El excandidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador, expuso frente a integrantes de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados su visión sobre la reforma a Pemex, cuyas minutas se aprobaron minutos después por el pleno cameral y sin cambios respecto de los decretos avalados previamente por el Senado de la República.
“Es evidente la intención que se tiene y la trampa que hay en las reformas legales que ustedes pretenden aprobar”.
En un discurso de 45 minutos, el tabasqueño aprovechó la mayor parte del tiempo para exigir una adecuada orientación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2009, e informó que habrá de regresar a San Lázaro antes del 15 de noviembre para encabezar las demandas de ampliación del gasto público a los distintos sectores.
Dirigiendo la mirada a César Duarte Jáquez (PRI), presidente de la Mesa Directiva, López Obrador dijo que aceptó comparecer, aun cuando fue él quien solicitó audiencia a los diputados federales por considerar que todavía están a tiempo de evitar que se cometa el peor agravio a la nación en la historia reciente de nuestro país.
“Están por aprobar leyes que no sólo contravienen el espíritu y la letra de la Constitución, sino que abren la puerta para que empresas y gobiernos extranjeros puedan explorar y explotar en exclusiva nuestro petróleo, tanto en tierra como en las aguas patrimoniales”.
López Obrador ingresó al salón protocolo de la Cámara Baja en medio de un fuerte dispositivo de seguridad al interior y exterior del complejo legislativo a cargo de la Policía Federal para contener a sus huestes, que se manifestaron en contra de la reforma petrolera.
Y se jactó de que el movimiento que encabeza logró detener la pretendida privatización de la industria petrolera en México, impulsada por el PAN y el PRI.
“Tengamos presente que querían legalizar la privatización de la refinación, el transporte, los ductos y el almacenamiento de petrolíferos. Y eso lo paramos. Así como también se avanzó en otras demandas”.
“Es evidente la intención que se tiene y la trampa que hay en las reformas legales que ustedes pretenden aprobar”.
En un discurso de 45 minutos, el tabasqueño aprovechó la mayor parte del tiempo para exigir una adecuada orientación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2009, e informó que habrá de regresar a San Lázaro antes del 15 de noviembre para encabezar las demandas de ampliación del gasto público a los distintos sectores.
Dirigiendo la mirada a César Duarte Jáquez (PRI), presidente de la Mesa Directiva, López Obrador dijo que aceptó comparecer, aun cuando fue él quien solicitó audiencia a los diputados federales por considerar que todavía están a tiempo de evitar que se cometa el peor agravio a la nación en la historia reciente de nuestro país.
“Están por aprobar leyes que no sólo contravienen el espíritu y la letra de la Constitución, sino que abren la puerta para que empresas y gobiernos extranjeros puedan explorar y explotar en exclusiva nuestro petróleo, tanto en tierra como en las aguas patrimoniales”.
López Obrador ingresó al salón protocolo de la Cámara Baja en medio de un fuerte dispositivo de seguridad al interior y exterior del complejo legislativo a cargo de la Policía Federal para contener a sus huestes, que se manifestaron en contra de la reforma petrolera.
Y se jactó de que el movimiento que encabeza logró detener la pretendida privatización de la industria petrolera en México, impulsada por el PAN y el PRI.
“Tengamos presente que querían legalizar la privatización de la refinación, el transporte, los ductos y el almacenamiento de petrolíferos. Y eso lo paramos. Así como también se avanzó en otras demandas”.
Rolando Ramos y Margarita Palma, El Economista, 29 de octubre.
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