El tren salió de Ixtepec, Oaxaca, a las 9 de la mañana con 250 centroamericanos y chiapanecos a bordo. La mayoría estuvieron en el albergue Hermanos en el Camino que dirige el sacerdote Alejandro Solalinde. Alrededor de las 14 horas llegaron a Medias Aguas, Veracruz, donde ya eran esperados por varios sujetos que a mentadas de madre los obligaron a descender.
Así lo declararon dos personas que también realizaban el viaje, pero alcanzaron a esconderse de los individuos que portaban armas R-15 y con amenazas subieron a decenas de sus compañeros a varias camionetas.
Los testigos alcanzaron a ver tres vehículos que se encontraban del lado que ellos bajaron del tren pero no saben nada de lo que ocurrió del otro lado.
Los testimonios de los migrantes que se salvaron, actualmente en resguardo para garantizar su seguridad, resultaron fundamentales para evidenciar las violaciones a derechos humanos que de manera cotidiana se cometen en contra de ciudadanos de otros países que buscan llegar a Estados Unidos, señaló Solalinde.
En entrevista puntualizó que de los 250 migrantes que abordaron el tren el pasado viernes 24, sólo 131 aceptaron proporcionar sus datos personales en el albergue. Por eso se conocen sus identidades, edad, lugares de origen y otros datos que Solalinde ya entregó a los consulados de los países en cuestión: 46 a El Salvador, 40 a Honduras, 39 a Guatemala y seis a Nicaragua.
A partir de las declaraciones de los migrantes, el sacerdote también comprobó que los maquinistas Marcelino Rasgado Altamirano y Aurelio Vázquez Salgado son copartícipes del plagio múltiple, pues no hicieron la parada donde acostumbran, sino que se siguieron de largo hasta la intersección con la línea que procede de Tenosique, Tabasco, y Coatzacoalcos, Veracruz. Se detuvieron justo donde se encontraban los delincuentes.
De acuerdo con la versión de los testigos, no hubo detonaciones de armas de fuego. Los sicarios se comunicaban con claves y en repetidas ocasiones mencionaron el número 28, aparentemente cuando se referían a niños y mujeres que también iban en el tren.
Para el director de Hermanos en el Camino la evidencia es contundente respecto de la participación de los maquinistas y, de hecho, ante las dudas expresadas por policías de Veracruz que el lunes estuvieron en el albergue en busca de información, les presentó el testimonio de un migrante que les relató cómo en otra ocasión anterior, los conductores del tren “pusieron” a un grupo de migrantes donde estaban los secuestradores.
“No es la primera vez”, afirmó Solalinde e incluso dijo que se les conoce (a los trabajadores del tren) por su participación en el trasiego de drogas y tráfico de migrantes a los que también extorsionan.
Todavía más, los dos migrantes que el pasado viernes lograron ocultarse de los secuestradores se volvieron a encontrar con los maquinistas, quienes los invitaron a quedarse en Veracruz, pues ahí podrían trabajar. Por suerte, indicó el sacerdote, decidieron regresar a Ixtepec y presentar la denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR).
Respecto a la posición de las autoridades de Veracruz que el lunes mismo negaron que hubiera ocurrido el secuestro, el activista dijo que es lo “normal”. Mientras Gerardo Buganza sea el secretario general de gobierno la entidad “va a estar muy mal”, pero ahí están las evidencias. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos documentó 9 mil 758 secuestros de migrantes en 2009, de los cuales una tercera parte ocurrieron en Veracruz.
Para 2010 la cifra se elevó a más de 11 mil plagios y nuevamente una tercera parte ocurrieron en la entidad que encabeza el priísta Javier Duarte. Eso no es una coincidencia, apuntó.
Ángeles Cruz Martínez, La Jornada, 29 de junio.
A punta de R-15 los bajaron del tren: testigos del secuestro
Derechos Humanos, Migración Medios México miércoles, 29 de junio de 2011 0 comentarios
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