Hay varios nombres que no aparecieron en la lista de aspirantes a consejeros del IFE, pero que en algún momento estuvieron contemplados por los partidos. Incluso hay los casos de prestigiados analistas y comunicadores que fueron invitados a registrarse por parte de los tres grandes partidos, pero que dijeron “no, gracias”. Entre ésos está Denise Dresser, que recibió una invitación directa de las cúpulas del PRD, igual que la periodista Carmen Aristegui y el analista José Antonio Crespo, que también dijeron no al ofrecimiento del sol azteca. O el caso de Leo Zuckerman, que fue invitado por el PAN para que acudiera a registrarse, pero que también dio cortesmente las gracias…
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Universal, 1º de diciembre.
¿Y qué pasó con los académicos? En San Lázaro, la convocatoria para ocupar las tres vacantes en el IFE dio preferencia a quienes tuvieran buen soporte académico. Y allá fueron a registrarse María Amparo Casar, Raúl Trejo Delarbre, Rolando Cordera y Jorge Javier Romero, en la fila de los universitarios, pero luego los borraron de la lista, mientras se subrayó el nombre del autopostulado Mauricio Merino, consejero de plomizo desempeño (1996-2003) quien, en julio de 2006, aseguró que “la información proporcionada por el IFE” (sobre la elección presidencial) estaba “muy mal asentada en criterios jurídicos que abonaron al conflicto”.
“Frentes Políticos”, Excélsior, 5 de diciembre.
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