Investiga CNDH agresión contra el periodista Jacobo Elnecavé

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos abrió una investigación por la agresión en contra del periodista Jacobo Elnecavé, quien conduce un programa de radio en Chiapas y es director de Comunicación Social de la Universidad Autónoma del estado.

El pasado 19 de junio el comunicador fue atacado por un grupo de entre cinco y seis sujetos, quienes lo golpearon y le rasgaron el rostro.

Durante el atentado, según su dicho, uno de los hombres le gritó: "Para que no te metas con los Álvarez Puga y con Pablo Salazar".

A 10 días de la embestida, Elnecavé continúa hospitalizado en la ciudad de México, a donde fue trasladado de urgencia. Las secuelas fueron traumatismo craneoencefálico y una herida de 12 centímetros en la cara.

Sin embargo, en los últimos días su estado de salud se complicó porque un coagulo de sangre —derivado de la golpiza—- se implantó en uno de sus pulmones, lo que le provocó una embolia, la cual aún sigue en estudio para conocer sus alcances.

Por el caso, la CNDH abrió el expediente 5/2011/5706/Q. La indagatoria forma parte del Programa de Agravio a Periodistas y Defensores Civiles de los Derechos Humanos.

Elnecavé, integrante de la comunidad judía, se ha caracterizado por investigar y dar seguimiento a presuntos delitos cometidos por el ex gobernador chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía, como el de malversación de 104 millones de pesos del erario, o la muerte de 32 niños en un hospital de Comitán por omisiones y falta de infraestructura y medicamentos.

También ha documentado las relaciones del ex mandatario con la familia Álvarez Puga, investigada en el SAT por violaciones a derechos labores o prácticas de outsourcing; asimismo, con el ex edil de Cancún Greg Sánchez, procesado por delincuencia organizada, y con el venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein, un supuesto ex guerrillero en Nicaragua, a quien colocó en los primeros niveles de su gobierno como coordinador de Relaciones Internacionales.

"Desde hace dos meses comenzaron a enviarme a través de Twitter intimidaciones antisemitas y a meterse con mi religión; la situación creció al grado de que mandaron a mi domicilio dos amenazas con imágenes grotescas de campos de concentración, pensé que las cosas iban a quedar como el juego de un enfermo, nunca imaginé algo físico", señaló a Crónica el periodista.

Por estos hechos presentó una denuncia ante la Fiscalía para la Atención de Delitos contra Periodistas de Chiapas.

Responsabilizó de la agresión a Salazar "y a su equipo de mafiosos, porque su distintivo siempre fue la amenaza y la difamación".

Pidió a las autoridades, tanto estatales como federales, "realizar una investigación seria, de fondo, sin importar que salgan nombres de políticos, narcos, lavadores de dinero, periodistas o ministros de culto"…

Blanca Estela Botello, La Crónica, 29 de junio.