TUXTLA GUTIÉRREZ.- El Presidente Felipe Calderón celebró la aprobación de la reforma petrolera, aplaudió con especial énfasis a los legisladores del PRD que participaron, y aseguró que se trata de cambios con los que "ganan los mexicanos".
Unos cuantos minutos transcurrieron desde que prosperara la reforma para que Calderón aludiera al hecho aquí, durante una comida con el cuerpo directivo de la Coparmex.
Citó al que fuera su mentor, Carlos Castillo Peraza, para puntualizar que se había fraguado la reforma que era "posible", con "sus limitaciones y naturales imperfecciones".
"Insistentemente decía no sólo que la política es el arte de lo posible a partir de lo real, sino que para construir el bien común se requiere generar bienes públicos, cosas buenas, y que lo mejor generalmente es enemigo de lo bueno", recordó.
"Cuando sólo estamos dispuestos a aceptar lo mejor, generalmente acabamos perdiendo las muchas cosas buenas que tiene el País. Ésta (...) es una buena reforma: sin exagerar puedo decir que es el cambio más favorable en el sector de hidrocarburos que ha tenido el País desde 1938", recalcó.
Tras resaltar el hecho de que la reforma se había alcanzado en forma pacífica, con intentos de por medio para debilitar a las instituciones, el Mandatario consideró que, "antes que lamentarnos por lo mucho que falta por hacer", debía reconocerse el avance logrado.
El Presidente Calderón había elogiado a los partidos que empujaron la aprobación de la reforma, pero tuvo particular deferencia para con los senadores militantes en las filas del PRD.
"Es un paso tan importante en la vida nacional que por eso ha sido tan difícil llegar; lo han dado hoy y creo que merece el reconocimiento y el apoyo de los mexicanos", planteó.
El dirigente de la Coparmex, Ricardo González Sada, había fustigado la "irracionalidad de algunos grupos" que pretenden, dijo, obstaculizar el progreso.
González Sada cuestionaría también la importancia de la iniciativa aprobada: todavía tenemos que preguntarnos, dijo, "si realmente estamos frente a una verdadera reforma energética".
Unos cuantos minutos transcurrieron desde que prosperara la reforma para que Calderón aludiera al hecho aquí, durante una comida con el cuerpo directivo de la Coparmex.
Citó al que fuera su mentor, Carlos Castillo Peraza, para puntualizar que se había fraguado la reforma que era "posible", con "sus limitaciones y naturales imperfecciones".
"Insistentemente decía no sólo que la política es el arte de lo posible a partir de lo real, sino que para construir el bien común se requiere generar bienes públicos, cosas buenas, y que lo mejor generalmente es enemigo de lo bueno", recordó.
"Cuando sólo estamos dispuestos a aceptar lo mejor, generalmente acabamos perdiendo las muchas cosas buenas que tiene el País. Ésta (...) es una buena reforma: sin exagerar puedo decir que es el cambio más favorable en el sector de hidrocarburos que ha tenido el País desde 1938", recalcó.
Tras resaltar el hecho de que la reforma se había alcanzado en forma pacífica, con intentos de por medio para debilitar a las instituciones, el Mandatario consideró que, "antes que lamentarnos por lo mucho que falta por hacer", debía reconocerse el avance logrado.
El Presidente Calderón había elogiado a los partidos que empujaron la aprobación de la reforma, pero tuvo particular deferencia para con los senadores militantes en las filas del PRD.
"Es un paso tan importante en la vida nacional que por eso ha sido tan difícil llegar; lo han dado hoy y creo que merece el reconocimiento y el apoyo de los mexicanos", planteó.
El dirigente de la Coparmex, Ricardo González Sada, había fustigado la "irracionalidad de algunos grupos" que pretenden, dijo, obstaculizar el progreso.
González Sada cuestionaría también la importancia de la iniciativa aprobada: todavía tenemos que preguntarnos, dijo, "si realmente estamos frente a una verdadera reforma energética".
Mayolo López enviado, Reforma, 24 de octubre.
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