México ocupó el primer sitio en el uso de medios de comunicación como herramienta de aprendizaje de la ciencia entre jóvenes de 15 años, según una encuesta realizada entre los 30 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, en los resultados de aprendizaje poco más de 50% de esos jóvenes se ubicó en los niveles cero y uno en las habilidades de ciencia, según los resultados del Informe del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés).
Los artículos y suplementos periodísticos, revistas especializadas y programas de televisión sobre hallazgos científicos se convirtieron en herramientas básicas entre los jóvenes mexicanos para aprender ciencia.
En la encuesta de la OCDE para medir qué tipo de medios utilizan y con qué frecuencia lo hacen para complementar lo aprendido en clases, menos de 60 % de los estudiantes mexicanos que se ubican en la secundaria o en el primer año de bachillerato, dijeron —con lo aprendido en la escuela y los medios de comunicación— tener dificultades para saber qué es la lluvia ácida, el impacto de la deforestación, entre otros.
De los más de 33 mil 700 jóvenes evaluados, 43% reconoció que es a través de los medios de comunicación escritos, de televisión e internet de donde adquieren conocimiento científico.
Enseguida ubicaron libros científicos, programas de radio y en última instancia su integración a clubes de ciencia.
Sin embargo, más de la mitad de los evaluados está en las escalas más bajas, lo que significa que tienen una notoria insuficiencia.
El presidente de la Academia Mexicana de la Ciencias, Juan Pedro Laclette, advierte que el reto es transformar la educación y dejar atrás el método memorístico para abrirle paso a una enseñanza de forma más divertida.
“El uso de la tecnología es un gran atractivo cotidiano para los jóvenes y ellos quieren aprender por esos medios. debemos reconocer que esta generación ya trae un chip de la tecnología en su cerebro”, dice Ángel Díaz Barriga, investigador del Instituto de Estudios Sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.
La escuela en ese contexto “tiene una visión arcaica del conocimiento para transmitirlo, porque la célula se sigue enseñando a través de una fotografía en el libro de texto”.
La “incapacidad” de acercar la escuela a los niños y jóvenes en los problemas cotidianos “no es responsabilidad de los maestros nada más o de los programas de estudios, también es de las autoridades, quienes deben promover una transformación real de la educación en México.
La SEP prefirió omitir algún comentario respecto a la influencia de los medios de comunicación en el aprendizaje de ciencia en los niños.
Sin embargo, en los resultados de aprendizaje poco más de 50% de esos jóvenes se ubicó en los niveles cero y uno en las habilidades de ciencia, según los resultados del Informe del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés).
Los artículos y suplementos periodísticos, revistas especializadas y programas de televisión sobre hallazgos científicos se convirtieron en herramientas básicas entre los jóvenes mexicanos para aprender ciencia.
En la encuesta de la OCDE para medir qué tipo de medios utilizan y con qué frecuencia lo hacen para complementar lo aprendido en clases, menos de 60 % de los estudiantes mexicanos que se ubican en la secundaria o en el primer año de bachillerato, dijeron —con lo aprendido en la escuela y los medios de comunicación— tener dificultades para saber qué es la lluvia ácida, el impacto de la deforestación, entre otros.
De los más de 33 mil 700 jóvenes evaluados, 43% reconoció que es a través de los medios de comunicación escritos, de televisión e internet de donde adquieren conocimiento científico.
Enseguida ubicaron libros científicos, programas de radio y en última instancia su integración a clubes de ciencia.
Sin embargo, más de la mitad de los evaluados está en las escalas más bajas, lo que significa que tienen una notoria insuficiencia.
El presidente de la Academia Mexicana de la Ciencias, Juan Pedro Laclette, advierte que el reto es transformar la educación y dejar atrás el método memorístico para abrirle paso a una enseñanza de forma más divertida.
“El uso de la tecnología es un gran atractivo cotidiano para los jóvenes y ellos quieren aprender por esos medios. debemos reconocer que esta generación ya trae un chip de la tecnología en su cerebro”, dice Ángel Díaz Barriga, investigador del Instituto de Estudios Sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.
La escuela en ese contexto “tiene una visión arcaica del conocimiento para transmitirlo, porque la célula se sigue enseñando a través de una fotografía en el libro de texto”.
La “incapacidad” de acercar la escuela a los niños y jóvenes en los problemas cotidianos “no es responsabilidad de los maestros nada más o de los programas de estudios, también es de las autoridades, quienes deben promover una transformación real de la educación en México.
La SEP prefirió omitir algún comentario respecto a la influencia de los medios de comunicación en el aprendizaje de ciencia en los niños.
Nota de Nurit Martínez, El Universal, 17 de diciembre.
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