ELECCIÓN DE CONSEJEROS PARA EL IFE. 9. LOS “FAVORITOS”.

En este rubro hemos incluido 23 comentarios, es decir 7.61% de los 302 sistematizados. Nos referimos a los que son nombrados con más insistencia como finalistas para una de las tres vacantes en el Consejo General del IFE. Conviene aclarar que el hecho de que sean mencionados no necesariamente los hace favoritos de quienes los mencionan; aunque no por ello dejen de serlo desde su punto de vista.

Hasta el cierre de esta columna, en San Lázaro se manejaba el nombre de Mauricio Merino para ser el presiente del IFE. Como consejeros se hablaba de José Antonio Crespo, Leonardo Valdés, Lorenzo Córdova y Denise Dresser
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 21 de noviembre.

Es fácil adelantar casi en su totalidad esa lista preliminar que se integrará durante el fin de semana. En ella estarán, seguros, el aspirante más controvertido Jorge Alcocer; el ex consejero electoral del DF, Eduardo Huchim; el politólogo y comunicador Ezra Shabot; el ex consejero del IFE, Mauricio Merino; el ex magistrado del TEPJF, Fernando Ojesto; la ex presidenta de la CNDH, Mirelle Roccatti; el director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Fernando Serrano Migallón; y el analista Benito Nacif. Son algunos de los que pasarán a la siguiente fase y de entre ellos saldrán los tres nombres elegidos
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Universal, 1º de diciembre.

Eduardo Huchim es la carta que defenderá el PRD en la selección. El ex consejero del Instituto Electoral del DF es reconocido por el desempeño que tuvo en ese cargo y, aunque desde ahí sostuvo polémicas y aplicó sanciones con el perredismo capitalino, a Huchim se le ubica como un personaje cercano a los sectores de izquierda
El caso de Ezra Shabot es otro de los que se inscriben con respaldos importantes. Su perfil no es mal visto por el PRI ni por el PRD, y en el PAN tendría apoyos que lo vuelven un aspirante con grandes posibilidades. En el mismo caso estaría Benito Nacif, mientras que Fernando Serrano Migallón y Mireille Roccatti son vistos como opciones del PRI para la negociación, y Fernando Ojesto cuenta con la experiencia que lo avala en materia electoral
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Universal, 1º de diciembre.

¿Quiénes serán los tres nuevos consejeros del IFE? ¿Quién de ellos será el presidente? En rigor, nadie lo sabe. Pero lo que sí se sabe es que el “humo blanco” saldrá de no más de 10 pretendientes, ya que los tres grandes partidos y, por supuesto el gobierno, tienen cada uno su propia terna. En algunos casos, incluso, un integrante de la terna de un partido aparece en la terna de otros partidos y hasta en la del gobierno. Y lo que también se sabe es que para el cargo de presidente del Consejo General del IFE la competencia estaría entre los cuatro especialistas siguientes, en ese orden: el ministro Genaro Góngora Pimentel, el político Jorge Alcocer Villanueva, el ex consejero Mauricio Merino y el politólogo Lorenzo Córdova. Los dos primeros, a decir de legisladores y cercanos a la casa presidencial, son los más fuertes, pero en el proceso de negociación podrían pasar muchas cosas, se podrían ponderar muchas variables, y en caso de un callejón sin salida, se abriría espacio para la tercería, el tercero para romper la discordia. Como quiera que resulte la decisión final, lo cierto es que se trata de un proceso cuestionado que terminará en un nuevo reparto de cuotas. Lo demás, más bien parece circo político y dulces para entretener al “respetable”. La reforma electoral, su reforma a la ley reglamentaria y los cambios en el IFE no son más que los reacomodos del poder, ante la polarización política producto del proceso electoral de 2006
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 2 de diciembre.

Por citar sólo un caso, habría que destacar, por ejemplo, el nombre de Miguel Eraña. Un joven académico originario de San Luis Potosí, doctorado en derecho constitucional en España y experto en temas constitucionales y de protección jurídica de las minorías políticas. Actualmente es académico de la Universidad Iberoamericana, y ha participado como asesor en distintos procesos legislativos, en los que se ha requerido del consenso y el acuerdo de todos los partidos políticos.
Perfiles de este tipo, le permitirían al IFE contar con visiones renovadas del derecho, de la política y de una realidad social que se encuentra en un acelerado proceso de transformación y de profunda diferenciación social, política y cultural a lo largo y ancho del país.
Erradicar las profundas desigualdades en que vivimos y la lacerante pobreza que sigue campeando en nuestro país, en vastas regiones con el rostro del hambre, la miseria y hasta la muerte, requiere de una nueva forma de hacer política; y eso implica que los ciudadanos contemos con los instrumentos suficientes para controlar a nuestros gobiernos y obligarlos a tomar decisiones que beneficien a todos; y precisamente uno de los instrumentos más poderosos con que podemos contar, es sin duda, el del voto ciudadano.
Saúl Arellano, Crónica, 2 de diciembre.

Destacan Jorge Alcocer, Lorenzo Córdova y Carlos Pallán Figueroa. Virtudes y capacidades diversas. Experiencia y capacidad probada la de Alcocer; brillante el conocimiento y firme la capacidad de análisis del constitucionalista Córdova; formidables la vasta tarea docente y el desempeño académico y administrativo de Carlos Pallán. De la larga lista sobresalen Eduardo Huchim y María Marván, Benito Nacif. Y porque a sus 90 años de edad reivindica a lord Keynes, Rafael López, candidato confiado en que “a largo plazo todos estaremos muertos”.
León García Soler, “A la mitad del foro”, La Jornada, 2 de diciembre.

HOY MISMO dará inicio la auscultación formal de candidatos a integrar el IFE que cubren los requisitos establecidos por el Congreso federal. La atención está puesta en quién será el nuevo presidente, en sustitución de Luis Carlos Ugalde. Y es una final de dos: por un lado, Jorge Alcocer, cuya íntima cercanía con el PRI lo vuelve inaceptable para varios interlocutores. Y por otro, Mauricio Merino, ex consejero, que puede ofrecer a la institución una oportunidad de reconstruir su credibilidad. La definición, nos aseguran, depende de la altura de miras del líder de la bancada tricolor en el Senado, Manlio Fabio Beltrones.
Roberto Rock, “Expedientes abiertos”, El Universal, 3 de diciembre.

Quizás uno de los que más ha sonado sea el ministro de la Corte, y ex presidente de la misma, David Genaro Góngora Pimentel. Se trata de un hombre extraordinario, con obvia experiencia jurídica, pero no parece contar con el respaldo, para el cargo de consejero presidente (sería absurdo que abandonara una responsabilidad en la Suprema Corte por el de consejero), del PAN ni del PRI, que lo perciben como demasiado cercano a López Obrador o tampoco tiene experiencia en temas electorales. Algo similar sucede, incluso en forma más terminante con respecto al PRI y al PAN, con el ex consejero Jaime Cárdenas, estrechamente vinculado con el lopezobradorismo. Y también con la ex presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Mireille Rocatti, una mujer que ha tenido una actuación destacada en muchos ámbitos, pero sin experiencia electoral y muy cercana a Emilio Chayffet, lo que también la dejaría en el camino.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 4 de diciembre.

Dentro de los 106 aspirantes hay gente destacada, como María de los Ángeles Fromow, quien durante el sexenio anterior investigó supuestos delitos electorales, pero a pesar de las denuncias nunca encontró responsables. Otros, como Raúl Carrancá y Rivas, tienen merecimientos de sobra, así como Rosa María de la Peña. Pero gente como María Marván está destinada a quedarse en el camino.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 4 de diciembre.

Lo cierto es que hoy comenzarán las comparecencias y se podrá apreciar cómo tratan los partidos a los distintos aspirantes: hay nombres que pueden crecer. Sobre todo para consejero presidente el de Mauricio Merino, un ex consejero, con amplia capacidad política e interlocución con distintos sectores, que en el pasado fue asesor de Enrique González Pedrero y es bien visto por la mayoría de los partidos. Está Benito Nacif, un reconocido especialista en temas electorales; se registró también el periodista Ezra Shabot. Y ahí está, además, Clara Jusidman, un mujer cercana al PRD, pero también respetada por las distintas fuerzas. Y muchos otros, entre ellos Fernando Serrano Migallón o la ex fiscal para delitos electorales, María de los Ángeles Fromow.
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 4 de diciembre.

Muchos otros cumplen también el perfil adecuado para ocupar la presidencia del IFE o un asiento en su Consejo. Mauricio Merino fue un estupendo consejero bajo la presidencia de José Woldenberg, mantuvo sensatez y equidistancia con respecto a todos los partidos y conoce perfectamente al IFE por dentro. Leonardo Valdés Zurita es un reconocido experto en materia electoral, quien también pasó por el IFE como alto funcionario y fue uno de los mejores consejeros del Instituto Electoral del Distrito Federal, junto con Eduardo Huchim (quien, sin embargo, fue eliminado al no cumplir un requisito exigido por la convocatoria). Y Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho, fue tres veces consejero local del IFE en el Distrito Federal. También figura un joven y destacado conocedor del derecho electoral, Lorenzo Córdova, con muy buenas credenciales. Se inscribió igualmente María Marván, comisionada del IFAI y su primera presidenta, así como figuras surgidas del activismo cívico-electoral, por ejemplo, Alfredo Figueroa e Irma Sandoval. Hay, pues, ciudadanos de sobra para armar un estupendo Consejo General que permita a esa institución una auténtica recuperación
José Antonio Crespo, “Horizonte Político”, Excélsior, 5 de diciembre.

Reconociendo que podemos equivocarnos, el escenario probable es el siguiente: los candidatos fuertes, en orden de aparición: del PRI o filopriistas son: Leonardo Valdés Zurita (ex consejero del IEDF), Marco Antonio Baños Martínez (ex director ejecutivo del Servicio Profesional Electoral del IFE, pupilo de Felipe Solís Acero y coautor de la reforma en cuestión), María Marbán Laborde (Comisionada del IFAI); del PAN o filopanistas: Mauricio Merino Huerta (ex consejero electoral del IFE), María de los Ángeles Fromow Rangel (ex titular de la Fiscalía Especializada para la atención de delitos electorales-Fepade), Lorenzo Córdova Vianello; y del PRD o filoperredista: Jaime Cárdenas Gracia (ex consejero electoral del IFE), Genaro Góngora Pimentel (ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación), Hilda Eréndira Sandoval Ballesteros (académica de la UNAM). Y con ese tufo que le quieren dar de transparencia, usted podrá seguir la pasarela por el Canal del Congreso, así que a ver de qué cuero salen más correas, o lo que es lo mismo, qué tan descarado fue el reparto de cuotas de los partidos y de los asientos del Consejo General del IFE. Ya veremos el 10 de diciembre cuando se entregue a la Comisión de Coordinación Política la lista final. En tanto… ¿Quién da más?
Yazmín Alessandrini, “Circo Político”, Crónica, 5 de diciembre.

En la larga lista de aspirantes que presentaron su solicitud se hallan también ex consejeros del IFE, como Jaime Cárdenas y Virgilio Rivera. Diplomáticos, por ejemplo, Ricardo Valero, Jorge Eduardo Navarrete y Leonardo French. Y un buen número de reconocidos académicos, como José Fernández Santillán, César Cansino, Pablo Javier Becerra, Benito Nacif y Carlos Sirvent. Están considerados igualmente Mireille Roccatti —quien fue titular de la hoy desprestigiada y poco confiable Comisión Nacional de los Derechos Humanos— y comunicadores como Ezra Shabot. De los casi quinientos solicitantes, muchos fueron eliminados en una primera etapa, al no haber cumplido los requisitos exigidos por la convocatoria (como ocurrió en el caso de Jorge Alcocer y del maestro Raúl Carrancá y Rivas) o bien por carecer de una amplia experiencia en materia electoral. Y la experiencia es un asunto esencial. No vaya a volver a ocurrir que llegue al Consejo alguien que carezca absolutamente de conocimientos y experiencia electoral, como fue el caso de Ugalde, lo cual quedó en evidencia durante el proceso del año pasado
José Antonio Crespo, “Horizonte Político”, Excélsior, 5 de diciembre.

María de los Ángeles Fromow tiene grandes posibilidades de convertirse en consejera presidenta del IFE. Cumple con los requisitos de objetividad, transparencia, equilibrio y absoluta honestidad para supervisar los próximos procesos electorales federales.
Oscar Mario Beteta, “En petit comité”, Milenio, 6 de diciembre.

Sobre el mismo tema, se espera que mañana se den a conocer los nombres de quienes ocuparán los primeros tres lugares del Consejo General del IFE. De los casi 500 aspirantes que se inscribieron para esos cargos, por cierto muy bien pagados, ya quedan unos cuantos. Nos dicen que entre ellos se encuentran Mauricio Merino, Fernando Serrano Migallón, Benito Nacif, Lorenzo Córdova, Mireille Roccatti y, pese a todo, Genaro Góngora Pimentel
“Bajo reserva”, El Universal, 9 de diciembre.

Así las cosas, se insiste que el respaldo del PAN lo llevará el ex consejero electoral Mauricio Merino, quien fuera propuesta del PRI hace 11 años y ahora se le atribuye una gran cercanía al nuevo presidente de Acción Nacional, Germán Martínez, quien tomó las riendas del blanquiazul apenas el sábado pasado; el del PRD parece tenerlo el también ex consejero electoral Jaime Cárdenas y/o el ministro de la Corte Genaro Góngora Pimentel, aunque este último parece haber recibido el veto de Felipe Calderón a través de su ex secretario particular y hoy diputado panista y miembro de la Comisión de Gobernación, Rogelio Carvajal, por su presunta amistad con Andrés Manuel López Obrador; y el del PRI, después de quedar cerrada la puerta para Jorge Alcocer, parece empezar a inclinarse por la ex presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Mirielle Rocatti, quien según se supo, trae todo el respaldo del grupo político del gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, a través del coordinador de la fracción parlamentaria tricolor en San Lázaro, Emilio Gamboa Patrón, según lo acordaron, nos cuentan, en una reunión realizada en el exclusivo Club Piso 51 de la Torre Mayor de la ciudad de México, operado por la empresa Negocios de Altura, cuyo socio mayoritario es Alberto Cinta, ex candidato de Nueva Alianza al gobierno capitalino
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 10 de diciembre.

En las siguientes horas, también, de San Lázaro deben surgir los nombres de los nuevos consejeros del IFE, especialmente de su presidente. El consenso sería el mejor blindaje futuro para el IFE.
De los 105 personajes entrevistados, tres parecen reunir las condiciones adecuadas para la presidencia. Se trata de Mauricio Merino, ex consejero del propio IFE; María Marván, ex presidenta y actual comisionada del IFAI —cuya participación en la contienda estaba dominada todavía ayer por la incertidumbre—, y Genaro Góngora, quien encabezó la Suprema Corte, de la cual sigue siendo ministro.
Merino se ha rehusado a cabildear su puesto con los partidos, convencido de que ello contradeciría la visión de un IFE autónomo. Su trayectoria académica y su experiencia en el tema son activos sólidos. Voces del PRI se le oponen, por el hecho básico de que la vida puso a Merino en diversas confrontaciones con Felipe Solís Acero, priísta de larga data y consejero clave de Manlio Fabio Beltrones.
Marván forma parte de una familia de sólida raigambre en la izquierda. Su hermano Ignacio milita en el “gobierno legítimo” de López Obrador. Fundó y, de alguna manera, fue arquitecta del IFAI, donde mostró capacidad conciliatoria y eficacia, por lo que fue designada para un nuevo término. De acuerdo con fuentes autorizadas, desde Los Pinos mismo le llegó la sugerencia de inscribirse como aspirante al IFE, quizá bajo la idea de que contaría con una base amplia de apoyo.
Con Góngora al frente de la Corte arrancó una nueva forma de relación entre el alto tribunal, las fuerzas políticas y la sociedad en su conjunto. Fue el primer presidente de ese poder que se reunió con los dirigente de los partidos; el primero de ellos, sí, López Obrador, pero también todos los demás. En la historia de su gestión se multiplican los ejemplos de independencia política, rigor jurídico y compromiso con el país.
Roberto Rock, “Expedientes abiertos”, El Universal, 10 de diciembre.

Nos aseguran que en la lista de finalistas que hoy recibirá la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados también estarán incluidos al ex presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación Fernando Ojesto; el abogado por la UAM Marco Antonio Baños, coautor con Jorge Alcocer de la reforma electoral; el ex presidente del Instituto Electoral del Distrito Federal Javier Santiago; el jurista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM Lorenzo Córdoba y el investigador del CIDE Benito Nacif, entre otros. La decisión final la tomará el pleno de la Cámara de Diputados el jueves de esta semana
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 10 de diciembre.

¿Qué nos queda? Dejar de lado la edad, pero buscar que haya experiencia en la materia (no en “ciencias políticas” en general, sino en asuntos electorales). Dar prioridad a quienes han trabajado en la academia, pero huir de los “puros”. Comprender que se trata de un puesto político, en el que se requiere compromiso con la democracia, equidistancia de los partidos y conocimiento del funcionamiento de las instituciones mexicanas.
Varios de los aspirantes reúnen estos requisitos. Y, ya que este proceso es ad hominem desde su gestación, me clavaré en un nombre: señalaré que entre ellos destaca, según mi opinión, Lorenzo Córdova Vianello.
Francisco Báez, “Empedrado”, Crónica, 11 de diciembre.

La selección de consejeros ya ha tenido varios descalabros y vetos. Con todos los inconvenientes se puede señalar que el procedimiento ha convocado a personas que tienen la calidad, el conocimiento y la voluntad para ocupar esos tres asientos en el Consejo General del IFE: por ejemplo, Alfredo Figueroa, Mauricio Merino, Irma Sandoval, Ricardo Valero, Genaro Góngora, Lorenzo Córdova, Jaime Cárdenas. Con todo este proceso los partidos saben que lo más importante es llegar a un acuerdo de consenso amplio. Mañana, como dice la convocatoria, si no sucede algo extraordinario, serán electos los nuevos tres consejeros electorales del IFE.
Esta reforma de claroscuros expresa las posibilidades y limitaciones de una clase política que está interesada en superar el conflicto de la pasada sucesión presidencial. Sin las expectativas de 1996, que apuntaban hacia una transición democrática, ahora en 2007 habrá que observar si las nuevas reglas y la renovación del IFE permiten empezar a generar un nuevo clima político menos polarizado para la siguiente cita electoral. Ya veremos
Alberto Aziz Nassif, El Universal, 11 de diciembre.

Algunos como los ex consejeros federales Mauricio Merino y Jaime Cárdenas apelan a su probada experiencia en el cargo, otros como Lorenzo Córdova y Benito Nacif se amparan en sus cartas académicas y la no menos importante popularidad mediática. ¿Pero quién se ha atrevido a alzar la voz, por ejemplo, a favor de Alfredo Figueroa Fernández y Javier Santiago Castillo, dos especialistas de la cosa electoral como pocos, que además tienen una probada experiencia, una profunda cultura de la imparcialidad y un compromiso por la legalidad?
Pero esos dos candidatos, igual que otros que están en el resumen final de aspirantes, no gozan del favor del reflector mediático, no tienen un poderoso padrino en Los Pinos, en el PAN, PRD o PRI, y no son cartas de intercambio político. Son, eso sí, profesionales probados en la materia electoral, pero eso no es lo que importa. En este juego se debe ser famoso, popular y mantener lealtad a uno de los dueños del balón. Y eso, aquí y en China, se llama farsa. Sí, con mucho reflector, pero farsa al fin
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 11 de diciembre.

El caso es que en la recta final aparecen con muchas posibilidades los siguientes candidatos: Marco Antonio Baños (ex director ejecutivo del Servicio Profesional Electoral del IFE —impulsado y tripulado, se dice, por Felipe Solís, quien fuera secretario ejecutivo del IFE con Emilio Chuayffet y secretario de elecciones del CEN del PRI), Leonardo Valdés (ex consejero electoral del IEDF —quien se asegura cuenta con el apoyo del PAN-PRD y PRI), Mauricio Merino (ex consejero electoral del IFE —quien es apoyado por el PAN y amenazó con ser presidente o mejor nada), Genaro Góngora Pimentel (ministro de la SCJN con licencia —apoyado por el PRD), Jaime Cárdenas (ex consejero electoral del IFE —que cuenta con el aval del PRD), y el periodista Lorenzo Córdova (que goza del visto bueno del PAN y del PRD). Y con menores posibilidades, según ha trascendido en los círculos políticos, estarían la ex consejera del IEDF, María Elena Homs Tirado y el ex presidente del mismo organismo, Javier Santiago, así como el ex magistrado del TEPJF, Fernando Ojesto Martínez Porcayo. Así que mañana jueves habrá humo blanco y tendremos por fin nuevos consejeros electorales en el IFE.
Yazmín Alessandrini, “Circo Político”, Crónica, 12 de diciembre.

Y está desde luego, ampliamente conocido gracias a la comprensión especializada pero también a la sensatez que ha manifestado en el análisis de asuntos electorales el jurista y politólogo Lorenzo Córdova Vianello, cuya colaboración en varios medios de comunicación no le ha impedido desarrollar una fructífera carrera en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Lorenzo Córdova conoce los entresijos del IFE ya que fue asesor del presidente de ese Instituto durante los primeros años de esta década. Luego se fue a hacer su doctorado de Investigación en Turín. Córdova Vianello sabe de esos temas, está en una edad en donde la juventud comienza a ser una ventaja, cuenta con respeto y reconocimiento de los partidos, es inteligente y tiene sentido del humor.
Raúl Trejo Delarbre, “Sociedad y poder”, Crónica, 13 de diciembre.

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