La reforma se abre paso... entre golpes

Cercado por lopezobradoristas y policías, entre escarceos físicos y verbales como telón de fondo, y en un salón habilitado para sesionar ante la imposibilidad de hacerlo en el propio, el pleno del Senado aprobó los siete dictámenes que conforman la reforma energética.

La votación, concluida a las tres de la tarde, constituyó el colofón de un episodio que duró ocho horas, y que comenzó desde muy temprano, a las siete de la mañana, con la llegada de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador a la sede senatorial de Xicoténcatl 9, en el Centro Histórico de esta ciudad, para impedir la realización de la sesión programada a las 11 horas, en cuyo orden del día aparecía la discusión y eminente aprobación de los dictámenes.

El recinto legislativo, sin embargo, había amanecido cercado, y no de lopezobradoristas, sino de centenares de elementos de la Policía Federal que resguardaban la zona.

López Obrador arribó a las inmediaciones de Xicoténcatl a las 7:30 de la mañana. Quince minutos después, centenares de simpatizantes del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo se desplegaron en las calles aledañas para bloquear el acceso al inmueble. Mientras, otro contingente hacía lo mismo en la Torre del Caballito, el edificio ubicado en Paseo de la Reforma 10 que alberga oficinas de senadores.

La resistencia civil pacífica se iniciaba con serenidad. El líder opositor, acompañado de su hijo Andrés Manuel, encabezó el contingente que tapó Tacuba, se apostó con sus más cercanos colaboradores en la esquina con Filomeno Mata y, por conducto del senador Ricardo Monreal, pidió a la directiva del Senado que se le permitiera exponer ante esa soberanía una propuesta para agregar un numeral a la redacción del artículo 60 de la Ley de Petróleos Mexicanos. La respuesta, sin embargo, nunca llegó.

A las 10 de la mañana, una hora antes de la sesión, los senadores comenzaron a arribar, pero no al recinto legislativo, sino a El Caballito. La mesa directiva ya sesionaba en ese edificio y acordaba enviar a dos senadores a la casona para verificar las condiciones para sesionar. Al tiempo, se habilitaba en el piso cinco un salón.

A las 10:30 horas, el contingente apostado en Eje Central y República de Cuba protagonizaba una refriega con elementos de la Policía Federal, que golpearon a varios activistas.

Golpes y jaloneos

La decisión final de la directiva senatorial fue sesionar en la sede alterna ante la imposibilidad de hacerlo en Xicoténcatl.

Afuera, centenares de elementos policiacos, resguardados detrás de decenas de vallas metálicas de más de dos metros de altura, mantenían a raya a los manifestantes.

Los uniformados federales abrieron paso violentamente para permitir la entrada al estacionamiento de la torre a los autobuses con senadores panistas, procedentes de la Torre Azul. La coordinadora de brigadas, Claudia Sheinbaum, resultó con contusiones leves, al igual que otros de sus compañeros.

AMLO decidió entonces trasladarse con su contingente de Tacuba y Filomeno Mata a la Torre Caballito, y ahí permaneció, sobre las aceras de Paseo de la Reforma.

A las 11:30 horas se declaró instalada la sesión con un quórum de casi 100 legisladores.

En los pasillos del quinto piso, una docena de diputados federales perredistas que logró colarse intentó dar portazo al acceso del salón. Destacaron de entre el grupo los legisladores perredistas Aleida Alavez, Gerardo Villanueva, Víctor Varela, Alejandro Sánchez Camacho y Maribel Alba, quienes lideraron la toma de la tribuna en San Lázaro en abril pasado.

Dentro, el priista Francisco Labastida Ochoa, presidente de la Comisión de Energía, el primer orador, concluía su intervención: “Unos gritos y unos desplantes no rompen la vida institucional”.

La feria de oradores continuó, y afuera también seguían los empellones y los jaloneos entre elementos de la PFP, coordinados por el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, con diputados. El presidente del Senado, el panista Gustavo Madero, decidió interrumpir los discursos e invocando las facultades que le confieren la Constitución y la Ley Orgánica del Congreso exigió la presencia de la fuerza pública dentro del salón.

La excitativa de Madero motivó la ovación de la mayoría de senadores. De inmediato irrumpieron en el salón decenas de uniformados con escudos y toletes.

Las protestas de los diputados no cesaban. Se produjo entonces un forcejeo con la PFP, que derivó en trifulca, de la que salieron lesionados los diputados Gerardo Villanueva y Aleida Alavez. La diputada Layda Sansores exigió que se finque juicio político a García Luna por violar el fuero de los legisladores; sin embargo, el diputado Víctor Varela, quien se dolía de las costillas, dijo que él no presentará denuncia.

Esa estampa y el hecho que tardó 20 minutos en ingresar a la sede alterna tensaron al líder de Convergencia, Dante Delgado, quien a gritos reclamaba a los panistas Felipe González y Alejandro González Alcocer la intervención de la policía. La fricción por poco llegó a los golpes si no intervienen el perredista Ricardo Monreal y los ecologistas Manuel Velasco y Arturo Escobar.

Uno a uno en hora y media

Superados esos desaguisados, la sesión transcurrió con normalidad. Uno a uno, cada dictamen fue votado por el pleno, que para entonces ya casi llegaba a los 120 asistentes.

Seis proyectos se desahogaron sin mayor trámite, con aval prácticamente mayoritario, salvo de seis legisladores del FAP cercanos a López Obrador.

Fue el dictamen relativo a cambios a la Ley de Pemex el que salió con más trabajos, pues si bien se aprobó en lo general, se reservaron tres artículos para su discusión en lo particular, que finalmente se avalaron por mayoría.

Así, la sesión de cuatro horas se consumió entre posicionamientos, fricciones y desencuentros, para que al final, en sólo hora y media, se finiquitara un asunto que se inició en abril: ese fue el tiempo que llevó votar las siete iniciativas conocidas genéricamente como reforma energética.

Las minutas se turnaron a la Cámara de Diputados, adonde llegaron a las siete de la noche, y que previsiblemente se discutirán y, en su caso, aprobarán en la sesión ordinaria del martes, por lo que a este episodio todavía le resta una segunda parte.

Pasadas las tres de la tarde, los senadores salían del recinto alterno, y López Obrador permanecía a pie de banqueta. Cuando se enteró del resultado, improvisó un mensaje a sus seguidores, en el que advirtió: “Esto no termina aún”.

El tabasqueño anunció nuevas movilizaciones para el domingo en el Zócalo y para el martes en la Cámara de Diputados.

El PRD de Los Chuchos, mientras tanto, festejaba, en un desangelado mitin realizado en la sede nacional del partido, la aprobación de la reforma energética.

Ante decenas de asistentes, el presidente sustituto del sol azteca, Guadalupe Acosta, celebró que el PRD frustrara los intentos de privatizar Pemex.

Unos celebraban, otros lamentaban; así, pese a todo y contra todo, la reforma energética va.

- Claves

Cárdenas la apoya

• El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas avaló la reforma energética aprobada por el Senado y pidió que se lleve a la práctica lo más pronto posible.

• “Pueden llevarse lo más pronto posible las reformas, los cambios pueden introducirse en las políticas petroleras”, dijo el perredista, quien descartó que la aprobación del proyecto pueda sacar del mapa político a Andrés Manuel López Obrador.

• Cárdenas participó en las trigésimas Jornadas de Historia de Occidente, que se realizaron en el municipio de Jiquilpan, Michoacán.
Angélica Mercado, Elba Mónica Bravo, Heliodoro Cárdenas y Nayeli González, Milenio, 24 de octubre.

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