Uribe comprará tierras para indígenas

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, propuso ayer comprar tierras para los indígenas en una zona del departamento del Cauca, suroeste, para solucionar las protestas realizadas por este grupo étnico que ya han dejado dos muertos y más de setenta heridos en una semana.

“Le propongo a los compatriotas, a los ministros, compremos las tierras (...), pidan que se les rebajen (los precios) y quitémonos ese problema de encima”, señaló Uribe durante un consejo comunitario de gobierno en el municipio de Quetame, centro del país.

Las tierras a comprar están ubicadas en la localidad de Caldono, de población paez y guambiana, cuyos líderes aseguran que les han pertenecido desde sus ancestros.

La orden presidencial fue enviada a los ministros de Interior y de Justicia, de Agricultura y de la Protección Social, quienes intentan alcanzar un acuerdo con delegados de los más de siete mil indígenas que exigen, entre otras demandas, la titulación de tierras.

El presidente también llamó la atención a los indígenas que estimularon las marchas y señaló que acepta la protesta “pero no la violencia contra la fuerza pública”.

Aludió a un policía que, en medio de las riñas entre agentes e indígenas, perdió sus manos al estallar un artefacto oculto en una bolsa.

Uribe, por otra parte, criticó la presencia de extranjeros (dos franceses y una alemana) en las protestas, y dijo que antes de expulsarlos del país, como se hizo, han debido ser encarcelados por instigar esa protesta violenta.

Mientras, la prensa local informó ayer que Ramón Isaza, uno de los principales jefes de los grupos paramilitares que se desmovilizaron en Colombia, dijo que durante una indagatoria el ejército le entregó una lista con nombres de personas que debían ser asesinadas por supuestos nexos con la guerrilla.

La declaración de Isaza, alias El Viejo, fue hecha en el marco de un proceso por el asesinato y desaparición de 27 personas en ataques cometidos hace algunos años por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en la población de Carmen de Viboral, en Antioquia.

Isaza agregó que algunos ex integrantes del bloque paramilitar que comandó le dijeron que varios de los cadáveres fueron arrojados al río Magdalena, el principal de Colombia, al tiempo que otros fueron sepultados en fosas comunes.

Casi 32 mil miembros de las AUC se desmovilizaron entre 2003 y 2006 en el marco de un proceso de negociaciones con el gobierno.
Agencias en Bogotá, Milenio, 19 de octubre.

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