IMAGEN PÚBLICA: Un año de gobierno de Felipe Calderón: 12. EL FESTEJO DEL SÁBADO.

A continuación presentamos los 35 comentarios, 14.58% de los 240, a propósito de la conmemoración del primer año de gobierno de Felipe Calderón.

El sábado primero de diciembre sí habrá fiesta en Palacio Nacional. El equipo compacto del presidente Felipe Calderón organizó un desayuno con los integrantes del gabinete, representantes de los poderes Legislativo y Judicial, e invitados de los sectores de la sociedad, con motivo del primer año de gobierno, nos confirman.
Un cercano colaborador de Los Pinos expresó a este espacio su felicidad por el acto: “Pero no se está planeando, ya está confirmado y claro que se va a recordar esa fecha”. Eso sí, nada que ver con el acto del 2 de septiembre, donde se revivieron épocas del pasado presidencialista. El ágape será austero y con un breve mensaje del mandatario, nos explican
“Bajo reserva”, El Universal, 28 de noviembre.

La verdad, la verdad: ¿ustedes creen que deveras Feli tenga algo que festejar en su primer año de gobierno?
Nosotros tampoco...
Como va a festejarlo el sábado con un desayuno en Palacio Nacional, no estaría mal que al salir, Feli y sus selectos invitados se formaran para patinar en la pista de hielo que ese día inaugura Ebrard en el Zócalo capitalino...
Total, una patinada más..., ni cuenta vamos a darnos...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 29 de noviembre.

Muy disputado está el Zócalo capitalino el próximo sábado. Y es que el día en que Marcelo Ebrard va a inaugurar su superpista de hielo, también se le ocurrió al presidente Felipe Calderón celebrar en Palacio Nacional su primer año en el poder. Según cuentan, todavía no hay un acuerdo entre los gobiernos, lo preocupante es que con la presencia del Estado Mayor Presidencial —que si por algo se caracteriza es por su nula amabilidad—, los bloqueos, las vallas y las revisiones estarán a la orden del día. Ojalá que en Palacio Nacional no se les ocurra hacer algún ruidito, porque los perredistas “van a ir a investigar” hasta a la cocina si desde el inmueble presidencial se quiere arruinar el discurso de Marcelo Ebrard
“Binoculares”, El Gráfico, 29 de noviembre.

Felipe prepara fiesta, mientras el narco sigue desbordado, Tabasco vive momentos graves pero sin enviados mediáticos de oportunidad (aunque sí con cascada de anuncios de Calderón en radio y tv), los conflictos sociales se agudizan (Guerrero, Chiapas y Oaxaca, por dar ejemplos) y los expertos hablan de una difícil cuesta de enero, con nuevos mecanismos fiscales y el anunciado gasolinazo. Pero lo importante es cumplir (y celebrar) un año, haiga sido como haiga sido…
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 29 de noviembre.

Con el mismo estilo con que sazonó su mensaje del 2 de septiembre de este año, el sábado hay fiesta en Palacio Nacional para cantarle el primer happy birthday a Calderón como ocupante de Los Pinos. El desayuno se servirá para 500 y la logística incluye una petición: calcular en distancia ergonómica la colocación de las sillas, pues la vez pasada los invitados especiales quedaron codo sobre codo
“Frentes Políticos”, Excélsior, 29 de noviembre.

Fiesta de aniversario mientras en todo el país sigue corriendo la sangre a cuenta de la narcopolítica. Conmemoración festiva con un líder de la mayoría del Senado gringo que ha venido a México a verificar que el patio trasero esté en condiciones de recibir ayuda del patrón norteño mediante una iniciativa llamada Mérida cuyos fondos, advirtió el supervisor visitante, deberán ser vigilados en su aplicación por los dos países, para que lleguen a los “lugares indicados” y no sean usados para violar derechos humanos
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 30 de noviembre.

Que Marcelo Ebrard se mostró sorprendido cuando le preguntaron si estaba invitado a la celebración del primer año de gobierno del presidente Felipe Calderón. “¿Qué, va a haber festejo? ¿Pues qué festejan?”, preguntó.
“Trascendió”, Milenio, 30 de noviembre.

Con un “austero” desayuno para 500 personas, “celebran” un año en Los Pinos. Bien, pero más allá del golpe, como el ministro de Benedetti, ¿qué festejan? ¿De qué se ríen?
Carlos Fernández Vega, México SA, La jornada, 1º de diciembre.

El presente gobierno llegó sin euforia y asimismo discurre, aunque el Jefe del Estado ha tenido la sensatez de aceptarlo. El primer aniversario de su triunfo en las urnas, el 2 de julio de 2007, pasó sin pena ni gloria, no así el Primer Informe de gobierno, cuando en rápido trámite cumplió con lo que dice la ley ante el Congreso pero se organizó luego su propia fiesta en Palacio Nacional, en lo que fue la reinstauración del Día del Presidente. Y en Palacio Nacional celebraría hoy también, entre amigos, su primer año de mando. Y faltan cinco…
Aurelio Ramos Méndez, “Contraluz”, Crónica, 1º de diciembre.

El presidente Felipe Calderón celebró su primer año de gobierno.
En el patio central de Palacio Nacional había sillas vacías, no se sabe de quién.
Faltaron los dirigentes partidistas, salvo Manuel Espino, quien cuenta los días para dejar su propia silla.
Sí acudió el embajador de Estados Unidos, Tony Garza, pero se retiró antes de que Calderón leyera su discurso.
No se presentaron los gobernadores del PRD, salvo el de Chiapas, Juan Sabines, quien tiene de perredista lo mismo que el guerrerense Zeferino Torreblanca: nada.
Y en la mesa de honor, sólo un gobernador: el de Campeche, Juan Carlos Hurtado.
¿La razón? Sólo él y su paisano Camilo Mouriño lo saben.
Pepe Grillo, Crónica, 2 de diciembre.

Solitaria la única vela en el pastel de cumpleaños del gobierno de Felipe Calderón en su fiesta en el Palacio Nacional, con “los 500 y algunos más” señala como índice luminoso la brevedad del tiempo transcurrido. Un año ya, quién lo iba a decir si apenas hace trescientos y sesenta y tantos días hasta dudas había no sólo del resultado electoral, sino de la viabilidad de una toma de protesta atropellada o como fuera pero suficiente para evitar la crisis constitucional; si hasta se hablaba de interinatos y los diputados se tiraban de los pelos en plena sala de sesiones.
Pero eso se ha ido de manera irremediable como suele suceder con las cosas del pasado cuyo limo nada más sirve para sedimentar las acciones del porvenir.
Un año, y como si no hubiera otro aspecto visible el saldo se mide con la sangre derramada en la guerra interminable y desde ahora sexenalmente perdida contra el narcotráfico (Ramírez Acuña prometió seguir con ella hasta 2012; o sea no se va acabar) a pesar de la visible y desgastada presencia del Ejército Nacional, bueno lo mismo para decomisar cocaína por toneladas o palear el lodazal de los torrentes de la presa Peñitas sobre la ciudad de Villahermosa.
Rafael Cardona, “El cristalazo dominical”, Crónica, 2 de diciembre.

Al fanático de las protestas espectaculares de México ya le tomaron la medida. Cada vez que busca encarar al presidente Calderón cae redondito en las redes del Estado Mayor. Ayer, en la celebración del primer aniversario del gobierno panista en Palacio Nacional, volvió a ser encapsulado. Otra vez él y sus 60 seguidores se quedaron con ganas de interpelar al jefe del Ejecutivo
“Frentes Políticos”, Excélsior, 2 de diciembre.

Calderón lo festejó en Palacio Nacional, donde organizó un desayuno con los integrantes de su gabinete legal y ampliado —así siempre le han dicho… ¿Qué el ampliado es ilegal?— invitados especiales y algunos gobernadores… pocos, la verdad
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 3 de diciembre.

A la celebración del primer año de gobierno de Calderón Hinojosa no fueron todos los requeridos y que asistieron algunos que no debieron hacerlo. Pero el Presidente cumplió en esta ocasión con un buen discurso y aprovechó el momento para hacer un reconocimiento para el tabasqueño Andrés Granier, por la labor que ha hecho en el desastre que padecieron en Tabasco.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 3 de diciembre.

Este columna encontró la clave para que Feli se zafe (de compromisos, de reclamos futuros, remordimientos):
En la celebración de su primer año de gobierno, el mandatario Feli dijo:
"Transcurrido un año de gobierno y ante un panorama verdaderamente distinto (¿distinto a qué o de qué?), estoy aún más convencido de que los problemas de México tienen solución, pero que se requiere la unidad y la solidaridad de todos, que en la unión de los mexicanos está la clave de la prosperidad del país."
¡A'i está el detalle!, señalan, ya estuvo que ése puede ser el pretexto para al final del sexenio decir: "es que como no hubo unidad..."
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 3 de diciembre.

Ligero en cuanto a logros, deseoso más bien de giros y movimientos de fantasía, el primer patinador del país (PPP) se dejó ir sobre su pista particular de hielo para desarrollar una coreografía alegre y optimista. Según su lectura personal, las cosas están en el país menos peor y, por tanto, mucho mejor de como po-drían estar. Prematuramente nostálgico, el licenciado Calderón mueve su silla mecedora con patines sobre la superficie gélida de sus recuerdos del desastre que no fue. Las cosas estuvieron del carajo, dice sin decir, pero afortunadamente, sostiene sin sostener, esos momentos difíciles forman parte del pasado, y los mexicanos todos se mueven ahora con gracilidad impensada sobre la plancha gélida que el felipismo pretende pasar por selva mágica
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 3 de diciembre.

De los vistos en el patio de Palacio Nacional sólo los mandatarios de Morelos, Guanajuato y San Luis Potosí. Por el PRI acudieron los de Campeche, Nayarit, Sinaloa y Tabasco. No sé si colocarlo dentro del PRI o de qué partido, pero también fue Juan Sabines, de Chiapas.
Según cálculos de varias crónicas, no llegaron más de 200 invitados. ¿Se habrán topado con el operativo de seguridad en torno a Palacio Nacional? ¿O que le hicieron el fuchi?
Por supuesto que ya ni menciono a los perredistas que no van.
Pero bueno, los lugares no se vieron vacíos, gracias a la colaboración de edecanes y personal de apoyo que al último momento se sentaron.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 3 de diciembre.

El deportista de invierno careció, sin embargo, del público deseado, pues faltaron gobernadores, empresarios de primer nivel, personajes políticos que no fueran del PAN y, obviamente, pueblo, o alguna forma aunque fuese folclórica de su representación. El licenciado FC jugó como lo hacen los equipos de futbol soccer castigados por algún motivo mayor: en una especie de estadio cerrado al público; esta vez, en Palacio Nacional, con asistentes cautivos, escenografía portátil, aplaudidores autotransportados, sonriente repetición de rituales de complacencias en el centro de cordones de seguridad, vallas metálicas y protección militar a cuadras a la redonda. Rogelio Hernández López escribió en Milenio que el discurso de Calderón se produjo frente a 240 ausencias de invitados, “(150 en el costado noreste del patio central y 90 en el otro lado)”, lo que dio pie a dar diversas interpretaciones a “los vacíos políticos de quienes ostentan representaciones de Estado y no llegaron a un festejo que se presumió de recuperación de gobernabilidad”
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 3 de diciembre.

¿Cuál es la señal de fondo del mensaje que pronunció el Presidente el pasado sábado en Palacio Nacional? Primero, como ya se dijo, fue el claro reconocimiento del valor y la importancia del Congreso —y de los partidos opositores— en superar la gran crisis política, social y de credibilidad derivada de julio de 2006. Luego fue un reconocimiento a Congreso y partidos por su contribución en las tareas que evitaron el naufragio de Calderón, y en establecer las bases para “revitalizar” la gobernabilidad.
Pero acaso lo más importante fue el reconocimiento de que ante los peligros que enfrentaba la vida institucional y la sobrevivencia del nuevo gobierno —marcada por la polarización política y social, descrédito institucional y amenazas reales de ingobernabilidad—, resultó fundamental la alianza de los partidos en el Congreso, y su decisión de reconstruir los mecanismos de competencia para el reparto del poder. En pocas palabras, que la confrontación política no se está resolviendo en las calles, sino en el Congreso.
Hasta aquí todo parece bien en la lógica de un gobierno que arranca su gestión altamente cuestionado, con problemas de legitimidad política y social —a pesar de que legalmente es legítimo—, y en medio de una seria crisis de confianza y credibilidad. Todo parece bien si se toma en cuenta eso que para el Presidente es “la responsabilidad de los legisladores” y de los partidos en las reformas aprobadas, y que lo llevaron a asegurar cosas como la siguiente: “Pienso que en cierta forma las cosas empezaron a cambiar desde ese momento
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 3 de diciembre.

En medio de la “austeridad” que implica un desayuno para 500 personas, el inquilino de Los Pinos confundió situación personal con circunstancia nacional, al decir que un año después el “panorama (es) verdaderamente distinto”. Será para él, porque a pesar del fraude permanece sentado en la residencia oficial, lo que, supone, un giro a su entrada por la puerta trasera, hace 12 meses.
Fanático del discurso hueco, fatuo como casi todos los presidentes de la República, Felipe Calderón cree que el “panorama (es) verdaderamente distinto”, no obstante que cinco de sus principales promesas de campaña para resolver de inmediato igual número de lacerantes problemas nacionales (seguridad, crecimiento económico, empleo, mayores beneficios sociales y combate a los monopolios) no sólo permanecen incumplidas, sino que a lo largo de esos 365 días tales problemas se han exacerbado.
Cierto es que hace un año entró por la puerta de atrás, y hoy lo hace por la principal, no sin antes ingresar su ejército de seguridad, pero eso no modifica la circunstancia nacional. La inseguridad es obvia y creciente, el raquitismo económico es contundente, el empleo sólo brilla en el discurso presidencial, mientras la estadística oficial lo desmiente rotundamente, la deuda social sigue al alza y el combate a los monopolios es inexistente.
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 3 de diciembre.

En su discurso, recordó mucho el entorno político en el que estábamos sumergidos hace un año. Mmm. ¿Se acuerdan, con la tribuna de la Cámara de Diputados “tomada”? Dio un espaldarazo a los legisladores, por el trabajo que hicieron desde aquel momento. Y sí, nuevamente reconoció que se han tenido aciertos… pero también errores. Por supuesto que el tema de la lucha contra el narcotráfico no pudo quedar ausente en su discurso.
No hay que olvidar que está por cumplirse el primer año en que se puso en marcha la Operación Conjunta Michoacán
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 3 de diciembre.

Sin duda el sector privado no está del todo contento con lo alcanzado en este primer año de gobierno del presidente Felipe Calderón. Y para muestra, un botón. De los más de 200 dueños del dinero que fueron invitados a la celebración que tuvo lugar en Palacio Nacional el sábado pasado, no llegó ni la mitad. Pero a la ausencia de los hombres del dinero sobrevienen las críticas del presidente de Coparmex, Ricardo González, quien aseguró que en este primer año de gobierno “no se ha asegurado la gobernabilidad democrática”, mientras el CEESP sostuvo: “seguimos sin estrategia para conseguir resultados concretos”.
Georgina Howard, Crónica, 3 de diciembre.

Mientras los accionistas del Partido Acción Nacional festejaban el primer aniversario de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa haciendo un recuento de las importantes decisiones que ha tomado en los últimos 12 meses, entre las que destacan la "guerra sin cuartel" contra el narcotráfico, concertacesionar con el Congreso de la Unión la "reforma hacendaria por los que menos tienen" y la reforma electoral que sienta las bases -dicen sus promotores- para una nueva democracia, algunos analistas, exigentes por cierto, cuestionaban: ¿y qué va a hacer para pasar a las páginas de la historia de este país?
Luis Soto, “Agenda Confidencial”, El Financiero, 3 de diciembre.

Y claro, en esta celebración no podía faltar Gerardo Fernández Noroña, animador y secretario de prensa del CEN del PRD.
Llegó con su contingente a intentar boicotear el festejo presidencial.
Y la verdad, qué bien está aprovechando que sea muy conocido —ya se está familiarizando con ellos— por los elementos de la Policía Federal Preventiva y del Estado Mayor Presidencial
Les dijo que estarán a las órdenes del PRD en 2012… cuando ganen la Presidencia de la República.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 3 de diciembre.

PARA AQUELLOS que lo dudaban, Felipe Calderón Hinojosa sí tuvo pretexto para celebrar el sábado pasado.
RESULTA QUE después de la ceremonia que se realizó en Palacio Nacional con motivo de su primer año de gobierno, el Presidente tomó un helicóptero que lo trasladó a Querétaro.
ACOMPAÑADO sólo por su esposa y sus hijos, nada de colaboradores ni gabinete, Calderón viajó a la capital queretana para participar en la "Hinojosada".
SE TRATA de una celebración anual en la que se reúnen algo así como 200 parientes de apellido Hinojosa, cuyo origen viene de Michoacán, tierra natal del Presidente.
DICEN QUE Calderón ni discurso dio, y más bien se dedicó a disfrutar el ser por un momento, simple y sencillamente, el primo Felipe.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 3º de diciembre.

Hoy FelipeCalderón se desnuda ante los medios… Su staff le dejó el día libre para atender a los medios de comunicación. La conferencia es a la 12.30 horas en el salón López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos. Vamos a ver hasta qué punto está dispuesto a hacer revelaciones
“Frentes Políticos”, Excélsior, 3 de diciembre.

Los asesores de comunicación de Los Pinos diseñaron una estrategia de medios para el primer año de gobierno de Calderón. El mandatario ofrece esta tarde una conferencia de prensa, la segunda en Los Pinos, para desahogar algunos de los temas pendientes de sus primeros 12 meses al frente del timón.
Hasta ahora se conoce que el encuentro será con los representantes de los medios nacionales. Nos dicen que la decisión se toma después de que el mandatario no diera entrevistas a medios escritos con motivo de su primer año de gobierno. Se espera que a partir del martes tenga una ronda de conversaciones con noticiarios de radio
“Bajo reserva”, El Universal, 3 de diciembre.

Que el presidente Calderón tendrá hoy un día de medios. Tan sólo a un grupo radiofónico le concederá tres distintas entrevistas. Y dará varias más.
“Trascendió”, Milenio, 4 de diciembre.

La Presidencia misma se mostró envarada a la hora de marcar y festejar su primer aniversario. En las vísperas del 1o. de diciembre practicó la más eficaz autocrítica sobre el contenido de su primer año, pues si presentó apenas los programas sectoriales, ello significa que se perdió el año en acciones desconectadas o que francamente ese periodo se caracterizó por las omisiones o por una dificultad de tomar el paso, causada por la inexperiencia o por la desidia. La celebración en Palacio Nacional, el día 1o. por la mañana prolongó o enseñó esa suerte de desgano inicial. A Germán Dehesa le dio flojera "madrugar en sábado y surcar las heladas calles a las ocho de la mañana" y se abstuvo de aceptar la invitación para el desayuno conmemorativo. Quizá la misma reacción provocó otras ausencias. Los gobernadores prefirieron quedarse en sus estados (y no porque tengan urgencias que atender, ya que de lo contrario el tabasqueño Andrés Granier no habría viajado a la Ciudad de México) y de los 32 sólo estuvieron presentes ocho, la cuarta parte: cuatro priistas, tres panistas y sólo uno de entre quienes fueron postulados por el PRD: se trata del previsible, por zalamero, Juan Sabines. Aparte Manuel Espino, de los líderes partidarios sólo se presentó el de menor tamaño, Alberto Begné. Sólo estuvo uno de los cuatro líderes parlamentarios, Santiago Creel. Fueron tantos los invitados que tuvieron algo mejor que hacer, que 10 de las 130 mesas dispuestas en el patio central del Palacio Nacional fueron ocupadas de última hora por empleados y por miembros del Estado Mayor Presidencial. No cabía siquiera la posibilidad de que, para paliar las expresiones del ausentismo se hiciera lo que en la desairada boda narrada en el Evangelio, salir a invitar a todo transeúnte, porque los que estaban en el Zócalo no entrarían a Palacio a festejar.
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 4 de diciembre.

Entre las reflexiones más importantes que el presidente Felipe Calderón Hinojosa realizó con motivo de su primer año en el poder, está aquella donde afirma que "hemos comenzado a definir con mayor claridad el rumbo del país; compartimos ahora una visión responsable de lo que queremos, una visión responsable del futuro".
Lo anterior debe interpretarse, según los observadores, de la siguiente manera: "el gobierno del cambio con rumbo...desconocido" quedó atrás; a partir del segundo año de esta administración se hará lo que por inexperiencia, ineptitud, ignorancia...no se hizo en los últimos siete años, en lo político, económico, social. O lo que es Calderón hará -bueno, ya empezó- todo lo que no pudo hacer su antecesor. El inútil de Vicente Fox, por ejemplo, debió haber hecho en su primer año de gobierno la reforma al régimen de pensiones del ISSSTE; la hacendaria, la fiscal, la energética, la del Estado, la reforma al Poder Judicial, entre otras tantas cosas que no hizo.
Luis Soto, “Agenda confidencial”, El Financiero, 4 de diciembre.

La característica de la verdad, mi estimado, es que no precisa de otra cosa que la verdad. La pista de hielo en el Zócalo capitalino ha sido un rotundo éxito. Los codiciados brazaletes, agotados desde temprana hora en estos primeros días para patinar, son una muestra contundente de que el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, logró no sólo ser el epicentro del gélido reventón sino desplazar el evento y discurso de Felipe Calderón en su primer aniversario. Ahora súmele que gracias al entretenido hielo y su chistosa expectativa en el Zócalo capitalino, el Gymboree se vio obligado a esperar su turno y operar plan B para que el inquilino de Los Pinos disfrutara del calor mediático en su conferencia de prensa y ayer, aprovechando el viaje, envió atentos saludos a Vicente Fox & friends días antes de la unción de su candidato, Germán Martínez a la presidencia del PAN. Aunque la cortesía presidencial no tiene credibilidad, perdón, fondos en el banco de esos ánimos azules que ya conocen de sobra esa distintiva forma del doble discurso.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 4 de diciembre.

Ayer, al hacer un balance por el año que ha pasado desde que asumió la presidencia, Feli-pillo Calderón habló de varios temas, entre ellos, el (precioso) caso del gober Mario Marín:
"Yo tengo una opinión muy personal sobre el tema pero me la reservo para no lesionar la relación institucional y la división de poderes", dijo.
Ah, reflexionan, qué bien..., se lo reserva para no lesionar la relación institucional...
Cuando era candidato, allá por abril de 2006, en San Martín Texmelucan, se unió a una porra en contra del gober pechocho:
"¡Fuera Marín!, ¡fuera Marín! -coreó-, es un clamor en Puebla, amigos, que ese gobernador por dignidad debiera salir, ora que mientras más se empeñe en quedarse ahí, ¡más votos nos está dando!", advirtió el candidato panista...
¿Quedó claro?, reflexionan, o sea, el "de lengua me como un taco" tiene su razón de ser...
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 4 de diciembre.

Dentro de los festejos del primer aniversario de su administración, el primer mandatario concedió ayer una entrevista de prensa en donde habló de lo que no mencionó en su discurso del sábado. Dijo, por ejemplo, que ha dialogado con Vicente Fox, pero no para pedirle que deje de hacer declaraciones, sino para tratar los temas que son de interés para el país. Subrayó que será respetuoso de él y de otros expresidentes, como de todos los mexicanos. Sin embargo, advirtió que "sin menoscabo de que en cualquier caso en mi gobierno, en cumplimiento de la ley, no habrá, desde luego, ni excepciones en la aplicación de la ley y la justicia, pero tampoco juicios sumarios para satisfacción de revanchas políticas o de cualquier otra índole. Simple y sencillamente la ley, en mi gobierno la ley se aplicará parejo para todos y sin distingos, sin privilegios y sin juicios sumarios para nadie, como he dicho". ¿O sea que no van a hacerle nada a los integrantes de la "banda del jeep rojo? Preguntan algunos analistas.
Luis Soto, “Agenda confidencial”, El Financiero, 4 de diciembre.

Al cumplir un año en el gobierno, el presidente Felipe Calderón cambió su política informativa y concedió entrevistas a varios medios, especialmente en televisión y radio.
Entre lo mucho que le preguntaron sobresalen algunos aspectos, como lo relativo a las investigaciones en torno a Vicente Fox y otros ex funcionarios. El mandatario dijo que no habrá excepciones en términos de ley, pero tampoco habrá juicios sumarios por razones de revancha política.
También resulta notable su actitud ante el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien se ha negado reiteradamente a participar en actos públicos donde esté Calderón.
El jefe del Ejecutivo federal respondió que no le interesa tomarse la foto. “Yo gané una elección. Yo soy presidente”, recalcó.
Miguel Ángel Rivera, “Clase política”, La Jornada, 5 de diciembre.

El chiste del año: “yo ya gané una elección, ya soy presidente” (Jalipe Jajalderón).
Carlos Fernández Vega, “México SA”, La Jornada, 5 de diciembre.

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