En una sesión atípica, con dispensa de trámite, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por mayoría los siete dictámenes de la reforma energética que, el sábado último, habían recibido el visto bueno de la Comisión de Energía del órgano legislativo.
El paquete aprobado fue enviado al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales, es decir, para su publicación.
El jueves de la semana pasada, tras votarlos positivamente, el
Senado turnó este paquete de siete minutas a la colegisladora, cuya Comisión de Energía consensuó y, pese a que seis diputados del Frente Amplio Progresista abandonaron la sesión, les dio luz verde y, ayer, fueron puestos a consideración del pleno.
Sin embargo, dos de los dictámenes —relativos a la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo de petróleo y del proyecto de decreto que expide la Ley de Petróleos Mexicanos—atoraron el fast track con que fueron aprobados los cinco primeros.
Y es que, a cuestionamientos y reticencias de diputados federales del PRD y del PT se sumaron los priistas Carlos Rojas Gutiérrez y Alfredo Ríos Camarena, que en conjunto reservaron para su discusión en lo particular cerca de una veintena de artículos de ambos dictámenes, aunque finalmente el pleno camaral los votó improcedentes, luego de que por mayoría los había aprobado en lo general.
El caso es que, en una sesión de seis horas y media, con la tribuna tomada, el pleno de la Cámara de Diputados votó positivamente, en lo general y en lo particular, los siete dictámenes con proyecto de decreto que integran la reforma energética, a saber:
Ley de la Comisión Reguladora de Energía; Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía; Ley de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética; Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el ramo del petróleo; y Ley de Petróleos Mexicanos.
La discusión se centró en las dos últimas leyes. El PRD insistió en incluir las llamadas siete palabras propuestas por Andrés Manuel López Obrador en el artículo 60 de la Ley de Pemex, pero incluso el diputado perredista Antonio Soto Sánchez pidió retirar la petición, debido a que, reconoció, no sería aprobada y era perder el tiempo.
Luego de la última votación, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara, Horacio Duarte, dio por terminada la sesión, mientras legisladores afines a Andrés Manuel López Obrador bajaban de la parte alta de la tribuna, que mantuvieron tomada durante todo el tiempo que duró la sesión.
En ese momento también los diputados panistas y las diputadas priistas que custodiaban la parte baja de la tribuna, donde se instaló la Mesa Directiva, se retiraron de la valla que formaron para preservar ese espacio de los perredistas.
La aprobación de la reforma se dio en los términos de la minuta que la Cámara baja recibió del Senado, pues por mandato de ley de haberse producido una modificación así fuese mínima, la minuta hubiera regresado a los senadores.
Aprobada la reforma fue turnada al Ejecutivo para su promulgación, mediante su publicación en el Diario Oficial de la Federación, lo que se espera que ocurrirá sin demoras .
El paquete aprobado fue enviado al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales, es decir, para su publicación.
El jueves de la semana pasada, tras votarlos positivamente, el
Senado turnó este paquete de siete minutas a la colegisladora, cuya Comisión de Energía consensuó y, pese a que seis diputados del Frente Amplio Progresista abandonaron la sesión, les dio luz verde y, ayer, fueron puestos a consideración del pleno.
Sin embargo, dos de los dictámenes —relativos a la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo de petróleo y del proyecto de decreto que expide la Ley de Petróleos Mexicanos—atoraron el fast track con que fueron aprobados los cinco primeros.
Y es que, a cuestionamientos y reticencias de diputados federales del PRD y del PT se sumaron los priistas Carlos Rojas Gutiérrez y Alfredo Ríos Camarena, que en conjunto reservaron para su discusión en lo particular cerca de una veintena de artículos de ambos dictámenes, aunque finalmente el pleno camaral los votó improcedentes, luego de que por mayoría los había aprobado en lo general.
El caso es que, en una sesión de seis horas y media, con la tribuna tomada, el pleno de la Cámara de Diputados votó positivamente, en lo general y en lo particular, los siete dictámenes con proyecto de decreto que integran la reforma energética, a saber:
Ley de la Comisión Reguladora de Energía; Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía; Ley de la Comisión Nacional de Hidrocarburos; Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética; Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el ramo del petróleo; y Ley de Petróleos Mexicanos.
La discusión se centró en las dos últimas leyes. El PRD insistió en incluir las llamadas siete palabras propuestas por Andrés Manuel López Obrador en el artículo 60 de la Ley de Pemex, pero incluso el diputado perredista Antonio Soto Sánchez pidió retirar la petición, debido a que, reconoció, no sería aprobada y era perder el tiempo.
Luego de la última votación, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara, Horacio Duarte, dio por terminada la sesión, mientras legisladores afines a Andrés Manuel López Obrador bajaban de la parte alta de la tribuna, que mantuvieron tomada durante todo el tiempo que duró la sesión.
En ese momento también los diputados panistas y las diputadas priistas que custodiaban la parte baja de la tribuna, donde se instaló la Mesa Directiva, se retiraron de la valla que formaron para preservar ese espacio de los perredistas.
La aprobación de la reforma se dio en los términos de la minuta que la Cámara baja recibió del Senado, pues por mandato de ley de haberse producido una modificación así fuese mínima, la minuta hubiera regresado a los senadores.
Aprobada la reforma fue turnada al Ejecutivo para su promulgación, mediante su publicación en el Diario Oficial de la Federación, lo que se espera que ocurrirá sin demoras .
Moisés Sánchez Limón, Crónica, 29 de octubre.
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