No todos tenemos algo que decir en las redes sociales

Casi diario encontramos en internet notas acerca de las diferentes leyes, reglas, normas o mandamientos inventados por los llamados “expertos de las redes sociales”, que pretenden indicar los pasos a seguir para llegar a ser un buen twittero, o un agradable usuario de Facebook; en pocas palabras, pretenden explicarle a sus fieles seguidores o inocentes que pasen por ahí, cómo llegar a ser como ellos.

En sus encuentros en vivo, los twitteros parecen empezar a hacer élites, clubs o “tribus” exclusivas de acuerdo a su perfil e interés, así, podemos encontrar fiestas en las que hay zona general y una zona VIP, yendo con esto en contra de la idea original, central y fundamental de Twitter, que es ser global y que todos estén al mismo nivel por su capacidad de aportación de contenidos y de comunicación e interacción con los demás, pero bueno, la virtualidad lo permite, el mundo real no.

Por otro lado, especialistas en redes, publicidad y comunidades, resaltan la importancia de estos sitios no sólo para socializar, sino también para hacer negocios y posicionarse.

Sin embargo, muchos de nosotros no aspiramos a tanto, no queremos ser famosos ni tener millones de fans, ni siquiera entendemos perfectamente su mecánica y nos preocupa que un amigo de un amigo suba una foto nuestra sin que tengamos autorización ni control sobre eso, y aún así, las redes siguen siendo útiles.

Muchos abren sus cuentas en Twitter y Facebook por simple diversión, como vía de desahogo, para establecer contactos profesionales, ver las noticias, saber de los políticos o artistas, retomar el contacto con antiguas amistades, buscar pareja o simplemente para chatear.

Las redes sociales son abiertas para todos, hay que dejar que cada quien decida participar y conversar a su manera, dejemos de creernos los dueños de la verdad absoluta, no somos nadie para decir cómo la gente se debe comunicar o informar, finalmente es un acto personal, único, que a través de estos sitios, simplemente se comparte.
Gerardo Aguilar Arellano, La Crónica, 4 de mayo.

0 Responses to "No todos tenemos algo que decir en las redes sociales"