Esta vez se desplegó un dispositivo de seguridad amplio que incluyó vigilancia desde el aire con helicópteros y por tierra con soldados que caminaron, sobre las banquetas y en medio de la gente, en paralelo al desfile, ante cualquier eventualidad.
También se echó mano de equipo especial, de aparatos detectores de explosivos portátiles que militares introdujeron en medio de los asistentes a esta ceremonia, la mayoría de ellos concentrados en las tres primeras calles alrededor del centro de la ciudad. Más allá eran notorios los vacíos.
Minutos antes, en la Explanada Ecuestre Don José María Morelos y Pavón, el mandatario federal pronunció un discurso de advertencia contra quienes cometieron el atentado del pasado 15 de septiembre:
“Con sus actos, los delincuentes han agraviado profundamente a México y no tendrán perdón; han amenazado la libertad del estado y del país (...) lejos de amedrentarnos, estos hechos cobardes refrendan en nosotros la convicción de que el servicio a la patria atraviesa, precisamente, por liberar a las familias de la opresión de los criminales”.
Calderón fue flanqueado en esta primera ceremonia por los secretarios de Defensa, Marina y Gobernación. Con la Banda Presidencial al pecho, como en el desfile del aniversario de la Independencia, dijo:
“Hoy ya han sido capturados tres presuntos autores materiales de tan cobarde crimen y no descansaremos ni escatimaremos ningún recurso, hasta darle alcance a los autores materiales de esta barbarie”.
Si ya había presencia militar desde hace dos semanas, el mandatario informó que esta se redoblará: “Michoacán debe saber que no está solo ni lo estará jamás (...) les anuncio que el gobierno federal redoblará a partir de esta fecha solemne la presencia del Ejército, la Marina y las Fuerzas Federales”.
Aprovechó para precisar que el gobierno actuará “de manera enfática, pero no de manera exclusiva en este estado. Actuaremos por igual en todos aquellos lugares en los que operan los enemigos de México y ante cualquier grupo de criminales que pongan en riesgo la seguridad de los mexicanos”.
Es hora de que los tres órdenes de Gobierno de todo el país cerremos filas para combatir al crimen. No es momento de titubear: los mexicanos nos exigen convicción, resolución y unidad de propósitos para derrotar la inseguridad, señaló.
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