Los constructores del movimiento pejista


Es su círculo más cercano, sus leales, los que no lo dejaron tras la derrota en 2006, construyeron a su lado el Movimiento de Regeneración Nacional y hoy tienen un lugar asegurado en la estructura de su segunda campaña por la Presidencia de la República.
Andrés Manuel López Obrador tiene a seis incondicionales que han estado con él desde su paso por el gobierno del Distrito Federal. Han estado en las buenas y en las malas y son constructores de la fuerza de un movimiento que, pese a la derrota presidencial, seis años después aspira nuevamente al triunfo en 2012, dicen, con mayor experiencia y erro-
res corregidos.
Pero también son señalados por las deficiencias, muchas de ellas aún se mantienen. Incluso hay quienes dicen que López Obrador está como la canción, haciendo lo mismo que en 2006. En el mismo lugar y con la misma gente.
Hace mucho más que conducir su carro. Es su jefe de logística. El tabasqueño Nicolás Mollinedo Bastar es el hombre de todas las confianzas de López Obrador. Toma decisiones y es su brazo operador. Si en ocasiones maneja su carro es porque es el espacio idóneo para hablar en privado, para tomar definiciones y organizar todas
sus actividades.
Detrás de él, en la línea de mando se encuentra su coordinador de Comunicación Social, César Yáñez quien lo ha acompañado desde el PRD y a su paso por el gobierno de la ciudad. Se encarga de la imagen de López Obrador y la producción de sus mensajes, lo que le permite mantener lealtad con su jefe.
Alejandro Esquer es otro de sus más cercanos. Es su secretario particular y tiene bajo su responsabilidad la agenda del aspirante presidencial y la construcción del Movimiento de Regeneración Nacional, que rinde sus frutos con 2 mil 421 comités municipales y 39 mil comités seccionales en todo el país.
Esquer tiene a su cargo el manejo de los recursos de la asociación Honestidad Valiente A.C. Es el presidente de su Consejo de Administración y sabe del dinero que mensualmente recibe la cuenta bancaria que sufraga los gastos de López Obrador, mismos que pese a las promesas, no se han transparentado.
La mujer más cercana al tabasqueño es Claudia Sheinbaum. Fue secretaria de Medio Ambiente y recibió todo el respaldo de López Obrador cuando su esposo, Carlos Ímaz fue vinculado con el empresario Carlos Ahumada, quien le dio dinero para su campaña por la delegación Tlalpan.
Actualmente es parte del Comité Ejecutivo del Movimiento de Regeneración Nacional y fue la cabeza del grupo de adelitas que emprendió la batalla en las calles cuando el Congreso discutía en 2008 la reforma energética.
Octavio Romero Oropeza es otro tabasqueño del círculo cercano a López Obrador. Fue su oficial mayor en el gobierno de la ciudad y sobre él pesan señalamientos sobre el manejo de la estructura electoral en 2006.
Prometió al igual que Alberto Pérez Mendoza y Francisco Yee, quien ya no figura en el selecto grupo, la cobertura de 100 por ciento de las casillas y manejó los recursos para la promoción del voto.
Ahí se ubicó una de las mayores deficiencias de la campaña de 2006. El equipo que conformaron estos tres personajes no pudo presentar el total de actas para la impugnación de las elecciones debido a que no logró cubrir el 100 por ciento de las casillas.
Según López Obrador la estructura de Morena le permitirá tener vigilantes del voto. Sin embargo, Romero nuevamente es beneficiario de la confianza de López Obrador al encabezar desde Morena la responsabilidad de la “organización ciudadana para el cambio verdadero”, de acuerdo con el organigrama del Comité Ejecutivo.
Detrás de esos personajes, López Obrador tiene a 43 responsables estatales de Morena. Legisladores y ex funcionarios públicos abundan en la lista que integran su hermano Pío López Obrador, José Agustín Ortiz Pinchetti, Layda Sansores, Ariadna Montiel, Pedro Zenteno, David Monreal, Valentina Batres, Raquel Sosa, Bertha Luján, Jesús Martín del Campo, Mario Di Costanzo, Enrique Ibarra y Ricardo Monreal, quien se perfila como su coordinador general de campaña, entre otros.
Los mismos nombres que figuraron en la campaña presidencial de 2006 aparecerán en 2012 con una diferencia. Cinco años después existen Morena, que aglutina al ejército ciudadano, y la asociación civil Encuentro, coordinada por el ex foxista Alfonso Durazo y que reúne a empresarios y personalidades que acercan al tabasqueño con un sector que desdeñó en su primera campaña por la Presidencia de la República.
Liliana Padilla, Milenio, 5 de diciembre.

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