La familia del cine, contra la privatización

En el Salón Los Ángeles —lugar emblemático de la Guerrero— se gestó el movimiento de la Farándula en defensa del petróleo. Ellos, los famosos y los no tanto, unidos por una causa. La misma que defiende Andrés Manuel López Obrador.

Con un “gran bailongo”,en el que “ficharon”, botearon y volantearon, inauguraron seis semanas del debate Petróleo para principiantes, al que asistieron desde el priista Manuel Bartlett hasta el perredista Alejandro Encinas. También escucharon a Carlos Monsiváis.

Poul Leduc —director de las películas Frida, naturaleza viva y Cobrador, in god trust— los anima, los convoca. “Y él no es pejista —aclara su gremio—, pero se echó todos los debates del Senado”.

En su casa de la Nápoles inician los círculos de estudio sobre el tema, coordinados en un principio por el investigador de la UNAM Rolando Cordera; ahí también preparan los cinco puntos de su manifiesto, en el cual dejan claro que Farándula es “independiente de toda agrupación o partido político”.

Unos son menos activos. Su proyección en un circuito más comercial o contrato con televisoras se los impide, pero todos contribuyen al movimiento.

En el Salón Los Ángeles se subasta el abrigo negro de Itatí Cantoral que diseñó Mitzy para la obra Cabaret. Ella lo envió a los organizadores de esta fiesta para ayudarlos a obtener recursos.

Dos divas del cine y del teatro mexicano, Julieta Egurrola y Ofelia Medina, “fichan” en esa misma fiesta para hacerse de más dinero y pagar las mantas y volantes que repartirán una semana después montadas en el tranvía de la película Arráncame la vida, donado por los estudios Altavista, el mismo que la protagonista de Capadocia, Dolores Heredia, bautiza como “Petrobús”.

El más cotizado en el “gran bailongo”, el trofeo de la noche, es el actor Jesús Ochoa, quien bailó con una “chica de blanco” por más de mil pesos. “Yo pongo otros mil más, chula” —y saca los billetes.

La Farándula.org está integrada por casi 300 actores, cineastas, productores y técnicos de cine, entre ellos Gael García, Bruno Bichir, Héctor Bonilla, Diego Luna y Daniel Giménez Cacho, pero hasta ahora “algunos sólo han prestado su nombre y su imagen”, explica el ganador del Ariel 2008 y abiertamente pro peje: Jorge Zárate.

Si no fuera porque la Farándula rechazó la invitación de Claudia Sheimbaum y Jesusa Rodríguez —coordinadoras de la resistencia civil pacífica en defensa del petróleo— de convertirse en el estandarte de las brigadas por Pemex y “el grito en el cielo” que puso la actriz Pilar Pellicer cuando se le vinculó con el tabasqueño, se podría afirmar que se trata de una campaña de artistas pejistas.

Coinciden en que cada quien aporta su trabajo y “botean” cuando se necesita dinero. Así se realizó una de las acciones más importantes de esta comunidad: Peul Leduc dirigió más de una veintena de videos, en los que actores como Ana de la Reguera expresan su rechazo a la privatización, los cuales aparecen en you tube.

El colectivo “está en alerta”. Seguirán cada paso de los senadores en la discusión del petróleo. Y a más tardar la próxima semana se reunirán para diseñar su propia estrategia en caso de que se apruebe la reforma.
Elena Michel, Milenio, 18 de octubre.

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