Luego de conocer los avances que los legisladores del Frente Amplio Progresista les presentaron sobre la reforma energética, los expertos e intelectuales coincidieron en que ésta se aleja cada vez más de la privatización.
Rolando Cordera, vocero del grupo de expertos e intelectuales que ayudó en la elaboración de la iniciativa energética suscrita por el FAP, aseguró: “Ya nos alejamos, y si el PRI está diciendo no a la privatización y el presidente Calderón está mandando hacer refinerías para Pemex, digamos que no sería congruente que se diera una privatización de esa naturaleza”.
Admitió que sí es posible lograr un dictamen unitario, pero ello dependerá de que haya “racionalidad política y visión de mediano y largo plazo” de PAN y PRI.
Sin embargo, expresó que el único punto aún en conflicto, y que podría echar abajo todos los acuerdos hasta ahora alcanzados con PRI y PAN, es el de los contratos.
Pese al optimismo de que es posible alcanzar un acuerdo entre todas las fuerzas políticas, que cierre la puerta a la privatización en Pemex, el economista sostuvo: “No quitamos el dedo del reglón e insistimos en que no podemos aceptar la privatización de Pemex, porque no es necesaria ni tiene ningún sentido, ni ninguna justificación histórica ni política, y mucho menos en las condiciones actuales”.
Cordera agregó: “No se puede despojar al país de la riqueza que tiene en un momento donde el mundo está entrando en la crisis mayor de los últimos 50 años”.
En la reunión entre expertos, intelectuales, legisladores perredistas y Andrés Manuel López Obrador, realizada horas antes de la asamblea informativa que encabezó el tabasqueño, se hizo un reconocimiento al desempeño que han tenido los negociadores de PRD con PRI y PAN, a quienes se les dio un voto de confianza.
En este punto se consideró que es posible desactivar la posibilidad de llevar la resistencia civil a las calles, pero se planteó que ello dependerá de que tanto el tricolor como el blanquiazul sean políticamente racionales y “no nos pongan en una situación de conflicto y de confrontación, cuando podemos evitarlo. El punto central es, de nuevo, nada de privatización y nada que pueda oler a contratos de riesgo”.
En el encuentro de evaluación de las negociaciones, en el contexto de la discusión en comisiones de tres dictámenes de la reforma energética, aprobados sin la firma del PRD, y de los cuatro pendientes, se planteó dar el aval a los contratos incentivados, pero se solicitó que sean definidos con precisión.
“Tendrían que definirse muy precisamente y no dar pie a que se piense que están amarrados al producto y menos a producto futuro”, explicó Cordera.
Rolando Cordera, vocero del grupo de expertos e intelectuales que ayudó en la elaboración de la iniciativa energética suscrita por el FAP, aseguró: “Ya nos alejamos, y si el PRI está diciendo no a la privatización y el presidente Calderón está mandando hacer refinerías para Pemex, digamos que no sería congruente que se diera una privatización de esa naturaleza”.
Admitió que sí es posible lograr un dictamen unitario, pero ello dependerá de que haya “racionalidad política y visión de mediano y largo plazo” de PAN y PRI.
Sin embargo, expresó que el único punto aún en conflicto, y que podría echar abajo todos los acuerdos hasta ahora alcanzados con PRI y PAN, es el de los contratos.
Pese al optimismo de que es posible alcanzar un acuerdo entre todas las fuerzas políticas, que cierre la puerta a la privatización en Pemex, el economista sostuvo: “No quitamos el dedo del reglón e insistimos en que no podemos aceptar la privatización de Pemex, porque no es necesaria ni tiene ningún sentido, ni ninguna justificación histórica ni política, y mucho menos en las condiciones actuales”.
Cordera agregó: “No se puede despojar al país de la riqueza que tiene en un momento donde el mundo está entrando en la crisis mayor de los últimos 50 años”.
En la reunión entre expertos, intelectuales, legisladores perredistas y Andrés Manuel López Obrador, realizada horas antes de la asamblea informativa que encabezó el tabasqueño, se hizo un reconocimiento al desempeño que han tenido los negociadores de PRD con PRI y PAN, a quienes se les dio un voto de confianza.
En este punto se consideró que es posible desactivar la posibilidad de llevar la resistencia civil a las calles, pero se planteó que ello dependerá de que tanto el tricolor como el blanquiazul sean políticamente racionales y “no nos pongan en una situación de conflicto y de confrontación, cuando podemos evitarlo. El punto central es, de nuevo, nada de privatización y nada que pueda oler a contratos de riesgo”.
En el encuentro de evaluación de las negociaciones, en el contexto de la discusión en comisiones de tres dictámenes de la reforma energética, aprobados sin la firma del PRD, y de los cuatro pendientes, se planteó dar el aval a los contratos incentivados, pero se solicitó que sean definidos con precisión.
“Tendrían que definirse muy precisamente y no dar pie a que se piense que están amarrados al producto y menos a producto futuro”, explicó Cordera.
Liliana Padilla, Milenio, 16 de octubre.
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