Llevan baile y mariachi a los invitados

GUADALAJARA.- La velada cultural para el Presidente Barack Obama y el Primer Ministro Stephen Harper discurrió al son del mariachi y del colorido de bailables folclóricos.

Para el Presidente Felipe Calderón hubo una deferencia especial. No importa que Jalisco ofrezca sus mejores galas y repertorios: la querencia en honor del anfitrión afloró y el Mariachi Nuevo Tecalitlán se aventó "Caminos de Michoacán".

Calderón, Obama y Harper, el terceto que este lunes dará forma a la Cumbre de Líderes de América del Norte, cenaron en privado, cobijados por un discreto aparato de seguridad en el Hospicio Cabañas, lejos del bullicio de los 160 invitados al jolgorio.

Recién ungido como nuevo dirigente panista, César Nava desfiló aquí en territorio amigable: de plácemes, el Gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, fue uno de los militantes del blanquiazul que rápido se apuntó para respaldar la candidatura única del michoacano y quien dirigió anoche el discurso de bienvenida a los convidados.

Con todo, la cena tal vez no le cayó del todo bien al sucesor de Germán Martínez: el ex Presidente Vicente Fox, desde San Cristóbal, Guanajuato, había alzado la voz para cuestionar la escasa experiencia y madurez que, sostuvo, proyecta Nava.

Muy oronda apareció una de las pocas mexicanas que ha tenido el lujo de participar en las dos cenas que en México ha degustado el Presidente Obama: la maestra Elba Esther Gordillo Morales.

Al calor de "Bésame mucho", de "México Lindo y Querido" y de "Guadalajara", los comensales degustaron un menú a base de camote amarillo y granada, filete de res relleno de flor de calabaza en salsa de chiles y jitomate deshidratado acompañado de ratatouille mexicano.

También se sirvió robalo en mole de Jamaica sobre puré de plátano macho y decorado con flor de Jamaica, almendra y pasas.

La velada cultural estuvo amenizada por la Orquesta Filarmónica de Jalisco, el Mariachi Vargas de Tecalitlán, el Nuevo de Tecalitlán y el Ballet Folclórico del Estado de Jalisco.

Calderón, Obama y Harper discurrieron con responsabilidad: sólo permanecieron la primera parte del espectáculo.

Ya no escucharon el "Cielito Lindo" y un Popurrí de Pepe Guízar que al alimón interpretaron la Orquesta Filarmónica y el Mariachi Vargas.
Mayolo López enviado, Reforma, 10 de agosto.

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