Migrantes asesinados por los indios. No se trata de historias de ficción, sino cotidianas.
Al peligro del desierto se suma el provocado por las redes de tráfico de personas, armas y droga que se han tejido en la Nation Tohono O’ odham, reveladas ya por organizaciones defensoras de migrantes y por la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
La reserva Tohono se ubica al norte de Sasave, Sonora, y es parte de la región desértica de Arizona. Un espacio con sus propias autoridades, leyes, policías y formas de operar dentro del esquema de delincuencia organizada.
Entre 2005 y 2007 se reportaron meses críticos en cuanto al número de inmigrantes muertos en esta zona: el porcentaje alcanzó el 42% del total registrado en el estado de Arizona, de acuerdo con la organización Humane Borders.
Los representantes de la reserva india han expresado de manera abierta que el problema de la migración no es un asunto bilateral. Además de México y Estados Unidos cualquier negociación, acuerdo o programa debe incluir a Tohono O’ odhan Nation.
Fronteras Compasivas y otras organizaciones defensoras de derechos humanos han revelado los vínculos de los indios, antes llamados Papagos, con redes de traficantes: y no sólo de indocumentados —mexicanos y centroamericanos, de manera especial—, sino de las armas que luego son usadas por organizaciones criminales y aún de los envíos de droga hacia territorio estadunidense.
Inmigrante que no es parte del esquema, corre más peligro del habitual en su cruce hacia la Unión Americana.
“Ellos, los indios, se oponen a cualquier forma de legalización del flujo migratorio, porque el negocio se les acaba; están coludidos con polleros, coyotes, guías, y también se dedican al tráfico de droga y de armas”, dice Douglas Ruopp, activista de Frontera, y quien se encarga de denunciar las violaciones a garantías fundamentales de personas que buscan encontrar una mejor forma de vida.
En la región de los indios habrá que ser cautelosos: ellos no creen en los hombres blancos, a quienes consideran enemigos.
“Piensan que los blancos podrían denunciar sus vínculos con los traficantes, que les suelen entregar grandes cantidades de dinero para que permitan el paso de los ilegales”, ha señalado Daniel Aguilar, jefe de la Patrulla Fronteriza.
Por autos, por casas, por dólares están abiertos a negociar con los coyotes. Ceden, incluso, sus propias casas como escondites para migrantes.
Los Tohono O’ odham se han opuesto también a la colocación de estaciones de agua en el desierto, de acuerdo a Robert Hoover, presidente de Humane y encargado del Programa de Instalación.
“Piensan que si tienen agua, el negocio se les acaba”.
Los polleros conocen ya las rutas que llevan a la región india, donde habrá mas facilidades para consumar su negocio millonario.
Son los centroamericanos y los mexicanos originarios de la región sur, oriente y centro del país quienes más utilizan el servicio de los coyotes. Los paisanos que vienen de la zona norte suelen utilizar otro tipo de contactos.
Según datos de la Patrulla Fronteriza, el 36% de los inmigrantes opta por el esquema delineado por los traficantes, que incluye nexos con los Tohono.
Entre el 30 y el 40% usa como guía a un hermano, a un amigo, a un paisano, a un compañero de la comunidad, que ha cruzado antes y ha sido parte de su grupo de camaradería. El resto cruza sin ayuda. Y aunque se han registrado muertos en los tres sectores, el esquema del coyotaje es el mas ligado a la muerte.
“Cuando un grupo cruza con una persona con la cual se tiene relación sanguínea o de amistad, la dinámica es de caminar todos juntos y de una manera mas lenta, hay menos muertos, pero mayor posibilidad de aprehensión”, asegura Hoover.
“Con el coyote el grupo se mueve más rápido, hay mayor circulación, pero a él no le importa que se vayan quedando uno, dos, tres migrantes, el grupo más fuerte y compacto es el que le interesa”.
Sin dinero, los indios son enemigos. Un esquema cotidiano, reflejado en los titulares periodísticos; “Aparecen muertos tres guatemaltecos, no quisieron pagar protección en la reserve Tohono O’ odham”…
Los datos
- Tohono O’ odham
Se ubica al norte de Sasave, Sonora, y es parte de la región desértica de Arizona.
- Las cifras
Entre 2005 y 2007 se reportaron meses críticos en cuanto al número de inmigrantes muertos en esta zona: el porcentaje alcanzó el 42% del total registrado en el estado de Arizona, de acuerdo con la organización Humane Borders.
- El peligro
En esta reserva están coludidos con polleros, coyotes, guías, y también se dedican al tráfico de droga y de armas”.
- Los enemigos
Los indios son enemigos de aquellos que no tienen dinero. Un esquema cotidiano, reflejado en los titulares periodísticos; “Aparecen muertos tres guatemaltecos, no quisieron pagar protección en la reserve Tohono O’ odham”…
Al peligro del desierto se suma el provocado por las redes de tráfico de personas, armas y droga que se han tejido en la Nation Tohono O’ odham, reveladas ya por organizaciones defensoras de migrantes y por la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
La reserva Tohono se ubica al norte de Sasave, Sonora, y es parte de la región desértica de Arizona. Un espacio con sus propias autoridades, leyes, policías y formas de operar dentro del esquema de delincuencia organizada.
Entre 2005 y 2007 se reportaron meses críticos en cuanto al número de inmigrantes muertos en esta zona: el porcentaje alcanzó el 42% del total registrado en el estado de Arizona, de acuerdo con la organización Humane Borders.
Los representantes de la reserva india han expresado de manera abierta que el problema de la migración no es un asunto bilateral. Además de México y Estados Unidos cualquier negociación, acuerdo o programa debe incluir a Tohono O’ odhan Nation.
Fronteras Compasivas y otras organizaciones defensoras de derechos humanos han revelado los vínculos de los indios, antes llamados Papagos, con redes de traficantes: y no sólo de indocumentados —mexicanos y centroamericanos, de manera especial—, sino de las armas que luego son usadas por organizaciones criminales y aún de los envíos de droga hacia territorio estadunidense.
Inmigrante que no es parte del esquema, corre más peligro del habitual en su cruce hacia la Unión Americana.
“Ellos, los indios, se oponen a cualquier forma de legalización del flujo migratorio, porque el negocio se les acaba; están coludidos con polleros, coyotes, guías, y también se dedican al tráfico de droga y de armas”, dice Douglas Ruopp, activista de Frontera, y quien se encarga de denunciar las violaciones a garantías fundamentales de personas que buscan encontrar una mejor forma de vida.
En la región de los indios habrá que ser cautelosos: ellos no creen en los hombres blancos, a quienes consideran enemigos.
“Piensan que los blancos podrían denunciar sus vínculos con los traficantes, que les suelen entregar grandes cantidades de dinero para que permitan el paso de los ilegales”, ha señalado Daniel Aguilar, jefe de la Patrulla Fronteriza.
Por autos, por casas, por dólares están abiertos a negociar con los coyotes. Ceden, incluso, sus propias casas como escondites para migrantes.
Los Tohono O’ odham se han opuesto también a la colocación de estaciones de agua en el desierto, de acuerdo a Robert Hoover, presidente de Humane y encargado del Programa de Instalación.
“Piensan que si tienen agua, el negocio se les acaba”.
Los polleros conocen ya las rutas que llevan a la región india, donde habrá mas facilidades para consumar su negocio millonario.
Son los centroamericanos y los mexicanos originarios de la región sur, oriente y centro del país quienes más utilizan el servicio de los coyotes. Los paisanos que vienen de la zona norte suelen utilizar otro tipo de contactos.
Según datos de la Patrulla Fronteriza, el 36% de los inmigrantes opta por el esquema delineado por los traficantes, que incluye nexos con los Tohono.
Entre el 30 y el 40% usa como guía a un hermano, a un amigo, a un paisano, a un compañero de la comunidad, que ha cruzado antes y ha sido parte de su grupo de camaradería. El resto cruza sin ayuda. Y aunque se han registrado muertos en los tres sectores, el esquema del coyotaje es el mas ligado a la muerte.
“Cuando un grupo cruza con una persona con la cual se tiene relación sanguínea o de amistad, la dinámica es de caminar todos juntos y de una manera mas lenta, hay menos muertos, pero mayor posibilidad de aprehensión”, asegura Hoover.
“Con el coyote el grupo se mueve más rápido, hay mayor circulación, pero a él no le importa que se vayan quedando uno, dos, tres migrantes, el grupo más fuerte y compacto es el que le interesa”.
Sin dinero, los indios son enemigos. Un esquema cotidiano, reflejado en los titulares periodísticos; “Aparecen muertos tres guatemaltecos, no quisieron pagar protección en la reserve Tohono O’ odham”…
Los datos
- Tohono O’ odham
Se ubica al norte de Sasave, Sonora, y es parte de la región desértica de Arizona.
- Las cifras
Entre 2005 y 2007 se reportaron meses críticos en cuanto al número de inmigrantes muertos en esta zona: el porcentaje alcanzó el 42% del total registrado en el estado de Arizona, de acuerdo con la organización Humane Borders.
- El peligro
En esta reserva están coludidos con polleros, coyotes, guías, y también se dedican al tráfico de droga y de armas”.
- Los enemigos
Los indios son enemigos de aquellos que no tienen dinero. Un esquema cotidiano, reflejado en los titulares periodísticos; “Aparecen muertos tres guatemaltecos, no quisieron pagar protección en la reserve Tohono O’ odham”…
Daniel Blancas en Phoenix, Crónica, 22 de diciembre.
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