Washington, 14 de agosto. Estados Unidos, que negocia con Colombia un controvertido acuerdo militar que le autoriza a usar bases militares en la nación sudamericana, continuará discutiendo con otros países de la región el asunto, declaró hoy Philip Crowley, vocero del Departamento de Estado.
“Colombia y nosotros continuaremos discutiendo con otros países de la región” sobre el acuerdo, señaló Crowley durante una conferencia de prensa. Sin embargo, el funcionario insistió en que el convenio en cuestión es un tema “estrictamente bilateral”.
El pacto, que provocó malestar en varios países latinoamericanos, permitirá al gobierno de Estados Unidos usar siete bases militares colombianas, en el contexto de operaciones contra el narcotráfico, el crimen organizado internacional y el terrorismo.
Washington comenzó a negociar con Bogotá tras el anunciado cierre de la base antidrogas estadunidense en Manta, Ecuador, después de que el gobierno del presidente Rafael Correa prohibió la presencia de tropas extranjeras en el país sudamericano.
Pero el anuncio de un acuerdo de principio entre Bogotá y Washington provocó fuertes reticencias en la región. Las críticas más virulentas provinieron de Ecuador y Venezuela, cuyos gobiernos señalaron que el pacto es una amenaza para la estabilidad regional.
Brasil, otro vecino de Colombia, también expresó su preocupación y pidió garantías de que las misiones que se efectúen en el contexto de ese acuerdo no desborden el territorio colombiano.
En este sentido, el presidente colombiano Álvaro Uribe recibió el apoyo de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, conformada por ex presidentes, ex cancilleres y miembros del Congreso de Colombia, en la crisis diplomática con sus vecinos por la negociación con Estados Unidos.
Luego de un encuentro con Uribe y su canciller, Jaime Bermúdez –que comenzó la tarde del jueves y se prolongó hasta la medianoche–, los miembros de la comisión asesora expresaron su “solidaridad y apoyo (a) la política que adelanta el presidente”, señaló que esa solidaridad se basa en “la defensa de los más altos intereses nacionales”.
La declaración representa un logro político interno para Uribe, toda vez que en la comisión hay líderes opositores a su gobierno, aunque algunos analistas señalaron que no se puede considerar como “un cheque en blanco”.
Esta noche, Colombia cerró la negociación con Estados Unidos, que le permitirá a este país utilizar siete bases militar, informó la cancilllería en Bogotá. El texto pasa ahora a “revisión técnica para su posterior firma”, agregó el comunicado sin ofrecer más detalles.
“Colombia y nosotros continuaremos discutiendo con otros países de la región” sobre el acuerdo, señaló Crowley durante una conferencia de prensa. Sin embargo, el funcionario insistió en que el convenio en cuestión es un tema “estrictamente bilateral”.
El pacto, que provocó malestar en varios países latinoamericanos, permitirá al gobierno de Estados Unidos usar siete bases militares colombianas, en el contexto de operaciones contra el narcotráfico, el crimen organizado internacional y el terrorismo.
Washington comenzó a negociar con Bogotá tras el anunciado cierre de la base antidrogas estadunidense en Manta, Ecuador, después de que el gobierno del presidente Rafael Correa prohibió la presencia de tropas extranjeras en el país sudamericano.
Pero el anuncio de un acuerdo de principio entre Bogotá y Washington provocó fuertes reticencias en la región. Las críticas más virulentas provinieron de Ecuador y Venezuela, cuyos gobiernos señalaron que el pacto es una amenaza para la estabilidad regional.
Brasil, otro vecino de Colombia, también expresó su preocupación y pidió garantías de que las misiones que se efectúen en el contexto de ese acuerdo no desborden el territorio colombiano.
En este sentido, el presidente colombiano Álvaro Uribe recibió el apoyo de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, conformada por ex presidentes, ex cancilleres y miembros del Congreso de Colombia, en la crisis diplomática con sus vecinos por la negociación con Estados Unidos.
Luego de un encuentro con Uribe y su canciller, Jaime Bermúdez –que comenzó la tarde del jueves y se prolongó hasta la medianoche–, los miembros de la comisión asesora expresaron su “solidaridad y apoyo (a) la política que adelanta el presidente”, señaló que esa solidaridad se basa en “la defensa de los más altos intereses nacionales”.
La declaración representa un logro político interno para Uribe, toda vez que en la comisión hay líderes opositores a su gobierno, aunque algunos analistas señalaron que no se puede considerar como “un cheque en blanco”.
Esta noche, Colombia cerró la negociación con Estados Unidos, que le permitirá a este país utilizar siete bases militar, informó la cancilllería en Bogotá. El texto pasa ahora a “revisión técnica para su posterior firma”, agregó el comunicado sin ofrecer más detalles.
AFP, La Jornada, 15 de agosto.
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