El pretexto era fijar posición. Mostrar, ante una posible ruptura definitiva, el músculo político que tienen dentro del Partido de la Revolución Democrática, a pesar del liderazgo natural que tiene Andrés Manuel López Obrador.
No importó que esa postura se diera en eventos grises, como son los informes de actividades de los asambleístas, pues la idea era salir “con la plana mayor” a recalcar que sus adversarios, “los contras”, los que andan buscando “chichis en las víboras”, los que “no saben ganar”, son los que están dinamitando al PRD y no la corriente Nueva Izquierda (NI), a la cual representan.
Pero a pesar de ese defecto y sus malas acciones, Los Chuchos están dispuestos a perdonarlos, a tenderles la mano, “pues son pequeñas diferencias”, las cuales pueden zanjarse para ir juntos en las elecciones intermedias del próximo año.
De esta manera, la coartada salió a la perfección. Los líderes de Nueva Izquierda, la corriente mayoritaria del PRD, acompañarían solidariamente a los asambleístas a sus eventos públicos, para robarles cartel y posicionar su visión respecto a la reforma energética aprobada, en medio de protestas de los simpatizantes de AMLO, por el Senado.
Primero, llegó al deportivo 18 de Marzo el ex candidato a la presidencia nacional del PRD Jesús Ortega, quien dijo “no tener idea” de la fecha en la que el tribunal electoral emitirá el fallo, respecto a las pasadas elecciones impugnadas por él y por su contrincante Alejandro Encinas.
Ortega no sólo omitió durante ese primer discurso mencionar el nombre de Andrés Manuel López Obrador, sino que fue más allá al señalar que el petróleo no fue privatizado gracias al “resultado de la valiente actitud del compañero presidente nacional del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo”.
En el deportivo, desde muy temprano, ya lo esperaba el diputado local, Antonio Lima Barrios, quien hizo gala de su poder de convocatoria, al llegar con 40 microbuses de la Ruta 1, repletos de chuchistas, provenientes de las colonias Progreso Nacional, Santa Rosa y El Arbolillo.
Con la emoción de ver tanta gente reunida, Lima Barrios aprovechó la ocasión y se lanzó contra el ex delegado Francisco Chíguil, a quien llamó “cínico”, “soberbio” “déspota” y mal funcionario, luego de su actuación pública durante la tragedia de la discoteca New’s Divine, donde murieron 12 personas en un operativo policiaco.
Más tarde, en Iztacalco Los Chuchos de plano echaron la casa por la ventana. Ahí se concentró toda la plana mayor. Con estudiantina de fondo elogiaron a los “valientes senadores” que aprobaron las reformas a Pemex.
Muy gustoso se vio llegar a la explanada de la delegación Iztacalco al ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, quien celebró con Los Chuchos y el asambleísta Daniel Ordóñez, la ley que permite la interrupción del aborto en el Distrito Federal.
Ayer, Nueva Izquierda, con su inusual gira, movió sus piezas electorales en el DF y también se vacunó de posibles tragedias partidistas.
No importó que esa postura se diera en eventos grises, como son los informes de actividades de los asambleístas, pues la idea era salir “con la plana mayor” a recalcar que sus adversarios, “los contras”, los que andan buscando “chichis en las víboras”, los que “no saben ganar”, son los que están dinamitando al PRD y no la corriente Nueva Izquierda (NI), a la cual representan.
Pero a pesar de ese defecto y sus malas acciones, Los Chuchos están dispuestos a perdonarlos, a tenderles la mano, “pues son pequeñas diferencias”, las cuales pueden zanjarse para ir juntos en las elecciones intermedias del próximo año.
De esta manera, la coartada salió a la perfección. Los líderes de Nueva Izquierda, la corriente mayoritaria del PRD, acompañarían solidariamente a los asambleístas a sus eventos públicos, para robarles cartel y posicionar su visión respecto a la reforma energética aprobada, en medio de protestas de los simpatizantes de AMLO, por el Senado.
Primero, llegó al deportivo 18 de Marzo el ex candidato a la presidencia nacional del PRD Jesús Ortega, quien dijo “no tener idea” de la fecha en la que el tribunal electoral emitirá el fallo, respecto a las pasadas elecciones impugnadas por él y por su contrincante Alejandro Encinas.
Ortega no sólo omitió durante ese primer discurso mencionar el nombre de Andrés Manuel López Obrador, sino que fue más allá al señalar que el petróleo no fue privatizado gracias al “resultado de la valiente actitud del compañero presidente nacional del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo”.
En el deportivo, desde muy temprano, ya lo esperaba el diputado local, Antonio Lima Barrios, quien hizo gala de su poder de convocatoria, al llegar con 40 microbuses de la Ruta 1, repletos de chuchistas, provenientes de las colonias Progreso Nacional, Santa Rosa y El Arbolillo.
Con la emoción de ver tanta gente reunida, Lima Barrios aprovechó la ocasión y se lanzó contra el ex delegado Francisco Chíguil, a quien llamó “cínico”, “soberbio” “déspota” y mal funcionario, luego de su actuación pública durante la tragedia de la discoteca New’s Divine, donde murieron 12 personas en un operativo policiaco.
Más tarde, en Iztacalco Los Chuchos de plano echaron la casa por la ventana. Ahí se concentró toda la plana mayor. Con estudiantina de fondo elogiaron a los “valientes senadores” que aprobaron las reformas a Pemex.
Muy gustoso se vio llegar a la explanada de la delegación Iztacalco al ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, quien celebró con Los Chuchos y el asambleísta Daniel Ordóñez, la ley que permite la interrupción del aborto en el Distrito Federal.
Ayer, Nueva Izquierda, con su inusual gira, movió sus piezas electorales en el DF y también se vacunó de posibles tragedias partidistas.
Francisco Nieto, Milenio, 26 de octubre.
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