Alrededor de una cuarta parte de los adolescentes mexicanos repatriados de Estados Unidos y atendidos en albergues del DIF ha consumido drogas ilícitas por lo menos una vez.
Así lo indica el estudio "Consumo de drogas en adolescentes migrantes", editado por el DIF y los Centros de Integración Juvenil.
Ese nivel de consumo de estupefacientes es más alto que el que se encontró en otros grupos de adolescentes en estudios previos, como la Encuesta Nacional de Adicciones 2002, que reportó un consumo de 2.4 por ciento en varones y 0.7 en mujeres.
El estudio de 2004 en 100 ciudades de México con niñas, niños y adolescentes en situación de calle y trabajadores, encontró un consumo de 8.8 por ciento en la población adolescente.
Se estudió el consumo de drogas en adolescentes de entre 12 y 17 años que residieron tres meses o más en Estados Unidos y fueron devueltos a territorio nacional a través de los consulados mexicanos, que los ponen a disposición del DIF.
La investigación señala que seis de cada 10 adolescentes repatriados que han consumido drogas empezaron a hacerlo en EU, país donde aumenta el consumo de mariguana, cocaína, éxtasis y otras sustancias entre los jóvenes mexicanos.
Detectó que 60 por ciento de los adolescentes repatriados trabajó en la industria de la construcción y de servicios, y que 28.5 por ciento desempeñó más de un trabajo diario.
"Encontramos que los adolescentes que tienen más de una jornada de trabajo (en EU) tienen 60 por ciento más posibilidades de usar drogas que los que no trabajan.
"Hay una mayor disponibilidad de drogas durante la estancia en Estados Unidos y sabemos que la disponibilidad de sustancias es un factor de riesgo importante para el consumo de sustancias ilegales", señaló Ricardo Sánchez Huesca, director de Investigación y Enseñanza de los Centros de Integración Juvenil.
El 23.2 por ciento reconoció haber consumido alguna droga ilegal por lo menos una vez, 44 por ciento admitió haber consumido tabaco y 66.1 por ciento, alcohol.
"El hecho de migrar no representa en sí mismo una condición que propicie el uso de drogas; algunas características propias de los adolescentes, la experiencia migratoria... pueden ser factores que al combinarse incrementen la probabilidad de ocurrencia", detalla la investigación.
Mal viaje
Según el estudio "Consumo de drogas en adolescentes migrantes":
23.2% de los jóvenes dijo haber consumido alguna droga.
44% admitió haber consumido tabaco.
66.1% reconoció que consumió alcohol.
Así lo indica el estudio "Consumo de drogas en adolescentes migrantes", editado por el DIF y los Centros de Integración Juvenil.
Ese nivel de consumo de estupefacientes es más alto que el que se encontró en otros grupos de adolescentes en estudios previos, como la Encuesta Nacional de Adicciones 2002, que reportó un consumo de 2.4 por ciento en varones y 0.7 en mujeres.
El estudio de 2004 en 100 ciudades de México con niñas, niños y adolescentes en situación de calle y trabajadores, encontró un consumo de 8.8 por ciento en la población adolescente.
Se estudió el consumo de drogas en adolescentes de entre 12 y 17 años que residieron tres meses o más en Estados Unidos y fueron devueltos a territorio nacional a través de los consulados mexicanos, que los ponen a disposición del DIF.
La investigación señala que seis de cada 10 adolescentes repatriados que han consumido drogas empezaron a hacerlo en EU, país donde aumenta el consumo de mariguana, cocaína, éxtasis y otras sustancias entre los jóvenes mexicanos.
Detectó que 60 por ciento de los adolescentes repatriados trabajó en la industria de la construcción y de servicios, y que 28.5 por ciento desempeñó más de un trabajo diario.
"Encontramos que los adolescentes que tienen más de una jornada de trabajo (en EU) tienen 60 por ciento más posibilidades de usar drogas que los que no trabajan.
"Hay una mayor disponibilidad de drogas durante la estancia en Estados Unidos y sabemos que la disponibilidad de sustancias es un factor de riesgo importante para el consumo de sustancias ilegales", señaló Ricardo Sánchez Huesca, director de Investigación y Enseñanza de los Centros de Integración Juvenil.
El 23.2 por ciento reconoció haber consumido alguna droga ilegal por lo menos una vez, 44 por ciento admitió haber consumido tabaco y 66.1 por ciento, alcohol.
"El hecho de migrar no representa en sí mismo una condición que propicie el uso de drogas; algunas características propias de los adolescentes, la experiencia migratoria... pueden ser factores que al combinarse incrementen la probabilidad de ocurrencia", detalla la investigación.
Mal viaje
Según el estudio "Consumo de drogas en adolescentes migrantes":
23.2% de los jóvenes dijo haber consumido alguna droga.
44% admitió haber consumido tabaco.
66.1% reconoció que consumió alcohol.
Silvia Garduño, Reforma, 24 de octubre.
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