E l caos se apoderó ayer de Bogotá al estallar seis bombas de baja intensidad en distintos puntos de la capital colombiana, con resultado de 16 heridos, mientras se cumplía una huelga general de los funcionarios públicos. Las explosiones se produjeron prácticamente de forma simultánea en torno de las 13:00 (hora local, 18:00 GMT), junto a las embajadas de Perú y Alemania, cerca de los centros comerciales Palatino y Salitre Plaza, junto a una unidad militar y en un parque público.
Todas ellas ocurrieron en zonas del norte de la capital, en áreas residenciales y comerciales de clase media-alta, con excepción de la bomba colocada a unos cien metros del centro comercial Salitre Plaza, ubicado en el occidente de la ciudad. El director de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Rodolfo Palomino, confirmó que los heridos, con lesiones leves, fueron trasladados a centros médicos.
En todos los escenarios se produjeron daños materiales a viviendas y edificaciones a causa de las bombas, con sistemas de temporizador, que habían sido colocadas en cubos de basura. “Son explosivos de bajo poder de 250 a 500 gramos”, afirmó el general Palomino, que recomendó a los bogotanos que “no se acerquen a lugares donde haya cestos de basura o bolsas frente a establecimientos y residencias, porque podrían estar camuflando explosivos”.
El jefe de la Policía Metropolitana informó asimismo que se está investigando la autoría de estos atentados, al comentar que “es prematuro” vincularlos con la huelga que cumplían ayer funcionarios del Estado, la marcha indígena que se desarrolla desde el martes en el suroeste del país y el paro de los cortadores de caña de azúcar en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).
El Mando Unificado de la Policía puso en marcha un dispositivo de búsqueda de los autores y se apoyará en las imágenes captadas por cámaras de video en algunos de los lugares donde se produjeron los atentados. Además, solicitaron la colaboración ciudadana para reunir la mayor información que pueda llevar a la detención de los autores.
Las explosiones llevaron a la policía a acordonar las zonas afectadas, mientras establecían un dispositivo de seguridad especial en torno a las misiones diplomáticas, dado que dos de las explosiones ocurrieron cerca de las embajadas de Perú y Alemania, en los exclusivos barrios de Rosales y Chicó.
Los medios bogotanos informaron también que un autobús de transporte público fue quemado cerca del aeropuerto internacional El Dorado, en Bogotá. En el momento de las explosiones dos manifestaciones de trabajadores estatales confluyeron en el céntrico parque Simón Bolívar. La organizada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dentro de una jornada de protesta de 24 horas, no resultó tan grande como se pensaba, pues otras centrales obreras no se acogieron al paro. Unas 500 mil personas, en su mayoría maestros, cesaron sus actividades. Con ellos estuvieron estudiantes de universidades públicas y los sindicatos de hospitales del Estado y la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas), entre otros.
Además de estas protestas, en el suroeste del país transcurre una gran marcha indígena, que en la última semana ha dejado tres muertos y más de 30 heridos a causa de los enfrentamientos entre nativos y fuerzas del orden. Ayer también hubo disturbios en la Universidad de Antioquia, en Medellín (oeste del país).
Ayer se supo que los casi 20 mil indígenas que llegarán el fin de semana a Cali, tendrían como compañeros en su último tramo al presidente de Bolivia, Evo Morales y el ganador de premio Nobel de Paz, Antonio Pérez Esquivel. En eso confían los organizadores de la Minga por la Resistencia que comenzó el 11 de octubre en diferentes lugares del país, para exigir al presidente Álvaro Uribe garantizar el respeto a sus derechos fundamentales y que cumpla compromisos de inversión social adquiridos por su administración y por gobiernos pasados. La vía Panamericana que une a los departamentos de Cauca y Valle (cuya capital es Cali) es el centro de los enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública.
Para el presidente Uribe, existen pruebas de la infiltración de las FARC en las marchas, pues la Policía habría interceptado comunicaciones entre guerrilleros y esa organización, pero los líderes indígenas como Ayda Quispe, insisten en que el mandatario debe retractarse y reconocer la independencia de las comunidades que han manifestado su neutralidad ante todos los grupos armados. Un video presentado por CNN muestra a varios policías escondiéndose en una vivienda campesina y a uno de ellos disparando su fusil contra la turba que se escondía en las montañas. En la noche del miércoles, Uribe tuvo que admitir que no le habían dicho toda la verdad y aseguró que el Policía (que era imposible identificar en las imágenes) reconoció su error ante sus superiores.
Sin embargo, insistió en la infiltración de la guerrilla y recordó que las necropsias de dos manifestantes revelan que fallecieron por manipular explosivos.
El informe del Instituto de Medicina Legal señala que uno de ellos tenía una tuerca de cinco milímetros en el corazón.
Renuncia directora del DAS
María del Pilar Hurtado, directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el servicio de inteligencia colombiano, renunció luego del escándalo por el seguimiento a miembros del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo, ordenado por Jaime Fernando Ovalle, jefe de Inteligencia Política. El senador del Polo, Gustavo Petro, afirmó que “todo se hizo a espaldas de la doctora Hurtado, pero vino de alguien muy poderoso, cercano al Presidente, luego de que él denunciara que yo estaba manipulando testigos para declarar en su contra”. El gobierno, a través de un comunicado, aseguró que no es espiar a los miembros de la oposición y recordó que Ovalle fue retirado de su cargo.
Claves
Hizbolá se deslinda
El movimiento chiita libanés Hizbolá negó ayer cualquier vínculo con una red de narcotráfico y lavado de dinero desmantelada en Colombia en la llamada Operación Titán.
[La acusación] “forma parte de una campaña sionista contra el movimiento para difamar su imagen y está basado en puras mentiras”, dijo Nawaf al Mussawi, responsable de asuntos exteriores de Hizbolá.
Todas ellas ocurrieron en zonas del norte de la capital, en áreas residenciales y comerciales de clase media-alta, con excepción de la bomba colocada a unos cien metros del centro comercial Salitre Plaza, ubicado en el occidente de la ciudad. El director de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Rodolfo Palomino, confirmó que los heridos, con lesiones leves, fueron trasladados a centros médicos.
En todos los escenarios se produjeron daños materiales a viviendas y edificaciones a causa de las bombas, con sistemas de temporizador, que habían sido colocadas en cubos de basura. “Son explosivos de bajo poder de 250 a 500 gramos”, afirmó el general Palomino, que recomendó a los bogotanos que “no se acerquen a lugares donde haya cestos de basura o bolsas frente a establecimientos y residencias, porque podrían estar camuflando explosivos”.
El jefe de la Policía Metropolitana informó asimismo que se está investigando la autoría de estos atentados, al comentar que “es prematuro” vincularlos con la huelga que cumplían ayer funcionarios del Estado, la marcha indígena que se desarrolla desde el martes en el suroeste del país y el paro de los cortadores de caña de azúcar en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).
El Mando Unificado de la Policía puso en marcha un dispositivo de búsqueda de los autores y se apoyará en las imágenes captadas por cámaras de video en algunos de los lugares donde se produjeron los atentados. Además, solicitaron la colaboración ciudadana para reunir la mayor información que pueda llevar a la detención de los autores.
Las explosiones llevaron a la policía a acordonar las zonas afectadas, mientras establecían un dispositivo de seguridad especial en torno a las misiones diplomáticas, dado que dos de las explosiones ocurrieron cerca de las embajadas de Perú y Alemania, en los exclusivos barrios de Rosales y Chicó.
Los medios bogotanos informaron también que un autobús de transporte público fue quemado cerca del aeropuerto internacional El Dorado, en Bogotá. En el momento de las explosiones dos manifestaciones de trabajadores estatales confluyeron en el céntrico parque Simón Bolívar. La organizada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dentro de una jornada de protesta de 24 horas, no resultó tan grande como se pensaba, pues otras centrales obreras no se acogieron al paro. Unas 500 mil personas, en su mayoría maestros, cesaron sus actividades. Con ellos estuvieron estudiantes de universidades públicas y los sindicatos de hospitales del Estado y la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas), entre otros.
Además de estas protestas, en el suroeste del país transcurre una gran marcha indígena, que en la última semana ha dejado tres muertos y más de 30 heridos a causa de los enfrentamientos entre nativos y fuerzas del orden. Ayer también hubo disturbios en la Universidad de Antioquia, en Medellín (oeste del país).
Ayer se supo que los casi 20 mil indígenas que llegarán el fin de semana a Cali, tendrían como compañeros en su último tramo al presidente de Bolivia, Evo Morales y el ganador de premio Nobel de Paz, Antonio Pérez Esquivel. En eso confían los organizadores de la Minga por la Resistencia que comenzó el 11 de octubre en diferentes lugares del país, para exigir al presidente Álvaro Uribe garantizar el respeto a sus derechos fundamentales y que cumpla compromisos de inversión social adquiridos por su administración y por gobiernos pasados. La vía Panamericana que une a los departamentos de Cauca y Valle (cuya capital es Cali) es el centro de los enfrentamientos entre los manifestantes y la fuerza pública.
Para el presidente Uribe, existen pruebas de la infiltración de las FARC en las marchas, pues la Policía habría interceptado comunicaciones entre guerrilleros y esa organización, pero los líderes indígenas como Ayda Quispe, insisten en que el mandatario debe retractarse y reconocer la independencia de las comunidades que han manifestado su neutralidad ante todos los grupos armados. Un video presentado por CNN muestra a varios policías escondiéndose en una vivienda campesina y a uno de ellos disparando su fusil contra la turba que se escondía en las montañas. En la noche del miércoles, Uribe tuvo que admitir que no le habían dicho toda la verdad y aseguró que el Policía (que era imposible identificar en las imágenes) reconoció su error ante sus superiores.
Sin embargo, insistió en la infiltración de la guerrilla y recordó que las necropsias de dos manifestantes revelan que fallecieron por manipular explosivos.
El informe del Instituto de Medicina Legal señala que uno de ellos tenía una tuerca de cinco milímetros en el corazón.
Renuncia directora del DAS
María del Pilar Hurtado, directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el servicio de inteligencia colombiano, renunció luego del escándalo por el seguimiento a miembros del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo, ordenado por Jaime Fernando Ovalle, jefe de Inteligencia Política. El senador del Polo, Gustavo Petro, afirmó que “todo se hizo a espaldas de la doctora Hurtado, pero vino de alguien muy poderoso, cercano al Presidente, luego de que él denunciara que yo estaba manipulando testigos para declarar en su contra”. El gobierno, a través de un comunicado, aseguró que no es espiar a los miembros de la oposición y recordó que Ovalle fue retirado de su cargo.
Claves
Hizbolá se deslinda
El movimiento chiita libanés Hizbolá negó ayer cualquier vínculo con una red de narcotráfico y lavado de dinero desmantelada en Colombia en la llamada Operación Titán.
[La acusación] “forma parte de una campaña sionista contra el movimiento para difamar su imagen y está basado en puras mentiras”, dijo Nawaf al Mussawi, responsable de asuntos exteriores de Hizbolá.
Clara Vélez y EFE, Milenio, 24 de octubre.
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