Zambrano urge a borrar imagen de rijoso del PRD

Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, en entrevista para Crónica Noticias TV, considera que su partido tiene que superar la imagen de rijoso para poder contender en serio por la Presidencia de la República. En esa contienda ve al PRI como “el enemigo a vencer”, porque los gobiernos del PAN “han resultado un fracaso”. También se pronuncia a favor de un gobierno de amplia composición con un programa común.

Estos son los puntos principales de la plática que sostuvimos. Iniciamos preguntándole cómo ve al PRD, tomando en cuenta que los partidos, en general, viven momentos difíciles.

Zambrano responde diciendo que ve  un PRD con claroscuros, “yo diría que con más claros”. Recuerda que es un PRD que, habiendo estado en franca disputa por la Presidencia, tras divisiones políticas reales, tuvo una caída muy fuerte en las elecciones de 2009, “aunque haya mantenido bastiones”. Del lado positivo señala que “a través de alianzas que, acepto, eran polémicas, hemos dejado claro que no es cierto que el PRI sea invencible. Y también ganamos en Guerrero”. Termina señalando que en las elecciones en Michoacán se están jugando como van a entrar a la arena nacional en 2012.

Le comentamos al dirigente nacional que no hay partidos monolíticos, pero las diferencias en el PRD parecen más pronunciadas.

Zambrano afirma que ve un partido consciente de su pluralidad y que ha pagado mucho por sus diferencias, o más bien porque las han resuelto en forma estridente. “Dejamos la impresión de partido rijoso, que piensa más en la división interna que en los problemas de la nación. Y si no vamos unidos, la perdemos”.

Más adelante afirma, tajante: “Vamos a ir unidos” “Veo un López Obrador que está tendiendo puentes con sectores con los que no quiso dialogar en 2006”, remata.

Otra pregunta obligada es sobre las alianzas.

“Debemos buscar una gran coalición, un gran frente de las fuerzas de izquierda, de las fuerzas progresistas y ciudadanas”, responde Zambrano, y se refiere a aglutinar a todos los que se identifiquen con que haya condiciones para la inversión productiva y que le dediquemos más recursos al capital social del país. “No veo allí al PAN”, acota.

Comentamos entonces que, si tantas son las diferencias entre el PAN y el PRD por qué fueron en alianza electoral en varios estados.

Zambrano justifica estas alianzas afirmando que “tuvieron motivaciones incentivadas desde las propias instancias estatales. Pensamos en los gobiernos de Ulises Ruiz, del Góber Precioso, del de Sinaloa...”

—¿Y Ángel Aguirre? —Cuestionamos—  Hubo una gravísima denuncia cuando él era gobernador priista.

—¿Cómo lo ve la sociedad allí? Lo ve bien, si no, no hubiera ganado —revira Zambrano, para posteriormente hacer un análisis más amplio de la situación, muy crítico del PRI.

Inicia comentando que “en el IFE, el PRI quiere meter a dos incondicionales” y diciendo que el tricolor “es el enemigo a vencer”. Explica: “El PAN ha demostrado que no tiene la capacidad para impulsar cambios institucionales en el régimen político, en la política económica y social. Ha resultado un fracaso”. Y tiene su hipótesis respecto a la ventaja priista: “Si a nosotros nos ven como rijosos, la gente se va al PRI, aunque sepa que son corruptos, que son los mismos o peores”. Por eso insiste en la necesidad de que no haya pleito interno.

—¿Y por qué quieren el gobierno?

“Queremos demostrar que otro México es posible”, responde Zambrano y da como ejemplo máximo al gobierno capitalino. Señala los logros del GDF: sociales, de seguridad, culturales. “El DF es la ciudad más segura y destino fundamental de la inversión extranjera directa”. Pone como eje central de la política el generar riqueza y distribuirla a través de programas sociales, para evitar que se desintegre el tejido social.

Lo que acaba deteniendo las cosas es la falta de acuerdos. ¿No consideras que haría falta un gran acuerdo político con grandes principios básicos? —concluimos la entrevista.

Soy de los que defienden el diálogo como instrumento en la construcción de acuerdos, y que eso aterrice en un gobierno de amplia composición con un programa común”, responde. Sugiere poner sobre la mesa lo que los partidos plantean, porque coinciden en más de la mitad de los propósitos. “Deberíamos acordar que, con independencia del resultado de la elección, estamos obligados a cumplir con ciertas cosas. Sería el salto a una transición democrática verdadera, y no una simulación”. La alternancia del 2000 no significó el desarrollo de una verdadera transición: no hay cambios en el régimen político, en la política económica o social.

“La democracia política sin alma social no le dice nada a la gente”, dice Jesús Zambrano como frase final.

Nos quedamos con esa última frase.

Guillermo Ortega Ruiz, La Crónica, 1º de diciembre.