Utiliza una metáfora: sugiere que seamos como abejas que construyen panales y producen miel sin dañar las flores.
Sin embargo, a un mes de que se cumplan los 100 días previstos en el Acuerdo Nacional por la Seguridad para que el Estado dé resultados en su combate a la delincuencia, Morera advierte que incluso los medios de comunicación, que constantemente reportamos los saldos de la violencia, nos quedamos cortos.
La situación de inseguridad es más difícil de lo que los medios dicen…
Queremos creer que los acuerdos se van a cumplir y que van a cambiar las cosas, ahora sí, de fondo. Tenemos que ser exigentes sin descalificar. Podemos ser firmes sin ser destructivos, porque en este momento las cosas están muy complicadas. Las cosas no se van a solucionar pronto. Por eso nuestro lema es ‘100 días y todos los que se necesiten para tener un país seguro y en paz’. Vamos a darle seguimiento a los acuerdos para que todas las autoridades cumplan. La urgencia para que se solucionen las cosas nos ha llevado durante varios años a que los políticos nos contesten con cosas mediáticas: aportan 20 patrullas, 200 chalecos y no nos solucionan nada. Queremos creer que sí pueden hacerse cambios de fondo que nos lleven a una política de Estado, de largo plazo que trascienda el sexenio.
A un mes de que se cumplan 100 días del Acuerdo, ¿México Unido Contra la Delincuencia está optimista o preocupado?
Está en la exigencia de que se cumplan los puntos del acuerdo. Yo lo pondría en esos términos. Los 100 días van a servir de termómetro para saber si las autoridades están interesadas en los ciudadanos. Sin emociones, sin más emociones que eso: exigir que se cumplan sin apostar a descalificar por descalificar.
¿A los gobiernos municipales, estatales y federal les podríamos repetir el nuevo clásico: ‘Si no pueden renuncien’?
No me iría en ese sentido, porque lo que tenemos que buscar es gobernabilidad. Yo más bien me iría en el sentido de que sabemos que sí pueden y vamos a exigir que lo hagan, porque si no vamos a entrar a un problema de Estado.
En la percepción de la realidad que transcurre en la calle, las cosas siguen igual…
La realidad de la calle sigue igual.
Si no es que peor…
De cuando se firmó el acuerdo a hoy, la realidad de la gente es peor, porque hay un problema económico que se viene en puerta. Y cuando hay problemas económicos, como en 1994, la delincuencia se dispara. Desgraciadamente, cuando el problema económico baja, la delincuencia ya no baja. En este sentido, las autoridades tienen que estar muy pendientes…
Es posible que aumente la inseguridad…
Es posible si no se toman las medidas económicas adecuadas, si no se siembra el campo, por ejemplo, si no apuestan a un programa de educación importante, a un programa de empleo que funcione…
Y vienen los emigrantes de regreso...
Vienen los emigrantes. Y además las remesas bajaron.
Vienen tiempos difíciles, más difíciles…
Así es. Pero veo en todo esto una oportunidad, porque nos hemos ido acostumbrando, poco a poco, a vivir mal. Ojalá esta sea la oportunidad que indique que ya tocamos fondo y reaccionemos como sociedad y como Estado hacia una vida mejor a través de un acuerdo, no sólo de seguridad y justicia, sino de un acuerdo político y social…
Insisto con asuntos de la calle: cifras recientes del Distrito Federal revelan un incremento de 40 por ciento en el secuestro. No cambia nada…
Los índices delictivos, la impunidad y la corrupción no va a cambiar en 100 días. Esa no es nuestra meta, sino que las autoridades impulsen los cambios estructurales que se prometieron. Queremos esos cambios. El siguiente punto va a ser exigirles mejores resultados. A 100 días lo que queremos ver es si hay decisión de entrar en cambios estructurales y hacerlos. México necesita 100 días y muchos más para cambiar el sistema de seguridad y justicia, pero antes necesitamos ver que en los primeros 100 días cumplan con los cambios estructurales para que después podamos exigir metas. Lo que se va a ver en estos días es si hubo o no voluntad del Estado para empezar a hacer los cambios. Por lo pronto, los secuestros han aumentado, pero también las detenciones.
Le expongo un caso de incumplimiento del acuerdo. Punto 39: concentrar a las personas relacionadas con el crimen organizado en penales de alta seguridad. Tiempo de realización: un mes. No se ha cumplido. Morera coteja sus documentos y confirma que no se ha cumplido.
Bastaban 30 autobuses para meter a los secuestradores en un lugar. Eso no se ha cumplido ni remotamente...
Ni remotamente…
Es grave…
Sí. es como decirle a la gente: ‘Me comprometí, firmé algo y no te lo voy a dar’. Es un tema muy sensible porque la gente tiene miedo de que haya reos peligrosos en cárceles seguras y que sigan secuestrando y extorsionando desde dentro.
Es doblemente grave...
Es grave doblemente, estoy de acuerdo. Es una pena. Es una burla que nos digan que van a hacer cosas y no las hagan.
Sin embargo, Morera es optimista: “Vamos a obligar a los gobernantes, sin descalificaciones, a que cumplan, porque se comprometieron”.
Juan Pablo Becerra Acosta, Milenio, 29 de octubre.
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