El Senado aprobó la reforma petrolera

El Senado aprobó ayer por mayoría la reforma petrolera que abre Pemex a la iniciativa privada, le otorga autonomía presupuestal a la paraestatal y promueve la aplicación de una política de Estado en materia de hidrocarburos.

La reforma petrolera aprobada ayer consta de siete dictámenes: uno de ellos se refiere la creación de la Ley de Petróleos Mexicanos y la modificación de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, Ley Federal de las Entidades Paraestatales y Ley de Obras Públicas y Servicios relacionados con las mismas.

El resto de los dictámenes se refiere a la Ley de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y Financiamiento de la Transición Energética y Ley para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía como nuevas leyes.

Además, incluye reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, Ley de la Comisión Reguladora de Energía y Ley Reglamentaria del Artículo 27 de la Constitución en el ramo del petróleo.

Como parte de la reforma, se modificó el artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal para facultar a la Secretaría de Energía a “promover que la participación de los particulares en las actividades del sector sea en los términos de la legislación y de las disposiciones aplicables”.

También a llevar a cabo la planeación energética a mediano y largo plazos, así como a fijar las directrices económicas y sociales para el sector energético paraestatal, atendiendo criterios de soberanía y seguridad energéticas y el mejoramiento de la productividad energética, entre otros.

La Ley de Petróleos Mexicanos contempla la desaparición de los Pidiregas y el reconocimiento de la deuda contraída por la paraestatal a través de estos instrumentos como deuda pública.

Contempla también la creación de bonos ciudadanos como un mecanismo de financiamiento de actividades productivas. Los bonos podrán ser adquiridos por la ciudadanía en general.

La bancada del PRD propuso eliminar los artículos 47 y 48 de esta ley, que se refieren a los bonos ciudadanos, pero su propuesta fue desechada por la mayoría, integrada por PAN, PRI y PVEM. En consecuencia, los perredistas votaron en contra de los bonos.

El PRD también intentó, sin éxito, que se modificara el artículo 60 para incluir un candado que impidiera el otorgamiento de contratos para exploración a un solo particular en un área determinada.

Ese artículo faculta a Pemex para “celebrar con personas físicas o morales los contratos de obras y de prestación de servicios que la mejor realización de sus actividades requiere, con las restricciones y en los términos del artículo 6 de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo”.

A petición del PRD, los senadores pusieron varios candados en este artículo para evitar que se otorguen contratos de riesgo e incentivados.

Uno de ellos establece que no se concederá derecho alguno sobre las reservas petroleras y que las remuneraciones serán siempre en efectivo.

Además, no se otorgarán derechos de preferencia de ningún tipo, no se suscribirán contratos que contemplen esquemas de producción compartida ni asociaciones en las áreas exclusivas y estratégicas.

El nuevo marco jurídico modifica el Consejo de Administración de Pemex, con la inclusión de cuatro “consejeros profesionales” que serán designados por el Ejecutivo y ratificados por el Senado.

Además, implica la creación de tres organismos descentralizados como entes reguladores y de vigilancia: la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la Comisión Nacional para el uso eficiente de la Energía y el Consejo Nacional de Energía, que se sumarán a la ya existente Comisión Reguladora de Energía.

De ser aprobada la reforma por la Cámara de Diputados, Pemex podrá realizar, sin requerir autorización de la Secretaría de Hacienda, negociaciones oficiales, gestiones informales o exploratorias sobre la posibilidad de acudir al mercado externo de dinero y capitales, contratar los financiamientos externos que se requieran o que se concierten en moneda extranjera, así como contratar obligaciones constitutivas de deuda.

El Consejo de Administración aprobará las adecuaciones al presupuesto de Pemex y de los organismos subsidiarios sin que se requiera autorización de la Secretaría de Hacienda, siempre y cuando se cumpla con la meta anual de balance financiero de la paraestatal y no se incremente el presupuesto regularizable de servicios personales.

La reforma contempla un régimen transitorio para que Pemex pueda usar en forma paulatina y en un lapso de cinco años los recursos de los excedentes petroleros para incrementar su gasto de inversión, mantenimiento y operación hasta en un 87.5 por ciento de los excedentes o hasta 15 mil millones de pesos.
José Contreras, Crónica, 24 de octubre.

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