Los planes a favor de las migrantes, insuficientes

La vida en la frontera sur para las mujeres migrantes se ha convertido en un nuevo problema, ya que sufren graves abusos, más que en una opción para encontrar trabajo. La discriminación es por su cultura y en algunos casos, en los que las mujeres se casan con mexicanos y tienen hijos, no se les reconocen sus derechos, tanto de las mujeres como de sus descendientes.

Martha Luz Rojas, investigadora del Colegio de la Frontera Sur, dijo que la mayoría de las mujeres migrantes que se encuentran en territorio mexicano cuenta con baja escolaridad y las condiciones de trabajo a las que se enfrentan muchas veces son precarias, ya que, aunque tiene un contrato están sujetas a los lugares adonde las llevan a trabajar, así como el no contar con una vivienda digna, alimentos, accesos y educación.

Aunque se han empezado a realizar programas de salud y educación para los migrantes y sus hijos sigue existiendo la violación de sus derechos.

En Tapachula, Chiapas, las mujeres de clase media suelen contratar “a una trabajadora doméstica y todos los meses se les despide para contratar otra”, dejándolas sin pago por las labores realizadas, ya que les dicen que están en periodo de prueba y no han cumplido bien su trabajo, llegando incluso a pasar un año sin que contraten a alguien y teniendo un servicio gratis.

Mauricio Orozco, Milenio, 26 de octubre.