ELECCIÓN DE CONSEJEROS PARA EL IFE. 11. LOS “VETADOS”.

Así llamó la prensa a quienes fueron gradualmente descartados del proceso por los coordinadores panista, priísta y perredista. Claro que ellos nunca hablaron de “veto”; más bien señalaron a los medios que tal o cual candidatura no había “transitado” entre su bancada. Al tema se ocupan 22 comentarios, un 7.28% de los 302 sistematizados.

El PRD tiene listas sus objeciones a algunos de los candidatos que han presentado su carta a Santa… perdón, su intención de ser nuevos consejeros del IFE.
Por ejemplo, Raúl Carrancá y Rivas, a pesar de ser un buen candidato, no podrá ser porque fue candidato en el 2006 al Senado por Alternativa.
También cuestionan a María Marván porque el IFAI, consideran, es parte de la Administración Pública, como lo establece el mismo artículo 33 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 3 de diciembre.

Ricardo Monreal andaba ayer muy intrigado. El senador perredista no encontraba explicación al rechazo del registro de Jorge Alcocer como aspirante al Consejo General del IFE. “Ya estaba amarrado. Los diputados panistas estaban con él. Todavía el viernes me lo aseguraban. Pero algo grave pasó, algo hizo que no les gustó”, nos dice el legislador zacatecano.
Monreal jura que ya había acuerdo sobre los tres consejeros que irían al IFE, en lugar de Luis Carlos Ugalde y los otros dos que se van. Ellos eran Jorge Alcocer, respaldado por el PRI, con la anuencia del PAN y el PRD; Mauricio Merino, apoyado por el PAN y, Genaro Góngora Pimentel, por el PRD.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 4 de diciembre.

Para los priistas, encabezados por Emilio Gamboa, hay muchos talentos dentro de los 106 aspirantes a consejeros electorales. Cualquiera de ellos puede ser apoyado, con excepción de Mauricio Merino y Jaime Cárdenas, ya que ambos, siendo consejeros del IFE, aplicaron una multa de un mil millones de pesos al tricolor, y eso no se olvida.
Merino llega apoyado por la bancada panista, inclusive nos aseguran que fue palomeado por Germán Martínez Cázares, en contra de la voluntad de Santiago Creel. En tanto que Jaime Cárdenas fue el consejero que más cuestionó a los priistas, asumiendo posiciones perredistas todo el tiempo. Y el ministro Góngora Pimentel, quien a sus 71 años aspira a continuar viviendo del presupuesto, no tiene nada asegurado como para convertirse en el futuro presidente del IFE.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 4 de diciembre.

El PRI perdió su carta fuerte. Pero en la batalla por el poder electoral, el PRD también podría perder a su preferido.
La eficacia de la CENCA y su supervivencia parecen llamadas a convertirse en una nueva derrota para Manlio.
El revés que sufrió Jorge Alcocer en sus deseos por convertirse en el nuevo consejero presidente del IFE se debe entender como una derrota al poderoso jefe de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, quien a través de su estrecho colaborador intentaba mantener el control de los dos más importantes órganos electorales federales: el IFE y el Tribunal Electoral
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 4 de diciembre.

La batalla de los partidos políticos por las tres posiciones, el relevo escalonado en el Instituto Federal Electoral, arreció en las últimas horas. Los acuerdos de cúpula entre PRI, PAN y PRD se dinamitaron con el rechazo a Jorge Alcocer, propuesta de los priístas. Nuevas barajas se comienzan a mover entre los 106 candidatos que pasaron el primer filtro, nos explican.
Por lo pronto, el doctor Mauricio Merino asegura que no tiene ningún aval del próximo dirigente del PAN, Germán Martínez, como tampoco de la casa presidencial. El Poder Ejecutivo debe estar alejado de la conformación del órgano electoral y la decisión final de San Lázaro tiene que contar con el apoyo de las fuerzas representadas en el Congreso de la Unión, con el propósito de garantizar la autonomía y la recuperación de la credibilidad perdida del IFE, expone el académico
“Bajo reserva”, El Universal, 4 de diciembre.

Y en efecto, pasaron muchas cosas, se ponderaron muchas variables, y al final de cuentas Jorge Alcocer fue “reventado” por un sector del PRD y por la mancuerna integrada por el PAN y Los Pinos: Felipe Calderón y Germán Martínez. En esa primera escaramuza el PRI perdió su carta fuerte. Pero en la batalla por el control del poder electoral, el PRD también podría perder a su preferido, el ministro Genaro David Góngora Pimentel, identificado como “el hombre de El Peje”.
Y es que si bien el aún ministro de la Corte cuenta con el aval del gobierno, del PAN y sobre todo del PRD, el PRI podría cobrar el agravio sufrido por el revés a Jorge Alcocer en la figura de Genaro David Góngora. ¿Cómo podrían reventar al ministro? Para efectos políticos sobran los argumentos: que si no tiene experiencia electoral, que si su cargo en la Corte es irrenunciable, que si razones de edad…
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 4 de diciembre.

Jorge Alcocer no se cayó del proceso de selección de consejeros del IFE porque no cumpliera con los requisitos, ni siquiera porque no estuviera en el perfil o porque el fallo que había dado a su favor el Tribunal Electoral federal no protegiera sus derechos políticos; lo que dejó fuera a la carta que impulsaban el PRI y Manlio Fabio Beltrones para la presidencia del órgano electoral fue un veto fulminante, innegociable del PRD.
“Hagan lo que quieran pero Jorge no entra. Que impugne, que vaya a la Corte… pero no entra”, dijeron en la mesa los negociadores del PRD encabezados por Javier González Garza y por Carlos Navarrete.
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 4 de diciembre.

En todo caso, lo interesante de la caída de Alcocer, y la muy probable de Góngora, dejaría claro que el PAN y el gobierno de Calderón no estarían dispuestos a entregar al PRI o al PRD la nueva presidencia del IFE, en tanto que PRI y PRD se negarían a que el PAN y el gobierno lograran esa posición. En esa lógica también estaría en riesgo la candidatura de Mauricio Merino, la carta de los azules. De confirmarse la hipótesis, serían muchos los descartados y se abrirían posibilidades para los candidatos no partidistas, o para aquellos que no están directamente vinculados con un líder o con un partido.
Pero el revés a Alcocer no es la primera derrota que sufre el senador Manlio Fabio Beltrones, el promotor de la Ley para la Reforma del Estado, artífice de la reforma constitucional en materia electoral y de las enmiendas al Cofipe. No, el señor Beltrones arrastra un “lastre” que se llama Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos (CENCA), que debió ser el instrumento legislativo para procesar la reforma del Estado —y que tiene una vigencia de un año a partir del 13 de abril de 2007—, pero que en la práctica quedó reducida a una grosera burocracia que costará a todos los ciudadanos la friolera de 80 millones de pesos
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 4 de diciembre.

Sería el segundo veto fulminante que Alcocer recibe del PRD. El otro fue cuando buscaba ser presidente del IFE en 1997, y el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas se opuso de manera terminante. “Cualquiera menos Jorge”, dijo entonces el líder perredista, y provocó que se sacara de la jugada a Alcocer.
En esta, como en aquella ocasión, el PRD cobró facturas políticas al autor material de las reformas constitucionales en materia electoral.
Si en aquella ocasión Cárdenas le hizo pagar la virulenta ruptura de 1990, cuando Alcocer se opuso a que el cardenismo se volviera a la corriente e ideología del recién creado partido de izquierda y se enfrentó abiertamente con los cardenistas en aquel debate con Adolfo Gilly, esta vez la “factura” también le llegó a Jorge de parte del nuevo tlatoani perredista, Andrés Manuel López Obrador.
La oposición sistemática de las bancadas del PRD a la nominación de Alcocer, además de aquellos agravios históricos, tuvo que ver con el eterno aspirante al IFE en las pasadas elecciones presidenciales, su acercamiento y asesoría a Felipe Calderón, pero sobre todo el haber sido un férreo crítico al recuento del “voto por voto” que exigieron Andrés Manuel López Obrador y los perredistas
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 4 de diciembre.

Admitió el rechazo. El asesor para la reforma del Estado Jorge Alcocer recibió sin sobresaltos la exclusión de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados de las candidaturas a consejeros del IFE. Que por haber presidido y representado como candidato al ahora extinto partido Fuerza Ciudadana en los comicios de 2003, está inhabilitado para el cargo, no obstante el triunfo con que el TEPJF le salvó el mismo obstáculo en 2006, en vías de ser observador electoral
“Frentes Políticos”, Excélsior, 4 de diciembre.

De entre los muchos registrados, están fuera dos que para muchos parecían con grandes posibilidades de quedarse. Uno de ellos, Jorge Alcocer, parecía asegurado para presidente del IFE desde tiempo atrás, por haber sido considerado uno de los arquitectos de la actual reforma, y hasta algunos medios (que se fueron antes de que terminara la reunión de la comisión dictaminadora el domingo) lo daban ya como firme, en sus ediciones del lunes, en esa posición.
No fue así: se consideró que Jorge no cumplía con los requisitos para poder aspirar a ser consejero porque fue presidente de un partido, aunque efímero y que perdió el registro, Fuerza Ciudadana, y luego candidato a diputado en 2003. Pero las condiciones podrían cambiar para la siguiente ronda de elección de consejeros, porque con las nuevas reformas al Cofipe, esos requisitos se modificarán. Sin embargo, dudo que Jorge Alcocer se esté planteando una posición diferente de la presidencia del Consejo.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 4 de diciembre.

La baja de Alcocer alteró las negociaciones porque el PRI se quedó sin una carta definida. Aunque en realidad el plazo que se han dado los coordinadores parlamentarios de San Lázaro y el Senado vence hasta el 13 de diciembre, y el acuerdo es que el martes 12, por la noche, se tomará la decisión final.
En este momento el PRD y el PAN han puesto sus cartas sobre la mesa para la presidencia del IFE. El ministro de la Suprema Corte, Genaro David Góngora Pimentel, es la propuesta que impulsan los perredistas, mientras que Mauricio Merino, ex consejero del IFE, está siendo apuntalado por el PAN. En el PRI, el veto a Alcocer los tomó con cierta sorpresa y en este momento analizan nuevas opciones.
El problema es que Merino no es del todo aceptado por el PRD. Una versión que circula en San Lázaro afirma que el ex consejero del IFE cometió el error de enviar un mensaje a los negociadores en el sentido de que si no es la presidencia del instituto, no está interesado en ocupar nuevamente una consejería.
La condición habría molestado a los negociadores perredistas y pondría al PAN en la necesidad de tener una segunda carta sin condiciones ni objeciones de ninguna bancada
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 4 de diciembre.

Lo que nunca previó Alcocer, ya que todo le salía como había previsto, es que la Comisión de Gobernación de la Cámara lo eliminaría; y nunca lo pensó porque Alcocer llegó con el respaldo del PRI, como su personero a la presidencia del IFE, y con el de un panista ex priista, Diódoro Carrasco, presidente de esa misma comisión, por lo que se dijo que traía los votos de esa bancada azul, pero no. Con el rechazo del PRD, por sus antecedentes, y del PAN, por lo mismo, Alcocer se quedó fuera.
Hay quienes dicen que si no pudo en esta, la buscará en la siguiente, cuando se dé el siguiente relevo en la alineación de ese IFE en 2008.
Por lo pronto, los diputados le dijeron que no, y ese rechazo tira su primitivo argumento de que “los medios fácticos quieren imponer un presidente del IFE”, lo que no iba a tolerar.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 4 de diciembre.

Pero el problema real con Jorge no fueron los requisitos, que podrían haberse superado, sino el veto a su candidatura, que volvió a imponerse en el PRD (como le ha sucedido ya en por lo menos tres ocasiones), pero en este caso también de una mayoría de los panistas. Algunos medios manejaron que Alcocer sería el candidato para el IFE del presidente Calderón y que ya tendría incluso su visto bueno. No dudo que la relación entre el Presidente y Alcocer sea buena, pero el impulso de su candidatura fue del PRI, con quien desde hace años Jorge tiene una relación muy cercana, con hombres como Manlio Fabio Beltrones y Francisco Labastida, de quien fue colaborador. Pero creo que también Alcocer terminó eliminado en esta etapa por una suerte de exceso de confianza o por textos que terminaron siendo muy contraproducentes para su causa, como el publicado hace una semana en Reforma con respecto a los medios y los anuncios, donde planteó la reforma como una lucha entre ricos y pobres, quizá para ganar con ello el voto del PRD. El hecho es que el PRD endureció su posición, lo dejó fuera y esas declaraciones alejaron a los panistas más duros, los rescoldos del espinismo, que le tienen terror a todo aquel que haya tenido un pasado de izquierda.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 4 de diciembre.

Pero el PAN y el PRD súbitamente cambiaron su postura y rechazaron al director de Voz y Voto, durante la reunión que la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados sostuvo el pasado domingo. “Fue lo mejor que pudo haber pasado, era un elemento de fuerte turbulencia”, dijo un legislador del azul, amparado en el anonimato.
En San Lázaro coinciden en que estaba amarrado el acuerdo para que llegara Alcocer a la presidencia del IFE. Su principal promotor era nada menos que el diputado panista externo, Diódoro Carrasco Altamirano, presidente de la Comisión de Gobernación.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 4 de diciembre.

Nos cuentan que, en su afán de rescatarlo, Carrasco llegó al extremo de proponer que el caso de Alcocer se resolviera en la Junta de Coordinación Política. No tuvo éxito. Los diputados azules Rogelio Carvajal y Gustavo Parra se salieron de la reunión. Volvieron con el no definitivo a Alcocer. “Ya entrada la noche, recibieron línea de Los Pinos”, nos aseguró otro diputado. El viraje molestó a Emilio Gamboa, coordinador de los legisladores del PRI. “Está furioso”, afirman.
Una cosa es segura: Alcocer no se hubiera registrado sin la promesa de que sería elegido consejero presidente del IFE. ¿Qué pasó? Misterio.
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 4 de diciembre.

¿Los medios fácticos? Sí, como no. ¿Los medios fácticos formaron una alianza con el PRD y López Obrador para sacarlo de la presidencia del IFE e imponer a otro?
Bueno, esa era parte de la maniobra de Alcocer para vacunarse y hacerse, a nombre del PRI y de Diódoro, de esa posición, la presidencia del IFE, para servirles mejor en su proyecto, primero el proceso intermedio de 2009, el Congreso, pero, sobre todo, el de 2012: la Presidencia de la República.
Ahora recuerdo cómo se reía Alcocer, burlón, en aquella sesión de las comisiones del Senado.
¿Seguirá riendo?
Igual sí. Así son.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 4 de diciembre.

Una fractura expuesta en el esqueleto del PRD y la caída de todos los favoritos para ocupar la presidencia del IFE fueron los saldos que esta semana dejó el parto complicado de la reforma electoral. Porque mientras el veto fulminante a Jorge Alcocer hizo que el PRI decidiera tomar venganza y vetar también a las primeras opciones de panistas y perredistas —es decir, que el ministro Genaro Góngora y el ex consejero Mauricio Merino no pasaran—, al partido del sol azteca la reforma le costó ya un inicio de ruptura entre Nueva Izquierda y Andrés Manuel López Obrador
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 6 de diciembre.

El otro saldo que esta semana dejó la complicada negociación electoral fue el reacomodo total en los nombres que se perfilan para el IFE. Tras el golpe que le dieron al bajar sin consideraciones al polémico Jorge Alcocer, los negociadores del PRI comandados por Manlio Fabio Beltrones tomaron una decisión: van a vetar también a las primeras propuestas del PRD y el PAN, con lo que los nombres perfilados hasta ahora quedan superados. “Si tu me tiraste al mío, yo tiro a los tuyos y reabrimos la negociación”, parece ser la lógica priísta que echa por tierra todos lo retratos hablados que hasta ahora se habían hecho para la presidencia del IFE. Ni el ministro Genaro Góngora Pimentel ni los ex consejeros Mauricio Merino y Jaime Cárdenas, a los que el PRI ubica como “promotores de injustas sanciones” contra ellos, tienen ya ninguna posibilidad. Y ante la caída de los favoritos se fortalecen otros nombres que no estaban como primera opción, como pueden ser Lorenzo Córdova, Ezra Shabot y hasta Fernando Serrano Migallón. En todo caso la negociación apenas comienza y no hay todavía nada seguro…
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Gráfico, 6 de diciembre.

Para poder injuriar a gusto, López Obrador les dice a sus compañeros que PRI y PAN hacen alianzas para imponer consejeros, lo que no les dice es que Jaime Cárdenas y Mauricio Merino no pasarán, porque cuando fueron consejeros electorales promovieron las escandalosas multas al tricolor por el Pemex-Gate. En menos de 48 horas se conocerá quiénes se sacarán el premio en el IFE.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 10 de diciembre.

Fueron 39 los aspirantes a consejeros del IFE, que la Comisión de Gobernación de la Cámara dejó para elegir a tres. Los elegirán por conveniencia, los vetarán por fobias.
Aseguran que no pasarán: María de los Ángeles Fromow, Mauricio Merino y Fernando Ojesto.
Y quizá tampoco Genaro Góngora, el amigo de AMLO.
El jueves se conocerá al nuevo presidente del IFE y a los dos nuevos consejeros.
Pepe Grillo, Crónica, 11 de diciembre.

Hasta anoche continuaban jaloneos, negociaciones y acuerdos entre PAN, PRD y PRI para designar a los primeros tres árbitros del IFE con los que se renovará de manera escalonada el Consejo General de la máxima instancia electoral, en un espectáculo que la política mexicana convirtió en una suerte de “piedra de sacrificios” o “feria de vetos”, en donde al final de cuentas podrían ocupar los cargos en disputa los aspirantes menos conocidos pero, paradójicamente, mejor calificados.
Y es que un proceso que se pretendió vender a los ciudadanos como modelo de transparencia y responsabilidad terminó de manera lamentable en una guerra de fuerte contenido político en la que los aspirantes que llegaron como “preferidos” por cada uno de los grandes partidos podrían terminar como los primeros “sacrificados” en calidad de “ofrendas” para saciar a ese intangible de la política que se llama “consenso”.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 13 de diciembre.

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