El presidente Raúl Castro y el comisario Louis Michel se reunieron en La Habana la noche del viernes para poner broche de oro al relanzamiento de la cooperación y al diálogo político “sin temas tabúes” entre la Unión Europea (UE) y Cuba, según informaron ayer en portada todos los medios locales.
Significativamente, el comisario para el Desarrollo de la UE, uno de los artífices de los acuerdos, no asistió a la recepción que ofreció el mismo viernes la embajada de la República Checa, la cual contó con la participación de la plana mayor de la oposición al gobierno.
Praga tomará el mando semestral de la UE a partir de enero próximo y encabeza las posiciones contrarias a los acuerdos en el seno del bloque comunitario, si antes el gobierno de La Habana no hace concesiones políticas, según se desprende de sus pronunciamientos públicos.
Entre los opositores invitados a la recepción, una práctica establecida en 2003 como parte de las sanciones a Cuba y que solo mantienen los gobiernos europeos en desacuerdo con la cooperación, se encontraba Martha Beatriz Roque, la única mujer del grupo de 75 opositores encarcelados ese año, hecho que motivó la reacción europea. Roque está en libertad por razones de salud y encabeza la llamada “línea dura” del anticastrismo interno.
En tanto, la prensa local afirmó que en las conversaciones a puertas cerradas, Castro y Michel “coincidieron en saludar” el relanzamiento de la cooperación y “expresaron su optimismo de que resultará mutuamente beneficioso el diálogo político” entre las dos partes.
El general de cuatro estrellas “avanzó” de esa forma “en una de sus movidas más audaces en política exterior”, en opinión de analistas consultados en La Habana.
Las mismas fuentes consideran que tanto la aproximación a la UE como el relanzamiento de relaciones con el gobierno socialista de España y con el presidente mexicano, Felipe Calderón, forman parte de una “estrategia de resguardo” que aplica La Habana ante la eventualidad de un cambio de política en EU a partir de los comicios presidenciales de noviembre.
Significativamente, el comisario para el Desarrollo de la UE, uno de los artífices de los acuerdos, no asistió a la recepción que ofreció el mismo viernes la embajada de la República Checa, la cual contó con la participación de la plana mayor de la oposición al gobierno.
Praga tomará el mando semestral de la UE a partir de enero próximo y encabeza las posiciones contrarias a los acuerdos en el seno del bloque comunitario, si antes el gobierno de La Habana no hace concesiones políticas, según se desprende de sus pronunciamientos públicos.
Entre los opositores invitados a la recepción, una práctica establecida en 2003 como parte de las sanciones a Cuba y que solo mantienen los gobiernos europeos en desacuerdo con la cooperación, se encontraba Martha Beatriz Roque, la única mujer del grupo de 75 opositores encarcelados ese año, hecho que motivó la reacción europea. Roque está en libertad por razones de salud y encabeza la llamada “línea dura” del anticastrismo interno.
En tanto, la prensa local afirmó que en las conversaciones a puertas cerradas, Castro y Michel “coincidieron en saludar” el relanzamiento de la cooperación y “expresaron su optimismo de que resultará mutuamente beneficioso el diálogo político” entre las dos partes.
El general de cuatro estrellas “avanzó” de esa forma “en una de sus movidas más audaces en política exterior”, en opinión de analistas consultados en La Habana.
Las mismas fuentes consideran que tanto la aproximación a la UE como el relanzamiento de relaciones con el gobierno socialista de España y con el presidente mexicano, Felipe Calderón, forman parte de una “estrategia de resguardo” que aplica La Habana ante la eventualidad de un cambio de política en EU a partir de los comicios presidenciales de noviembre.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 26 de septiembre.
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