LA HABANA.— En una nueva cruzada en contra de “los ilegales y bandidos”, las principales organizaciones de masas, de forma preponderante los estratégicos Comités de Defensa de la Revolución (CDR), participan en los operativos implementados por la Policía Revolucionaria en municipios habaneros dirigidos a combatir el robo de alimentos y materiales del Estado y la corrupción imperante en los sistemas de mercados agrícolas y tiendas comerciales.
Los míticos miembros de los CDR del municipio del Cerro participaron esta semana en uno de los operativos policiacos en la demarcación para enfrentar, aseguran, a “los ilegales” a “los antisociales” que están desatados robando artículos de construcción y cableado eléctrico perteneciente al Estado, sustrayendo alimentos y medicinas y aumentando los precios de los alimentos.
Los cederistas de Cerro aprobaron participar en los operativos policiacos en una reunión presidida por Miguel Barrero y Leonardo Jordan, altos dirigentes de los Comités de Defensa de la Revolución, y fueron más allá al proponer una vigilancia civil estricta, paralela a la policiaca, a los mercados agropecuarios en donde se han detectado alzas injustificadas de los productos alimenticios.
Paralelamente, los tribunales en la ciudad y provincia de La Habana han condenado, con penas que van desde la privación de la libertad hasta una simple multa, a unas 100 personas presuntamente culpables de robo de materiales del Estado y especuladores de alimentos.
El presidente del Tribunal de la Ciudad de La Habana, Armando Torres, precisó a la prensa que las sanciones aplicadas contra los autores de graves indisciplinas sociales, especuladores y revendedores de alimentos y artículos de primera necesidad “deben tener un efecto preventivo, de contención de tales fenómenos´´.
Con anterioridad el fiscal general de Cuba, general Juan Escalona Reguera, había anunciado acciones contra los que calificó como “bandidos”, quienes, dijo, sustraen materiales del Estado imprescindibles para la reconstrucción de miles de pueblos afectados por los huracanes, y advirtió algo que ahora es una realidad: se castigará hasta con la cárcel.
El gobierno cubano ha mantenido la canasta básica a través de una libreta, pero decidió limitar la cantidad de frutas y vegetales que los cubanos pueden comprar en los mercados agropecuarios. En los próximos dos meses los mercados tendrán poco que ofrecer a la población, pues el campo sólo producirá 20% de los productos agropecuarios que venían produciendo antes de los huracanes.
Los míticos miembros de los CDR del municipio del Cerro participaron esta semana en uno de los operativos policiacos en la demarcación para enfrentar, aseguran, a “los ilegales” a “los antisociales” que están desatados robando artículos de construcción y cableado eléctrico perteneciente al Estado, sustrayendo alimentos y medicinas y aumentando los precios de los alimentos.
Los cederistas de Cerro aprobaron participar en los operativos policiacos en una reunión presidida por Miguel Barrero y Leonardo Jordan, altos dirigentes de los Comités de Defensa de la Revolución, y fueron más allá al proponer una vigilancia civil estricta, paralela a la policiaca, a los mercados agropecuarios en donde se han detectado alzas injustificadas de los productos alimenticios.
Paralelamente, los tribunales en la ciudad y provincia de La Habana han condenado, con penas que van desde la privación de la libertad hasta una simple multa, a unas 100 personas presuntamente culpables de robo de materiales del Estado y especuladores de alimentos.
El presidente del Tribunal de la Ciudad de La Habana, Armando Torres, precisó a la prensa que las sanciones aplicadas contra los autores de graves indisciplinas sociales, especuladores y revendedores de alimentos y artículos de primera necesidad “deben tener un efecto preventivo, de contención de tales fenómenos´´.
Con anterioridad el fiscal general de Cuba, general Juan Escalona Reguera, había anunciado acciones contra los que calificó como “bandidos”, quienes, dijo, sustraen materiales del Estado imprescindibles para la reconstrucción de miles de pueblos afectados por los huracanes, y advirtió algo que ahora es una realidad: se castigará hasta con la cárcel.
El gobierno cubano ha mantenido la canasta básica a través de una libreta, pero decidió limitar la cantidad de frutas y vegetales que los cubanos pueden comprar en los mercados agropecuarios. En los próximos dos meses los mercados tendrán poco que ofrecer a la población, pues el campo sólo producirá 20% de los productos agropecuarios que venían produciendo antes de los huracanes.
Juan Balboa, corresponsal, El Universal, 18 de octubre.
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