1º DE DICIEMBRE DE 2006: A UN AÑO DE LA TOMA DE PROTESTA DE FELIPE CALDERÓN: PRESENTACIÓN.

El viernes 1º de diciembre de 2006 Felipe Calderón rindió protesta como Presidente Constitucional de la República. Los tres días previos al evento se caracterizaron por una serie de encuentros y desencuentros que, de acuerdo con algunos columnistas y comentaristas que seguimos cotidianamente, marcarían el resto de su administración. Quizá a un año de distancia todavía sea demasiado prematuro aventurar una hipótesis al respecto o bien, estar de acuerdo con el juicio previo. En consecuencia, en este Observatorio hemos realizado una sistematización de 260 comentarios vertidos entre el 29 de noviembre y el 1º de diciembre de 2006 sobre el tema. Al respecto caben los siguientes comentarios:

1. Cincuenta comentarios, 19.23% de los 260 sistematizados, se refieren a la toma de la “máxima tribuna” del recinto de San Lázaro por parte de diputados panistas y perredistas el martes 28 de noviembre. Como se recordará, los primeros buscaban que Calderón rindiera protesta en ese espacio, mientras que los perredistas buscaban lo contrario.
2. 58 comentarios, 22.3% de 260 se refieren al papel que jugaron los partidos políticos desde este acontecimiento y hasta el 1º de diciembre, así como a reflexiones a propósito de las decisiones tomadas durante estos tres días.
3. Únicamente dos comentarios, 0.76% de los 260 correspondientes al tema, se vertieron en torno a los organismos empresariales que tuvieron un papel decisivo en el proceso electoral del 2 de julio de 2006.
4. Cuarenta comentarios, 15.38% de los 260, giran en torno a los últimos días de Vicente Fox como presidente de la República.
5. 55 comentarios, es decir un 21.15%, se refieren a los días 29 y 30 de noviembre de 2006, tanto a los escenarios visualizados como al nombramiento de Francisco Ramírez Acuña como secretario de Gobernación.
6. Otros 37 comentarios, 14.23% del total, se refieren a los escenarios de la toma de posesión de Calderón el viernes 1º de diciembre.
7. Finalmente, dieciocho comentarios, el 6.92% restante de los 260 sistematizados, vislumbran algunas perspectivas acerca del gobierno de Calderón.

1º DE DICIEMBRE DE 2006: A UN AÑO DE LA TOMA DE PROTESTA DE FELIPE CALDERÓN: 1. LA TOMA DE LA TRIBUNA.

La tarde del martes 28 de noviembre de 2006 fue tomada la “máxima tribuna” de la Cámara de Diputados. Panistas y perredistas se enfrascaron en una lucha cuyo propósito era permitir unos, impedir otros, que Felipe Calderón tomara protesta como Presidente Constitucional de la República. Adicionalmente, comenzaron a perfilarse los escenarios: la búsqueda de un recinto alterno –el más citado era el Auditorio Nacional- y la manera en que se desarrollaría el cambio de estafeta. Conforme transcurrieron las horas, otros comentarios se centraron en las modalidades de convivencia entre legisladores, incluso de partidos diferentes. A continuación, los cincuenta comentarios al respecto a un año de distancia; un 19.23% de los 260 sistematizados.

En la Cámara existía el rumor desde la mañana: los perredistas planeaban —decía supuestamente una información del Cisen— tomar la tribuna, adelantándose al 1-D.
Todo se desencadenó cuando el perredista Cuauhtémoc Sandoval intentó subir a tribuna para explicarle a Jorge Zermeño algo del orden del día.
Los panistas estaban colocados en puntos estratégicos para no dejar pasar a nadie, y al ver que Sandoval quería subir, se pusieron en guardia, hicieron valla, le impidieron el paso, lo jalonearon y casi se cae.
Fin de la negociación. Los golpes, empujones y gritos mataron a la política. Y comenzó la trifulca.
Los perredistas se dieron cuenta de lo que pasaba y se fueron a defender a su compañero… Pero los panistas ¡pensaron que era la toma de la tribuna!
El zipizape se registró a todo color por las cámaras del Canal del Congreso, salvo unos 20 segundos en los que entró un reportaje, quién sabe por qué.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

Como ayer lo anticipamos en este mismo espacio, los diputados del PRD y del PT -no así los de Convergencia, que conforman también el Frente Amplio Progresista- intentaron apoderarse de la tribuna camaral, pero los del PAN se les anticiparon y evitaron, entre forcejeos, trompadas y patadas que lo hicieran, lo que originó uno de los mayores escándalos de muchos años registrados en el salón de sesiones de la Cámara Baja. Hasta anoche, varías horas después de que el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Zermeño Infante, levantó la violenta sesión y citó para la de Congreso General, panistas y perredistas continuaban con su disputa: los del blanquiazul apostados en aquélla y los del sol azteca tratando de desplazarlos.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

La disputa por la tribuna donde Felipe deberá rendir protesta el próximo 1 de diciembre como Presidente de México fue el pretexto para que los diputados del PAN y los del PRD renunciaran a hacer política y, sin guantes, como peleadores callejeros, dieran rienda suelta a sus instintos más salvajes. Hubo trancazos, patadas, descontones, empujones, mentadas, retos, amenazas. La situación se salió varias veces de control. Los coordinadores estaban rebasados. Ningún bando cedía a las peticiones de sus líderes de desalojar la tribuna, a ritmo de uno y uno. "Ni ellos confían en nosotros ni nosotros en ellos", subrayaba el perredista Humberto Zazueta, uno de los protagonistas del asalto.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

La crisis que estalló ayer en la Cámara de Diputados con el vergonzoso espectáculo de la toma violenta de la tribuna por las fracciones del PAN y el PRD canceló cualquier posibilidad de diálogo y entendimiento. La toma de protesta de Felipe Calderón está hoy en duda y fracasaron los intentos por lograr un acuerdo de civilidad. En síntesis: los radicales del panismo y del perredismo tomaron el control de sus bancadas, impusieron la violencia y derrotaron a los moderados que buscaban un pacto político.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

¡Bonita forma de dirimir sus diferencias!
Los panistas se vieron peor que los de la APPO; los perredistas se vieron bien vivos e hicieron que los azules cayeran en su trampa, de decir que tomarían la tribuna, y los albiazules quisieron tomar la delantera ¡48 horas antes!
Y los priistas siguieron en su papel de "grandes conciliadores" de los últimos tiempos... "Una sincera disculpa, pedimos a los ciudadanos -aseveró el priista Emilio Gamboa Patrón-, qué vergüenza!..", dijo en nombre de las blancas palomitas priistas...
Quedó en evidencia que no, Feli no llegará muy fortalecido y vigoroso, que ¡va a estar difícil su toma de posesión este viernes!
Y mientras, el presidente Fox continúa con sus nostálgicas giras de despedida. En la de ayer dijo: "me voy satisfecho, porque ya cumplí..." ajá... 64 años, será...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Noticioso, sobresaliente, interesante, curioso, criticable, elogiable, plausible, loable, censurable, reprochable, indigno, son algunos de los adjetivos aplicables a los sucesos en la Cámara de Diputados.
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

TAN MODOSITOS que se veían, pero los panistas salieron buenos pa' los trancazos en San Lázaro.
AL GRITO DE: "¡No respondo chipote con sangre, sea chico o sea grande!", la bancada blanquiazul saltó -según ellos- en defensa de la tribuna.
Y ES QUE, supuestamente, la bancada amarilla no tenía planeado tomar ayer la tribuna, pero al parecer ellos mismos soltaron el rumor en el salón de sesiones de que sí lo harían.
ASÍ QUE el coordinador Héctor Larios, que ya tenía bien instruidos a sus muchachos, ante lo que consideró un amago perredista hizo sonar el toque de diana y se lanzó al ataque.
NO FUE, precisamente, el desembarco en Normandía pero casi pues no sólo fue sorpresivo sino que dejó bajas en ambos bandos.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.

En el fondo lo que está en disputa es el simbolismo de la tribuna de la Cámara de Diputados -que erigida en Congreso General el 1 de diciembre se convierte en la tribuna mas alta de la nación-, y que será el recinto para transmitir el poder. Cuando los diputados del PRD anunciaron que, por los medios que sea, impedirían que Felipe Calderón proteste frente al Congreso el 1 de diciembre, no buscan impedir que Calderón se convierta en el nuevo presidente de los mexicanos, no buscan revertir el resultado del 2 de julio y menos la calificación del Tribunal Electoral. No, pretenden vengar el supuesto agravio propinado por el gobierno saliente y le apuestan al fracaso del ceremonial en el que Calderón se convertirá en presidente constitucional. Y si esa reacción infantil del PRD muestra el talante y la hechura de esos políticos profesionales que dicen representar a los ciudadanos, que se dicen democráticos y que parecen dispuestos a incumplir la Constitución que juraron respetar y hacer respetar -lo que de suyo habla no del tamaño del fracaso electoral del PRD, sino del fracaso de su discurso y práctica democrática-, no es menos infantil la respuesta de los diputados del PAN, que con las mismas herramientas que el PRD, la toma de tribuna, se empeñan en hacer valer no tanto que se cumpla la Constitución, sino su derecho al símbolo que significa la tribuna de la Cámara de Diputados y que su presidente cumpla el ritual de transmitir el poder. Tal para cual.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

Sin embargo, antes de que pasaran cuatro horas, "la nota" ya estaba en otro lado: la tribuna de San Lázaro se convertía, con tres días de anticipación, en el campo de batalla entre perredistas y panistas. Como consecuencia tan sólo de rumores, según relataba la reportera Marina Núñez (quien con una extraordinaria oportunidad periodística se enlazó en vivo al noticiario de Imagen Informativa), los diputados de esos partidos reaccionaban a destiempo ante sus propias previsiones rumbo al 1 de diciembre. Los panistas, creyendo que los del PRD tomarían desde ayer mismo la tribuna, se lanzaron a crear un cerco en torno a la misma, y a los perredistas no se les ocurrió nada más inteligente que subir y liarse a golpes con los azules. El problema, más allá del lamentable espectáculo, es que esta anticipada y caótica toma bilateral de la tribuna, complica peligrosamente el escenario. Felipe Calderón ha dicho que acudirá a San Lázaro, no por capricho, sino por obligación constitucional. Y tiene razón. Debe rendir protesta "ante el pleno". Algunos dicen que bastaría con que se cambie de sede. Pero, ojo, para hacerlo sería necesario que todas las fracciones firmen una autorización. ¿Vías de solución?
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”; Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

"Gente extraña" a la Cámara de Diputados, entre ellos decenas de elementos del Estado Mayor Presidencial, participaron en la trifulca en la que algunos legisladores perredistas y petistas, hombres y mujeres, recibieron golpes y puntapiés no sólo de panistas, sino de aquéllos, lo que motivó una inmediata y airada queja ante Zermeño Infante y Emilio Gamboa, el priísta que preside la Junta de Coordinación Política y que tras calificar de "bochornoso" lo que estaba ocurriendo, trató inútilmente de apaciguar la refriega.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

La acción había sido concertada con los que se pretenden nuevos gobernantes, entre ellos el llamado hombre lobo. La estrategia era bloquear las dos entradas a la tribuna, impedir que cualquier perredista, por cualquier motivo, intentara subir, se le impidiera el paso, si los panistas no podían hacerlo, no obstante su superioridad numérica ¬206 panistas contra 127 perredistas¬, allí estarían listos los miembros del Estado Mayor Presidencial para ayudarlos. Está claro, los miembros de ese organismo ligado a la Presidencia no intervinieron porque fueron los panistas quienes invadieron la tribuna, pero allí estaban.
Miguel Ángel Velázquez, “Ciudad perdida”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

NI EN LAS TURBULENTAS… sesiones del Colegio Electoral que declaró presidente electo a Carlos Salinas en agosto de 1988 los diputados de las distintas fracciones escalaron a la violencia física como ayer sucedió en el mismo recinto que fue escenario de aquellos hechos… Por fortuna las cosas no pasaron de algunos guantones sin mayores consecuencias, y un perredista que se sintió en cancha de futbol y pretendió engañar al árbitro con una rodilla supuestamente lastimada por un contrario… Por lo demás, casi los mismos gritos, casi las mismas mentadas de madre, casi la misma representación partidista que ayer amenazó con, de una vez, apoderarse de la tribuna en su anunciado intento por evitar que hasta ahí llegue Felipe Calderón el viernes a protestar como presidente constitucional de la República… Ayer, los panistas se adelantaron y lograron detener a los obradoristas —que no es lo mismo que perredistas…— y al anochecer representantes de ambos bandos calmaban su cansancio sentados en las escalerillas de la tribuna en espera no muy optimista de los acuerdos que pudieran pactar sus coordinadores… Pero vale preguntar… Si la protesta del cargo ante la representación en pleno del Congreso de la Unión es una obligación constitucional, ¿sabotearla o intentar hacerlo no es un delito que merece sanción penal?... Los instigadores, recordemos, no tienen fuero, por legítimos que sean…
Leopoldo Mendívil, “Crónica Confidencial”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.

Paradójicamente los días finales de Fox son simultáneamente los primeros días de Calderón: una misma crisis más grande que las ofertas. Los golpes en la Cámara de Diputados para disputarse la tribuna revelaron la dimensión del conflicto y la baja calidad política de los legisladores. Al final, López Obrador y el PRD están logrando sus objetivos: impedir el proceso institucional de asunción del próximo presidente de la República. El PRD tomó la decisión insurreccional, tipificada como sedición en las leyes penales.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Ayer, con la toma de tribuna en San Lázaro, el PRD se metió en un tobogán del que saldrá debilitado. Ahora, con el bloqueo legislativo, algunos están volteando al Auditorio Nacional porque desde el lunes elementos del Estado Mayor y de la Marina tomaron las instalaciones del inmueble de Reforma, pues el viernes uno de diciembre Felipe Calderón encabezará ahí un acto. Por eso, no extrañaría que, ante la falta de condiciones para que la Cámara baja sea el escenario del traspaso de poderes, éste se realice en el Auditorio. Por lo pronto, el coordinador del PRI, Emilio Gamboa, dijo que es tiempo de valorar sedes alternas.
“Frentes Políticos”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

A tres días de que el presidente electo Felipe Calderón tome posesión, el PAN decidió dar un madruguete a los legisladores del PRD y adelantarse en la toma de la tribuna legislativa. Ayer, durante la sesión que se desarrollaba en la Cámara de Diputados, los legisladores panistas decidieron tomar la tribuna del Congreso, ante el rumor que la noche del lunes había comenzado a tomar fuerza de que el grupo parlamentario del PRD tomaría la tribuna.
Manuel López San Martín, “Política Ficción”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

La crisis nacional derivada del fraude electoral llegó ayer a San Lázaro, con panistas y perredistas convertidos en guerreros en lucha por la tribuna de la discordia. De la violencia verbal a la física, de la individual a la colectiva y de la partidista a la institucional: un madruguete blanquiazul precipitó la batalla legislativa y adelantó a los ojos del mundo la dimensión del conflicto creado por la imposición de Felipe Calderón como presunto triunfador electoral y por el abuso de los poderes fácticos (empresarios, televisoras, medios en general) en la búsqueda de acallar disidencias y satanizar a los adversarios.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

Al principio hubo respeto al sector femenino. Los legisladores pedían que a las diputadas no las empujaran. La cosa, pues, era entre ellos, los machos.
Y a todo esto, ¿qué hacía el PRI?
Como los chinitos: milando.
Ante la inconformidad de los diputados de que elementos del Estado Mayor estuvieran en la tribuna legislativa, el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Zermeño, solicitó que abandonaran el recinto. Se quedaron a custodiar sólo los elementos de seguridad de Palacio Legislativo y la guardia del PAN.
Total que así continúa la tribuna, al menos hasta ahora: tomada. Al menos es de manera multipartidista: tanto el PAN como el PRD.
¡Qué espectáculo! Qué lástima que me agarró desprevenida, porque era un momento digno para tomar la libreta junto con una caja de kleenex y, de paso, palomitas de maíz.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

Acuérdese de estos nombres: Pancho Domínguez, PAN, Octavio Martínez, PRD, Nicolás Morales, PAN, Víctor Varela, PRD. Hasta ayer nadie los conocía. En casi cuatro meses de Legislatura, han pasado inadvertidos. Pero saben usar manos y pies. Eso les valió jalar reflectores y cámaras. Se comportaron como porros y no como legisladores. Cuatro diputados —tres del PRD y uno del PAN— fueron a dar a la enfermería en la media docena de peleas protagonizadas en esa arena en que se convirtió, por la fuerza de los hechos, la tribuna. Un codazo, un pellizco, un empujón y recomenzaba la batalla campal.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

Manlio Fabio Beltrones fue informado de la toma de la tribuna de la colegisladora y señalaba que la primera vuelta la ganaban los panistas. El sonorense reiteraba que sólo la apertura del diálogo haría posible que todo transcurra dentro de la legalidad. La violencia no llevará a ninguna parte.
Poco después empezó a surgir la información de que tres perredistas que se enfrascaron a golpes con diputados de Acción Nacional, Alberto López, Aleida Alavez y Ramón Pacheco salieron lesionados. Este último recibió gas lacrimógeno directo. Por la tarde legisladores del PAN y del PRD sostuvieron nuevos enfrentamientos. La perredista Holly Matus, y la panista Claudia Sánchez intercambiaron empujones y cachetadas, lo que provocó que sus compañeros retomaran los jaloneos.
Algunos perredistas rodaron al suelo por las escaleras, entre ellos Alberto López, lastimado de una rodilla, tuvo que salir en silla de ruedas. El presidente Jorge Zermeño no sabía qué hacer, la asamblea se le vino encima y dudaba de los pasos a seguir.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.

EL DIPUTADO PANISTA José Nicolás Morales Ramos se convirtió en la revelación pugilísitica, pues resultó más bravo que un Miura herido.
EL AHORA magnate restaurantero seguramente recordó sus días de lavaplatos porque le entraba a lo que fuera y con quien fuera. Y se podrá decir cualquier cosa de él, menos que sea sacatón.
LO MISMO la joven panista Claudia Sánchez, que si bien no tiene mucha experiencia política, quedó claro que no necesita quién la defienda. OTRO QUE salió bueno para los golpes fue el perredista Víctor "El Buki" Varela: ¡se llevó todos! Salió bien magullado pero, eso sí, logró salvar su larga cabellera.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.

Si todo esto le parece peculiar, mi estimado, súmele otro colosal traspié el dado por el panista Jorge Zermeño, presidente de la mesa Directiva, al anunciar la suspensión de la sesión hasta el... viernes 1 de diciembre. O sea, las salidas de emergencias para la negociación y el diálogo en San Lázaro están... cerradas.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 29 de noviembre de 2006.

Se sabía, y así lo anticipamos ayer aquí, que los diputados del PRD y del PT intentarían no solamente tomar la tribuna del recinto de San Lázaro, sino también instalar carpas a su alrededor para impedir que pasado mañana, Calderón y su antecesor, Vicente Fox, accedieran a ella. En cuanto inició la sesión, panistas e integrantes del EMP ocuparon la tribuna, lo que provocó que perredistas y petistas intentaran acceder a ella, entre jaloneos, insultos y golpes, lo que obligó a Zermeño Infante a declarar un receso que se prolongó varias horas, ante la imposibilidad de que aquélla se pudiera llevar a cabo. Los exhortos del panista a la cordura, a la "civilidad" y al "buen comportamiento", fueron ignorados, por lo que el receso se prolongó hasta el atardecer, luego de una reunión de los coordinadores de todos los grupos parlamentarios.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 29 de noviembre de 2006.

¿También es casualidad que el PAN tomara ayer la tribuna, sabedor de que el PRD reaccionaría como lo hizo y luego el PRI "sugiriera" cambiar el recinto?
“Binoculares”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

Por aburridos, grises y derechosos que sean, sus diputados fresas, yuppies y pirrurris van aprendiendo algunas mañas elementales de su oficio, y ayer se anticiparon a lo que sus enemigos perredistas querían hacer, dejando asomar al pequeño gañán que llevan dentro.
Quedan para el viernes cuatro posibilidades: a) Juramento en el escenario tal y como quedó anoche (entre una turba de diputados y senadores explicablemente pestilentes). b) Que la ceremonia sea en algún rincón de San Lázaro pero sin “tribuna”. c) Elegir otro domicilio, a riesgo de que se produzca otra madriza.
La cuarta opción es también bochornosa, pero quizá la mejor: que Calderón haga lo que Fox con su Informe y que sintetiza la rumba del Caudillo del son Entregas y te vas:
Que deje a la puerta de San Lázaro un apunte donde conste que no se dieron las condiciones para cumplir su obligación.
Carlos Marín, “El asalto a la razón”, Milenio, 29 de noviembre de 2006.

Estallido de la caldera legislativa a unas horas de que el esposo de la señora Margarita (un señor bajito, sin bigotes pero con lentes) se tomara bien bonitas fotos con señores priístas distinguidos y les dijera con sentida oratoria que él (el Margarito de la señora esposa; no, perdón, al revés, o algo parecido) iría al templo de San Lázaro a llevar flores inaugurales de su sexenio invernal el primero de diciembre, pero no por gusto personal sino porque así la señora Constitución lo establece. (¡Oh, sí: obediencia extrema a la tres veces hache Constitución.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

No se convulsionen, porque lo de ayer sólo es un entremés de lo que veremos en San Lázaro el viernes por la mañana...
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

El Canal del Congreso marcará rating en lo que puede ser un zafarrancho sin precedentes…
Roberto Rondero, “Telévoro”, 29 de noviembre de 2006.

Por increíble que parezca había también momentos de camaradería, cuando la tensión bajaba, los menos radicales ofrecían comida y plática a los contrarios. Uno de los zafarranchos se soltó, sin embargo, cuando a unas diputadas del PAN que sostenían la manta con la leyenda "Nadie por encima de la Constitución" les aventaron en la cara a legisladores del PRD los sandwiches que les habían llevado. Era una abierta provocación. Este espacio no alcanza para narrar todo lo que vimos ayer ahí. Una palabra sintetiza lo vivido: irracionalidad. Los diputados tienen 48 horas para desactivar el conflicto. Si no, las consecuencias serán desastrosas. Héctor Larios, coordinador de los blanquiazules, nos confirmó que Felipe rendirá protesta en San Lázaro cueste lo que cueste. El perredista Emilio Ulloa ratificó que los diputados amarillos no lo permitirán. En esas están.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

Por muy kafkiano que pueda parecer, tal vez sean las vías urinarias: nos informan que, desde ayer en la tarde, a los diputados que abandonan el recinto ya no se les permite reingresar. Así que la urgencia de ir al pipis room podría ser la menos maquiavélica pero más implacable estrategia con la que la naturaleza desaloje la tribuna anticipadamente tomada.
Yuriria Sierra, “Nudo gordiano”; Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

¿Pensaron ustedes que era im-po-si-ble imaginar a panistas y perredistas juntitos, centímetro a centímetro, haciendo un plantón?
¡Pues ya llevan 48 horas así los diputados del PRI y PRD en San Lázaro!
Por la madrugada, estuvieron muy cantores los del PAN, entonando canciones como "Ella", "Secreto de amor", "Allá en el Rancho Grande"..., mientras los perredistas jugaban cartas, dormían, o leían un libro...
El coordinador de la bancada perredista, Javier González Garza, presumía su almohada anaranjada, mientras las legisladoras panistas lucían sus pantuflas y cobijas nuevas...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Toman turnos para ir al baño, se organizan para ir por las tortas, toman relevos para defender la plaza.
La plaza es la tribuna que los dos bandos reclaman.
Ambos están firmes allí, pero dialogan para buscar una solución “política”.
La verdad es que los señores diputados convirtieron el salón de plenos de la Honorable Cámara, en un dormitorio maloliente.
Los jefes de Estado que vendrán al acto, deberán caminar con mucho cuidado, no sea que pisen la cabeza de un diputado dormilón.
Pepe Grillo, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

Pero la pregunta que rondaba era:
¿Y dónde quedó la pirrurrez de los panistas?
Los del PRD ya están curtidos en eso de plantones, mítines, "resistencia pacífica" y todo eso (si hasta por primera vez no estaban a la intemperie), ¡pero los panistas!
¡Bien que sacaron a relucir la casta y le entraron a los catorrazos, empujones, gritos e insultos!
Un ejemplo fue la panista Violeta del Pilar Lagunes Viveros, quien aventó latas de refresco y botellas de agua al perredista Víctor Varela, quien intentaba subir una curul a la tribuna del recinto legislativo.. .
Desde ayer, la diputada Violeta recibió el mote de "Violenta", y el perredista Varela, de larga cabellera, el mote de "Tarzán"...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Ahora que duermen juntos, los legisladores panistas y perredistas que disputan la “máxima tribuna de la nación” dejan ver que no se toman en serio la severa crisis política en que sus respectivos jerifaltes han sumido al país.
Cansados, lagañosos, hediondos, unos y otros echan garganta y alternan las mentadas con canciones a capela.
La modorra, sin embargo, hace que al error imperdonable de no haber podido tomar la tribuna, los perredistas añadan el lapsus brutus de tararear El rey: no reparan en que la letra es el himno de los derrotados: Sé muy bien que estoy afuera, o en que el me vas a llorar se las ganó Vicente Fox con aquello de “me van a extrañar”.
A los panistas debió habérseles secado el seso después del sorprendente y oportuno agandalle de la tribuna, pues debieron revirar: No mammy blue.
Palmas entonces para la panista Violeta Lagunes, la artillera de las Coca colas que le llovieron al frustrado volador perredista Víctor Varela.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

No deja de ser paradójico que los panistas no se bajen de la tribuna, hasta el cierre de esta columna, para evitar —haciendo lo que quieren evitar— que los perredistas ocupen ese espacio y eviten que ahí mañana Felipe Calderón tenga espacio físico para protestar su cargo como presidente de México, ¿no cree?
En fin, que en tribuna, lo mismo cantaron que hicieron turnos para ir al baño y no perder su espacio…
Las negociaciones o su intento estaban a todo lo que daba ayer. Uno de los escenarios —que los malpensados dicen que vieron desde que Vicente Fox se “desmayó” sospechosamente en su rancho— es que el actual Presidente no vaya a San Lázaro.
Por lo pronto, ayer nos quedamos en que el PRD había roto todas las negociaciones. Seguían en que la única sede para el cambio de poderes era San Lázaro. Y no hay más.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.

Víctor Varela, diputado del PRD, no imaginó al llegar el martes a San Lázaro que el miércoles su foto estaría en la primera plana de los principales diarios. Una foto escandalosa que lo capta a punto de caer de la tribuna, como un luchador rudo que es lanzado del ring a las butacas. El pelo largo tipo grupero colaboró, además, para perfeccionar una imagen inolvidable.
¡Yo no tiré ningún golpe!, dice él. Yo no propiné ningún puntapié, ni defendí a ningún diputado. Al contrario, la diputada Violenta Lagunas me arrojó refrescos, agua, latas, todo lo que tenía a la mano cuando sus compañeros del PAN me arrojaron al suelo. ¿Que no vio las imágenes, diputado? No hubo ninguna agresión de mi parte, me interrumpió para explicarme que todo era producto de lo que llamó el momento álgido que vive el país.
Ciro Gómez Leyva, “La historia en breve”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Ayer también quedaron todos en no agredirse más, pero no por eso dejaron de lanzarse pullas, y hacer uso de un lenguaje taaan florido que, daban ganas de preguntarles: ¿con esa boquita comes? (más bien ¿legislas?).
Incluso los perredistas se dieron tiempo para hacerse una manta que decía: "¡Panistas y perredistas en contra de la toma de posesión de Felipe Calderón!"..., mientras algunos panistas recibían llamadas subrepticias -porque se escondían y hablaba en voz baja- de, se supo, Felipe Calderón...
...Y pensar que este espectáculo se hubiera evitado con ocho letras, cuatro y cuatro, y un signo de multiplicación: Voto x voto...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Alguien le tiene que hacer un reconocimiento público al Canal del Congreso, porque si no hubiera sido por él, muchos televidentes no le hubiéramos podido dar el seguimiento que le dimos al último escándalo de nuestros diputados.
Álvaro Cueva, “El pozo de los deseos reprimidos”, Milenio, 1º de diciembre de 2006.

La larga escena de conflictos violentos en la Cámara de Diputados puede resumirse en una breve percepción política: el PAN y el PRD se liaron a golpes para mantener vigente una de las tradiciones cortesanas que inventó el PRI para fundar la república monárquica sexenal. Y al final, se trató de una disputa histórica: los panistas contra los priistas hoy vistiendo el disfraz de perredistas.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

La situación que prevalecía aun anoche en la Cámara de Diputados no es gratuita. Ha sido provocada por el terrorismo verbal practicado por quienes han llevado la voz cantante en el PRD, desde que dieran inicio las campañas políticas del reciente proceso electoral, y hasta el momento actual. Comenzando por el ex candidato perredista, siguiendo con sus colaboradores cercanos y terminando con los actuales dirigentes formales del partido y en las cámaras, seguidos todos por un grupo radical de militantes y legisladores, las amenazas contra el sistema político y sus instituciones han sido una práctica cotidiana. La intención declarada de estos grupos de obtener por medio de la fuerza lo que los mexicanos les negamos en las urnas, ha sido el móvil de estos grupos, y es la razón de lo que ahora sucede en el recinto legislativo donde habrá de tomar posesión Felipe Calderón mañana por la mañana. No hay duda de que esto sucederá, lo que desconocemos es cómo será. Como lo señalábamos antes, el PRD ha perdido ya prácticamente toda su credibilidad, así como el cuantioso capital político que obtuvo en la reciente elección. Los ciudadanos serán los encargados de pasarles esta última factura en los procesos electorales por venir, ojalá que no olvidemos la afrenta que este grupo cada vez menor, hace hoy a todos los mexicanos.
Guillermo Ortega, “En corto”, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

El genio hace lo que debe, mi estimado, el talento lo que puede. No me ayuden compadres, debería gritar Felipe Calderón. La toma de la tribuna por el PAN seguida por legisladores del PRD mantienen un alto nivel de tensión después del grotesco zafarrancho y la original pijamada que dio la vuelta al mundo pintando el panorama nacional entre una vulgar caricatura y un ambiente volátil de suma peligrosidad.
El acto para el cambio de poderes está demasiado comprometido por la sencilla razón, my friend, que la máxima tribuna del país está tomada... la sola posibilidad de la entrada de la fuerza pública para desalojar a los bulliciosos legisladores desencadenará una crisis hoy política a una constitucional.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

La única conclusión de lo ocurrido en las últimas horas en la Cámara de Diputados es la certeza de que el viejo régimen priista se está cayendo a pedazos, pero sin tener indicios de la construcción del nuevo régimen. El PAN se enfila hacia la conformación de un nuevo Estado con partido hegemónico, gracias, por cierto, a las locuras de López Obrador y el PRD. Se los dijo Jesús Reyes Heroles al Partido Comunista Mexicano cuando solicitó el registro como partido legal, en 1978: "llevar al régimen a la derecha depende (...) de la ineficacia de la izquierda en impedirlo".
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Hubo ratos en los que nadie se acordó de la política. La polarización política se expresó en una batalla no de ideas sino de fuerza cuerpo a cuerpo. Nada tan peligroso para el devenir de los siguientes meses y años como esta crisis.
Será un mal comienzo de gobierno, porque las dos principales fuerzas políticas del país estarán en permanente confrontación.
La propuesta de Larios de hacer que Calderón entre por la parte trasera al recinto legislativo, va a marcar al michoacano por la eternidad.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Los legisladores del PAN y el PRD (con el PRI de apostador) boxean y discuten por la toma de protesta de Calderón como Presidente de la República, mientras la maquinaria de transmisión de poderes está en marcha. Justo el primer minuto del primero de diciembre —y en algunos casos, poco antes— los mandos de los verdaderos nervios del gobierno cambiarán de manos, de sus actuales responsables a los relevos designados. Como sucede desde hace muchos sexenios, así ocurrirá ahora en las secretarías de Gobernación, Defensa, Marina y Seguridad Pública, lo mismo que en la PGR y en el Estado Mayor Presidencial. En ese momento comenzará la presidencia calderonista. Lo que ocurrirá 10 horas después pertenece a un diseño legal pensado para un país que ya no existe.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.

Lo que tenemos es un círculo vicioso de falta de autoridad presidencial, de pérdida de la institucionalidad del Ejecutivo, que comenzó hace exactamente seis años, cuando el presidente Fox inició su discurso de toma de posesión saludando a sus hijos. Hubo situaciones anteriores: cuando se dio el show de la clasificación electoral del 88 y en 91 se consolidó con la oposición per se del Congreso al Ejecutivo desde el momento en que éste perdió la mayoría absoluta en una de las cámaras en 1997. Y desde entonces lo que hemos visto es sólo el deterioro constante e irreversible.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.

Otra de esas preguntitas incómodas recae en la obsesiva ¿terquedad? de los revoltosos panistas (se sabe de sobra la estrategia del partido del sol azteca) de permanecer, a estas alturas del partido, en la tribuna de San Lázaro con temerarios ánimos de seguir partiendo mandarinas en gajos. El pago de esta espectacular factura y los costos serán asumidos, también, por Acción Nacional. Con todo y la bola de chistositos esquizofrénicos que gritan en diversos micrófonos que el PRD es el único culpable de la severísima crisis. Relax.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Si no hay acuerdos en el curso de hoy, la toma de la tribuna de la Cámara de Diputados volverá a ser en la madrugada del viernes, como lo fue el martes, un foco de fricciones y de enfrentamientos. La bancada de Acción Nacional cometió el error, más allá de sarcasmos, de actuar en la misma dirección que atribuyó al PRD, ciertamente a partir de sus reiteradas declaraciones de impedir la toma de posesión de Felipe Calderón. Ese propósito resulta servido por la decisión panista de pretender el control del espacio desde donde se produciría, en circunstancias normales, la protesta presidencial. Pero en las condiciones generadas el martes sería irresponsable hacer subir por la fuerza a Felipe Calderón y aun hacerlo entrar desde las oficinas tras banderas. Empeñarse en que el acto constitucional se realice en la tribuna afectada por su propia acción, y no por la de los perredistas, es una incongruencia panista que esa fracción debe resolver. No es desdeñable la elección de un recinto alterno, donde no se repita la tensa aglomeración que hoy se mueve en la parte alta del recinto parlamentario
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

La decisión del grupo parlamentario del PRD de impedir el desarrollo normal de la toma de posesión de Felipe Calderón el día de hoy, ha provocado los incidentes que mayor desprestigio han acarreado para nuestro Congreso de la Unión como institución republicana. Golpes, mentadas, abucheos, acampada, botellas llenas de orines al lado de la máxima tribuna de la nación, en suma, imágenes que dan vergüenza ajena, resumen la identificación que se hace estos días de la Cámara de Diputados. Los protagonistas: legisladores del PAN y del PRD; perdedores: todo el sistema democrático.
Ciro Murayama, Crónica, 1º de diciembre de 2006.

Hasta el cierre de esta columna, los diputados del blanquiazul que resguardan la tribuna para que Calderón pueda acceder a ella, y los del Frente Amplio Progresista que también la ocupan para evitárselo, se negaban a desalojarla, a pesar de los llamados y exhortos que insistentemente se les hicieron y de las muchas horas de diálogo de sus coordinadores, que estérilmente buscaban una salida política, negociada, a fin de que el salón de sesiones quedara expedito para la que está prevista para hoy. Ante las versiones que circulan desde el atardecer de que el panista presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño Infante, solicitaría a la fuerza pública el desalojo, Javier González Garza y Carlos Navarrete, coordinadores de los grupos parlamentarios del sol azteca, anunciaron que solicitarían amparo para todos sus integrantes, a fin de evitarlo.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 1º de diciembre de 2006.

Los partidos políticos y, en particular los legisladores, deben darse cuenta que ellos no son los dueños del país, no son propietarios de la agenda nacional y los ciudadanos no somos sus súbditos.
Deben comprender, de una vez por todas, que el país es mucho más grande que sus miserables luchas de poder. Que las grandes necesidades de México van mucho más allá del capricho antidemocrático de Andrés López y de quienes lo siguen.
Que los mexicanos que mueren de hambre y enfermedades curables no pueden esperar a ver cómo hacen los priistas para tratar de obtener lo que llaman ventajas políticas de las coyunturas o que Tomás Ruiz y Jorge Kahwagi busquen brincar de un partido a otro.
El país no debe perder más tiempo en coyunturas, en ridículas pugnas que no contribuyen absolutamente en nada.
David Páramo, “Personajes de renombre”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

Bravo por la señal del Canal del Congreso. Qué bueno es contar con ella y contar con ella bien. Hubiera sido muy fácil para sus directivos fingir demencia, desviar la señal o hacer cualquier tarugada para que el pueblo de México no viera el show que nos dieron nuestros legisladores.
Álvaro Cueva, “El pozo de los deseos reprimidos”, Milenio, 1º de diciembre de 2006.

1º DE DICIEMBRE DE 2006: A UN AÑO DE LA TOMA DE PROTESTA DE FELIPE CALDERÓN: 2. LOS PARTIDOS POLÍTICOS.

En el apartado previo, correspondiente ala toma de la tribuna, se asomaron algunos comentarios a propósito de los partidos políticos sobre todo a propósito del acto. A continuación presentamos 58 comentarios, 22.3% de los 160 sistematizados, relacionados tanto con el desempeño de cada partido, así como con los escenarios que gradualmente se visualizaron a propósito de la toma de protesta de Felipe Calderón. 17 se refieren al Partido Revolucionario Institucional; catorce a Acción Nacional y 27 al de la Revolución Democrática.

Partido Revolucionario Institucional.
La Cámara de Diputados debe ser espacio de diálogo, debate y acuerdos. Los mexicanos esperan de sus legisladores una conducta seria y responsable, expresó la bancada del PRI respecto de los sucesos en San Lázaro, y reiteró su "disposición para ser un mediador en el delicado ambiente que se ha venido construyendo en el país gracias a la intolerancia y la soberbia política”…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

A nombre de los priistas, Emilio Gamboa, repudiaba los actos violentos, calificándolos de inaceptables y vergonzosos, pues los diputados federales deben cumplir la ley y no violarla. Es más, dice que Zermeño debe presentar denuncias ante el Ministerio Público para que delimiten las responsabilidades del caso. Las dirigencias nacionales de los partidos políticos que tomaron la tribuna deben pensar en la gente y en la sociedad en su conjunto. Anoche, el 80 por ciento de los diputados priistas decidieron exhortar a Vicente Fox para que se abstenga de asistir a la ceremonia de cambio de poderes.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.

En la sesión senatorial de anoche, luego de un prolongado receso, el priísta hidalguense Jesús Murillo Karam presentó el punto de acuerdo para proponer a la directiva de la colegisladora a que, de no haber condiciones para que la sesión de mañana se realice en San Lázaro, se busque una sede alterna a fin de que Calderón rinda protesta y asuma la Presidencia de la República. Aun con la anuencia del pleno en el Senado y la insistencia panista en que la ceremonia de mañana se lleve a cabo en la Cámara de Diputados, esto difícilmente podría lograrse.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.

La pregunta, entonces, es: ¿qué ocurrirá con la ceremonia del 1 de diciembre? Y anoche surgían alternativas. El PRI, el gran ganador de la irracional confrontación, propone una sede alterna para que Calderón rinda protesta y pide que no asista el presidente Fox.
Pero la propuesta priísta parece incompleta. Más que una sede alterna se requeriría una sede distante del DF, porque el 1 de diciembre Andrés Manuel López Obrador está convocando a una marcha a sus seguidores y, según sus cálculos, planean reunir a unas 20 mil personas en el Zócalo para de ahí movilizarlas a cualquier sede alterna donde se intentará tomar el juramento al Presidente. No habría cerco policiaco que resistiera una movilización de esa magnitud ni tiempo para preparar un operativo de protección a una sede alterna.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

En el recuento de este episodio los priistas Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón comenzaron a cocinar el "plan B" que al final de cuentas vendría a atemperar los ánimos de los perredistas y a darles una relativa tranquilidad a los panistas. El rito ceremonial de la imposición de la banda tricolor así se realizaría.
Santiago Creel tuvo un trago amargo, porque horas después de iniciada la campal, pidió a los priistas "hacerse a un lado", "no meterse" ni ponerse en calidad de árbitros. Como olvidando que solos los panistas no pueden hacer nada.
Jesús Sánchez, “Recuento Político, 30 de noviembre de 2006.

El maquiavelismo tenebroso de Manlio Fabio Beltrones y el pragmatismo político de Emilio Gamboa Patrón se han combinado no sólo para buscar el control de la dirigencia nacional priísta, con Enrique Jackson como su candidato, sino también para imponer en el viejo partido la visión de que, a través de la negociación política, pueden obtener grandes beneficios y pueden posicionarse -más como grupo político que como proyecto ideológico o de partido-, con miras a avanzar en el sexenio que comienza hasta un punto en el que el 2012 esté al alcance de una candidatura presidencial para Beltrones.
No es casual que en el fracaso de las negociaciones que sostuvieron sectores moderados del PAN y el PRD, en busca de un pacto que hiciera posible la toma de protesta de Felipe Calderón, aparezcan huellas priístas. Desde que se enteraron que había contactos entre azules y amarillos, los del PRI hicieron todo lo posible por enrarecer el ambiente y evitar un entendimiento entre los dos partidos mayoritarios que les quitaría el papel de "aliados estratégicos" del PAN.
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Gráfico, 30 de noviembre de 2006.

Los priistas, que ahora muy pragmáticamente menosprecian la importancia de las formas y proponen que la ceremonia se lleve a cabo en cualquier lugar, fueron unos verdaderos maestros en el arte de la legitimación de su régimen a través del respeto de las formas. Los priistas lograban en unos meses transformar a un simple, y en general, gris, secretario de Estado, en un "auténtico" estadista. De entrada, empezaban con el rito al que magistralmente se llamó el destape y en el que auténticamente revelaban a la ciudadanía que uno de los suyos había sido elegido como sucesor porque reunía, como nadie más, y de forma "evidente", todos los atributos necesarios para la conducción del país. Y antes de que surgiera alguna duda se desataba una avalancha de notables que iban a saludarlo, a festejarlo y a expresar públicamente su absoluta coincidencia con la atinada y correcta elección "del partido". En unas horas a un hombre común, cuya característica más notoria había sido la obediencia, la sumisión y la lealtad a su jefe, se le descubría un innato don de liderazgo. Era un ritual muy bien ensayado. Los que acudían a felicitar al elegido mostraban su sometimiento al sistema y al hacerlo contribuían a construir un nuevo liderazgo. Luego lo placeaban por toda la República, a lo largo de una campaña cuya intensidad no tenía nada que ver con la competencia, sino con la necesidad de poner al elegido en contacto con todos los factores de poder locales. Pasaba el día de la votación, que era un mero trámite, y llegaba el momento cumbre del traspaso del poder: el día de la toma de posesión. El que entregaba, llegaba acompañado y se iba solo, y al nuevo lo recibían de pie y con reverencial actitud. Todo terminaba en un multitudinario besamanos en Palacio Nacional. Y así, en menos de un año, el sistema priista se perpetuaba en el poder gracias a un conjunto de ritos muy bien escenificados.
Denisse Maerker, “Atando Cabos”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.

Los legisladores del PRI parecen haber llegado a un acuerdo con los panistas de que no romperán la sesión impidiendo el quórum, ni evitarán la toma de protesta del presidente Calderón. Estos compromisos serían parte de los acuerdos por medio de los cuales se dio al PAN la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y por ello de la sesión conjunta de las Cámaras del Congreso del 1o. de diciembre, a pesar de que esta responsabilidad le correspondía al PRD, mientras que la Junta de Coordinación le fue entregada al priista Emilio Gamboa. Pero una cosa es prometer no romper la sesión y otra garantizar que ésta se lleve a cabo en el salón de plenos de San Lázaro.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

Fidel Herrera Beltrán nos asegura que los legisladores perredistas pueden quedarse a vivir en San Lázaro si lo desean, y el hecho de que tengan tomada la tribuna no impedirá que el Presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa cumpla con la obligación Constitucional de rendir su protesta. A pesar del pleito de diputados panistas y perredista, ya hay un Presidente electo.
Y luego nos señala que está en contra de la intransigencia, en contra de la obcecación. Los legisladores tienen el compromiso ante la nación y deben cumplir con la sociedad. Los gobernadores estaremos presentes en la ceremonia donde quiera que sea, a donde el Congreso resuelva.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

Gana el PRI, dicen los cínicos y argumentan: En más de 70 años de gobiernos priistas, nunca brindamos un espectáculo de esta naturaleza. Bueno, la realidad fue que cualquier intento de "insurrección política", los priistas lo resolvían de una manera "más ortodoxa", no sólo mediante la destitución sino hasta la "desaparición".
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Por la tarde de ayer, el priista Emilio Gamboa Patrón, repetía que Vicente Fox no debería acudir a la Cámara de Diputados, que no entregue la banda presidencial, para evitar mayores daños; y que Calderón Hinojosa rinda protesta en el auditorio del Edificio E. En San Lázaro, dice Gamboa Patrón, podemos buscar un escenario, junto con el PRD y el PAN, donde se pueda llevar la ceremonia en calma.
El político yucateco rechazó las declaraciones del senador Santiago Creel, en el sentido que “cueste lo que cueste garantizarían que Felipe Calderón rinda protesta”. Estas aseveraciones, dice el priista “no nos merecen ningún respeto” y hoy nos damos cuenta porque lo cambiaron de secretario de Gobernación.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

Manlio Fabio Beltrones plantea un punto moderno e interesante para que se produzca el cambio de sede para el relevo de poderes; desmitificar el recinto legislativo. Pero quizá todavía no estemos listos para eso.
Jesús Sánchez, “Recuento Político, 30 de noviembre de 2006.

BASTANTE MOLESTOS andaban ayer los senadores priistas que encabeza Manlio Fabio Beltrones.
LA CAUSA de su malestar era que nomás no entendían la necedad del PAN de cumplir con lo que dice la Constitución.
PARA los priistas eso de que Felipe Calderón tiene que rendir protesta en San Lázaro, es más bien capricho... aunque sea un mandato legal.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 1º de diciembre de 2006.

Hoy, curiosamente, son los priístas los que hablan de "mesura" y los que proponen "soluciones" y "alternativas" para salir del enconado conflicto y evitar el riesgo de una crisis constitucional por la ausencia del Presidente electo al momento de iniciar el periodo legal de su ejercicio. Como se ven las cosas, con el dominio total de los radicales del PRD que ayer rompieron negociaciones, a Felipe Calderón no le queda más remedio que tirarse a los brazos del PRI y atender las condiciones de los priístas, que son los únicos que le pueden dar quórum legal para protestar como Presidente ante el Congreso.
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Gráfico, 30 de noviembre de 2006.

Por lo pronto, el principal interlocutor del gobierno de Calderón en el Congreso será el PRI, un partido dividido y derrotado que se convierte de facto en la pieza clave de la política parlamentaria calderonista. Para ello, repitiendo en parte la historia del primer año del foxismo, la apuesta del gobierno recae en la figura de Beatriz Paredes, quien al igual que en el 2001, se perfila como aquella figura capaz de reconstruir la estructura partidaria, al mismo tiempo que se incorpora a la tarea de negociación con Calderón. En aquel entonces, la derrota de Paredes frente al binomio Madrazo-Gordillo, condujo a la parálisis legislativa en lo referente a las grandes reformas, y finalmente a la división y la debacle electoral en el 2006.
La eventual elección de Beatriz Paredes al frente del PRI, supondría no sólo un beneficio político para Calderón, sino la posibilidad de reposicionar a su partido en la opinión pública al presentar una imagen de oposición constructiva, contraria a aquella desarrollada por Madrazo durante el foxismo y que condujo al partido al fracaso. La ventaja que se presenta ahora para el tricolor es por un lado la disposición abierta de Calderón a pactar acuerdos políticos de mediano alcance, sin intentar cuestionar la legitimidad del interlocutor como lo hizo Fox con el PRI. Por otra parte, la negativa de la izquierda a reconocer al Presidente como una instancia válida de negociación, deja al Revolucionario Institucional como única opción, lo que la vuelve más costosa e indispensable para el gobierno.
Ezra Shabot, Reforma, 1º de diciembre de 2006.

Dicho por los priistas, a partir de lo que está pasando en la Cámara de Diputados: "¡Hay que afiliarse al PAN para esconder el naco que uno lleva adentro..!"
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Un spot con la firma del PRI se difunde en los medios electrónicos. El mensaje deja claramente establecidas las razones por las que sus legisladores asistirán a la toma de protesta de Calderón. El diputado Adolfo Mota Hernández las sintetiza en cuatro palabras: legalidad, paz y cohesión nacional.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

Partido Acción Nacional.
Por la tarde, Santiago Creel envió a los senadores Federico Döring y Gustavo Enrique Madero para que apoyaran a los diputados de su bancada, que le informaran de lo que sucedía, pero en el fondo lo que pretendía era que la valla en la tribuna fuera sólida. Calderón va a tomar posesión el día primero, insisten los panistas.
Döring tuvo que aceptar que la Cámara de Diputados les dé un tratamiento diferente como huéspedes, no son de casa, y por lo mismo respetamos sus reglas. Pero todos fueron convocados para que arribaran a San Lázaro, al igual que hicieron los senadores perredistas.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 29 de noviembre de 2006.

La pregunta es: ¿y si todo fue plan con maña, y los panistas hicieron el borlote de tomar la tribuna de la Cámara de Diputados y todo, sólo para que se cambie de sede la toma de posesión de Felipe Calderón Hinojosa?
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Del lado del PAN, la derrota es compartida por el equipo de Felipe Calderón y por el coordinador de los senadores, Santiago Creel, que había asumido la promoción y negociación de un acuerdo político con el PRD. Creel era el contacto a través del cual Carlos Abascal y los operadores políticos de Calderón les hicieron varios ofrecimientos a los dirigentes de Nueva Izquierda -entre ellos promover la inasistencia del presidente Fox-, a cambio de que no impidieran la toma de protesta ni tomaran la tribuna.
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

¿La gélida respuesta de Santiago Creel?
Ni madres. No se metan en este pleito bola de hojaldras tricolores porque Felipe va porque va, pues
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 29 de noviembre de 2006.

Panistas y perredistas fueron actores de una comedia política, versión pirata, de "durmiendo con el enemigo", nada más cercano al realismo mágico del mexicano.
Por eso, el papel que desempeñó el jefe de la bancada panista, Héctor Larios, en la desastrosa toma de la tribuna en San Lázaro, le puede costar el cargo.
Al menos eso es lo que dicen legisladores de Acción Nacional quienes no aprobaron la fallida estrategia "del todo por el todo" y que colocaron a sus adversarios del PRD en una posición más fuerte de negociación.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

"Estoy choqueado", admitía el experimentado diputado del PAN, Juan José Rodríguez Prats, quien desde su curul miraba desolado el triste espectáculo. El hombre ha visto muchas y muy duras. La calificación de la elección de Salinas de Gortari; el debate del artículo 27 de la Constitución, la aprobación del IVA. "Pero como ésta, ninguna", aseguraba categórico.
A su lado se encontraba Diódoro Carrasco. El secretario de Gobernación de Zedillo —hoy diputado del PAN — tampoco participaba en la refriega. Parado, en medio del pasillo, se limitaba a comentar el "bochornoso espectáculo" que ofrecían sus pares en la tribuna, convertida en coliseo
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

Es más, cómo es que los azules lograron pasar el cerco de la PFP llevando consigo botes con gas, si se catea a todos quienes tratan de flanquear las vallas que se han instalado alrededor del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Todo se preparó con anterioridad. Montado en el supuesto de que serían los perredistas quienes iban a tomar la tribuna, el panismo preparó hasta mantas para combatir ese supuesto. Los perredistas no tenían listos ni los carteles con los que, tradicionalmente protestan.
Pero además fue torpe, muy torpe el accionar azul. Con casi todos los medios electrónicos a su servicio, la toma de la tribuna por parte del PRD la descalificación hubiera sido unánime. Seguramente no se habría podido aguantar durante dos días y una noche, el ataque mediático.
Dejarlos con la toma de la tribuna frente a los medios sería el mejor ataque que podrían haber establecido los panistas, pero no, son simplemente torpes, golpeadores, políticos del odio, nada más.
Miguel Ángel Velázquez, “Ciudad perdida”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

Madruguete panista increíblemente torpe, pues coloca a los blanquiazules en una condición de rijosidad que usualmente consideran impropia de su estilo almidonado, incentiva a los lopezobradoristas sin cargo y con él a fortalecer su resistencia y a pelear con más fuerza no el primero de diciembre sino desde ahora y, finalmente, es prácticamente inservible, pues la escena de un Calderón recibiendo la banda presidencial en medio de una riña legislativa de dimensiones impredecibles no haría sino evidenciar que el michoacano de los lentes no es el hombre que unirá a los mexicanos durante seis años.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

Así pues, el accionar de los diputados del PAN fue una orden, la línea que lanzó Felipe Calderón y sus más allegados. Qué nadie se confunda, ahora y aquí en el panismo mandan quienes quieren ser impuestos al país.
La Cámara de Diputados está tomada, adentro y afuera, el miedo panista que ya tenía lista la agresión desencadenó la violencia, las pruebas están a la vista de todos, aunque siempre hay quienes no las quieren ver.
El método que ayer utilizó el panismo es la forma de gobierno que promete la derecha para hacer valer solamente su fuerza. ¿Cuántas veces más tratarán los panistas de hacer callar las voces disidentes? ¿Cuántas veces más utilizarán la fuerza para someter a quienes no están de acuerdo con ellos?
La derecha sigue en el poder, pero hay un cambio: Vicente Fox fue el empleado de los grandes capitales, el gerente que cuidó los intereses de los más pudientes. Calderón no aspira a tanto, será, como ya se ha mostrado, simplemente el policía, el represor, el que impedirá que esos que dictaban órdenes a Fox, peligren en sus intereses por la desesperación de la gente. Y ya está en funciones.
Miguel Ángel Velázquez, “Ciudad perdida”, La Jornada, 29 de noviembre de 2006.

Gana el PAN, dicen otros, y también exponen sus razones: Desde el punto de vista de la fuerza del poder gana al "sacar las uñas" -que nunca le habían visto-, para defender al presidente electo Felipe Calderón, quien ha insistido en que cueste lo que cueste asistirá al Palacio Legislativo a tomar la protesta, porque así lo establece la Constitución. Bueno, Felipe, la Carta Magna no dice que a fuerza tengas que tomar posesión en la máxima tribuna, lo puedes hacer pasando la puerta del recinto legislativo, hasta donde llegó Fox el 1 de septiembre, le han sugerido algunos de sus colaboradores. ¡Pero yo no quiero ser como Fox! Dicen que les ha respondido.
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Que anoche, mientras sus compañeros cumplían 29 horas en la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro, el diputado panista Gerardo Buganza aprovechó las “horas muertas” en la estética del recinto parlamentario.
Dicho servicio está a disposición de los legisladores de todos los partidos políticos con un costo de 350 mil pesos anuales en el presupuesto de la Cámara.
“Trascendió”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Pero Jorge Zermeño, como presidente de la Cámara de Diputados, confía en que no será necesario el uso de la fuerza pública en el interior del salón de sesiones, pero si hace falta para garantizar la toma de protesta del Presidente de la República, “lo haré sin miramientos”.
Y luego precisa el legislador, “espero no llegar a una situación de ese tipo, a usar la fuerza, para ello tenemos negociaciones y diálogo, buscando alcanzar un acuerdo”. Pero el Estado Mayor Presidencial estará allí, de eso no hay remedio.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 1º de diciembre de 2006.

De Larios, es reconocida su cercanía con Manuel Espino, líder nacional panista. Pero también, como el agua y el aceite, hay un distanciamiento real con Francisco Ramírez Acuña. En todo este episodio que dio largas horas de entretenimiento para las televisoras nacionales y extranjeras que estrenaron sin proponérselo un reality show, fue Javier Zermeño, presidente de la mesa directiva en San Lázaro, el que quedó en medio del choque y como líder camaral se la pasó velando el sueño de unos y el desvelo de otros.
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Para el Partido Acción Nacional, hoy comienza la oportunidad de convertirse en partido en el poder, y dejar así de ser el fantasma detrás de la figura presidencial como lo fue durante el sexenio de Fox. Si Manuel Espino no es capaz de comprender su papel como coadyuvante de la política presidencial, e insiste en su protagonismo irrelevante, la tensión entre Calderón y su partido aumentará hasta volverse insostenible. Hoy comienza el sexenio de un Presidente que requiere demostrar que sabe hacer política, mucha política.
Ezra Shabot, Reforma, 1º de diciembre de 2006.

Partido de la Revolución Democrática.
Apelar a la vergüenza, la sensatez y la responsabilidad de los diputados y senadores, sobre todo a los del PRD, sería una severa llamada de atención de los mandantes. Pero en la fracasada democracia mexicana, los mandantes no le importan a nadie, y menos a los farsantes del PRD.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Diputados del PAN se quedaron en la tribuna de la Cámara hasta el viernes, para que Calderón rinda protesta.
Los perredistas se quedaron allí, para con todo respeto impedir la protesta.
Es la orden que les dio el lunes en la noche López Obrador.
Que el ganador de la Presidencia no la tenga, porque el perdedor no quiere.
El triunfo lo confirmó el IFE, y lo ratificó el Trife.
El triunfo lo dieron 15 millones de votos.
En contra, una sola voluntad, la de López, seguido por insensatos, entre ellos “sus” diputados.
Una suerte de golpe de Estado.
Pepe Grillo, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

No deja de ser tristemente cómico. Andrés Manuel López Obrador, el candidato derrotado en la elección del 2 de julio, ha llamado a sus seguidores a no permitir la toma de protesta del "pelele" Felipe Calderón como presidente de la República este próximo 1o. de diciembre. El consejo político nacional del PRD ha ratificado la decisión y ha dado instrucciones a sus coordinadores de las bancadas del Congreso para que definan estrategias para impedir esa toma de protesta. Los demás partidos del Frente Amplio Progresista han señalado que se unirán a los esfuerzos para impedir la ceremonia.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.

En el PRD los derrotados son los dirigentes de la corriente Nueva Izquierda, que terminaron por ser rebasados por los lopezobradoristas radicales, en su afán de pactar con el panismo que se respetaran sus protestas el 1 de diciembre en el recinto, a cambio de no obstaculizar el juramento constitucional de Calderón.
Los Chuchos , encabezados por Jesús Ortega y Carlos Navarrete , perdieron no sólo la posibilidad de evitar un desgaste mayor a la imagen social del PRD, sino que además fracasaron en el intento por replegar al lopezobradorismo y, a partir de esta negociación, confirmar su supremacía y comenzar el asalto para controlar la dirigencia nacional del partido con miras al proyecto político que ya tienen listo para hacer de Jesús Ortega el candidato presidencial del PRD en el 2012
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

Los perredistas saben que no podrán impedir la toma de protesta de Calderón. Son muchas las armas legales que le quedan a la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y al equipo del Presidente electo para llevar a cabo el juramento. Los perredistas están peleando más por los símbolos que por las decisiones jurídicas. Afirma el vocero del PRD, Gerardo Fernández Noroña: "No será lo mismo que tome protesta en un rincón, en los baños, en un salón, que no tome protesta, que la tome en el pleno... Nosotros estamos determinados a evitar la toma de protesta".
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.

Hay que hacer notar que los perredistas no esperaban la feroz respuesta de los panistas. Más grandes, mejor alimentados, más numerosos, los blanquiazules hicieron rodar a varios de los amarillos en los zipizapes que se sucedían uno tras otro. "Ya nos mediremos el día uno", advertían los sorprendidos perredistas, quienes varias veces tuvieron que recular ante las embestidas azules. El más dañado fue Antonio López, perrredista de Chimalhuacán. Salió en camilla, con la nariz hecha pedazos y una pierna muy lastimada. Una diputada del PRD, Holly Matus, se trepó literalmente en la tribuna. Llevaba una botella de gas lacrimógeno. Fue presa de su complejo de granadero. En la melé aventó el gas. Resultó fuego amigo. La diputada Susana Monreal, hermana del ex gobernador de Zacatecas, fue la más perjudicada. Salió con los ojos en llamas, trastabillando y en brazos de sus compañeros. El panista Enrique Irraguri también fue a dar a la enfermería, por el gas.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 29 de noviembre de 2006.

Ni el PAN ni Felipe Calderón y su equipo pueden darse el lujo de esperar a que el asunto llegue a la Corte. Por eso la batalla por la tribuna que se suscitó ayer en San Lázaro. Los perredistas sabían que sería más fácil tomar la tribuna ayer, y mantener control sobre ella hasta la toma de protesta, que esperar hasta el 1o. de diciembre cuando la seguridad estaría en su punto máximo. De hecho, es pública la instrucción que han recibido de López Obrador y del consejo político del PRD. Por eso nadie puede culpar a los legisladores panistas de dar un madruguete al madruguete.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 29 de noviembre de 2006.

Pero el PRD sólo cuestionó la elección presidencial que, dijo, fue producto de un fraude —que nunca probó—, y a partir de ahí se propuso desestabilizar al gobierno surgido de esa elección. ¿Por qué ese intento desestabilizador? Porque se dice agraviado. ¿Cuál es el supuesto o real agravio? Que Fox, empresarios de dentro y fuera, y la perversa derecha metieron las manos en la elección. Esa denuncia fue tomada en cuenta por el Tribunal Electoral, que aceptó la intromisión pero consideró que no había sido suficiente para anular la elección y que era improcedente el recuento total de votos.
Entonces el PRD cuestionó la honestidad e imparcialidad del TEFPJ, del IFE, y hasta de sus representantes de casilla. Pero nunca aceptó que jugó con esas reglas, que pueden ser imperfectas pero son las que existen. El problema de fondo es que el PRD siempre creyó que tenía ganada la elección, nunca imaginó la derrota. Nunca reconocerá que perdió no tanto por las imperfecciones de la ley, por las intromisiones externas, sino por los errores de su candidato. Y de la derrota electoral pasó a la derrota de su historia, su cultura y, al final de cuentas, del proyecto histórico del PRD. ¿Por qué? Porque muestra que no es un partido democrático y que sus líderes no son demócratas.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.

En el momento de escribir este artículo la exigencia del PRD ya no es la de impedir la toma de protesta de Felipe Calderón como presidente de México. Lo que piden es, simplemente, que la sesión cambie de lugar. Javier González Garza, el coordinador de los diputados del PRD, ha declarado que los legisladores de su partido no van a perseguir a Calderón por otras sedes en que pudiera citarse al Congreso. Su objetivo es evitar que el Presidente tome protesta en la máxima tribuna de la nación.
Los priistas, mientras tanto, están respaldando la propuesta de cambio de la sede para la toma de protesta e insisten, como ya lo había señalado con anterioridad Emilio Gamboa, el coordinador de los diputados del PRI, en señalar que el Presidente saliente, Vicente Fox, no debe asistir a la ceremonia.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

En lugar de privilegiar la política y convertir a la izquierda en un dique de contención de la derecha, López Obrador ha convertido en su ideólogo al provocador Gerardo Fernández Noroña. De nuevo hay que acudir a Reyes Heroles en su discurso al PCM: "no puede estar en la lógica de las minorías que aspiran a gobernar intentar el desgarramiento del aparato estatal, no puede estar en la lógica de los gobernantes permitir el desgarramiento del aparato estatal, pues de hacerlo, no cumplirían con las mayorías ni con las minorías y mucho menos con el propio Estado". El Estado se defiende con el Estado.
El perredismo lopezobradorista ha demeritado la política. En su afán por no pasar a la historia como un derrotado, López Obrador ya incendió las calles y ahora quiere chamuscar al parlamento. ¿Hasta ese nivel pudo llegar el PRD que nació del PCM y del conflicto de 1988? Su misión política, en realidad, era otra: no entregarle el poder a la ambición personal y vulgar de López Obrador sino construir una opción social. Pero el tabasqueño ya transformó a los legisladores perredistas en vándalos del lumpen.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

En realidad nos asombramos de que no exista límite ni siquiera el impuesto por el sentido común que debería prevalecer en la política. Y en ello debemos ser también justos: la actitud de los legisladores del PAN en este hecho es condenable, pero la de los perredistas a lo largo de todo este proceso, inadmisible. Lisa y llanamente hubiera sido lo mismo si los panistas no se adelantan ayer a tomar la tribuna, la verdad es que el PRD estaba decidido a hacerlo desde el miércoles y los hechos se catalizaron cuando el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Zermeño, anunció que no habría sesión el miércoles ni el jueves, y entonces prepararon el asalto. En eso estaban cuando se les adelantaron los panistas. Pero el tema no es ése, sino la decisión lopezobradorista de impedir, a como dé lugar, la toma de posesión de Felipe Calderón. La suya es una política golpista, de desestabilización, de la que participan cada vez más alegremente los grupos armados y los del crimen organizado, dos aliados que el lopezobradorismo debe comprender que son indeseables y altamente perjudiciales para su causa. Pero no parece importarle, aunque ello desestabilice a sus gobernantes, desde Michoacán y Guerrero hasta el Distrito Federal.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.

Pero, ¿quién gana y quién pierde realmente con este bochornoso espectáculo? Gana el PRD, apuntan algunos analistas. Y explican: Por varias de sus acciones y actuaciones después del pasado 2 de julio, los perredistas perdieron buena parte del capital político que habían ganado. Ni con la toma de posesión del "presidente legítimo" hace diez días consiguieron repuntar, y es que buena parte de la sociedad y la opinión pública nacional e internacional se "pitorreó" de Andrés Manuel López Obrador, y lo sigue haciendo. Ante esta situación, por no decir decepción, los perredistas decidieron echar a andar su "plan B", el cual consistía en tenderles una trampa política a los panistas; y qué mejor que empezar a circular el rumor de que las tribus iban a tomar la tribuna el martes pasado por la mañana. Ingenuos como son, los legisladores del blanquiazul dieron el clásico madruguete y se armaron los trancazos. Quienes creían que los legisladores del PAN eran "políticos civilizados", demostraron que son igual o peor que los perredistas. Más aún, ahora los panistas tienen que mantenerse en esa posición aunque les cueste el prestigio. ¿Cuál?
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Los perredistas, de hecho, están incumpliendo la orden que han recibido de Andrés Manuel López Obrador y del consejo político nacional del PRD de impedir a como dé lugar la toma de protesta de Calderón. Este objetivo, al parecer, le tocará al contingente que López Obrador ha convocado a las siete de la mañana en el Zócalo de la Ciudad de México, el cual podría atacar las posiciones que la Policía Federal Preventiva y otras fuerzas de seguridad mantienen en los alrededores del Palacio Legislativo. Este contingente podría enfocar sus esfuerzos al Auditorio Nacional o a cualquier otra sede en que Calderón pudiera tratar de llevar a cabo la toma de protesta. Lo que buscan los diputados del PRD es únicamente negarle a Calderón el uso de la máxima tribuna de la nación.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

Los diputados del PRD siguen crispando el ambiente previo a la sesión de Congreso General que habrá mañana y luego de la trifulca que originaron en San Lázaro cuando los panistas les ganaron la toma de la tribuna. Javier González Garza, coordinador del grupo parlamentario de ese partido, declaró que lo mejor que podría hacer el presidente Fox es no acudir al recinto legislativo porque los perredistas están "agraviados" por haber propiciado el "fraude electoral" del 2 de julio pasado. Para no ser menos, su colega y compañero de partido, Raymundo Cárdenas, advirtió que en dondequiera que se realice la protesta del presidente electo Felipe Calderón, su partido "lo impedirá", lo que deja claro cuál será la actitud que los legisladores del sol azteca asumirán mañana. Descartó el zacatecano que, como lo advirtió el presidente de la Mesa Directiva, el panista Jorge Zermeño Infante, la fuerza pública ingrese a la sede del Congreso por lo que eso pudiera originar. Ante la andanada que volvió a desatar en su contra, éste se apresuró a precisar que esa sería "una medida extrema". Y es que es imaginable lo que sucedería si un elemento del Estado Mayor Presidencial, de la Policía Federal Preventiva o de cualquier otra corporación le pone una mano encima a un diputado o a un senador en su propia casa. Si eso llega a suceder, lo ocurrido anteayer en San Lázaro quedaría como un juego de niños por la reacción que habría de los legisladores.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 30 de noviembre de 2006.

En el PRD están en lo suyo. Han hecho hasta lo imposible por arruinar la ceremonia. Ayer mismo, el diputado de ese partido, Cuauhtémoc Sandoval, nos hablaba muy orondo del éxito que tuvieron en el cabildeo con los mandatarios de los países latinoamericanos del "Eje Progresista". Los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba y Uruguay no asistirán al evento. Sandoval lo atribuye a las gestiones realizadas por el amarillo en el sur del continente. Los perredistas no tuvieron acceso con el colombiano Álvaro Uribe. "Es de derecha", justifica Sandoval. Una que cenó con la socialista Michelle Bachelet, "para explicarle la situación", fue Amalia García, gobernadora de Zacatecas.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.

Después de terminar de redactar este artículo se dio a conocer un cambio de posición por parte del PRD. Javier González Garza, coordinador de los diputados perredistas, había señalado en la mañana de ayer en varias entrevistas que su único objetivo era evitar que el Presidente tomara protesta en el pleno del Palacio Legislativo. En la noche, sin embargo, el presidente nacional del PRD, Leonel Cota, en compañía de González Garza y del coordinador de los senadores del partido, Carlos Navarrete, anunció que los legisladores perredistas no llevarían ya a cabo ningún tipo de negociación para un posible cambio de sede. Al parecer el partido, o el propio Andrés Manuel López Obrador, le jalaron las orejas al coordinador de los diputados del PRD. La orden, después de todo, era impedir la toma de protesta y no simplemente cambiar la sede.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

A algunos en el PRD espanta lo que pudiera pasar hoy, afuera de la Cámara, no en el interior.
Es que Andrés Manuel, pase lo que pase va a romper madres, dijo un dirigente.
Y que el tabasqueño convocó para hoy “a los más violentos de la APPO, el EZLN y el CGH”.
Ellos estarán listos para actuar al menor intento de desalojar de la Cámara a los diputados del PRD”.
Y advirtió el dirigente, “estos tipos son incontrolables, ni nosotros podríamos pararlos”.
Pepe Grillo, Crónica, 1º de diciembre de 2006.

Los perredistas no entendían razones, culpan de la crisis al PAN haciendo a un lado su responsabilidad, como es el caso de Carlos Navarrete, quien asegura que toca al gobierno federal ceder en todo, dejarles la plaza para que ellos puedan ocupar el espacio político. Se siente agraviado, pero un reportero le comentaba que su partido sólo logró el 35 por ciento de los votos el 2 de julio.
Y le insistimos a Navarrete sobre la ilegalidad en que cae el perredismo al intentar evitar la consumación de un acto constitucional, a través de un golpe de fuerza, pero él lo niega. Da a entender que le informaron a los panistas como desactivar el conflicto, a través de la propuesta que hizo el PRI para que Calderón Hinojosa se fuera a una sede alterna. Lo demás es insistir en que ellos son los buenos y los panistas los malos.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 1º de diciembre de 2006.

A final de cuentas, sin embargo, los perredistas pueden terminar haciéndose un enorme daño a sí mismos. La imagen del PRD rijoso y antidemocrático ha regresado y en esta ocasión será muy difícil de borrar. La apertura de los medios, en lugar de favorecer al partido, graba las imágenes de confrontación en la imaginación popular. Quizá esto acerque al PRD a los grupos más radicales de la sociedad, a un subcomandante Marcos que durante la campaña dijo rechazar a Andrés Manuel López Obrador, pero ahuyenta a los electores moderados que son la clave para cualquier triunfo electoral.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 1º de diciembre de 2006.

Como si no bastara la crispación social que se agudizó en los últimos días, ese spot que empezó a difundirse anteanoche en los medios electrónicos en el que se responsabiliza al PRD de la gresca ocurrida en San Lázaro, patrocinado por un "Consejo Mexicano de la Juventud, A.C.", encrespó más a los legisladores de ese partido. Javier González Garza, coordinador del grupo parlamentario del sol azteca en la Cámara de Diputados, dijo que con ello se le echa gasolina al fuego ante lo que está sucediendo. Además, su colega en el Senado, Carlos Navarrete, y el también senador Ricardo Monreal Ávila, anunciaron que presentarán una denuncia penal contra quien o quienes resulten responsables de financiar y difundir ese spot.
Francisco Cárdenas Cruz, “Pulso Político”, El Universal, 1º de diciembre de 2006.

¿Quién estará detrás del polémico spot que se difunde en los medios electrónicos contra el PRD? Lo firma un Consejo Mexicano de Jóvenes, con sede en Monterrey, que finalmente resultó un membrete. González Garza acusa al Consejo Coordinador Empresarial. "Es el estilo", dice.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

Hace seis años la presidenta y el secretario general del PRD, Amalia García y Jesús Zambrano, aceptaron la invitación a la comida en Palacio Nacional, "para dejar en claro que en el PRD tenemos la disposición de crear escenarios para que el gobierno de Vicente Fox pueda dirigir una verdadera transición a la democracia", según lo dijo Zambrano. Ahora ese partido se siente robado y se dispone a entorpecer la asunción del Presidente electo en un momento en que la transición democrática se ve gravemente amenazada, como consecuencia de una malograda elección presidencial. Hace seis años era tal el entusiasmo que, en la celebración correspondiente, Eugenia León entonó un cántico que pretendía ser el himno de la gestión de Fox, el héroe de la democracia moderna.
"Nacerá... Nacerá...
Una nueva forma de mirar la realidad.
Nacerá... una chispa distinta en esta hoguera
Nacerá... ese México distinto que hoy podemos vislumbrar.
Como una semilla de esperanza
germinará en esta nación la nueva luz,
el 2 de julio fue la opción
de transformar nuestra visión
de un México distinto
que hoy podemos vislumbrar".
Emocionante, sin duda alguna. Pero eso fue hace seis años. ¿Cuáles tendrían que ser hoy las estrofas de un himno dedicado al gobierno de Calderón, que nace en condiciones tan deplorables?
José Antonio Crespo, “Horizonte Político”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

También durante el día surgieron voces como la del secretario general del PRD, Guadalupe Acosta, quien provoca a sus adversarios, pero luego advierte que si soldados del Estado Mayor Presidencial “agraden a los legisladores perredistas marcharán miles de ciudadanos hacia San Lázaro, para defender a sus diputados”. Pocas voces sensatas se escuchan en el PRD, más bien dan paso a los que amenazan con movilizar a cien mil simpatizantes o un millón de personas.
Dicen que harán todo lo posible para evitar la toma de protesta de Calderón Hinojosa, pero cuando les informan que la Policía Federal Preventiva y el Estado Mayor Presidencial están dentro del Palacio Legislativo, entonces acusan a los panistas de violadores de la ley.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 1º de diciembre de 2006.

Mientras Cuauhtémoc Cárdenas intenta recuperar el partido perdido, la dirigencia perredista se hunde en manos de un líder cuya alternativa anti-institucional conduce al PRD hacia una marginación cada vez más peligrosa. La derrota en Tabasco, y la imposibilidad de reencauzar la vía institucional por parte de los sectores moderados sometidos a la línea radical de López Obrador y su círculo selecto, conducen irremediablemente a una fractura interna cada vez más difícil de sanar. Los gobernadores de los distintos estados en donde gobierna la izquierda, han salido de hecho de la estructura partidaria.
Ezra Shabot, Reforma, 1º de diciembre de 2006.

El descabellado rumor que corría ayer en San Lázaro era que los diputados del PRD que ocupan la tribuna serían desalojados por la fuerza pública. "Si hay desalojo hoy o mañana, el acuerdo del Consejo Nacional es traer a la gente del Zócalo", advirtió el diputado Raymundo Cárdenas. Mientras son peras o son manzanas, los amarillos presentaron un amparo contra la posible intervención de la fuerza pública. ¿Les servirá de algo? Los perredistas han metido al salón de sesiones un sinnúmero de bolsas de dormir para los diputados que se quedan a pernoctar en la Tribuna. Llama la atención que ellos mismos se han encargado de difundir que los sacos pasaron sin revisión. Cuando esas cosas van en serio, no se divulgan. ¿Será una estrategia para poner nerviosos a los del Estado Mayor?
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

No hay plazo que no se cumpla... Felipe Calderón Hinojosa debe rendir protesta hoy como presidente de la República. De eso no hay duda, lo único que falta conocer es hasta dónde llegarán los legisladores del PRD y sus aliados de otros partidos para tratar de frustrar la sesión solemne del Congreso de la Unión. En San Lázaro se amplió la tregua hasta la medianoche. Después, nadie puede anticipar lo que sucederá…
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 1º de diciembre de 2006.

SEA CUAL SEA el resultado de la jornada de hoy, en el PRD se avecinan tiempos de definiciones y deslindes.
SEGÚN SE SABE la corriente que encabeza Jesús Ortega tiene claro que la reestructuración de su partido no puede esperar más.
DE HECHO, los perredistas que se identifican con este grupo están usando una de las palabras prohibidas dentro de las filas del sol azteca: autocrítica.
DICEN QUE les urge -a partir de hoy mismo- replantearse de cara a la sociedad, asumiendo su papel como segunda fuerza política nacional.
NO ESTÁ CLARO si esto llevará al grupo más fuerte del perredismo a romper con Andrés Manuel López Obrador, aunque han sido muy claros en que uno de los lastres que su partido necesita soltar es el del caudillismo.
ASÍ QUE será cuestión de días -o quizá de horas- para conocer esta propuesta de refundación del PRD.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 1º de diciembre de 2006.

1º DE DICIEMBRE DE 2006: A UN AÑO DE LA TOMA DE PROTESTA DE FELIPE CALDERÓN: 3. LOS ORGANISMOS EMPRESARIALES.

Únicamente dos comentarios al respecto; es decir, 0.76% de los 260 sistematizados. Vale la pena traerlos a colación, recordando el papel de estas instancias en las elecciones del 2 de julio de 2006. Papel que fue cuestionado incluso por el Tribunal Electoral en la calificación del proceso y, desde luego, cuestionado también en su momento por algunos columnistas y articulistas.

La Coparmex no se anda con rodeos.
El sindicato patronal rechaza y reprueba los acontecimientos de violencia que se han registrado en la Cámara de Diputados.
Pero además reprueba que el trabajo legislativo esté a expensas de intereses personales y pugnas partidistas.
A casi 100 días del inicio de la LX Legislatura la Coparmex se pregunta: ¿qué han hecho los legisladores?
Y sola se responde.
El Congreso ha gastado en sus primeros 90 días de actividades 1 mil 719 millones de pesos, tiempo en el que se han aprobado sólo 2 iniciativas, una en cada Cámara.
Este monto equivaldría a darle un salario mínimo durante un año a alrededor de 95 mil personas; prácticamente la capacidad del estadio Azteca.
La Coparmex sostiene que apostarle al fracaso del gobierno es apostarle al fracaso del país.
Y hace un llamado enérgico: al PRD, para que actúe como un partido responsable de izquierda; al PAN para que, como primera fuerza política en el Congreso, impulse los consensos y los acuerdos necesarios para dar respuesta a las necesidades del país y al PRI a no seguir eludiendo su responsabilidad, para que contribuya activamente a la institucionalidad y en la generación de un diálogo político en beneficio de México.
Sin rodeos, la Coparmex ratificó su reconocimiento a Felipe Calderón como presidente electo de México.
Marco Antonio Mares, “Ricos y poderosos”, Crónica, 30 de noviembre de 2006.

Así, aunque las cámaras empresariales condenan la toma de la tribuna en la Cámara de Diputados y exigen a los legisladores dejen de comportarse cual homínidos inferiores y trabajen, los compradores de acciones y bonos andan de fiesta, pues creen que las zacapelas no pasarán a mayores. Ojala así sea.
Mauricio Flores, “Gente detrás del dinero”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

1º DE DICIEMBRE DE 2006: A UN AÑO DE LA TOMA DE PROTESTA DE FELIPE CALDERÓN: 4. VICENTE FOX.

Mientras se desencadenaban los acontecimientos vinculados a la toma de la tribuna y al cambio presidencial, Vicente Fox vivía sus últimos días al frente del país. ¿Qué se comentaba sobre su desempeño a dos días de dejar el poder? A continuación, una muestra al respecto, conformada por cuarenta comentarios, es decir, 15.38% de los 260 correspondientes al tema.

La integración de su gobierno, paso previo a su asunción, permitió saber de antemano el curso de su administración. Dijo haber confiado la selección a head hunters, como si el gobierno de un país equivaliera a la gerencia de una empresa. Y así le fue. Nunca ha habido tal movilidad en un equipo gubernamental como en el encabezado por Fox: no se admitió nunca que nadie fuera despedido por incompetencia (pues a la antigua usanza no se explicaron las causas de las remociones y de las renuncias). Pero lo cierto es que sólo cinco de los 18 miembros del gabinete original figuran en el gabinete (que mañana concluye sus funciones) en la misma posición donde comenzaron. Su invento personal, las coordinaciones de sector, fracasaron pronto o tarde: se frustró su intento de que hubiera un coordinador del área de "orden y respeto", encargo que había hecho a Adolfo Aguilar Zinser, que sólo se mantuvo como consejero de Seguridad Nacional, posición a la que Fox concedió tal importancia que la dejó vacante cuando Aguilar Zinser quiso ser representante mexicano en las Naciones Unidas, sin que nadie reparara en el atropello que ese paso significó a la diplomacia profesional; el ex rector José Sarukhán dejó muy pronto de ser comisionado de Desarrollo Humano, es decir coordinador de la política social, y con ello la República perdió sus servicios que tan relevantes mostraron ser en la Universidad Nacional; Ernesto Ruffo, el protogobernador surgido de la oposición, no perseveró en la Comisión de Asuntos Fronterizos, ni Carlos Flores Alcocer en la coordinación de asesores de Planeación Estratégica y Desarrollo Regional.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, 29 de noviembre de 2006.

Que el presidente Fox duerme desde anoche en el hotel Camino Real de Mariano Escobedo.
De ahí saldrá el viernes con la banda tricolor en el pecho.
“Trascendió”, Milenio, 29 de noviembre de 2006.

Como dicen, "el miedo no anda en burro", o "más vale que digan «aquí corrió»"...
Poco a poco
"La distancia se va haciendo menooos...", cantara José Alfredo Jiménez.
Y es que ayer en la noche, el presidente Vicente Fox y Marthita Sahagún dejaron la residencia oficial de Los Pinos para mudarse a una suite presidencial del Hotel Camino Real. Ahí pernoctarán hasta el sábado, y después se mudarán a Guanajuato, su estado natal...
Hum, dicen, la estancia en el hotelazo es cortesía de los Olegarios...; ni eso fueron capaces de pagar...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Los días finales agotaron ya un sexenio perdido. Fox no saldrá con mala popularidad pero al final no estuvo seis años en un concurso de belleza sino que le tocó comprometerse con el cambio político y fracasó. Fue un fracaso personal y de partido. Tomó un país esperanzado y dejará un país decepcionado. La crisis sigue siendo la misma. Calderón ganó no por su oferta sino porque concitó el voto contra López Obrador.
Carlos Ramírez, “Indicador Político”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Fox no supo ser jefe de su equipo. Más de uno se retiró en busca de su propio porvenir, sin importar la causa común. Fueron notorias las contradicciones, diferencias y aun reyertas entre secretarios de Estado. O por lo menos la desinformación: El secretario del Medio Ambiente José Luis Luege, por citar sólo un caso reciente, se enteró por la prensa del alza al precio de la gasolina Premium, ocurrida semanas después de que el gobierno se había ufanado de la mejora ecológica lograda con ese combustible, en un acto en que el histriónico presidente de la República hizo de despachador, manguera en mano.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, 29 de noviembre de 2006.

Por cierto que grandes contradicciones y misterio hay luego del foxidesmayo del domingo.
Contra la información oficial del domingo, de que luego el desmayo que sufrió el presidente Vicente Fox en el rancho La Estancia en Guanajuato, el mandatario había regresado a la fiesta con los Appolegisladores panistas (ahora así se van a llamar), que encabezaba cuando ocurrió el incidente, el propio (ba)voz-cero presidencial, Rubén Aguilar, declaró que por la tarde de ese mismo día, Fox Quesada fue trasladado al Hospital del Estado Mayor Presidencial para someterlo a una valoración médica...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 29 de noviembre de 2006.

Si no desempeñó a derechas el Poder Ejecutivo, la relación de Fox con los otros poderes explica la pobreza de sus resultados. Admitió en su discurso inaugural, porque así lo previene la Constitución, que él propondría y el Congreso dispondría. No fue capaz de hacerlo coincidir con sus propósitos en los temas cruciales, entre otras razones porque no se atrevió a plantearlos: la reforma laboral, conocida como ley Abascal, no llegó a San Lázaro desde Los Pinos sino que se simuló que la presentaban diputados. Practicó la paternidad irresponsable respecto de iniciativas que formalmente surgieron de su oficina: las abandonaba sin cuidados. Y hasta se alegraba de sus propios fracasos: cuando el Senado reformó la Constitución en materia indígena, en sentido contrario de la propuesta presidencial (que de avanzar le hubiera provisto una sólida plataforma política), alabó el resultado, no se sabe todavía si por ignorancia o porque practicaba un doble lenguaje.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, 29 de noviembre de 2006.

Pero evaluemos a partir de datos duros: según el INEGI, la economía sólo tuvo durante el gobierno que termina un incremento promedio de 3.4%, dos puntos abajo del 5.5% logrado por el de su antecesor Ernesto Zedillo y muy lejos del 7% anual prometido por Fox.
El desempleo en septiembre pasado alcanzó a un millón 780 mil personas, cantidad que al compararse con las 612 mil que había al principio de esta administración, refleja que la desocupación total casi se triplicó en el sexenio. Súmense a esto los 11 millones de mexicanos que se desempeñan en la economía informal y el medio millón que anualmente emigra del país en busca de empleo.
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

Incapaz de admitir que el Congreso dispusiera frente a sus propuestas, Fox multiplicó los vetos y las controversias constitucionales para sacar avante sus puntos de vista (o de los intereses que gestionaba). Y ocupó el tiempo de difusión presidencial no en explicar por qué aumentó de súbito en un peso el litro de la leche popular, sino en defenderse de, y ofender a, los legisladores las dos veces que rehusaron autorizar prescindibles viajes al exterior.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, 29 de noviembre de 2006.

Alegan los defensores de Fox que su gran legado es la democracia, como se pretende hacernos creer en la campaña mediática que nos bombardea. Pero ese aserto no resiste el veredicto del statu quo: ¿o acaso es un demócrata quien con sus declaraciones y propaganda puso en riesgo la validez de la elección presidencial, según verdad jurídica asentada por el Tribunal Electoral? No, no puede ser demócrata quien desde el desafuero de López Obrador buscó detener a la mala una opción política, acabó poniendo en duda la equidad e imparcialidad electoral, dividió al país y enfrentó a la sociedad.
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 29 de noviembre de 2006.

Y respecto del Poder Judicial, le infirió un daño profundo al implicar al presidente de la Suprema Corte en el desafuero a López Obrador (del que después se desafanó) y al Tribunal Electoral en su segunda victoria presidencial.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, 29 de noviembre de 2006.

Por otra parte, hoy llega a su fin el experimento Fox. Los resultados son lamentables en general pero, en particular, el saldo es perdurablemente negativo en el terreno de la división y el odio sociales que el PAN-gobierno instaló entre los mexicanos con tal de hacer ganar al candidato del continuismo y de aplastar la denuncia y la resistencia contra el poliédrico fraude electoral cometido.
Seis años atrás, el hombre que entonces calzaba botas ¬ahora, ni eso¬ generaba entre un gran segmento de la población una esperanza fantasiosa sobre cambios y mejorías. Hoy, no sólo hay desánimo y frustración, sino un escenario institucional de desastre que tiene como puntos más llamativos San Lázaro y Oaxaca pero que se extiende a muchos otros lugares y muchas otras instancias de la vida pública. Ausente, manipulable y frívolo, el ex gobernador de Guanajuato ha llevado a los niveles más bajos la figura presidencial y en esa desidia, aprovechada por otros (sobre todo por su dominante y ambiciosa esposa actual), con el fraude electoral abrió las puertas a la gran división nacional.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 30 de noviembre de 2006.

Vicente Fox termina hoy su sexenio con números rojos. La ocupación de la tribuna de la Cámara de Diputados por la bancada de su partido es mínima expresión de la crisis política causada por el Presidente al entrometerse en el proceso electoral. Ése es un pecado, para decirlo en términos de su cosmovisión, que nadie le perdonará nunca.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

Lo condenarán sus enemigos momentáneamente por los yerros a los que nadie escapa, pero lo absolverá la historia por sus aciertos, que borrarán las faltas. Éstas lo opacarán un tiempo; aquéllos lo engrandecerán en la posteridad.
En esa dura realidad, que también es alentadora perspectiva, se halla Vicente Fox Quesada, Presidente de México para el periodo 2000-2006, que en horas terminará.
El severo juicio que ha comenzado con ira, en algún momento será tocado por la serenidad. Entonces será justo y se valorará en su justa dimensión el bien que hizo y el que no pudo hacer.
Oscar Mario Beteta, “En petit comité”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Por sí o a instancias de su esposa, que gobernó al que a menudo dejó de gobernar, Fox decidió impedir que Andrés Manuel López Obrador contendiera por la Presidencia o llegara a ella. Su mayor intento, el desafuero, culminó en fracaso admitido por el propio Fox, que tardíamente se percató de la desmesura de su pretensión y las graves consecuencias, aun en contra suya, que implicaba la exclusión del entonces principal aspirante opositor. En sus hesitaciones frecuentes, sin embargo, ya en el proceso electoral Fox volvió a fijarse como meta la derrota de López Obrador. Entró a la contienda abatiendo su propia dimensión. No sólo abandonó su papel de jefe de Estado, capaz de sobrevolar las querellas entre partidos y candidatos, sino que se constituyó en antagonista abierto del abanderado de la coalición Por el Bien de Todos. Más que impulsar a Felipe Calderón (a quien había llamado tardíamente al gabinete y después echó de él), Fox se propuso impedir que López Obrador ganara una elección en la que aparecía con altas posibilidades de alcanzar la victoria. Puso en riesgo la elección, dijo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en actitud timorata, porque no extrajo de ese diagnóstico la conclusión obligada. El dictamen fue, además, incorrecto. Fox no puso en riesgo la elección: la arruinó, pues día con día se muestra el carácter pírrico de la victoria de Calderón.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

QUE NO se diga que Vicente Fox fue incapaz de lograr acuerdos con los partidos políticos.
AL CONTRARIO, en medio de la crisis actual, tanto PRI como PRD y chance hasta el PAN sólo se han puesto de acuerdo en una cosa: que el Presidente saliente no se presente a la toma de posesión de Felipe Calderón.
LUEGO de que ayer nuevamente las negociaciones se fueron por el desagüe de San Lázaro, los perredistas y los tricolores mantenían una exigencia firme: que no vaya Vicente Fox.
Y POR lo que se vio ayer, de parte de los panistas no hay mucho interés en defender la presencia del mandatario que ya se fue, aunque oficialmente lo haga esta medianoche.
NOMÁS FALTA ver cómo le hacen para brincarse la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, que muy clarito establece en sus artículos 36 y 37 que el Presidente saliente participará en la ceremonia de toma de posesión.
¿O ACASO les tiene sin cuidado violar tantito una ley más? Es pregunta.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

Aunque el daño está hecho, tras 2 mil 190 días que parecieron eternos, por fin llegó el mejor momento del gobierno del "cambio": en unas cuantas horas más, Vicente Fox se va, y Foxilandia con él.
Tres meses atrás, él mismo "bajó la cortina", "cerró la tienda", pero ni por un segundo dejó de patinar ni hacer escándalos. Ahora la Constitución lo obliga a que su retiro sea efectivo, y un adelanto concreto es que ya no vive en las cabañitas de Los Pinos (tan amoro$$$amente decoradas por Martita), sino en un hotel (Camino Real) propiedad de uno de los empresarios que mayor raja le sacó al "cambio" (Olegario Vázquez Raña), donde dice despachar.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 30 de noviembre de 2006.

Al calor del inminente relevo y de los acontecimientos de los últimos meses, algunas voces lo descalifican y lo condenan a priori. Nada hizo, dicen a coro sus más inflexibles críticos mientras los escépticos y los magnánimos hacen de la prudencia expectante y cauteloso silencio.
Mas para reconocer sus méritos, aún a título personal, con lo que le tributo admiración, reconocimiento y respeto, baste recordar que acabó con la llamada “dictadura perfecta”, cuyos integrantes han empezado a reconsiderar todas sus añejas prácticas para salud y beneficio de México.
Sobre esa base, la todavía tierna democracia mexicana pudo tener el cauce abierto, el paso libre y el horizonte despejado. La disputa civilizada del poder quedará como uno de sus grandes legados. La alternancia llegó para quedarse.
Oscar Mario Beteta, “En petit comité”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Se argumenta que en economía Fox deja saldos favorables. En efecto, conservó las variables macroeconómicas como lo hicieron sus antecesores, porque en esa materia Fox fue tan priista como Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, siguió sus recetas y obtuvo sus resultados. Aplicó la misma política a través de las mismas personas: el subsecretario de Ingresos de Salinas se convirtió en su secretario de Hacienda. Y propuso para un segundo periodo a Guillermo Ortiz Martínez, hecho elegir gobernador del Banco de México por Zedillo, no sólo por sus prejuicios doctrinales sino, más terrenalmente, a fin de ponerlo a salvo de eventuales juicios derivados de su papel en las diversas etapas de la privatización y el rescate bancarios.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

En el primer día del sexenio que termina este tecleador escribió: "A partir de hoy y durante seis años, Vicente Fox será el presidente de todos los mexicanos. Quienes no votamos por él, y quienes hemos criticado ácidamente lo que consideramos son sus errores personales e institucionales, debemos seguirlo haciendo en los mismos términos, para de esa manera alertar y combatir, acaso ayudar a corregir. Por lo pronto, y por hoy, hoy, hoy, el día de su toma de posesión, esta columna ha deseado dar paso al deseo de que el gran ánimo popular, esperanzado con un cambio positivo, pueda encontrar, a lo largo de seis años, la satisfacción deseada." La columna cerraba así: "Marta Christmas y Happy New Fox"...
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 30 de noviembre de 2006.

Fox contó para su gobierno con los abultados ingresos procedentes de las exportaciones de crudo, beneficiadas por altos precios sostenidos durante largo tiempo. Pero no sembró el petróleo, es decir no aprovechó esos excedentes para transformaciones de fondo de la economía, sino que lo arrojó al gasto corriente, por lo que los mexicanos no vieron mejorar sustantivamente su situación. Al contrario, alentó un consumismo pagadero con créditos usurarios, ofrecidos por bancos que tienen sus matrices en Estados Unidos, España, Canadá y Hong Kong. Nada de ello sería extraño en el mundo globalizado, pero implica una transferencia de recursos al exterior con perjuicio para la lánguida economía mexicana.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

Seis años atrás, con su bono democrático en el bolsillo, Vicente Fox entró al Palacio de San Lázaro en medio del orden, la civilidad y la esperanza de un nuevo ambiente político, tras 71 años de priato. Ahora que se va e insiste en apersonarse en ese mismo recinto para presenciar el relevo de mando ¬al único que la Constitución explícitamente obliga a estar presente es al mandatario entrante, no al saliente¬, el ahora inquilino del Camino Real cosecha lo que a lo largo de su sexenio sembró: desorden, incivilidad, enrarecimiento del ambiente político y social, y el rechazo mayoritario de las fracciones parlamentarias en el Congreso, trabadas en una batalla campal. Y todo en sólo un sexenio. (…)
También seis años atrás, Vicente Fox comió tamales con los llamados niños de la calle y fue a la Basílica de Guadalupe, donde rezó varios minutos y en la intimidad ofreció la jefatura del gabinete del "cambio" a la madre Tonatzin, quien por lo visto no aceptó. Ahora sus comensales de aquellos días son jóvenes de la calle (lo único que les cambió fue la edad) y repetirá el numerito. "Voy a darle gracias a la virgen", ha dicho, cuando tendría que ir a pedir perdón.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 30 de noviembre de 2006.

También fue priista la política social de Fox, orientada por criterios clientelistas y de culto a la personalidad. Si se confiara en los mensajes propagados ad nauseam sobre algunos aspectos del programa Oportunidades, tendría que admitirse que Fox dispuso de una vara mágica suficiente para transformar como por ensalmo la vida de millones de personas, que vivieron una terrible época anterior a ese mandatario y una era maravillosa apenas él apareció en el escenario. El incremento súbito del precio de la leche popular muestra la dolosa manipulación del mismo para efectos electorales.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

La Alianza Braceroproa, dirigida por Ventura Gutiérrez, organizó una peregrinación de Guanajuato a la Basílica de Guadalupe para manifestarse contra la pretensión de V. F. (el tecleador ya casi ni se acuerda qué significan esas iniciales) de ir a dar gracias a esa Virgen porque supuestamente le habría ayudado a realizar un buen gobierno. Anoche, al llegar a esa Basílica, la peregrinación vio que las puertas fueron cerradas para que no pudieran pasar. Y la pregunta es, ¿irá V. F. a dar las anunciadas gracias, o tendrá otro oportuno desmayo?..
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 30 de noviembre de 2006.

Ya están en el Distrito Federal las huestes del Braceroproa, comandadas por su líder Ventura Gutiérrez. Vienen a protestar nuevamente porque quedó en promesa el ofrecimiento de don Vicente (ya casi) MegaSpot de reintegrarles al menos una parte del dinero que les descontaron de su sueldo cuando fueron contratados para trabajar en Estados Unidos; ya de eso pasaron muchos años. Ayer se hicieron presentes en las oficinas del Senado de la República. Pero ese no era el propósito principal de su protesta. Tratarán de impedir el acceso de don Vicente a la Basílica de Guadalupe, adonde piensa asistir después de entregar la banda tricolor a Felipe Calderón. (Mejor que no se enteren de que ya dejó la cabaña de Los Pinos y se hospeda en el hotel Camino Real, no se les vaya a ocurrir darse una vuelta por ese rumbo y no lo dejen dormir las últimas noches que pasará en la capital antes de irse a refugiar a su rancho).
Enrique Galván Ochoa, “Dinero”, La Jornada, 30 de noviembre de 2006.

Sería interminable detallar las promesas incumplidas ¬en campaña y en el gobierno¬, pero más allá del onírico 7 por ciento anual de crecimiento económico, el millón 350 mil empleos por año de mandato, los 15 minutos chiapanecos, la "paz social" en Oaxaca, la "victoria" del Estado en su batalla contra el narcotráfico, la "superación" de la pobreza, la "enchilada completa" en materia migratoria, la "recuperación" del poder adquisitivo de los mexicanos, las "oportunidades iguales para todos sin distingo de sexo, edad, raza, religión o preferencia política" (lo mismo dice el Felipillo), "mis acciones y palabras serán honestas y dignas de credibilidad, fomentando una cultura de confianza y de verdad", "actuaré siempre en forma imparcial, sin conceder preferencias o privilegios indebidos a persona alguna", "actuaré con eficacia y calidad en la administración pública", y tantas otras quimeras y tomaduras de pelo, Vicente Fox deja al país enfrentado, dividido, muy cerca de la ruptura, y en el balance habrá que sumar su administración al inventario de sexenios perdidos en materia económica y social.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 30 de noviembre de 2006.

El fracaso de la política exterior se sintetiza en el muro fronterizo cuya construcción y financiamiento fueron decididos por el presidente Bush, cuya amistad quiso granjearse Fox como meta diplomática personal. Con la ilusa pretensión de establecer una relación especial entre Washington y México, concretada en un imaginario acuerdo migratorio, Fox y sus dos cancilleres subordinaron buena parte de la política exterior a ganar el favor del poderoso que desdeñó esos intentos. El número de jefes de Estado y de gobierno que acudirán mañana (independientemente de las condiciones en que ocurra el acto) a la toma de posesión del sucesor de Fox es mucho menor que el de quienes vinieron a su propia protesta. Un factor de esa disminución es la diplomacia foxista, regida por la improvisación y el capricho. Si bien un representante mexicano preside el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, no dejan de pesar los fracasos en la pretensión de Luis Ernesto Derbez de encabezar la Organización de Estados Americanos y en la dos veces fallida de Julio Frenk para dirigir la Mundial de la Salud, no obstante sus méritos personales y su antigua pertenencia a esa organización.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

La democracia, a la que Fox, el PAN y otras fuerzas le abrieron la compuerta, se enriqueció en este régimen con la ampliación y consolidación de las libertades, la tolerancia, el diálogo, el respeto, los consensos y la rendición de cuentas.
Las acciones y decisiones de Fox son eminentemente fundacionales; son un punto de partida que hoy no se ve plenamente y por lo tanto no se aprecian a cabalidad. Pero con el tiempo fructificarán; serán la base de la cultura que servirá a México de nuevo punto de partida para mejor.
La injusticia e ingratitud; la deslealtad y la traición, suelen ser el pago que reciben los hombres notables; pero con el tiempo, su grandeza convierte esos sentimientos en gratitud y respeto; gloria y honor. Y eso hará Vicente Fox.
Por lo que a mí toca, gracias, señor Presidente.
Oscar Mario Beteta, “En petit comité”, Milenio, 30 de noviembre de 2006.

Al final, Fox ganó y él mismo así lo admitió en un acto de rara sinceridad al declarar que entre sus logros estaba el haber ganado "dos elecciones": la propia y la de su sucesor. En el antiguo régimen era el artífice del "triunfo" de su sucesor pero se suponía que ése no sería el caso en el nuevo. En la medida en que Vicente Fox triunfó en el 2000, ayudó a abrir las puertas de la democracia electoral, pero en la medida en que él "ganó" la Presidencia para su sucesor, revivió uno de los peores aspectos del viejo régimen y contribuyó a erosionar la confianza en una democracia que aún necesita de consolidación.
Lorenzo Meyer, “Agenda ciudadana”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

Una duda se pasea por los pasillos de Los Pinos, bueno, es un decir, porque su principal inquilino en los últimos seis años ya dejó la residencia oficial. El tema es que Vicente Fox se debate entre acudir o no a la ceremonia en que Felipe Calderón protestará como Presidente de todos los mexicanos. En un inicio, la propuesta del PRI para evitar el mal trago fue descartada, pero ahora se lo está pensando mejor. Total, no será él quien atraiga los reflectores.
“Frentes Políticos”, Excélsior, 30 de noviembre de 2006.

El presidente Fox prestaría un servicio a la República si se abstuviera de presentarse a la asunción de Calderón, mañana. La Constitución no exige su presencia y, al contrario, determina que su mandato concluye esta noche, por lo que mañana en la mañana habrá vuelto a ser un ciudadano, cuya presencia estorbaría el de suyo complicado acto con que comenzará un nuevo gobierno. No lo vamos a extrañar pero si practicara ese gesto sensato tendríamos menos motivos para deplorar su paso por la Presidencia de la República.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 30 de noviembre de 2006.

Y si Vicente Fox no acude a la ceremonia del relevo de poderes ¿se perdería el país de algo?
Jesús Sánchez, “Recuento Político”, El Financiero, 30 de noviembre de 2006.

Era un día como hoy hace justo seis años. Contrario al enfrentamiento que vivimos hoy, el 1 de diciembre de 2000 bien podríamos decir que el país estaba eufórico.
Fox había logrado lo que hasta hace unos meses se creía imposible: sacar al PRI de Los Pinos y además, sin balazos de por medio, como rezaba la amenaza de Fidel Velásquez. Una amenaza que ni siquiera pudo ver que no se cumplió porque murió unos meses atrás.
En la mismísima toma de posesión en San Lázaro, nomás puesta la banda presidencial, Fox dio muestra de lo que sería el talón de Aquiles —o uno de ellos— de su sexenio: sus palabras. En ese momento parecía algo anecdótico. Saludó a sus hijos, presentes en San Lázaro, antes que al Congreso.
Esa mañana había comenzado su día arrodillado ante la Guadalupana (ayer terminó su sexenio de manera igual). Más tarde, en el Auditorio Nacional, su hija Paulina le dio un Cristo. Marta (sin h, una letra que adquirió una vez casada) era entonces su vocera y veía —supuestamente— los toros desde la barrera.
Estábamos presenciando el inicio de un sexenio pletórico de esperanza y que culminó como una gran oportunidad perdida.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, 1º de diciembre de 2006.

El presidente Fox había perdido el periodo de transición y llegó a la toma de posesión con un mal diagnóstico y una idea poco clara de la magnitud del reto al que se enfrentaba. No era un político profesional y quiso hacer de eso una virtud, cuando, a la hora de gobernar, ello se transforma en una carencia. En la ceremonia en el Congreso comenzó a rebajar su investidura, saludando, como si fuera un acto escolar, primero a sus hijos y luego a los legisladores. A la gente de la calle el gesto le cayó bien, pero el Congreso comprendió que las formas habían quedado atrás y se lo cobraron cotidianamente. Ese día, cuando nadie se lo hubiera podido impedir, podía haber presentado, de una vez, las propuestas de reformas fiscal y energética que el país, aún hoy, exige. Ni las nombró y envió un mensaje: no tenía claridad de sus prioridades y buscaría gobernar con base en encuestas de popularidad. Optó por ofrecerle al EZLN una paz que honraba aquello de alcanzarla en Chiapas en 15 minutos, pero regresó así, al tope de la agenda nacional, un tema que había desaparecido de ella tiempo atrás. Retiró al Ejército de las posiciones que ocupaba en Chiapas desde 1995 y con ello envió, también, otro mensaje: el Estado renunciaba al uso legítimo de la fuerza a cambio de consideraciones políticas, aunque así se debilitara.
Esa combinación de mensajes: abandono de las formas, falta de prioridades y renuncia al uso legítimo de la fuerza, resultaron las tres variables que, acomodándose de distinta manera, fueron socavando el sexenio y la administración de Fox y se pusieron de manifiesto cada vez que debía tomar una decisión clave. Podemos hacer un recorrido por todas las carencias que presentó la administración saliente, pero siempre nos vamos a encontrar, en el fondo, con las mismas tres variables: abandono de las formas y, por ende, degradación de la institución presidencial; ausencia de un cuadro claro de prioridades y, en consecuencia, una total desorganización y dispersión a la hora de tomar decisiones, así como la negativa a la utilización de la fuerza legítima del Estado, aunque con ello perdieran el Estado de derecho y la gobernabilidad del país.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

Sería el eco aún de la gritería, la noche de la victoria: "¡No nos falles!"; sería la nostalgia por un poder jamás ejercido; sería el cuesta abajo total de los últimos dos años; sería que se sentía en confianza. El caso es que en su última cita con la cúpula empresarial el presidente Vicente Fox lloró espeso y largo
El dramatismo del momento lo intentarían apagar los dirigentes de los organismos patronales con un regalo de despedida al gusto de sus ojos: una silla de montar charra aderezada con piel de cocodrilo. Pieza única de Guanajuato.
El caso es que tres días después, en la intimidad del rancho de San Cristóbal, el Ejecutivo desahogaría su pecho con uno de los pocos amigos que sobrevivieron a los desencuentros que llegaron al arribo del otro Fox que nació tras su boda con Marta Sahagún.
- Les fallé en el tema de la seguridad.
Alberto Barranco, “Empresa”, El Universal, 1º de diciembre de 2006.

De gira por León, Guanajuato, el presidente Fox aseguró:
"Mañana (hoy), una vez que entregue, y lo haré con el gran gusto de un ciudadano mexicano, pondré la banda presidencial en el pecho de don Felipe Calderón"...
Como siempre, errándola (por no decir otra cosa). La banda presidencial, el presidente del Congreso de la Unión, se la deposita en las manos al nuevo presidente, en la ceremonia de toma de posesión, ¡no se la pone el saliente!..
Mejor, como la caricatura de Helioflores de El Universal:
Vicente Fox se despide de los mexicanos, y dice: "que la sigan pasando bien...".
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 1º de diciembre de 2006.

Y ya metido en detalles, surgió el caso de los machetes de Atenco que se atrincheraron contra la posibilidad de un nuevo aeropuerto central. El conflicto de Oaxaca.
La paradoja del caso es que días después empezó a circular entre los integrantes del gabinete ampliado un catálogo de lo que el gobierno foxista calificaba como beneficios de la estabilidad económica. el único capítulo más o menos presumible del sexenio perdido. Las entrelíneas decían que no hubo changarro. pero al menos vocho y televisión. para algunos mexicanos.
Si al arribo del gobierno que se guardó el cambio había 19.1 millones de hogares con un aparato de televisión blanco y negro o de color, el año pasado la cifra había aumentado a 22.6, es decir el canal de la estrellas alcanzó a 3.4 millones más. Y si en el año 2000 se contabilizaban 7.4 millones de familias con al menos un vehículo, a 2005 la cifra había saltado a 9.2, lo que implica un avance de 2.5 millones. por más que gran parte de ellos se metieron de contrabando al país.
De hecho, la propia lista advierte que se trata de datos estimados "por no haber información disponible en un censo y conteo". Y si le seguimos, el número de familias con hornos de microondas pasó de 4.6 a 9.2 millones; las que tienen refrigerador de 15.3 a 19.6; las que tienen computadora de 2.1 a 4.9; las que tienen lavadora de 11.6 a 15.6; las que tienen licuadora, de 18 a 21.2.
Alberto Barranco, “Empresa”, El Universal, 1º de diciembre de 2006.

Vicente Fox se fue dejando una estabilidad macroeconómica, que debe reforzarse. Deja un buen perfil de vencimiento de deuda, lo que hace al gobierno totalmente solvente. Pero todavía tenemos puntos débiles en el capítulo de estabilidad, como son la dependencia en la tercera parte de los ingresos públicos del volátil precio del petróleo, o la bajísima recaudación fiscal donde apenas contamos con 13% de recursos tributarios respecto del PIB, siendo la razón más baja de América Latina.
José Yuste, “Activo empresarial”, Excélsior, 1º de diciembre de 2006.

El ex presidente Vicente Fox prometió sacar al PRI de Los Pinos y lo cumplió. Juró mantener la estabilidad económica y lo logró. Prometió pacificar Chiapas en 15 minutos. Se tardó mucho más, pero Chiapas está en calma.
Ofreció vocho y changarro para todos. Esos autos ya no se producen en México (ni en ninguna otra parte del mundo). Los changarros no aumentaron lo esperado, pero se multiplicó hasta la saturación el comercio ambulante y millones de mexicanos salieron al extranjero a buscar empleo.
Se comprometió a impulsar un crecimiento económico de 7 por ciento anual y elevar la capacidad adquisitiva de los trabajadores. Apenas logró llegar, en ocasiones, a la mitad de esa meta y las amas de casa se quejan de comprar menos con el mismo dinero.
Juró acabar con la corrupción. Persiguió a algunos "emisarios del pasado", pero en su entorno familiar son varios los acusados de enriquecimiento inexplicable.
Miguel Ángel Rivera, “Clase Política”, La Jornada, 1º de diciembre de 2006.

Pero eso todavía no lo sabíamos y ese 1 de diciembre de 2000 Fox fue a una comida en Palacio Nacional, donde acudieron integrantes destacados de toda la sociedad.
En una mesa frente al presídium, había una mesa que estaba semivacía. O más bien, sólo la ocupaba un matrimonio. Al parecer las importantes personas que ocuparían esa mesa eran un grupo de embajadores que no llegaron.
Ese matrimonio de dos políticos acababa de regresar de Estados Unidos, de la Universidad de Harvard, donde el marido, que ahora era el coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados, había estudiado una maestría y se había relajado muchísimo. ¡Con decirle que volvió a ir a clases en bicicleta, algo que no hacía desde la prepa!
Aunque definitivamente Vicente Fox no había sido su gallo cuando la sucesión panista, ahora tanto marido como mujer estaban encantados. Como panistas, llegar a la Presidencia era la cristalización de un sueño que heredaron de sus padres. En ese momento, tomaban tequila para festejarlo.
Él, el marido, había escrito al respecto un sentidísimo escrito para Proceso dedicado a su padre, Luis Calderón Vega, donde relató su sentir durante el 2 de julio…
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, 1º de diciembre de 2006.