Chávez libra la lucha por la vida

BUENOS AIRES.— Parece que el cáncer está dispuesto a atravesar la política sudamericana. Primero fueron la brasileña Dilma Rousseff y el paraguayo, Fernando Lugo, los que le ganaron n la batalla a esa cruel enfermedad. Pero este año otros dos hombres del poder, el mandatario venezolano Hugo Chávez y el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva, comprobaron que hay algo más difícil que gobernar: derrotar los tumores cancerígenos.

El mal de Chávez fue el que causó más polémica. El mes de junio corrían versiones de que se moría y hacía varias semanas, desde el 4 de ese mes en que había viajado de visita a Brasil, que en Caracas, no había noticias del presidente.

Después de 18 días sin hablar, Chávez, confirmó el 31 de junio desde La Habana la peor de las hipótesis sobre su salud: que fue operado por un “tumor absceso” en el que le fueron descubiertas “células cancerígenas”, una noticia que tuvo un alto impacto político en Venezuela.

Se confirmaba así la versión publicada días antes en El Herald de Miami, que citó a fuentes de inteligencia. Desde entonces, ya no hubo “¡Aló presidente!”, el popular y extenso programa de los domingos conducido por el mandatario. Fue reemplazado por cadenas con el mandatario arengando por la vida, haciendo ejercicios físicos y viajando con frecuencia a La Habana para someterse a nuevas sesiones de quimioterapia.

La noticia repercutió de lleno en la vida política venezolana. La oposición tardó en salir de su asombro.

Pero una vez que lo hizo, reclamó información veraz, aunque fue más que respetuosa con la enfermedad del presidente. A medida que transcurrían los días y Chávez dosificaba el relato de su enfermedad, la oposición comenzó a sentir que, por ahora, la batalla contra el presidente estaba perdida.

Como suele ocurrir en estos casos, mientras la figura se hinchaba por los efectos de la quimioterapia, el respaldo a Chávez también crecía en las encuestas, garantizándole una victoria electoral en las presidenciales del próximo año.

A diferencia de Chávez, Lula apareció de inmediato ante la opinión pública y mostró cómo perdió su barba de más de 35 años.

Hoy, ambos tienen por delante la batalla más difícil: una en la que les va la vida.

José Vales corresponsal, El Universal, 22 de diciembre.