Los culpables, empresarios, no partidos

No sólo los políticos son incapaces de ponerse de acuerdo en México: rumbo a los comicios para gobernador en Michoacán, no fueron las cúpulas de los partidos políticos (PRI, PAN y PRD) las que frustraron la posibilidad de que hubiera un candidato único con un programa común de gobierno: fueron los pleitos entre miembros de los consejos Coordinador Empresarial (CCE) y del de Hombres de Negocios.

A pesar de que ambos grupos empresariales habían publicado un manifiesto conjunto dirigido a los partidos públicos para que analizaran tal propuesta, todo fracasó.

En entrevista con MILENIO, Manuel Nocetti, ex presidente del CCE, empresario gasolinero y de la construcción, culpa al protagonismo de Francisco Medina, del automotriz Grupo Fame; a Enrique Ramírez Magaña, del Consorcio Organización Ramírez (dueño de Cinépolis), y al hotelero Alonso Gómez Sánz, del Grupo Arquimo dedicado a la construcción, y presidente del Consejo de Hombres de Negocios, de haber abortado la idea por reunirse a solas con los presidentes nacionales de los tres partidos (Humberto Moreira, Gustavo Madero y Jesús Zambrano), con la intención de negociar la identidad del personaje que encabezaría tal candidatura.

Por su parte, también en entrevista con este diario, Medina rechaza tales acusaciones y dice que “no le tiene que pedir permiso a nadie” para reunirse con Moreira, Madero y Zambrano, y que en realidad quienes sabotearon la idea fueron las cúpulas de CCE y Coparmex por “quién sabe qué intención”.

El caso es que un año de trabajo de ciudadanos, académicos y políticos para que se realizara un ejercicio político inédito en el país se vino abajo. Aquí las dos entrevistas…

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Manuel Nocetti, presidente nacional de los empresarios gasolineros:

—De nosotros, de los ciudadanos y empresarios, sobre todo micros y pequeños empresarios, de ahí surgió la idea de una plataforma común y una eventual candidatura común, idea que le presentamos a los partidos.

—¿Qué dijeron los partidos?

—Les pareció un ejercicio muy loable, muy interesante, muy innovador, pero de repente lo avientan por la borda cuando tres compañeros amigos van y se juntan con ellos, pensando que entre tres personas pueden sacar una candidatura de unidad, y se descompone el ambiente, y se pierde todo.

—O sea que cuando se reunieron Moreira, Madero y Zambrano con Francisco Medina, de Fame, Enrique Ramírez, de Cinépolis, y Alonso Gómez Sáenz, del Consejo de Hombres de Negocios, ¿se precipitaron un poco ellos?

—No, no se precipitaron un poco: abortaron el proyecto. Ellos pensaron que podían hacer como en una empresa en donde el capital mayoritario podía decidir y podía tomar una decisión. En el CCE sentimos que nos habían aislado, que nos habían utilizado, y que al llegar a los acuerdos a nivel nacional sólo figuraban tres personas que no representan ni el uno por ciento del desarrollo de Michoacán. Trabajamos un año este proyecto, y de pronto lo chocan, o lo avientan a un barranco. Ahora esto está descartado definitivamente, por la falta de congruencia de ellos para trabajar en unidad…

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Francisco Medina, dueño de Fame (Ford)…

—Dicen ellos que esto fracasó por su culpa, la de Enrique Ramírez, y la de Alonso Gómez Sanz…

—Nosotros logramos convencer a los señores Moreira, Madero, y Zambrano de que nos juntáramos con el señor gobernador (el perredista Leonel Godoy), para abordar el tema de la candidatura y de la agenda común. Y se nos vino el mundo encima, nos acabaron al día siguiente. Los partidos nos dijeron que lo veían muy difícil, pero que lo explorarían, y así quedó en el comunicado posterior a esa reunión. Y al día siguiente se nos aventaron encima los propios organismos empresariales, y ya se hizo un relajo…

—Ellos los acusan de protagonismo, y que eso hizo que el asunto se abortara…

—Yo lo que le puedo responder es que, en mi calidad de ciudadano, puedo invitar a una reunión, o puedo asistir a una reunión, y no tengo porqué informarle ni pedirle permiso a nadie, ni invitar a quien yo piense que en ese momento es inadecuado para una reunión. Nosotros lo único que hicimos es que se nos ocurrió a tres amigos invitar a los tres dirigentes de los partidos. Y eso fue todo…

—¿Entonces los que abortan esto son los otros?

—Así es… Me pregunto: ¿qué intenciones tienen y por qué se deslindan y dicen que no estaban enterados cuando firmaron un comunicado en todos los medios de comunicación y hubo una conferencia de prensa en el CCE en donde se dijo: “Ojalá que pueda haber un candidato y programa únicos”?

—¿Qué responden a la acusación de que ustedes querían imponer un candidato?

—Nunca hemos tenido candidato, nunca lo tendremos, porque no nos corresponde. El primer acuerdo no escrito que pusimos todos los que andábamos en esto es que jamás podríamos participar como candidatos…

El caso es que, como suele suceder con los partidos políticos, los empresarios… tampoco pudieron conciliar sus diferencias.

Juan Pablo Becerra-Acosta M., Milenio, 1º de junio.

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