura partidaria, al mismo tiempo que se incorpora a la tarea de negociación con Calderón. En aquel entonces, la derrota de Paredes frente al binomio Madrazo-Gordillo, condujo a la parálisis legislativa en lo referente a las grandes reformas, y finalmente a la división y la debacle electoral en el 2006.
La eventual elección de Beatriz Paredes al frente del PRI, supondría no sólo un beneficio político para Calderón, sino la posibilidad de reposicionar a su partido en la opinión pública al presentar una imagen de oposición constructiva, contraria a aquella desarrollada por Madrazo durante el foxismo y que condujo al partido al fracaso. La ventaja que se presenta ahora para el tricolor es por un lado la disposición abierta de Calderón a pactar acuerdos políticos de mediano alcance, sin intentar cuestionar la legitimidad del interlocutor como lo hizo Fox con el PRI. Por otra parte, la negativa de la izquierda a reconocer al Presidente como una instancia válida de negociación, deja al Revolucionario Institucional como única opción, lo que la vuelve más costosa e indispensable para el gobierno.
Ezra Shabot, Reforma, 1º de diciembre de 2006.
Dicho por los priistas, a partir de lo que está pasando en la Cámara de Diputados: "¡Hay que afiliarse al PAN para esconder el naco que uno lleva adentro..!"
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.
Un spot con la firma del PRI se difunde en los medios electrónicos. El mensaje deja claramente establecidas las razones por las que sus legisladores asistirán a la toma de protesta de Calderón. El diputado Adolfo Mota Hernández las sintetiza en cuatro palabras: legalidad, paz y cohesión nacional.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.
Partido Acción Nacional.
Por la tarde, Santiago Creel envió a los senadores Federico Döring y Gustavo Enrique Madero para que apoyaran a los diputados de su bancada, que le informaran de lo que sucedía, pero en el fondo lo que pretendía era que la valla en la tribuna fuera sólida. Calderón va a tomar posesión el día primero, insisten los panistas.
Döring tuvo que aceptar que la Cámara de Diputados les dé un tratamiento diferente como huéspedes, no son de casa, y por lo mismo respetamos sus reglas. Pero todos fueron convocados para que arribaran a San Lázaro, al igual que hicieron los senadores perredistas.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.
La pregunta es: ¿y si todo fue plan con maña, y los panistas hicieron el borlote de tomar la tribuna de la Cámara de Diputados y todo, sólo para que se cambie de sede la toma de posesión de Felipe Calderón Hinojosa?
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.
Del lado del PAN, la derrota es compartida por el equipo de Felipe Calderón y por el coordinador de los senadores, Santiago Creel, que había asumido la promoción y negociación de un acuerdo político con el PRD. Creel era el contacto a través del cual Carlos Abascal y los operadores políticos de Calderón les hicieron varios ofrecimientos a los dirigentes de Nueva Izquierda -entre ellos promover la inasistencia del presidente Fox-, a cambio de que no impidieran la toma de protesta ni tomaran la tribuna.
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.
¿La gélida respuesta de Santiago Creel?
Ni madres. No se metan en este pleito bola de hojaldras tricolores porque Felipe va porque va, pues
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 29 de noviembre de 2006.
Panistas y perredistas fueron actores de una comedia política, versión pirata, de "durmiendo con el enemigo", nada más cercano al realismo mágico del mexicano.
Por eso, el papel que desempeñó el jefe de la bancada panista, Héctor Larios, en la desastrosa toma de la tribuna en San Lázaro, le puede costar el cargo.
Al menos eso es lo que dicen legisladores de Acción Nacional quienes no aprobaron la fallida estrategia "del todo por el todo" y que colocaron a sus adversarios del PRD en una posición más fuerte de negociación.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.
"Estoy choqueado", admitía el experimentado diputado del PAN, Juan José Rodríguez Prats, quien desde su curul miraba desolado el triste espectáculo. El hombre ha visto muchas y muy duras. La calificación de la elección de Salinas de Gortari; el debate del artículo 27 de la Constitución, la aprobación del IVA. "Pero como ésta, ninguna", aseguraba categórico.
A su lado se encontraba Diódoro Carrasco. El secretario de Gobernación de Zedillo —hoy diputado del PAN — tampoco participaba en la refriega. Parado, en medio del pasillo, se limitaba a comentar el "bochornoso espectáculo" que ofrecían sus pares en la tribuna, convertida en coliseo
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.
Es más, cómo es que los azules lograron pasar el cerco de la PFP llevando consigo botes con gas, si se catea a todos quienes tratan de flanquear las vallas que se han instalado alrededor del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Todo se preparó con anterioridad. Montado en el supuesto de que serían los perredistas quienes iban a tomar la tribuna, el panismo preparó hasta mantas para combatir ese supuesto. Los perredistas no tenían listos ni los carteles con los que, tradicionalmente protestan.
Pero además fue torpe, muy torpe el accionar azul. Con casi todos los medios electrónicos a su servicio, la toma de la tribuna por parte del PRD la descalificación hubiera sido unánime. Seguramente no se habría podido aguantar durante dos días y una noche, el ataque mediático.
Dejarlos con la toma de la tribuna frente a los medios sería el mejor ataque que podrían haber establecido los panistas, pero no, son simplemente torpes, golpeadores, políticos del odio, nada más.
Miguel Ángel Velázquez, “Ciudad perdida”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.
Madruguete panista increíblemente torpe, pues coloca a los blanquiazules en una condición de rijosidad que usualmente consideran impropia de su estilo almidonado, incentiva a los lopezobradoristas sin cargo y con él a fortalecer su resistencia y a pelear con más fuerza no el primero de diciembre sino desde ahora y, finalmente, es prácticamente inservible, pues la escena de un Calderón recibiendo la banda presidencial en medio de una riña legislativa de dimensiones impredecibles no haría sino evidenciar que el michoacano de los lentes no es el hombre que unirá a los mexicanos durante seis años.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.
Así pues, el accionar de los diputados del PAN fue una orden, la línea que lanzó Felipe Calderón y sus más allegados. Qué nadie se confunda, ahora y aquí en el panismo mandan quienes quieren ser impuestos al país.
La Cámara de Diputados está tomada, adentro y afuera, el miedo panista que ya tenía lista la agresión desencadenó la violencia, las pruebas están a la vista de todos, aunque siempre hay quienes no las quieren ver.
El método que ayer utilizó el panismo es la forma de gobierno que promete la derecha para hacer valer solamente su fuerza. ¿Cuántas veces más tratarán los panistas de hacer callar las voces disidentes? ¿Cuántas veces más utilizarán la fuerza para someter a quienes no están de acuerdo con ellos?
La derecha sigue en el poder, pero hay un cambio: Vicente Fox fue el empleado de los grandes capitales, el gerente que cuidó los intereses de los más pudientes. Calderón no aspira a tanto, será, como ya se ha mostrado, simplemente el policía, el represor, el que impedirá que esos que dictaban órdenes a Fox, peligren en sus intereses por la desesperación de la gente. Y ya está en funciones.
Miguel Ángel Velázquez, “Ciudad perdida”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.
Gana el PAN, dicen otros, y también exponen sus razones: Desde el punto de vista de la fuerza del poder gana al "sacar las uñas" -que nunca le habían visto-, para defender al presidente electo Felipe Calderón, quien ha insistido en que cueste lo que cueste asistirá al Palacio Legislativo a tomar la protesta, porque así lo establece la Constitución. Bueno, Felipe, la Carta Magna no dice que a fuerza tengas que tomar posesión en la máxima tribuna, lo puedes hacer pasando la puerta del recinto legislativo, hasta donde llegó Fox el 1 de septiembre, le han sugerido algunos de sus colaboradores. ¡Pero yo no quiero ser como Fox! Dicen que les ha respondido.
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.
Que anoche, mientras sus compañeros cumplían 29 horas en la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro, el diputado panista Gerardo Buganza aprovechó las “horas muertas” en la estética del recinto parlamentario.
Dicho servicio está a disposición de los legisladores de todos los partidos políticos con un costo de 350 mil pesos anuales en el presupuesto de la Cámara.
“Trascendió”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.
Pero Jorge Zermeño, como presidente de la Cámara de Diputados, confía en que no será necesario el uso de la fuerza pública en el interior del salón de sesiones, pero si hace falta para garantizar la toma de protesta del Presidente de la República, “lo haré sin miramientos”.
Y luego precisa el legislador, “espero no llegar a una situación de ese tipo, a usar la fuerza, para ello tenemos negociaciones y diálogo, buscando alcanzar un acuerdo”. Pero el Estado Mayor Presidencial estará allí, de eso no hay remedio.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 1º de diciembre de 2006.
De Larios, es reconocida su cercanía con Manuel Espino, líder nacional panista. Pero también, como el agua y el aceite, hay un distanciamiento real con Francisco Ramírez Acuña. En todo este episodio que dio largas horas de entretenimiento para las televisoras nacionales y extranjeras que estrenaron sin proponérselo un reality show, fue Javier Zermeño, presidente de la mesa directiva en San Lázaro, el que quedó en medio del choque y como líder camaral se la pasó velando el sueño de unos y el desvelo de otros.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.
Para el Partido Acción Nacional, hoy comienza la oportunidad de convertirse en partido en el poder, y dejar así de ser el fantasma detrás de la figura presidencial como lo fue durante el sexenio de Fox. Si Manuel Espino no es capaz de comprender su papel como coadyuvante de la política presidencial, e insiste en su protagonismo irrelevante, la tensión entre Calderón y su partido aumentará hasta volverse insostenible. Hoy comienza el sexenio de un Presidente que requiere demostrar que sabe hacer política, mucha política.
Ezra Shabot, Reforma, 1º de diciembre de 2006.
Partido de la Revolución Democrática.
Apelar a la vergüenza, la sensatez y la responsabilidad de los diputados y senadores, sobre todo a los del PRD, sería una severa llamada de atención de los mandantes. Pero en la fracasada democracia mexicana, los mandantes no le importan a nadie, y menos a los farsantes del PRD.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.
Diputados del PAN se quedaron en la tribuna de la Cámara hasta el viernes, para que Calderón rinda protesta.
Los perredistas se quedaron allí, para con todo respeto impedir la protesta.
Es la orden que les dio el lunes en la noche López Obrador.
Que el ganador de la Presidencia no la tenga, porque el perdedor no quiere.
El triunfo lo confirmó el IFE, y lo ratificó el Trife.
El triunfo lo dieron 15 millones de votos.
En contra, una sola voluntad, la de López, seguido por insensatos, entre ellos “sus” diputados.
Una suerte de golpe de Estado.
Pepe Grillo, Crónica, 30 de noviembre de 2006.
No deja de ser tristemente cómico. Andrés Manuel López Obrador, el candidato derrotado en la elección del 2 de julio, ha llamado a sus seguidores a no permitir la toma de protesta del "pelele" Felipe Calderón como presidente de la República este próximo 1o. de diciembre. El consejo político nacional del PRD ha ratificado la decisión y ha dado instrucciones a sus coordinadores de las bancadas del Congreso para que definan estrategias para impedir esa toma de protesta. Los demás partidos del Frente Amplio Progresista han señalado que se unirán a los esfuerzos para impedir la ceremonia.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.
En el PRD los derrotados son los dirigentes de la corriente Nueva Izquierda, que terminaron por ser rebasados por los lopezobradoristas radicales, en su afán de pactar con el panismo que se respetaran sus protestas el 1 de diciembre en el recinto, a cambio de no obstaculizar el juramento constitucional de Calderón.
Los Chuchos , encabezados por Jesús Ortega y Carlos Navarrete , perdieron no sólo la posibilidad de evitar un desgaste mayor a la imagen social del PRD, sino que además fracasaron en el intento por replegar al lopezobradorismo y, a partir de esta negociación, confirmar su supremacía y comenzar el asalto para controlar la dirigencia nacional del partido con miras al proyecto político que ya tienen listo para hacer de Jesús Ortega el candidato presidencial del PRD en el 2012
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.
Los perredistas saben que no podrán impedir la toma de protesta de Calderón. Son muchas las armas legales que le quedan a la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y al equipo del Presidente electo para llevar a cabo el juramento. Los perredistas están peleando más por los símbolos que por las decisiones jurídicas. Afirma el vocero del PRD, Gerardo Fernández Noroña: "No será lo mismo que tome protesta en un rincón, en los baños, en un salón, que no tome protesta, que la tome en el pleno... Nosotros estamos determinados a evitar la toma de protesta".
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.
Hay que hacer notar que los perredistas no esperaban la feroz respuesta de los panistas. Más grandes, mejor alimentados, más numerosos, los blanquiazules hicieron rodar a varios de los amarillos en los zipizapes que se sucedían uno tras otro. "Ya nos mediremos el día uno", advertían los sorprendidos perredistas, quienes varias veces tuvieron que recular ante las embestidas azules. El más dañado fue Antonio López, perrredista de Chimalhuacán. Salió en camilla, con la nariz hecha pedazos y una pierna muy lastimada. Una diputada del PRD, Holly Matus, se trepó literalmente en la tribuna. Llevaba una botella de gas lacrimógeno. Fue presa de su complejo de granadero. En la melé aventó el gas. Resultó fuego amigo. La diputada Susana Monreal, hermana del ex gobernador de Zacatecas, fue la más perjudicada. Salió con los ojos en llamas, trastabillando y en brazos de sus compañeros. El panista Enrique Irraguri también fue a dar a la enfermería, por el gas.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.
Ni el PAN ni Felipe Calderón y su equipo pueden darse el lujo de esperar a que el asunto llegue a la Corte. Por eso la batalla por la tribuna que se suscitó ayer en San Lázaro. Los perredistas sabían que sería más fácil tomar la tribuna ayer, y mantener control sobre ella hasta la toma de protesta, que esperar hasta el 1o. de diciembre cuando la seguridad estaría en su punto máximo. De hecho, es pública la instrucción que han recibido de López Obrador y del consejo político del PRD. Por eso nadie puede culpar a los legisladores panistas de dar un madruguete al madruguete.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.
Pero el PRD sólo cuestionó la elección presidencial que, dijo, fue producto de un fraude —que nunca probó—, y a partir de ahí se propuso desestabilizar al gobierno surgido de esa elección. ¿Por qué ese intento desestabilizador? Porque se dice agraviado. ¿Cuál es el supuesto o real agravio? Que Fox, empresarios de dentro y fuera, y la perversa derecha metieron las manos en la elección. Esa denuncia fue tomada en cuenta por el Tribunal Electoral, que aceptó la intromisión pero consideró que no había sido suficiente para anular la elección y que era improcedente el recuento total de votos.
Entonces el PRD cuestionó la honestidad e imparcialidad del TEFPJ, del IFE, y hasta de sus representantes de casilla. Pero nunca aceptó que jugó con esas reglas, que pueden ser imperfectas pero son las que existen. El problema de fondo es que el PRD siempre creyó que tenía ganada la elección, nunca imaginó la derrota. Nunca reconocerá que perdió no tanto por las imperfecciones de la ley, por las intromisiones externas, sino por los errores de su candidato. Y de la derrota electoral pasó a la derrota de su historia, su cultura y, al final de cuentas, del proyecto histórico del PRD. ¿Por qué? Porque muestra que no es un partido democrático y que sus líderes no son demócratas.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.
En el momento de escribir este artículo la exigencia del PRD ya no es la de impedir la toma de protesta de Felipe Calderón como presidente de México. Lo que piden es, simplemente, que la sesión cambie de lugar. Javier González Garza, el coordinador de los diputados del PRD, ha declarado que los legisladores de su partido no van a perseguir a Calderón por otras sedes en que pudiera citarse al Congreso. Su objetivo es evitar que el Presidente tome protesta en la máxima tribuna de la nación.
Los priistas, mientras tanto, están respaldando la propuesta de cambio de la sede para la toma de protesta e insisten, como ya lo había señalado con anterioridad Emilio Gamboa, el coordinador de los diputados del PRI, en señalar que el Presidente saliente, Vicente Fox, no debe asistir a la ceremonia.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.
En lugar de privilegiar la política y convertir a la izquierda en un dique de contención de la derecha, López Obrador ha convertido en su ideólogo al provocador Gerardo Fernández Noroña. De nuevo hay que acudir a Reyes Heroles en su discurso al PCM: "no puede estar en la lógica de las minorías que aspiran a gobernar intentar el desgarramiento del aparato estatal, no puede estar en la lógica de los gobernantes permitir el desgarramiento del aparato estatal, pues de hacerlo, no cumplirían con las mayorías ni con las minorías y mucho menos con el propio Estado". El Estado se defiende con el Estado.
El perredismo lopezobradorista ha demeritado la política. En su afán por no pasar a la historia como un derrotado, López Obrador ya incendió las calles y ahora quiere chamuscar al parlamento. ¿Hasta ese nivel pudo llegar el PRD que nació del PCM y del conflicto de 1988? Su misión política, en realidad, era otra: no entregarle el poder a la ambición personal y vulgar de López Obrador sino construir una opción social. Pero el tabasqueño ya transformó a los legisladores perredistas en vándalos del lumpen.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.
En realidad nos asombramos de que no exista límite ni siquiera el impuesto por el sentido común que debería prevalecer en la política. Y en ello debemos ser también justos: la actitud de los legisladores del PAN en este hecho es condenable, pero la de los perredistas a lo largo de todo este proceso, inadmisible. Lisa y llanamente hubiera sido lo mismo si los panistas no se adelantan ayer a tomar la tribuna, la verdad es que el PRD estaba decidido a hacerlo desde el miércoles y los hechos se catalizaron cuando el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Zermeño, anunció que no habría sesión el miércoles ni el jueves, y entonces prepararon el asalto. En eso estaban cuando se les adelantaron los panistas. Pero el tema no es ése, sino la decisión lopezobradorista de impedir, a como dé lugar, la toma de posesión de Felipe Calderón. La suya es una política golpista, de desestabilización, de la que participan cada vez más alegremente los grupos armados y los del crimen organizado, dos aliados que el lopezobradorismo debe comprender que son indeseables y altamente perjudiciales para su causa. Pero no parece importarle, aunque ello desestabilice a sus gobernantes, desde Michoacán y Guerrero hasta el Distrito Federal.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.
Pero, ¿quién gana y quién pierde realmente con este bochornoso espectáculo? Gana el PRD, apuntan algunos analistas. Y explican: Por varias de sus acciones y actuaciones después del pasado 2 de julio, los perredistas perdieron buena parte del capital político que habían ganado. Ni con la toma de posesión del "presidente legítimo" hace diez días consiguieron repuntar, y es que buena parte de la sociedad y la opinión pública nacional e internacional se "pitorreó" de Andrés Manuel López Obrador, y lo sigue haciendo. Ante esta situación, por no decir decepción, los perredistas decidieron echar a andar su "plan B", el cual consistía en tenderles una trampa política a los panistas; y qué mejor que empezar a circular el rumor de que las tribus iban a tomar la tribuna el martes pasado por la mañana. Ingenuos como son, los legisladores del blanquiazul dieron el clásico madruguete y se armaron los trancazos. Quienes creían que los legisladores del PAN eran "políticos civilizados", demostraron que son igual o peor que los perredistas. Más aún, ahora los panistas tienen que mantenerse en esa posición aunque les cueste el prestigio. ¿Cuál?
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.
Los perredistas, de hecho, están incumpliendo la orden que han recibido de Andrés Manuel López Obrador y del consejo político nacional del PRD de impedir a como dé lugar la toma de protesta de Calderón. Este objetivo, al parecer, le tocará al contingente que López Obrador ha convocado a las siete de la mañana en el Zócalo de la Ciudad de México, el cual podría atacar las posiciones que la Policía Federal Preventiva y otras fuerzas de seguridad mantienen en los alrededores del Palacio Legislativo. Este contingente podría enfocar sus esfuerzos al Auditorio Nacional o a cualquier otra sede en que Calderón pudiera tratar de llevar a cabo la toma de protesta. Lo que buscan los diputados del PRD es únicamente negarle a Calderón el uso de la máxima tribuna de la nación.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.
Los diputados del PRD siguen crispando el ambiente previo a la sesión de Congreso General que habrá mañana y luego de la trifulca que originaron en San Lázaro cuando los panistas les ganaron la toma de la tribuna. Javier González Garza, coordinador del grupo parlamentario de ese partido, declaró que lo mejor que podría hacer el presidente Fox es no acudir al recinto legislativo porque los perredistas están "agraviados" por haber propiciado el "fraude electoral" del 2 de julio pasado. Para no ser menos, su colega y compañero de partido, Raymundo Cárdenas, advirtió que en dondequiera que se realice la protesta del presidente electo Felipe Calderón, su partido "lo impedirá", lo que deja claro cuál será la actitud que los legisladores del sol azteca asumirán mañana. Descartó el zacatecano que, como lo advirtió el presidente de la Mesa Directiva, el panista Jorge Zermeño Infante, la fuerza pública ingrese a la sede del Congreso por lo que eso pudiera originar. Ante la andanada que volvió a desatar en su contra, éste se apresuró a precisar que esa sería "una medida extrema". Y es que es imaginable lo que sucedería si un elemento del Estado Mayor Presidencial, de la Policía Federal Preventiva o de cualquier otra corporación le pone una mano encima a un diputado o a un senador en su propia casa. Si eso llega a suceder, lo ocurrido anteayer en San Lázaro quedaría como un juego de niños por la reacción que habría de los legisladores.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.
En el PRD están en lo suyo. Han hecho hasta lo imposible por arruinar la ceremonia. Ayer mismo, el diputado de ese partido, Cuauhtémoc Sandoval, nos hablaba muy orondo del éxito que tuvieron en el cabildeo con los mandatarios de los países latinoamericanos del "Eje Progresista". Los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba y Uruguay no asistirán al evento. Sandoval lo atribuye a las gestiones realizadas por el amarillo en el sur del continente. Los perredistas no tuvieron acceso con el colombiano Álvaro Uribe. "Es de derecha", justifica Sandoval. Una que cenó con la socialista Michelle Bachelet, "para explicarle la situación", fue Amalia García, gobernadora de Zacatecas.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.
Después de terminar de redactar este artículo se dio a conocer un cambio de posición por parte del PRD. Javier González Garza, coordinador de los diputados perredistas, había señalado en la mañana de ayer en varias entrevistas que su único objetivo era evitar que el Presidente tomara protesta en el pleno del Palacio Legislativo. En la noche, sin embargo, el presidente nacional del PRD, Leonel Cota, en compañía de González Garza y del coordinador de los senadores del partido, Carlos Navarrete, anunció que los legisladores perredistas no llevarían ya a cabo ningún tipo de negociación para un posible cambio de sede. Al parecer el partido, o el propio Andrés Manuel López Obrador, le jalaron las orejas al coordinador de los diputados del PRD. La orden, después de todo, era impedir la toma de protesta y no simplemente cambiar la sede.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.
A algunos en el PRD espanta lo que pudiera pasar hoy, afuera de la Cámara, no en el interior.
Es que Andrés Manuel, pase lo que pase va a romper madres, dijo un dirigente.
Y que el tabasqueño convocó para hoy “a los más violentos de la APPO, el EZLN y el CGH”.
Ellos estarán listos para actuar al menor intento de desalojar de la Cámara a los diputados del PRD”.
Y advirtió el dirigente, “estos tipos son incontrolables, ni nosotros podríamos pararlos”.
Pepe Grillo, Crónica, 1º de diciembre de 2006.
Los perredistas no entendían razones, culpan de la crisis al PAN haciendo a un lado su responsabilidad, como es el caso de Carlos Navarrete, quien asegura que toca al gobierno federal ceder en todo, dejarles la plaza para que ellos puedan ocupar el espacio político. Se siente agraviado, pero un reportero le comentaba que su partido sólo logró el 35 por ciento de los votos el 2 de julio.
Y le insistimos a Navarrete sobre la ilegalidad en que cae el perredismo al intentar evitar la consumación de un acto constitucional, a través de un golpe de fuerza, pero él lo niega. Da a entender que le informaron a los panistas como desactivar el conflicto, a través de la propuesta que hizo el PRI para que Calderón Hinojosa se fuera a una sede alterna. Lo demás es insistir en que ellos son los buenos y los panistas los malos.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 1º de diciembre de 2006.
A final de cuentas, sin embargo, los perredistas pueden terminar haciéndose un enorme daño a sí mismos. La imagen del PRD rijoso y antidemocrático ha regresado y en esta ocasión será muy difícil de borrar. La apertura de los medios, en lugar de favorecer al partido, graba las imágenes de confrontación en la imaginación popular. Quizá esto acerque al PRD a los grupos más radicales de la sociedad, a un subcomandante Marcos que durante la campaña dijo rechazar a Andrés Manuel López Obrador, pero ahuyenta a los electores moderados que son la clave para cualquier triunfo electoral.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 1º de diciembre de 2006.
Como si no bastara la crispación social que se agudizó en los últimos días, ese spot que empezó a difundirse anteanoche en los medios electrónicos en el que se responsabiliza al PRD de la gresca ocurrida en San Lázaro, patrocinado por un "Consejo Mexicano de la Juventud, A.C.", encrespó más a los legisladores de ese partido. Javier González Garza, coordinador del grupo parlamentario del sol azteca en la Cámara de Diputados, dijo que con ello se le echa gasolina al fuego ante lo que está sucediendo. Además, su colega en el Senado, Carlos Navarrete, y el también senador Ricardo Monreal Ávila, anunciaron que presentarán una denuncia penal contra quien o quienes resulten responsables de financiar y difundir ese spot.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 1º de diciembre de 2006.
¿Quién estará detrás del polémico spot que se difunde en los medios electrónicos contra el PRD? Lo firma un Consejo Mexicano de Jóvenes, con sede en Monterrey, que finalmente resultó un membrete. González Garza acusa al Consejo Coordinador Empresarial. "Es el estilo", dice.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.
Hace seis años la presidenta y el secretario general del PRD, Amalia García y Jesús Zambrano, aceptaron la invitación a la comida en Palacio Nacional, "para dejar en claro que en el PRD tenemos la disposición de crear escenarios para que el gobierno de Vicente Fox pueda dirigir una verdadera transición a la democracia", según lo dijo Zambrano. Ahora ese partido se siente robado y se dispone a entorpecer la asunción del Presidente electo en un momento en que la transición democrática se ve gravemente amenazada, como consecuencia de una malograda elección presidencial. Hace seis años era tal el entusiasmo que, en la celebración correspondiente, Eugenia León entonó un cántico que pretendía ser el himno de la gestión de Fox, el héroe de la democracia moderna.
"Nacerá... Nacerá...
Una nueva forma de mirar la realidad.
Nacerá... una chispa distinta en esta hoguera
Nacerá... ese México distinto que hoy podemos vislumbrar.
Como una semilla de esperanza
germinará en esta nación la nueva luz,
el 2 de julio fue la opción
de transformar nuestra visión
de un México distinto
que hoy podemos vislumbrar".
Emocionante, sin duda alguna. Pero eso fue hace seis años. ¿Cuáles tendrían que ser hoy las estrofas de un himno dedicado al gobierno de Calderón, que nace en condiciones tan deplorables?
José Antonio Crespo, “Horizonte Político”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.
También durante el día surgieron voces como la del secretario general del PRD, Guadalupe Acosta, quien provoca a sus adversarios, pero luego advierte que si soldados del Estado Mayor Presidencial “agraden a los legisladores perredistas marcharán miles de ciudadanos hacia San Lázaro, para defender a sus diputados”. Pocas voces sensatas se escuchan en el PRD, más bien dan paso a los que amenazan con movilizar a cien mil simpatizantes o un millón de personas.
Dicen que harán todo lo posible para evitar la toma de protesta de Calderón Hinojosa, pero cuando les informan que la Policía Federal Preventiva y el Estado Mayor Presidencial están dentro del Palacio Legislativo, entonces acusan a los panistas de violadores de la ley.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 1º de diciembre de 2006.
Mientras Cuauhtémoc Cárdenas intenta recuperar el partido perdido, la dirigencia perredista se hunde en manos de un líder cuya alternativa anti-institucional conduce al PRD hacia una marginación cada vez más peligrosa. La derrota en Tabasco, y la imposibilidad de reencauzar la vía institucional por parte de los sectores moderados sometidos a la línea radical de López Obrador y su círculo selecto, conducen irremediablemente a una fractura interna cada vez más difícil de sanar. Los gobernadores de los distintos estados en donde gobierna la izquierda, han salido de hecho de la estructura partidaria.
Ezra Shabot, Reforma, 1º de diciembre de 2006.
El descabellado rumor que corría ayer en San Lázaro era que los diputados del PRD que ocupan la tribuna serían desalojados por la fuerza pública. "Si hay desalojo hoy o mañana, el acuerdo del Consejo Nacional es traer a la gente del Zócalo", advirtió el diputado Raymundo Cárdenas. Mientras son peras o son manzanas, los amarillos presentaron un amparo contra la posible intervención de la fuerza pública. ¿Les servirá de algo? Los perredistas han metido al salón de sesiones un sinnúmero de bolsas de dormir para los diputados que se quedan a pernoctar en la Tribuna. Llama la atención que ellos mismos se han encargado de difundir que los sacos pasaron sin revisión. Cuando esas cosas van en serio, no se divulgan. ¿Será una estrategia para poner nerviosos a los del Estado Mayor?
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.
No hay plazo que no se cumpla... Felipe Calderón Hinojosa debe rendir protesta hoy como presidente de la República. De eso no hay duda, lo único que falta conocer es hasta dónde llegarán los legisladores del PRD y sus aliados de otros partidos para tratar de frustrar la sesión solemne del Congreso de la Unión. En San Lázaro se amplió la tregua hasta la medianoche. Después, nadie puede anticipar lo que sucederá…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 1º de diciembre de 2006.
SEA CUAL SEA el resultado de la jornada de hoy, en el PRD se avecinan tiempos de definiciones y deslindes.
SEGÚN SE SABE la corriente que encabeza Jesús Ortega tiene claro que la reestructuración de su partido no puede esperar más.
DE HECHO, los perredistas que se identifican con este grupo están usando una de las palabras prohibidas dentro de las filas del sol azteca: autocrítica.
DICEN QUE les urge -a partir de hoy mismo- replantearse de cara a la sociedad, asumiendo su papel como segunda fuerza política nacional.
NO ESTÁ CLARO si esto llevará al grupo más fuerte del perredismo a romper con Andrés Manuel López Obrador, aunque han sido muy claros en que uno de los lastres que su partido necesita soltar es el del caudillismo.
ASÍ QUE será cuestión de días -o quizá de horas- para conocer esta propuesta de refundación del PRD.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 1º de diciembre de 2006.