Si México quiere que su lucha contra el crimen organizado sea exitosa, debe atacar no sólo el lavado de dinero, apostar a la inteligencia y ser implacable con los capos, sino perseguir a los funcionarios corruptos coludidos con la delincuencia.
Tales son las recomendaciones del director Ejecutivo de la Oficina de ONU contra la Droga y el Delito, Antonio María Costa, quien estima pertinente observar la lección de Italia en su guerra contra la mafia siciliana, en la década pasada.
"Italia, en cierto modo, inventó la criminalidad organizada, la mafia, y tuvimos situaciones muy peligrosas. Un periodo no muy distinto al mexicano, cuando la criminalidad organizada puso un desafío al gobierno y la sociedad en su totalidad.
"Hay que limpiar la estructura estatal, cuando he leído que a un importante funcionario de policía lo mataron porque habían una célula de traficantes al interior de los servicios de policía, que trabajaban como espías al interior de la estructura, preocupa.
"La corrupción en todo el mundo, no sólo en México, es una forma que debilita a la estructura del Estado, del Ejército y del cuerpo de policía, y entonces es una lucha separada, no hay parte integral del esfuerzo nacional contra el crimen organizado", expuso.
Asegura que los cárteles mexicanos son los más poderosos de América Latina, por controlar el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, principal consumidor mundial, por encima de las bandas colombianas.
"Los carteles colombianos han perdido el control del territorio en México y Estados Unidos, a favor de los carteles mexicanos", aseveró.
Ganarse a la opinión pública
En esa guerra contra el crimen organizado, sugiere Costa, el Gobierno del Presidente Felipe Calderón se debe ganar a la opinión pública, para que la ciudadanía esté del lado del Gobierno, la democracia y el poder constituido.
También debe invertir mucho dinero en policías y el Poder Judicial, para tener una justicia fuerte.
"(Es recomendable también) la penetración de los grupos a través de sistemas de inteligencia y arrestar a los grandes capos de los clanes mafiosos; la fuerte política de extinción de dominio y la lucha contra el lavado de dinero, hay que tocar a los traficantes y mafioso a donde sienten el mayor dolor, los recursos.
"La reacción fuerte de la estructura mafiosa contra las medidas era inevitable, yo quería decir que era previsible. La apuesta está más alta ahora, el Gobierno tiene que perseverar con determinación en lo que está haciendo", comenta.
Un informe de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito señala que el 55 por ciento de la cocaína que se produce en América del Sur es transportada por México hacia Estados Unidos y Canadá.
Titulado "La amenaza del narcotráfico en América Latina", el texto refiere que el año pasado, 90 por ciento de las 450 toneladas de cocaína que se consumieron en América del Norte, fueron traficadas por Centroamérica y México.
El informe destaca que México se volvió a convertir en el primer productor mundial de mariguana en 2006, al rebasar a Estados Unidos y Canadá, países con quienes en conjunto produjo 12 mil 900 toneladas de la hierba en 2006.
Tales son las recomendaciones del director Ejecutivo de la Oficina de ONU contra la Droga y el Delito, Antonio María Costa, quien estima pertinente observar la lección de Italia en su guerra contra la mafia siciliana, en la década pasada.
"Italia, en cierto modo, inventó la criminalidad organizada, la mafia, y tuvimos situaciones muy peligrosas. Un periodo no muy distinto al mexicano, cuando la criminalidad organizada puso un desafío al gobierno y la sociedad en su totalidad.
"Hay que limpiar la estructura estatal, cuando he leído que a un importante funcionario de policía lo mataron porque habían una célula de traficantes al interior de los servicios de policía, que trabajaban como espías al interior de la estructura, preocupa.
"La corrupción en todo el mundo, no sólo en México, es una forma que debilita a la estructura del Estado, del Ejército y del cuerpo de policía, y entonces es una lucha separada, no hay parte integral del esfuerzo nacional contra el crimen organizado", expuso.
Asegura que los cárteles mexicanos son los más poderosos de América Latina, por controlar el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, principal consumidor mundial, por encima de las bandas colombianas.
"Los carteles colombianos han perdido el control del territorio en México y Estados Unidos, a favor de los carteles mexicanos", aseveró.
Ganarse a la opinión pública
En esa guerra contra el crimen organizado, sugiere Costa, el Gobierno del Presidente Felipe Calderón se debe ganar a la opinión pública, para que la ciudadanía esté del lado del Gobierno, la democracia y el poder constituido.
También debe invertir mucho dinero en policías y el Poder Judicial, para tener una justicia fuerte.
"(Es recomendable también) la penetración de los grupos a través de sistemas de inteligencia y arrestar a los grandes capos de los clanes mafiosos; la fuerte política de extinción de dominio y la lucha contra el lavado de dinero, hay que tocar a los traficantes y mafioso a donde sienten el mayor dolor, los recursos.
"La reacción fuerte de la estructura mafiosa contra las medidas era inevitable, yo quería decir que era previsible. La apuesta está más alta ahora, el Gobierno tiene que perseverar con determinación en lo que está haciendo", comenta.
Un informe de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito señala que el 55 por ciento de la cocaína que se produce en América del Sur es transportada por México hacia Estados Unidos y Canadá.
Titulado "La amenaza del narcotráfico en América Latina", el texto refiere que el año pasado, 90 por ciento de las 450 toneladas de cocaína que se consumieron en América del Norte, fueron traficadas por Centroamérica y México.
El informe destaca que México se volvió a convertir en el primer productor mundial de mariguana en 2006, al rebasar a Estados Unidos y Canadá, países con quienes en conjunto produjo 12 mil 900 toneladas de la hierba en 2006.
Abel Barajas, Reforma, 9 de octubre.
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